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jueves, 31 de agosto de 2023
REVISIONISMO FEDERAL PROVINCIANO O DE LA IZQUIERDA NACIONAL
lunes, 21 de agosto de 2023
Cementerio de Recoleta: Monumento funerario de Marco Avellaneda.
sábado, 19 de agosto de 2023
Cementerio de Recoleta; Tumba de Remedios de Escalada de San Martín
viernes, 11 de agosto de 2023
Un amor frustado y trágico: Alfonsina y Horacio....
miércoles, 9 de agosto de 2023
Cementerio de Recoleta: Liliana Crociati y su perro sabú
martes, 8 de agosto de 2023
CEMENTERIO DE RECOLETA: BOVEDA DE MARTIN DE ALZAGA Y DE FELICITAS GUERRERO:
sábado, 5 de agosto de 2023
EL REVISIONISMO NACIONAL Y POPULAR
Por el Prof. Julio R. Otaño
FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina) fue una corriente interna del radicalismo fundada, en 1935, por Arturo Jauretche, Y Homero Manzi. Se integra con irigoyenistas Y PROPONEN profundizar la vocación revolucionaria del yrigoyenismo, otorgándole un programa de claro contenido antiimperialista. Bajo el lema "Somos una Argentina colonial; queremos ser una Argentina libre”, Scalabrini Ortiz aporta las ideas fundamentales provenientes de sus investigaciones acerca de la opresión del imperialismo inglés sobre la Argentina; Esta revisión se distingue netamente de la formulada por "los nacionalistas católicos”: es antiimperialista y popular (Jauretche habla de "nacional” y "no nacionalista”) Scalabrini critica la libre importación, el empréstito Baring Brothers y la segregación de la Banda Oriental, así como el trazado ferroviario impuesto por las compañías británicas, base de la "granja” productora de carnes y cereales para su Graciosa Majestad. Los forjistas dice que "La historia es un arma para manejar los pueblos, para someterlos a los designios de los vencedores, y que los capitales extranjeros, predominantemente ingleses, que endeudan y esclavizan la Patria, no son más que el producto del trabajo y de la riqueza argentina, capitalizados a su favor por la astucia europea”
En esta misma línea, Homero Manzi levanta la figura de los caudillos populares, exaltando a Rosas en tanto defensor ante la agresión anglofrancesa y líder popular. Arturo Jauretche dijo "La falsificación de la historia ha perseguido, precisamente, esta finalidad: impedir, a través de la desfiguración del pasado, que los argentinos poseamos la técnica, la aptitud para concebir y realizar una política nacional... lo que se nos ha presentado como historia es una política de la historia... Y esa política de la historia falsificada es y fue la política de la antinación, de la negación de ser y de las posibilidades propias”
En esos años, comienza a adquirir importancia la obra revisionista de José María Rosa (1906-1991) Hacia 1964, Rosa acomete una “Historia Argentina”, de 13 tomos que deja inconclusa a su muerte. La obra de Rosa es muy leída, especialmente a fines de la década del sesenta, por una juventud que descree de los viejos textos liberales y busca una posición política nacional. Cabe señalar que la influencia del peronismo opera, sobre J. M. Rosa y otros revisionistas, de ahi el sentido “Nacional y Popular”. Rosas ya no es exaltado como un gran señor de horca y cuchillo, terrateniente patriarcal que garantiza el orden social, sino como defensor de la soberanía. De cualquier modo, el esfuerzo de Rosa, como el de Palacio, por ofrecer una visión general de la Historia Argentina distinta a la Oficial, resulta meritorio y favorece el proceso de formación de una conciencia nacional. Rosas defensor de los negros, los gauchos y los indios es para ellos el único gobierno popular del siglo XIX.
A partir de 1955, recién logra
repercusión masiva este revisionismo. Después del ’55, lleva a las mayorías
populares a identificar a Rosas con Perón, ambos víctimas de las injurias del
liberalismo oligárquico. Por eso, Jauretche sostiene irónicamente que quien más
hizo por difundir el revisionismo histórico fue el Alte. Rojas con su implacable
odio a las masas peronistas, ligado a su fervorosa admiración por Rivadavia y
Mitre. Así, el efecto es la quiebra, a nivel popular, de la confianza en la
Historia Liberal, como no lo habían logrado los revisionistas con s vasta obra
desde los años treinta. Fermín Chávez
otro historiador nacional y popular reivindica a los caudillos federales del
interior y a quienes podríamos llamar sus intelectuales orgánicos (Alberdi y
Hernández). El revisionismo
rosista-peronista alcanza su auge a partir de 1968, al calor de la
nacionalización de las clases medias. En los últimos años, el vigor
polémico y la producción del revisionismo rosista han decaído, en parte,
quizás, por el agotamiento político del peronismo y por motivos hasta
biológicos. Se repatriaron los restos de Rosas, aparece en la moneda
nacional, en el nomenclador de las
calles, hay monumentos, y su posición paulatinamente cambió. El Instituto de Investigaciones Históricas
Juan Manuel de Rosas pero ahora de carácter “NACIONAL” subsiste .
jueves, 3 de agosto de 2023
EL REVISIONISMO NACIONALISTA CATÓLICO
Por el Prof. Julio R. Otaño
La crisis económica mundial, el auge del fascismo en Europa y el triunfo yrigoyenista en las elecciones de 1928 se conjugan para provocar el debilitamiento del pensamiento liberal -conservador en los sectores dominantes-. Ello facilita el avance, al primer plano, del nacionalismo católico y elitista. Aparece y se desarrolla de una nueva corriente: antiliberal, conservadora, corporativista. Carlos Ibarguren, se constituya en el iniciador de esta corriente historiográfica. Lo siguen, en esta tarea, Julio Irazusta y Ernesto Palacio. Carlos Ibarguren partidario de las jerarquías sociales, la tradición y el catolicismo, Ibarguren en 1930 participa del golpe militar y publica "Juan Manuel de Rosas, su vida, su drama, su tiempo”, punto de partida del revisionismo nacionalista católico. "Es verdad que Rosas no actuó en contra del movimiento separatista de España, pero no pudo ocultar su protesta contra el desorden social y político producido por la revolución”. Privilegia el orden y la tradición: "Su acción pública se aplica enérgicamente para defender el orden y la disciplina... (Rosas) Representa en nuestro pasado la encarnación más eficaz y potente del espíritu realista y conservador”.. "Fiel a su visión medioeval y reaccionaria, consecuente con las convicciones que siempre Rosas fue el arquetipo del patrón” “El patrón era caudillo, gobernante, diplomático y guerrero. Debía comprender a los paisanos e interpretar su alma para dominarlos, administrar hasta la extrema minucia para obtener el mayor provecho de la explotación, observar profundamente a las gentes y a los ganados, mirar a los ganados como si fueran hombres y manejar a los hombres como si fuesen ganado”El Rosas que le interesa y al cual brinda su elogio es el Rosas Dictador. No el LíderJefe de la Confederación que resiste a las mayores potencias del mundo en 1838 y 1845.
Julio Irazusta Es junto con Pepe Rosa y Galvez los mayores reivindicadores de Rosas…cada uno con características propias. Escribe "Vida política de Juan Manuel de Rosas, a través de su correspondencia” 30 años de estudios y 8 tomos. Es incorporado a la Academia Nacional de la Historia gracias a su antiperonismo y a su relación con Victoria Ocampo. Irazusta rescata la labor del Restaurador evitando la disgregación territorial con el Pacto Federal y sobre todo la Política Exterior nacionalista y americanista. Buscando la reconstrucción del antiguo virreinato. También su defensa de la soberanía que originará la legación del Sable sanmartiniano. El 5 de agosto de |1938 se crea el Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, con la participación de los hermanos Irazusta, Alberto Ezcurra Medrano, Manuel Gálvez, Díaz de Vivar, Carlos Steffens Soler, Ramón Doll, Ernesto Palacio, Carlos Ibarguren, Vicente Sierra etc. Son muy importantes Manuel Gálvez, quien en su biografía sobre Rosas realizada en 1940 alcanza las 50 ediciones y considera a Rosas como un “César Democrático” es decir un líder popular. Vicente D. Sierra (1893-1982) Se trata de otra importante figura de aquel revisionismo. De posición marcadamente católica, Historiador laborioso, Sierra ha publicado una "Historia de la Argentina” en 10 tomos. Se ataca el apoyo francés a los unitarios en su lucha contra Rosas y en especial, la relación del Gral. Lavalle con los jefes invasores, la violencia desplegada por los unitarios en diversas circunstancias, especialmente después del golpe del 1° de diciembre de 1928, quebrando el mito de que la violencia era patrimonio exclusivo de los federales, la heroica defensa de la soberanía en la Vuelta de Obligado, por parte de los soldados de la Confederación , ante la invasión anglo-francesa en 1845, la honestidad de Rosas en el manejo de los fondos públicos, la amistad entre Rosas y San Martín, así como la decisión del Libertador de legar su sable al Jefe de la Confederación.
En general, la línea histórica sustentada por el revisionismo católico es: Saavedra (Mayo lo hizo el ejército y no el pueblo), San Martín (conservador
y alineado junto al nacionalismo ganadero de Rosas) y Rosas (expresión de orden
y nacionalismo).
miércoles, 2 de agosto de 2023
La Historia Oficial, Liberal o Mitrista
por el Prof. Julio R. Otaño
Es "oficial” porque: Se enseña desde hace décadas en los diversos niveles de la enseñanza; predomina en los medios masivos de comunicación; está presente, en los discursos y en la iconografía oficial; se yergue en las estatuas de las plazas y denominaciones de calles y localidades. Es "liberal” porque interpreta y valora los acontecimientos históricos desde un enfoque ideológico liberal-conservador; pero se impregna de una concepción elitista y antipopular. En lo cultural, es europeísta y antilatinoamericana. Es “mitrista” porque Bartolomé Mitre fue su principal propulsor junto con Vicente Fidel López.
Esta historia ofrece una visión de nuestro pasado desde la óptica de la oligarquía, integrada por los grandes estancieros y los grandes comerciantes importadores y exportadores de Buenos Aires. Y es también la historia escrita por los Triunfadores “LA HISTORIA ESCRITA POR QUIENES GANAN”.
Todos o casi todos descendientes de unitarios y liberales. De esta manera legítiman su pasado, haciendo la apología de personajes como Rivadavia (El hombre civil más importante según Mitre) y adjudicándole defectos infernales a sus enemigos, como con Juan Manuel de Rosas (Tirano sangriento y corrupto) apostando a perpetuarse en el futuro. Así exalta a un puñado de hombres pluscuamperfectos entre los cuales se destacan: Bernardino Rivadavia, Domingo Faustino Sarmiento y el propio Bartolomé Mitre. Aparecen también, pero deformados y vaciados de su auténtico contenido: José de San Martín, Mariano Moreno, Manuel Belgrano y Juan Bautista Alberdi. La iconografía oficial junta los retratos de unos y otros como si hubiesen compartido proyectos y amistad. No fue así. San Martín y Rivadavia se odiaban. También Moreno era anti-rivadaviano. Y el mismo sentimiento de odio existía entre Mitre y Alberdi. Fueron artífices de una Argentina blanca, europeizada, desvinculada del resto de América latina, construida a través de un proceso resistido por las masas “bárbaras” y sus caudillos, quienes no comprendieron la necesidad del “progreso y la civilización” que permitiría asemejarnos a los grandes países del mundo (el lema de Sarmiento: “civilización o barbarie”). Juan Manuel de Rosas, Juan Facundo Quiroga, José Gervasio Artigas, Angel Vicente Peñaloza y Felipe Varela. Los primeros, pasarán a los cuadernos escolares, con las figuritas recortadas de la revista “Anteojito” y vestirán las paredes de las aulas. Los segundos injuriados -Rosas y Quiroga- despreciados -Artigas-, u ocultados –Felipe Varela-. El pueblo, los caudillos, las “chusmas” resultan el antiprogreso, lo irracional, lo ignorante, lo “democrático” peyorativamente.
Rosas para la “Historia Oficial” es un caudillo ignorante que tiene como antecedente la “inmundicia artiguista”, jefe de bandoleros (los “colorados del monte”) quienes saqueaban poblados, sin dar cuenta a nadie de sus actos; Rosas fue un malvado, un caudillo nómade y sanguinario, señor de horca y cuchillo, de vidas y haciendas, aborrecido por las clases cultas y europeizantes. El pueblo rosista era una “masa informe y grosera, brutales, integradas por gauchos sucios e ignorantes, afrodescendientes atrevidos e insolentes e indios salvajes y violadores de cautivas blancas” El Restaurador es un asesino serial..la Mazorca era una organización represiva con miles de muertos (imaginados por José Marmol o José Rivera Indarte) donde se ofrecían sandias (cabezas de unitarios) o se manchaba con alquitrán o bosta los cabellos de las jóvenes “unitarias”.
Por inspiración de “La Nación” el diario creado por Mitre y de Ricardo Levena, se legitima académicamente a la historia “Oficial” en 1938 al crearse la Academia Nacional de la Historia, integrada en su totalidad por 40 miembros MITRISTAS. Los principales elementos de difusión de esta historia son los Medios de información y la Educación primaria, secundaria y universitaria. Asimismo, “la pedagogía de las estatuas”, es decir el monopolio del mármol y el bronce por parte de los próceres liberales. Asimismo, la nomenclatura catastral: Rivadavia (tiene 120 cuadras, a 4 carteles por cuadra: 480 carteles), Bartolomé Mitre, Sarmiento, Lavalle, Viamonte, Monroe, Riestra, Liniers, etc. Frente al escaso o nulo recordatorio de los luchadores populares.
Fui testigo como la avenida de ingreso a Chascomús se llama “Juan Manuel de Rosas” pero no existe ningún cartel indicador…lo mismo sucede en San Nicolás con la avda costanera y en San Miguel del Monte, luego de 20 años recién ahora tiene nomenclatura la avda que bordea la laguna.
En Caba por ejemplo entre 1973 y 1976 (ultimo gobierno peronista la calle Monroe, ex presidente de USA fue reemplazada por el nombre del Restaurador y la Dictadura Genocida Videlista le quitó este nombre…recién hoy existe una estación de subterraneo con su nombre…en la ciudad donde Rosas nació).
La Historia Oficial permanece vigente hoy,
más allá de ciertos afeites y ciertas concesiones otorgadas por la “Historia Social” de Halperín Donghi y Luis Alberto
Romero. El Moreno del librecomercio, el San Martín "santo de la
espada”, el Rivadavia "progresista”, el Sarmiento "civilizador” y el
Mitre "unificador del país” y "padre de la organización nacional”
mantienen sus estatuas.