Rosas

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jueves, 13 de junio de 2013

Las Herederas del Libertador

Por Julio R. Otaño
Don José le escribía a su amigo Tomas Guido: “Sepa usted que desde anteayer soy padre de una infanta mendocina”.  Fecha 3 de agosto de 1816. También en este día era bautizada por el vicario castrense. La correspondiente acta dice que fue bautizada y llamada “Mercedes Tomasa, de siete dias, española, legítima de señor Coronel Mayor General en Jefe del Ejercito de los Andes y Gobernador Intendente de la Provincia de Cuyo, don José de San Martín y la señora María Remedios Escalada. Fueron padrinos: el sargento mayor don José Antonio Alvarez Condarco y la señora doña Josefa Alvarez.” 
Hace dos siglos nació la hija de San Martín - LA GACETA Tucumán
 El Libertador parte rumbo a Chile para ejecutar el Plan Emancipador por lo que Remedios y su hija viajan a Buenos Aires. El cruce de la cordillera fue la gran hazaña inicial. Chacabuco, la primera victoria origina que el director Juan Martín de Pueyrredón acuerda a Mercedes una pensión vitalicia de 600 pesos anuales, pensión que es dejada sin efecto por el inefable Bernardino González Ribadavia. Sólo dos veces pudo el Libertador gozar de su esposa e hija y debió aceptar que ella y la niña retornaran a Buenos Aires, lo cual hicieron en marzo de 1819. EL 2 de agosto de 1823, Remedios muere, San Martín no puede despedir sus restos (perseguido como estaba por Rivadavia) finalmente en diciembre llega y le rinde público homenaje con la siguiente inscripción en su tumba: “Aquí yace Remedios de Escalada, esposa y amiga del general San Martín”. El 10 de febrero de 1824, padre e hija se embarcan con rumbo a Europa, en el navío francés “Le Bayonnais”. El Libertador dedica a su educación la mayor parte de los pocos bienes con que cuenta por entonces. En 1825 redacta las celebres once máximas, esas que él tendrá por objetivos y a cuya lectura recurrirá con frecuencia para hacerlas realidad. En 1831, San Martín y su hija residen a dos leguas y media de París, allí conoce a Mariano Balcarce y pronto llegó el noviazgo de la “Infanta mendocina”. Y el casamiento el 13 de septiembre de 1832. Los esposos viajaron prontamente a Buenos Aires, donde quedaron por dos años y nació María Mercedes, su hija y la primera nieta del Libertador. La llegada del matrimonio hizo que Guido escribiese a San Martín, el 27 de marzo de 1833, lo siguiente: “Cuantos la han visto y la han hablado notan la educación cuidada que ha recibido y me dan de ella una idea bien honrosa. El joven Balcarce me ha gustado mucho: desnudo de la secatura de carácter de la familia, ha tomado los modales suaves y la susceptibilidad necesaria de sus años. Basta solamente que no los deje usted solos y que los venga pronto a acompañar”. Ya estaban los esposos de regreso en Francia cuando advino al mundo su segunda hija, Josefa. La vejez llega para el Libertador. Su hija ha colmado todas sus esperanzas. Por eso, en 1844, cuando testa, expresa así su recatado agradecimiento: “Aunque es verdad que todos mis anhelos no han tenido otro objeto que el bien de mi hija amada, debo confesar que la honrada conducta de esta y el constante cariño y esmero que siempre me ha manifestado han recompensado con usura todos mis esmeros, haciendo mi vejez feliz”. El Abuelo casi ciego por las cataratas, a veces confundía a sus dos nietitas, lo que provocaba alegría en ellas, y cuando ambas se peleaban por ganarse cada cual las caricias, aquél, para consolarlas, les daba sus condecoraciones para que jugaran. Pero cuando alguien le observaba esta irreverencia, le dijo: "Si estas condecoraciones no sirven para hacer callar a una nieta, de nada habrían valido." “aquí me tiene usted con dos nietecitas cuyas gracias no dejan de contribuir a hacerme más llevaderos mis viejos días". El libertador fallece el 17 de agosto de 1850, diez años después moriría su primer nieta en plena juventud. Los Balcarce guardarán la documentación del Libertador Y en el panteón familiar erigido en el cementerio de Brunoy, permanecerán los restos del Libertador. Y allí en Brunoy, en Francia, “la mendocina” fallecerá el 28 de febrero de 1875, la seguirá su esposo diez años mas tarde. Los sobrevive Josefa Dominga, quien contrajo matrimonio con Fernando Gutiérrez Estrada; Ella fallecerá en 1924, sin dejar descendencia. 

El 13 de diciembre de 1951, los restos de Mercedes, de Mariano Balcarce y de María Mercedes recibieron definitiva sepultura en un monumento fúnebre especialmente construido en la basílica de San Francisco, de la ciudad de Mendoza, la tierra donde vino al mundo la hija del Libertador.


Máximas redactadas por el General San Martín para su hija Mercedes Tomasa
“1º.- Humanizar el carácter y hacerlo sensible aún con los insectos que nos perjudican. Stern ha dicho a una Mosca abriéndole la ventana para que saliese: “Anda, pobre Animal, el Mundo es demasiado grande para nosotros dos.”
“2º.- Inspirarla amor a la verdad y odio a la mentira.”
“3º.- Inspirarla gran Confianza y Amistad pero uniendo el respeto.”
“4º.- Estimular en Mercedes la Caridad con los Pobres.”
“5º.- Respeto sobre la propiedad ajena.”
“6º.- Acostumbrarla a guardar un Secreto.”
“7º.- Inspirarla sentimientos de indulgencia hacia todas las Religiones.”
“8º.- Dulzura con los Criados, Pobres y Viejos.”
“9º.- Que hable poco y lo preciso.”
“l0º.- Acostumbrarla a estar formal en la Mesa.
“11º.- Amor al Aseo y desprecio al Lujo.”
“12º- Inspirarla amor por la Patria y por la Libertad.”


Josefa Balcarce: Durante el gobierno del Restaurador Juan Manuel de Rosas, su padre Mariano Balcarce fue representante de la Confederación Argentina ante Francia. Con los años, se desarrolló en la nieta de San Martín un agudo sentido de solidaridad social. Todos los viajeros que llegaron hasta ella la elogiaron por su manera de ser. Hablaba correctamente el español, que aprendió de sus padres siendo niña, puesto que era el idioma que hablaban en el hogar y conocía al detalle los sucesos de la patria lejana. El 29 de noviembre de 1904 murió su esposo y quedó viuda y sola, a los sesenta y ocho años.  Así habría de vivir aún veinte años más. Josefa tuvo relacion epistolar con el Historiador Mitre entregándole toda la información que disponía de su ilustre abuelo En 1895, Adolfo Carranza, el primer director del Museo Histórico Nacional, le pidió a Josefa Balcarce los objetos y muebles del Libertador para que fueran exhibidos en el repositorio que guardaba -y sigue guardando- los tesoros de la patria lejana. La anciana no solamente los donó integramente sino que hizo un croquis del dormitorio del Libertador, que el Museo ha respetado En 1914 estalló la guerra y Josefa su casa en "hospital de sangre" y atendió a los heridos siendo condecorada con la Legión de Honor Josefa falleció el 17 de abril de 1924 sin dejar descendientes directos.

Fuentes:
Cresto, Juan José – Diario La Nación
Cronica Argentina dirigida por A. J. Pérez Amuchástegui
Instituto Sanmartiniano (Enrique Mario Mayochi)

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