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martes, 3 de diciembre de 2024

domingo, 1 de diciembre de 2024

viernes, 1 de noviembre de 2024

jueves, 3 de octubre de 2024

lunes, 30 de septiembre de 2024

Reflexiones sobre Rosas....

Por el Dr. Julio R. Otaño ¿quien fue el Restaurador? uno de los grandes hombres del siglo XIX. Tirano sangriento para los liberales? terrateniente estanciero para los troskos? las dos cosas para la historia social..... Un Dictador con vara de hierro y patriotismo para el revisionismo católico; el gran lider Nacional y popular del siglo XIX para el revisionismo popular....éstas son solo algunas reflexiones
.

 

sábado, 21 de septiembre de 2024

Hacienda de Figueroa - Encuentro entre el Restaurador y el Tigre de los Llanos.

Estancia de Mauricio Figueroa, la que se encuentra hoy como ese 20 de diciembre de 1834 en que Juan Manuel y Facundo se despidieron para siempre....las ideas referentes a la Constitución del Restaurador en esa época y coyuntura.

 

miércoles, 18 de septiembre de 2024

Presentación de "Nosotros" de Diego Pogonza. Hablan Julio R. Otaño, Diego Pogonza, Pablo Vazquez y Néstor.

 Presentación de "Nosotros" de Diego Pogonza. Hablan Julio R. Otaño, Diego Pogonza, Pablo Vazquez y Néstor.



miércoles, 31 de julio de 2024

Museo del Transporte en Luján

 

Por el Dr. Julio R. Otaño

Imperdible visita

viernes, 26 de julio de 2024

CONFESIONES DE UNA MASCARA_ JOSÉ LUIS MUÑOZ AZPIRI Y JULIO R. OTAÑO

Una linda charla sobre los orígenes del Instituto Rosas; el pueblo de Santos Lugares de Rosas, las corrientes historiográficas y la vuelta de obligado entre otros temas. Gracias pepe por la Invitación.....

 

lunes, 15 de julio de 2024

Homenaje a Fermín Chávez - Nogoya Entre Ríos 2024 - Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas

Pte Dr. Alberto Gelly Cantilo, Secretario Lic. Pablo Vazquez, Secretario de Actas Dr. Julio R. Otaño, Miembro correspondiente a Corrientes Daniel Manzur. Gloria al gran Fermín Chávez AHORA Y SIEMPRE
 

 

domingo, 30 de junio de 2024

PERRONE, JORGE FRANCISCO

 POR JULIÁN OTAL LANDI

(Buenos Aires, 3 de noviembre 1924- 18 de febrero de 1995).
Poeta, escritor, ensayista, historiador.
Nació el 3 de noviembre de 1924, en el Barrio General San Martín de la provincia de Buenos Aires.
Según lo identificó Luis Soler Cañas, Jorge Perrone reunía las características de la denominada “generación poética de los 40”. La misma estaba atravesada por una fuerte sensibilidad humanista que se reflejaba en su prosa no sólo poética sino también ensayística.
El acontecimiento del 17 de octubre, lo encontró a Perrone como militante activo, siendo uno de los fundadores del Partido Laborista.
En 1946 fue Jefe de Oficina de Prensa de la Municipalidad del Partido de General San Martín.
En 1942 había sido uno de los fundadores del H.I.G.O. Club (Hotel de la Inteligencia, la Gracia y la Originalidad). En dicho club se empezaban a vislumbrar las principales preocupaciones directrices de la trayectoria intelectual de Perrone. Según contaba “Qué sucedió en 7 días” en 1946, el H.I.G.O. Club
 
«lo integran un grupo de jóvenes que dicen tomar el arte en serio porque no lo toman en serio. Es decir, enfocan el arte desde un ángulo espontáneamente desenfadado, a “la criolla». Ante todo, estos adolescentes quieren hacer llegar el arte –su arte, se entiende- al pueblo».
Un afiche que promocionaba uno de esos encuentros rezaba “Basta de Revoluciones. Literarias, naturalmente”, luego de dar cuenta de la nómina de los integrantes que disertarían. Se destacaba al pie que “j. francisco perrone fuma en pipa, escribe de noche y además es cruel”. Dentro del nutrido grupo se encontraban Vicente Trípoli y María Elena Walsh.
En 1946 vio la luz su primer libro de poemas “Primavera campesina”.
En 1947 aparecieron sus Romances de la aldaba, un poemario que reflejaban sus inquietudes asociadas al revisionismo histórico reivindicando la soberanía de las Islas Malvinas, la gesta de Güemes y Brown, la batalla en la Vuelta de Obligado, el asesinato del Coronel Chilavert entre otros hitos. Dicha obra fue bien recibida por Perón quien le hizo saber que la misma ocupará “un sitio especial en su biblioteca particular”. Además, en ese mismo año, Perrone fue uno de los fundadores y directivos de la filial del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas de la localidad de San Martín.
En 1948 publicó su tercer libro de poemas titulado El corazón es agua de trasiego.
Los primeros años del gobierno justicialista lo encontraron colaborando activamente, conformando los consejos de redacción de M.J. (Movimiento de la Juventud) y de Octubre, además de escribir en Firmeza, Cultura, Clarín y el suplemento cultural de La Prensa.
En el lapso que va desde noviembre de 1949 a 1950, Perrone llevó el espíritu del HIGO Club a la prensa siendo director de los tres números de la publicación Latitud 34. La misma fue una suerte de continuación de un proyecto inicial llamado “Nombre”, dirigido por Fermín Chávez, Marcelo López Astrada y Ramiro Tamayo en 1949. Esta era una hoja de poesías con ilustraciones de Alfredo Bettanin y Edgar Koetz. Todos ellos formarían parte de la experiencia dirigida, luego, por Perrone. La misma pretendía tener una impronta rupturista con relación a las vanguardias y las tendencias elitistas representadas por “Sur”. Latitud 34 contó con las colaboraciones de toda una juventud nacionalista integrada por Manuel Buzeta, Luis Soler Cañas, Juan Sol y Enrique Pavón Pereyra, además de los mencionados anteriormente.
Perrone exponía un deber generacional:
Esta generación con deberes y responsabilidades imprescriptibles debe asumir una posición clara y consubstancial con el entorno. El único camino cierto.
Sobre el cierre abrupto de la revista (apenas llegaron a editarse tres números) los rumores son varios: Galasso en su biografía sobre Raúl Scalabrini Ortiz afirma que la cancelación fue producto de la entrevista realizada al ex forjista en el tercer número en la que había sido muy crítico con respecto al rumbo político del Gobierno: “Les anuncié a los muchachos por anticipado lo que iba a pasar. No me creyeron e insistieron en la publicación” (carta Scalabrini Ortiz a Carlos Quinodoz). Por otro lado, otros sostienen que la Liga de los Derechos del Trabajador les quitó el financiamiento. Guillermo Korn, a partir de un testimonio recuperado de Marcelo López Astrada, afirmó que después de todo la ruptura giró en la discusión entre jóvenes nacionalistas sobre si eran, o no, peronistas.
En 1951 recibió el primer premio de literatura de la provincia de Buenos Aires por su novela “Se dice hombre”. El texto era un relato autobiográfico centrada sobre la propia experiencia del grupo que había conformada Latitud 34 y que, aparentemente, se conocían de los tiempos de la publicación Octubre, órgano de la Liga por los Derechos del Trabajador. Obra olvidada y descatalogada, podría ser considerada un “puente” entre “Adán BuenosAyres” de Leopoldo Marechal y ”Rayuela” de Julio Cortázar. Ambas novelas, icónicas e influyentes, buscaban dar cuenta de dos derroteros generacionales: si Marechal reescribió el rumbo suyo y de la generación martinfierrista, Cortázar imaginaba a aquella juventud experimental y vanguardista de los años sesenta que transitaba la bohemia parisiense y contrastaba con el absurdo rioplatense. Se percibían en las tres novelas autobiográficas la sensación de los protagonistas de sentirse “perseguidos” por el sentido del mundo y a que la raíz de su desasosiego «toca el fondo de la angustia contemporánea». Las tres novelas, además, recreaban una crítica hacia el intelectualismo y la primacía del “existencialismo” como “moda metafísica”.
Perrone tomaba del Adán el recurso de presentar a sus compañeros adaptando solamente sus nombres, aunque siendo fácilmente identificables. Cortázar probablemente se inspirase en la obra de Perrone como un espejo que contrastase “el lado de allá” (esto es, el cosmopolitismo parisiense y las charlas altruistas del club de la serpiente) con “el lado de acá”, donde los protagonistas eran también jóvenes aunque por contraste se posicionaran con inquietudes nacionales, sus conversaciones también se centraban en la cultura pero en clave humanista.
De las páginas de Se dice hombre (ilustrada por Alfredo Bettanín) se desprendían los nombres de sus compañeros: “Manolo” Buzeta es “Tabuce”, Vicente Tripoli “Politri”, Alfredo Bettanin “Ninbetta”, Jorge Pérez Román “Manro” y Ramiro Tamayo “Matayo”.
-Lo que buscamos con la revista es reflejar la realidad literaria, poética, artística, de la Argentina de hoy. Sobre todo la nueva generación. Más que nada, es decir, de la nueva generación.
-El aspecto joven, intelectual, del país – dijo uno.
-No, no – Pablo (Jorge Perrone, NdA) puso un poco de apuro en la respuesta-, intelectual no; ahora, en eso de joven, sí, estamos de acuerdo, creo que todos estamos de acuerdo.
-Pero por lo que usted ha dicho se trata de una publicación de cultura, por lo tanto, tiene que ser intelectual –insistió el otro.
-Vea, eso suena un poco a mala palabra. Nosotros queremos traer trabajo, obra. Somos constructores… si ustedes me apuran un poco el tren, diré que albañiles. Aquí tuvimos mucho intelectual, pero no pasó nada con ellos. No sé si estamos de acuerdo” (“Se dice hombre”)
Aquel relato era un testimonio de época de aquella juventud nacionalista que, como recordara Fermín Chávez (¿”Ferraro” en la novela?), “paraban” en la Avenida de Mayo, frente a la farola de La Prensa. Su relato sobre el 17 de octubre era una referencia testimonial ya que en el mismo se incluyó el asesinato al joven nacionalista Darwin Passaponti llevado a cabo a partir de un tiroteo frente al edificio donde se editaba el periódico Crítica.
En mayo de 1950, Perrone dio a conocer su “Canto a octubre” en la revista Poesía Argentina de la Comisión Nacional de Cultura.
Con la firma Latitud 34, ahora como nombre de editorial, impulsó la edición del primer trabajo historiográfico revisionista de aquella juventud nacionalista. En 1951 saldría San Martín, Rosas y la falsificación de la historia. Las inexactitudes de Ricardo Rojas, a cargo de Luis Soler Cañas.
Colaboró en el suplemento cultural de La Prensa, bajo control de la CGT.
A mediados de los cincuenta, tiempo antes del golpe cívico militar llevado a cabo por la autodenominada “Revolución Libertadora”, Perrone postergó su labor periodística dedicándose a trabajar para la editorial Sopena. Allí trabajaría con las fichas enciclopédicas de aquella afamada firma.
En el período de proscripción, persecución y censura hacia el peronismo lo encontró a Perrone recluido dentro del partido de San Martín y concentrado en actividades vinculadas al revisionismo histórico llevándolas a cabo desde la filial local del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas.
Siempre se mantuvo comunicado con los camaradas de su generación. Los hijos de Perrone aún recuerdan la emoción generada en la despedida al exilio de “Manolo” Buzeta en 1956, gracias a la colecta que Jorge Perrone realizara entre sus compañeros de la Editorial Sopena y camaradas nacionalistas.

En la revista n°20 del Instituto Juan Manuel de Rosas, correspondiente al segundo semestre del año 1959, salió publicada la crónica de un acto realizado en la Ciudad de General San Martín conmemorando los 114 años del Combate de Vuelta de Obligado. El acto llevado a cabo en la plaza principal fue presidido por González Polero, José María Rosa y Jorge Perrone, éste último como autoridad de la filial revisionista.
Sus aportes siguieron en nuevas publicaciones durante la década de los 60. El órgano nacionalista Nueva Argentina recuperaría sus poesías y escritos militantes durante 1965.

Tiempo después, Fermín Chávez haría lo propio en 1967 incorporando un texto evocativo de Perrone sobre la muerte de Chilavert para su revista Ahijuna.
En 1974 publicaba el primer tomo de su exitosa obra “Diario de la Historia Argentina”, llegando a reunir 3 tomos. Esta obra (cuya editorial se llamó Latitud 34) contó con ilustraciones de Alfredo Bettanin, popularizando allí su mural titulado “San Martin, Rosas, Perón” que servía como cubierta de los tomos (en tiempos del “Proceso de Reorganización Nacional” se reemplazaría por la bandera nacional).
En 1981 publicaba su Historia Argentina en tres tomos. En 1983, continuó la misma con los dos tomos de la obra titulada La Patria Reciente.
En 1985 salió en fascículos la popular obra de Manuel Gálvez: “Vida de Don Juan Manuel de Rosas” que contaba con sus comentarios y anotaciones.
En 1990 editó un texto bajo el título Perón y después con presentación a cargo de Fermín Chávez. Constaba de un reportaje imaginario al líder desaparecido armado con sus declaraciones y discursos.

Algo similar realizaría cuando fueran repatriados los restos de Juan Manuel de Rosas, publicando su Reportaje a Rosas.
Su última producción estaría dedicada a Luján, reseña histórica de la Ciudad, de su santuario y la Virgen de la que él era devoto.
Murió el 18 de febrero de 1995. En el cementerio de San Martín fue despedido en nombre de sus amigos por el Dr. Carlos Torreira y por Fermín Chávez, en representación del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas.
Referencias:
Acha, Omar, Los muchachos peronistas: orígenes olvidados de la Juventud Peronista (1944-1955), Buenos Aires, Planeta, 2011.

Chávez, Fermín. Alpargatas y libros. Diccionario de Peronistas de la Cultura I. Buenos Aires, Theoría. 2003.

Fermín Chávez, “La Argentina es deformada cuando termina el caudillaje», en Crisis Nº 25, de mayo de 1975.

Galasso, Norberto. Vida de Scalabrini Ortiz, Buenos Aires, Ediciones del Mar Dulce, 1970.

Goldar, Ernesto, “La literatura peronista”, En Cárdenas, Gonzalo et. al., El peronismo, Buenos Aires, Ediciones Cepe, 1973

Korn, Guillermo. “Latitud 34, una zona de frontera”, en Claudio Panella y Guillermo Korn (compiladores), Ideas y debates para la Nueva Argentina. Revistas culturales y políticas del peronismo (1946-1955). Volumen II, La Plata, Ediciones EPC-Facultad de Periodismo, Universidad Nacional de La Plata, 2015.

Navascues, Javier de. “Sobre novela argentina: “Rayuela” y “Adán Buenosayres” en Servicio Publicaciones Universidad de Navarra, España. 1990.

Otal Landi, Julián. Fermín Chávez durante la Resistencia peronista. Buenos Aires, Fabro, 2024.

Otaño, Julio. “Jorge Francisco Perrone un escritor Sanmartinense” en Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas de Gral. San Martín, 18 de septiembre de 2021 (En línea)

Perrone, Jorge, Se dice hombre. Buenos Aires, Losada. 1952.

Perrone, Jorge. Perón y después. Buenos Aires, BG Editores. 1990.

Soler Cañas, Luis. La Generación poética del 40. Buenos Aires, Ediciones Culturales Argentinas, 1984.

Julián Otal Landi

viernes, 31 de mayo de 2024

Navarro, 13 de diciembre de 1828. el drama de un hombre valiente y honrado: el magnicidio de Dorrego

 Por julio R. Otaño Fuimos con mi camarógrafo el gran Juan Manuel Otaño a seguir con nuestras crónicas históricas ...en este caso al Museo consagrado a Manuel Dorrego. Ante la abundancia de mosquitos mi camarógrafo tuvo que hacer malabares...asi que sepan disculpar algunos movimientos bruscos.....


Pancha Garmendia y Francisco Solano López....

Por Claudio Hernández
El gran amor de FRANCISCO SOLANO LÓPEZ fue PANCHA (FRANCISCA) GARMENDIA, antes que la irlandesa Elisa Lynch.. Era hija del español JUAN FRANCISCO GARMENDIA a quien JOSÉ GASPAR RODRÍGUEZ DE FRANCIA, en 1830, mandó fusilar. Su padre se llamaba como su abuelo. Su madre era DOLORES DUARTE. Solano López se habría enamorado de ella, sobre todo de su hermosura física (Alta, blanquísima, de cabellos muy negros y ojos profundamente azules), pero ella lo resistió, pues consideraba más importante su honesta virginidad que negociar su amor por intereses materiales o sociales, al convertirse en una de las numerosas amantes del hijo del presidente. Pero Solano López se sintió despechado por aquel osado rechazo de una mujer, era la primera vez que ocurría, tan despechado que se lo cobraría muy caro en el futuro. A pesar de la terca insistencia del hijo del Presidente CARLOS ANTONIO LÓPEZ, ella se mantuvo inalterable en el no que le había dado una y otra vez. Pancha le había dicho a Francisco Solano López que pretendía "ser esposa del elegido de su corazón, no la esclava de nadie". Temple no le faltaba a la Garmendia.
La GUERRA DEL PARAGUAY -como se conoció lo que también se llamó LA GUERRA GRANDE o LA GUERRA DE LA TRIPLE ALIANZA o contra la TRIPLE ALIANZA-, de 1864 a 1870, fue una desigual lucha en la que el gran derrotado fue el pueblo paraguayo. Era falso lo que decía el texto del Tratado de Alianza contra el Paraguay firmado por representantes plenipotenciarios de Argentina, Brasil y Uruguay al señalar que la contienda bélica no era "contra el pueblo del Paraguay sino contra su gobierno" (Artículo VII). Si solo hubiese sido contra López y su entorno ¿por qué la población de 800.000 almas quedó reducida a 14.000 hombres y 148.000 mujeres nada más?.
Ya inmerso en la trinchera de la guerra, López peleaba en dos frentes: con los enemigos externos que se abalanzaban sobre su ejército y con los internos, que conspiraban para derrocarlo. O que él creía que lo hacían. El Tribunal de Sangre de San Fernando fue uno de los capítulos más negros de esta triste historia.
PANCHA GARMENDIA había logrado sobrevivir por encima de las acusaciones y las intrigas. El mismo López pudo haber intervenido para ponerla a salvo, ya que su voluntad estaba por encima del parecer de sus acólitos.

No pudo, sin embargo, llegar viva al final de la guerra. En ITANARÃ, cerca de VILLA YGATIMI -que hoy está en el Departamento de Canindeyú- se vio envuelta en un intento de envenenamiento del Mariscal quien le mandó decir -a estar por lo que contaba el exfiscal, coronel SILVESTRE AVEIRO-, que le perdonaría si contaba lo ocurrido e involucraba a inocentes. Ella negó su participación en el hecho investigado y también se negó a seguir las instrucciones recibidas. "El coronel Aveiro afirma que al fin lloró y dijo que todo lo que se le preguntaba era cierto", cuenta Fidel Maíz . El castigo fue la despiadada muerte a lanzazos el 11 de diciembre de 1869.

martes, 30 de abril de 2024

PARQUE LEZAMA Y SUS PRINCIPALES ESCULTURAS:

Por Julio R. Otaño
El predio que incluía el terreno del parque fue adquirido en remate público por el comerciante inglés Daniel Mackinlay, quien lo vendió a Charles Horne, quien edificó una mansión y trajo plantas autóctonas, las que acercaron a Horne a Juan Manuel de Rosas, a pesar de su condición de "gringo", era un buen "federal" y como tal, siempre lucía su “divisa punzó". y fue la amistad con Rosas la que finalmente lo obligó a exiliarse tras la caída de éste. Horne vende desde Montevideo, por poder, su propiedad a José Gregorio Lezama en 1857, un acaudalado comerciante salteño, quién terminó de transformarla en uno de los lugares más bellos de la ciudad. El viejo y enorme caserón fue restaurado y ampliado. De estilo italiano y con galería exterior, la suntuosa residencia se completó con una torre mirador, desde donde se podía apreciar el río, el parque, las quintas aledañas y la ciudad. Falleció en 1889 y su viuda vendió la propiedad a la municipalidad con la expresa condición que fuera destinada a un espacio público y que llevara el nombre de su último propietario, y así en 1894, nace el "Parque Lezama". En 1897, la elegante casona se destinó a sede del "Museo Histórico Nacional". 
Contaba con numerosas atracciones: calesita, circo, un pequeño tren, un lago artificial, un tambo, un pabellón para banquetes, un restaurante, un "cinematógrafo" (el primero del barrio). En el plano escultórico también el Parque tiene valor Patrimonial. Hay tres esculturas relacionadas con los orígenes de tres ciudades: la de Palas Atenea, con el surgimiento de Atenas; la de la Loba Romana, con Roma y la escultura fuente dedicada a Don Pedro de Mendoza. El "Monumento al Adelantado Don Pedro de Mendoza" es obra del escultor uruguayo Juan Carlos Oliva Navarro. Inaugurado en 1936, está conformado por una fuente, una estatua y varios relieves. La imagen de Don Pedro de Mendoza, en bronce, contrasta con la del indígena a su espalda que simboliza "La Raza", a los laterales otros relieves narran escenas relacionadas, mientras que las dos vertientes de la fuente, simbolizan los dos ríos: el Guadalquivir, punto de partida, y el Río de la Plata, punto de llegada. 
La Loba Romana o “Loba Capitolina” es uno de los monumentos más antiguos ya que fue un regalo de la ciudad de Roma con motivo de los festejos del Centenario. La escultura fue inaugurada el 21 de abril de 1921. 
En 1936 se erigió allí el Monumento a la Cordialidad Internacional, tributo con que Montevideo rindió homenaje a la Reina del Plata cuando cumplió cuatrocientos años. Está construido en bronce y tiene motivos alusivos a la conquista, la flora y la fauna de las tierras del Plata. Una enorme columna de 15 m. de alto por 4 m. de diámetro describe en su fuste diversos aspectos y características de la historia de ambos pueblos; una proa que emerge, una gran figura femenina y caballos marinos, acompañan el conjunto. Donado por la ciudad de Montevideo en conmemoración del "IV Centenario de la Primera Fundación de Buenos Aires", data de 1936, si bien se lo instaló recién en 1962. 

“Sobre héroes y tumbas”, novela del escritor argentino Ernesto Sabato, transcurre en buena parte dentro del parque y en sus inmediaciones
“He vuelto a aquel banco del Parque Lezama, lo mismo que entonces se oye la noche, la sorda sirena de un barco lejano. Mis ojos nublados te buscan en vano. Después de diez años he vuelto aquí solo, soñando aquel tiempo, oyendo aquel barco. Mis penas vencieron. El tiempo y la lluvia, el viento y la muerte, ya todo llevaron”.

sábado, 20 de abril de 2024

CAMPAMENTO DE CALA: ENTRE RÍOS. JULIO DE 2024

Por el PROF. JBISMARCK
En el rincón formado por el encuentro del río Gualeguay y el arroyo Calá fue centro de operaciones militares de la provincia de entre ríos durante todo el siglo XIX. En 1817 Allí, Francisco Ramírez reunió sus tropas para luego dirigirse a enfrentar a los hombres del Gral. Montes de Oca que Buenos Aires enviaba a combatir chocando cerca de Gualeguay. El Campamento de Calá fue el centro de la preparación bélica de las fuerzas con las que el General Justo José de Urquiza obtuvo sus victorias en las campañas de Corrientes entre 1845 y 1847. Esas mismas fuerzas en la guerra librada por la Confederación Argentina encabezada por el Brigadier General Juan Manuel de Rosas enfrentaron a la agresión naval de Francia e Inglaterra, por entonces las potencias más grandes del mundo, lucha que fue estimada por el General San Martín de tanta trascendencia como la entablada por la Independencia Nacional. En ese paraje el mismo Urquiza concentró el ejército que unido con el Imperio del Brasil, los unitarios y uruguayos vencieron a la Confederación Argentina en la Batalla de Morón, Santos Lugares o Caseros 1852. El mismo Urquiza vivió allí algunos años mientras se construía el palacio San José. Incluso mandaba traer materiales del mismo para usar en el Calá. Su tercera gobernación la recibió estando allí. Luego de Caseros, se trasladó el cuartel general a San José pero el lugar sigue siendo activo y punto de reunión para la tropa. Desde allí partieron las tropas para el Paraguay, desde allí reunió su ejército López Jordán para enfrentar a las tropas que enviaba Sarmiento desde Buenos Aires. En el año 1983 fue declarado “Lugar Histórico Nacional” (Decreto 2840 de 1983). La sociedad de amigos del campamento de calá es quien mantiene y conserva el campamento. Muy buena iniciativa aunque deslucida con algún cartel donde señala al Restaurador como “tirano”….es como que si en algún museo que recuerde al Restaurador se refiera a Urquiza como “Traidor a su patria”, “Entregador de la Confederación”, “Asesino de Pago Largo y de Vences”, “esclavo del Brasil” etc…. Estamos en el siglo XXI y debemos decirle BASTA AL MANIQUEISMO. Tanto Rosas como Urquiza hicieron lo que pudieron por su patria…no hay buenos ni malos





















miércoles, 17 de abril de 2024

Manifestación de Afrodescendientes al Restaurador en Santos Lugares (hoy General San Martín)

 Esta pintura fue titulada por su autor, Doroteo de Plot, "Las esclavas de Buenos Ayres Demuestran ser Libres y Gratas a su Noble Libertador". También, tiene lugar y fecha: "Santos Lugares de Rosas, Mayo 1° de 1841". En primer plano, Plot representó una manifestación afroporteña en el cuartel general de Santos Lugares. Desde ahí, Rosas gobernaba en períodos de tensión militar. Esta es la única imagen que se conoce producida en aquella época en la que se representa el vínculo entre Rosas y sectores populares, con una llamativa mayoría femenina. Rosas figura más alto, pero está a la altura de la multitud, en el mismo plano horizontal.

Que haya cuarenta mujeres y solo tres hombres mayores es un índice de que los varones jóvenes estaban en servicio. Las mujeres podrían ser familiares de los soldados, trabajadoras del cuartel, o manifestantes que peregrinaron desde la ciudad y aledaños para agradecer a Rosas por el segundo aniversario de la prohibición del tráfico esclavista en 1839.
El gobernador les extiende una pancarta que dice "Federación. Libertad, no más Tiranos". Los "tiranos" podían ser tanto los traficantes de esclavos, como los enemigos políticos del federalismo.


jueves, 11 de abril de 2024

PERÓN, TENIENTE ROSISTA Y PRESIDENTE SANMARTINIANO. LA CONFIRMACIÓN DEL REVISIONISMO HISTÓRICO COMO MOVIMIENTO POPULAR, NACIONAL Y FEDERALISTA

Por Marcelo Gullo
El tres veces presidente constitucional de la República Argentina el General EJuan Domingo Perón fue, sin duda alguna, un profundo conocedor de la “verdadera” historia argentina y un gran admirador del Brigadier General Juan Manuel de Rosas. Sin embargo, muchos militantes del campo nacional y popular desconocen, hoy día, la admiración de Perón por la figura de Juan Manuel de Rosas y su decidida adscripción al revisionismo histórico. Tanto más grave es el desconocimiento de ese hecho por parte de ensayistas e historiadores que se ubican, desde hace poco, en el campo nacional y popular. Por otra parte, algunos historiadores “mitroliberales” o “mitromarxistas”, poco profundos creen que Juan Domingo Perón adhirió al revisionismo histórico luego de su derrocamiento, en septiembre de 1955, como reacción a la autodenominada “revolución libertadora” que definía al golpe de estado de septiembre de 1955 como un “Nuevo Caseros” y al gobierno del General Perón, como la “Segunda Tiranía” (Goebel, Michael, 2004: 251) Se impone, entonces, documentar la temprana adscripción del joven Perón, a la figura de Juan Manuel de Rosas, y al revisionismo histórico. Por otra parte, es preciso detallar las declaraciones y acciones que, para restablecer la verdadera Historia de la Argentina, realizó Juan Domingo Perón, en su dilatada carrera política. 
Importa precisar que este tema no reviste un carácter simplemente historiográfico, sino sustancialmente político, pues los más jóvenes y los no tan jóvenes, suelen ignorar que –como afirmaba Arturo Jauretche en Política nacional y revisionismo histórico- “sin el conocimiento de una historia auténtica no es posible el conocimiento del presente, y el desconocimiento del presente lleva implícita la imposibilidad de calcular el futuro, porque el hecho cotidiano es un complejo amasado con el barro de lo que fue y el fluido de lo que será, que no por difuso es inaccesible e inaprensible”. (Jauretche, Arturo, 2006: 14) Sin duda alguna, “la verdad histórica es el antecedente de cualquier política que se defina como nacional.”(Jauretche, Arturo, 2006: 16)  EL JOVEN TENIENTE ROSISTA Habitualmente, el joven teniente Juan Domingo Perón, escribía afectuosamente hasta dos cartas mensuales a sus padres, manifestándoles, asiduamente, su estado de ánimo y alguna que otra apreciación personal de la situación política nacional e internacional. Así, el 26 de noviembre de 1918, el joven oficial de infantería, tomó unas hojas membretadas del Casino de Oficiales del Arsenal Esteban de Luca, en que revistaba y se dispuso a escribir a sus padres. Prolijamente estampada la letra de Juan Perón comenzó a fluir en perfecta horizontalidad con respecto a los márgenes. (Crespo, Jorge, 1998) En dicha carta, que constituye un documento histórico de trascendental importancia, el Teniente Perón escribió: “Mis queridos padres: Hoy he recibido carta y me alegra mucho que estén buenos y contentos con el triunfo de las ideas aliadas; pero debo hacer presente que no está bien eso de la lista negra, por cuanto es un atropello… No olvides papá que este espíritu de patriotismo que vos mismo supiste inculcarme, brama hoy un odio tremendo a Inglaterra que se reveló en 1806 y 1807 y con las tristemente argentinas Islas Malvinas,donde hasta hoy hay gobierno inglés; por eso fui contrario siempre a lo que fuera británico, y después del Brasil a nadie ni nada tengo tanta repulsión. Francia e Inglaterra siempre conspiraron contra nuestro comercio y nuestro adelanto y si no a los hechos: En 1845 llegó a Buenos Aires la abrumadora intervención anglo-francesa; se libró el combate de Obligado, que no es un episodio insignificante de la Historia Argentina, sino glorioso porque en él se luchó por la eterna argentinización del Río de la Plata por el cual luchaban Francia e Inglaterra por política brasilera encarnada en el diplomático Visconde de Abrantes. Rosas…, fue el más grande argentino de esos años y el mejor diplomático de su época, ¿ no demostró serlo cuando en medio de la guerra recibió a Mr. Hood…No demostró ser argentino y tener un carácter de hierro cuando después de haber fracasado diez plenipotenciarios ingleses consiguió más por su ingenio que por la fuerza de la República que en esa época constaba solo con 800.000 habitantes; todo cuanto quiso y pensó de la Gran Bretaña y Francia; porque fue gobernante experto y él siempre sintió gran odio por Inglaterra porque esta siempre conspiró contra nuestro Gran Río, ese grato recuerdo tenemos de Rosas que fue el único gobernante desde 1810 hasta 1915 que no cedió ante nadie ni a la Gran Bretaña y Francia juntas y como les contestó no admitía nada hasta que no saludasen al pabellón argentino con 21 cañonazos porque lo habían ofendido; al día siguiente, sin que nadie le requiriera a la Gran Bretaña, entraba a Los Pozos la corbeta Harpy y, enarbolando el pabellón argentino al tope de proa, hizo el saludo de 21 cañonazos. Rosas ante todo fue un patriota”. (Chávez, Fermín, 2001: 22) La carta, dirigida a su padre don Mario Perón residente en Malaspina, en la provincia de Chubut, no tiene desperdicio para un conocimiento profundo y serio del pensamiento del joven oficial que, a la sazón, tenía 23 años. La carta, escrita sin ningún tipo de intencionalidad política, expresa el sentimiento auténtico del joven Perón sobre la figura histórica de Juan Manuel de Rosas. Es evidente que Perón ya había descubierto la falsificación de la historia realizada por Mitre y su descendencia intelectual y que, el joven teniente, sentía una profunda admiración por la figura de Rosas. Por otra parte, como afirma Fermín Chávez, la “referencia a la intervención decisiva del vizconde de Abrantes indica que – Perón – no tocaba de oído”. (Chávez, Fermín, 2001: 23) Los documentos históricos, no dejan, así, lugar a ninguna duda sobre la adhesión del joven Juan Domingo Perón, al revisionismo histórico. El 8 de enero de 1970, desde su exilio madrileño, Perón le escribía a Manuel de Anchorena: “He recibido su amable carta del 24 de diciembre próximo pasado y le agradezco el envío de la publicacion sobre la campaña Pro-Repatriación de los restos del Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas y para la solidificación de las bases de nuestra liberación nacional. Ambas cosas deben merecer la preocupación patriótica de los argentinos, porque para asegurar el destino de la Patria es tan importante defender su futuro como hacer justicia a su pasado. Don Juan Manuel, no solo ha tenido la gloria de su grandeza, sino que también ha merecido el honor que le han rendido la infamia y la calumnia de los hombres pequeños…Desde niño ha repugnado a mí espíritu cuanto se ha escrito sobre Rosas en las 'historias' fabricadas por escribas de la ignominia y el rencor. Hace muchos años, en oportunidad de realizar investigaciones históricas en el Archivo General de la Nación, se me ocurrió echar una ojeada a los archivos documentales de la época de la Santa Federación y me fue dado comprobar que la documentación existente era totalmente desconocida…Ha sido necesario esperar la acción de los revisionistas históricos para conocer una realidad oculta bajo la oscuridad nefasta de la mentira.” (Anchorena, Manuel, 1990: 32) 
LA ESTRATEGIA DEL PRESIDENTE PERÓN PARA REIVINDICAR A ROSAS Cuando el teniente Perón manifestó a su padre su admiración por Rosas, gobernaba la Argentina el presidente Hipólito Yrigoyen quien – como afirma Arturo Jauretche- mantenía su rosismo como un culto secreto que practicaba en su círculo íntimo de amigos, sin atreverse, jamás, a profesarlo públicamente.[1] Cuando Juan Domingo Perón fue, a partir de 1946, presidente de los argentinos, aparentemente tampoco emprendió la reivindicación histórica de Juan Manuel de Rosas. Cabe entonces realizar la siguiente pregunta: ¿No pudo, no supo o no quiso el presidente Perón asumir la defensa de Juan Manuel de Rosas al que había calificado, siendo joven, como “el más grande argentino de su época”? Para responder acertadamente a esta pregunta es preciso entender que Perón como político y estadista nunca fue un jugador de póker, sino de ajedrez. Es preciso comprender que, en esos años, reivindicar a Rosas, era equivalente a reivindicar, en nuestros días a un dictador genocida como Rafael Videla. Rosas no había sido ni un tirano ni un asesino – como lo presentaba la historia mitrista hegemónica en todos los niveles de la educación en argentina desde la escuela primaria a la Universidad- y Perón lo sabía perfectamente pero, dado que la mayoría de los argentinos habían sido educados en el antirosismo, llegó a la conclusión de que había que llegar a la reivindicación histórica de Rosas de forma indirecta. Todavía, en la década de 1940, Bernardino Rivadavia aparecía como la figura histórica más importante de la historia argentina. Fue entonces que Perón planificó que, el año 1950, debía ser el Año Sanmartiniano. Puesto San Martín como figura central de la Historia Argentina, el estudio de su accionar político y de su epistolario, conduciría, como una autopista, al triunfo del revisionismo histórico pues quedaría en evidencia la enemistad entre San Martin y Rivadavia y la admiración del Libertador por Juan Manuel de Rosas. Este fue el razonamiento de ese gran ajedrecista político que fue Juan Domingo Perón. Perón, llegó a la conclusión de que los argentinos, estudiando profundamente la vida de San Martín, descubrirían que, desde el inicio de su gobierno, Rivadavia se negó, por completo, a colaborar con los ejércitos que luchaban contra los realistas españoles. Que Rivadavia negó todo tipo de ayuda, tanto al ejército de Martín Miguel de Güemes, que daba batalla en Salta y Tarija, como al Ejército Libertador del Gral. José de San Martín, que combatía en el Perú. Que los dos delegados, enviados por San Martín, para solicitar ayuda financiera y apoyo logístico para culminar la Guerra de Independencia, obtuvieron como respuesta, por parte de Rivadavia y la Legislatura de la Provincia que, a Buenos Aires le convenía que no se fueran los realistas de Perú y que Buenos Aires debía replegarse sobre sí misma.[2] Por otra parte, Perón apostando al largo plazo, estaba seguro que los argentinos se harían una idea más acabada, tanto de las condiciones morales como de los resultados de la interesada administración de Bernardino Rivadavia, con sólo poder conocer algunos fragmentos – ocultados por la historia oficial – del intercambio epistolar entre dos héroes americanos del más elevado valor moral y patriótico, como lo fueron San Martín y O´Higgins, quienes, por lo demás, -comprobarían los argentinos educados en la historia oficial- fueron víctimas directas, tanto en lo personal como en la actividad política y militar, de la acción de Rivadavia. Perón estaba seguro de que ubicando a San Martín como figura central de la Historia Argentina sus conciudadanos llegarían, por fin, al conocimiento de documentos históricos sustanciales como la correspondencia epistolar entre San Martin y O'Higgins y entre San Martín y Rosas.  Dentro del marco de los festejos del bicentenario del nacimiento del Libertador General San Martín, el gobierno peronista procedió a rebautizar la calle Carlos María de Alvear, como avenida del Libertador. La estrategia que Perón eligió para reivindicar la memoria de Rosas fue, evidentemente una estrategia de largo plazo y, convencido como estaba de que para tales fines era mejor persuadir que imponer, durante sus dos primeros gobiernos, el presidente Perón, no repatrió los restos de Juan Manuel de Rosas, como muchos de sus seguidores – entre ellos John Williams Cooke – hubieran deseado pero, no es difícil imaginar que, si hubiera procedido a la repatriación la suerte del cadáver de Rosas no hubiera sido muy distinta que la que sufrió el cadáver de Evita, varias veces ultrajado y profanado.  Sin embargo, es preciso mencionar que fue durante la segunda presidencia de Perón que se llevó a cabo, el 5 de diciembre de 1953, el primer homenaje oficial a los héroes de la Vuelta de Obligado, por resolución del gobierno de la provincia de Buenos Aires, encabezado, en ese entonces, por el Mayor Carlos Aloé. Este homenaje se volvió a repetir el 20 de noviembre de 1954 y su orador principal fue el ministro de Educación bonaerense, el doctor Raymundo J. Salvat. En una entrevista que, en 1973, le realizara Tulio Jacovella, a Juan Domingo Perón, el periodista le preguntó el por qué durante sus dos primeros gobiernos había sido tan tibio el apoyo oficial al revisionismo histórico y le manifestó que muchos intelectuales marcaban que no había habido una política educativa claramente revisionista. Perón respondió entonces: “Tienen razón. Había que esperar que existiera una conciencia nacional bien difundida a todos los niveles. Estos hechos deben madurar, y para eso hace falta muchos años. Fíjese usted que teníamos que enfrentarnos con cien años de mentiras, y estas cosas no se pueden hacer por decreto. Teníamos maestros y profesores secundarios, y hasta universitarios, que habían sido formados – en realidad deformados inconscientementedurante muchas generaciones desde el primer grado de la escuela primaria. Además, estaban los medios masivos de información que respondían a esa óptica por razones obvias. Pero ahora es distinto: el pueblo pide, como un derecho más, la verdad histórica… ¡Hemos devuelto los trofeos de guerra del Testamento del Gral. San Martín, Imágenes del documento que el Libertador redactó en la escribanía de Francois Huillier el 23 de enero de 1844 acompañado por Mariano Balcarce. Paraguay, y no vamos a repatriar con la debida solemnidad los restos de Rosas, legatario del sable del Libertador!” (Perón, Juan Domingo, 2002: 385)

domingo, 31 de marzo de 2024

Museo José Hernández de Gral San Martín

Por Julio R. Otaño

Museo José Hernández de General San martín


 

martes, 27 de febrero de 2024

La Bandera, Belgrano y Corrientes.

por Jorge Enrique Deniri
El 27de febrero de 1812, Belgrano estableció dos baterías de artillería en ambas orillas del río Paraná, próximas a la entonces pequeña población conocida como Villa del Rosario (la actual ciudad de Rosario). En esa misma fecha, hacia las 1830 horas, y en solemne ceremonia, Belgrano dispuso que fuera por primera vez enarbolada una bandera de su creación (se presume que de dos franjas horizontales, blanca la superior y celeste la inferior). La tradición señala que esa primera bandera izada por Belgrano fue confeccionada por una vecina de Rosario de nombre María Catalina Echevarría de Vidal y quien tuvo el honor de izar la enseña fue un civil, Cosme Maciel, también vecino de Rosario. En esta ciudad se encuentra el Monumento Histórico Nacional a la Bandera asentado en el Parque nacional a la Bandera”.
El posteo, transcribe luego las igualmente hermosas palabras que también la tradición ha consagrado como texto de la Arenga con que Belgrano exaltó el ánimo de sus hombres en aquella oportunidad expresando: “¡Soldados de la Patria! En este punto hemos tenido la gloria de vestir la escarapela nacional que ha designado nuestro Excelentísimo Gobierno: En aquel, la batería de la <<Independencia>>, nuestras armas aumentarán las suyas; juremos vencer a nuestros enemigos interiores y exteriores, y la América del Sur será el templo de la Independencia y de la Libertad. En fe de que así lo juráis, decid conmigo <<¡Viva la Patria!>>.
La arenga es el discurso típicamente militar, de soldados, pronunciado singularmente en momentos de exaltación, para motivar a los hombres de armas a empuñarlas como es debido. Manuel Belgrano era asombroso para llevar a lo más alto el espíritu de sus soldados. Incluso en plena batalla era capaz con sus palabras de arrastrar a sus hombres para que lo siguieran en esos actos que gustamos de imaginar en los héroes, pero que rara vez alcanzan la altura, dan la medida y marcan varas tan altas como las belgranianas, en Paraguarí y Tacuarí, cuando sus atributos de Jefe, sus dones de magnífico conductor, los acaudillaron de un modo que el mismo adversario supo hidalgamente reconocer, acordando una capitulación que otorgaba al denuedo un laurel de aquellos que justifican sostener que, si se ha comportado como corresponde, al derrotado le cabe también su cuota de gloria.
Para Corrientes y para los correntinos, el Manuel Belgrano militar, soldado, más que soldado, guerrero, es especialmente significativo, porque es con Belgrano que los correntinos entran por primera vez en batalla durante su expedición al Paraguay, Así pudieron ver y palpar de primerísima mano la fibra y el temperamento del héroe, que atravesó de sur a norte el territorio provincial, enfrentando primero calores y sequía, y después lluvias torrenciales, improvisando materiales de franqueo para atravesar nuestros infinitos cursos de agua, soliviantando hasta voluntades infantiles como la de Pedro Ríos, que como un precursor del Tamborcillo Sardo, marchó a la liza pare encontrar la muerte pero haciéndose inmortal.
Y no nos olvidemos que le debemos igualmente el primer Pueblo Patrio, y eso también en Corrientes. La deuda emocional de Corrientes con él, es inconmensurable, pero no lo es menos la de esa Patria nuestra por la que lo dio todo, y que, entre tantos dones, le debe nada más y nada menos que dos de sus símbolos.
Y la reflexión capital que se me ocurre, es tal vez herética, pero no por eso menos valiosa para ser sopesada: De acuerdo, ¿Qué sería nuestra Bandera sin Belgrano? Y ¿Qué es Belgrano sin nuestra Bandera? Creo que son indivisibles. Imposible imaginar a la una sin el otro, porque como decía aquella ancestral canción escolar, entre sus franjas está “el alma de Belgrano”.
Por eso, a mí, y estoy seguro que a muchos más también, esa Bandera ¡me representa!, por más que voces apátridas como la de la diputada Miriam Bregman puedan pretender lo contrario.
Pero creo que también es necesario reflexionar sobre qué le seguimos debiendo a Manuel Belgrano los correntinos, nativos y por opción, porque con todo lo que nos entregó en aquel momento verdaderamente fundacional del año 1810, no hay fechas de nuestro calendario que honren de modo apropiado sus acciones en nuestro medio. Porque es o debiera ser un héroe correntino más, ocupando en nuestro panteón un sitio equivalente sino superior al de nuestros grandes. Por cierto, nuestros antepasados no vieron con buenos ojos su actuación del año 1811, que con el paso del tiempo se tradujo en la pérdida definitiva del Ñeembucú a manos del Paraguay. Pero ha pasado tiempo suficiente para que las razones de esas antiguas rencillas hayan perdido entidad, y dejen de proyectar sombras imprecisas sobre uno de los Padres de la Patria.  Y aquí se me ocurren dos reflexiones más, una sobre la Bandera y otra sobre la jerarquía de los héroes.
Cuando la invasión paraguaya a la Provincia de Corrientes, Pedro Igarzábal, uno de esos grandes correntinos dignos de más memoria, que unos años después cayó víctima de la epidemia, en su puesto, al frente de la provincia, escribió un diario en el que prolijamente narró los sucesos desde la llegada de los invasores, hasta la incursión de Paunero, que temporariamente retoma la ciudad en el mes de mayo. Uno de sus asientos, habla de la bandera que los partidarios de los paraguayos, los “paraguayistas”, enarbolaban en “La Casillita”, que era el resguardo ubicado en la Punta San Sebastián. Igarzábal los critica acerbamente por alzar la que considera la enseña de la desunión nacional, que en última instancia, era, presumiblemente, la que hoy honramos como Bandera de Corrientes. Según me relató Diego Mantilla, el que nuestra Bandera provincial haya prácticamente desaparecido por tantos años, hasta la década del 80 del siglo pasado, se habría debido a esas circunstancias.
Así, quizá debamos evaluar en qué medida la proliferación de banderas beneficia o desvaloriza a la Bandera Nacional, y en un país más necesitado de unidad que nunca, esa “poligamia banderil” obra en sentido contrario.
No estoy sugiriendo que se supriman las banderas y estandartes, sino que debe reflexionarse con qué significaciones se los carga, y que en ese sentido, el más alto valor indubitablemente, debe ser asignado a la Bandera Nacional, y todas las demás deben estar muy por debajo. Y, personalmente, creo que no debe otorgarse significación alguna, ni siquiera decorativa, a esas enseñas multicolores, ajenas por completo a nuestra cultura, que pretenden, y poco menos exigen, ser colocadas al mismo nivel de nuestra enseña Patria. Por otra parte, así como es irrelevante el papel jugado por el Reglamento de Belgrano para los pueblos misioneros, porque lo desautorizaron y nunca pasó del papel, es falso que, más allá de algunos simbolismos, como el sol de rostro incaico, los asambleístas de 1813 hayan pensado compartir el poder con los primeros pobladores. Sería hermoso que hubieran llegado tan lejos, pero cualquier análisis serio, que supere lo retórico, nos mostrará que no fue así. La correspondencia misma de Belgrano en su hégira paraguaya, muestra que tiene una opinión más bien pobre de los indios, al menos como soldados.
El último, pero no el menor de los ángulos del tema de esta nota, es el referido a la proliferación de los héroes.
Personalmente, por el profundo respeto que me inspiran las acciones de quienes nos precedieron, dejando de lado todas las filias y fobias, creo que el panteón de nuestros héroes está muy bien hecho y consolidado. Que así como es inaceptable que se derribe sin más a las figuras consagradas en el ayer, se fabriquen nuevos próceres que ocupen el sitial de los antiguos o los reemplacen.
La iconoclastia siempre es censurable, pero no menos discutible es el deseo de poner al mismo nivel a figuras que tienen un mérito propio indiscutible, pero que de ningún modo pueden instalarse en el estrechísimo espacio que le cabe sólo a los más grandes. El podio de la gloria es mucho más exquisito que el de cualquier Olimpíada.
Específicamente, estoy haciendo referencia a José de San Martín y Matorras, y a Manuel del Corazón de Jesús Belgrano, Los Padres de la Patria. Todos los demás están por debajo, por buenos que hayan sido, no dan la medida, sobran.

jueves, 15 de febrero de 2024

Catedral Santísima Trinidad "Iglesia Ortodoxa Rusa"

Por Julio R. Otaño

Pasé por parque Lezama y ¿como no admirar este lugar histórico de CABA?. Sobresale sobre la calle Brasil unos cúpulas azules con estrellas doradas y cruces ortodoxas. En la fachada hay un letrero, donde se dice en español “Iglesia Ortodoxa Rusa”, Pero ahora, la parroquia que ocupa esta catedral nada tiene que ver con la Iglesia Rusa. Los cristianos ortodoxos fieles no pueden asistir a esta iglesia para rezar. Porque no es parte de la Iglesia Ortodoxa Canónica. Está controlado por un grupo de laicos argentino que voluntariamente se alejaron de la Iglesia Rusa. La primera capilla ortodoxa en el continente apareció en 1888, la mayoría de los primeros parroquianos eran griegos, sirios, libaneses, serbios, montenegrinos y de otros países Balcanes. Los ciudadanos de aquellos países entendieron que solo el Zar ruso podía donar una iglesia ortodoxa a América del Sur. Alejandro III, envió el dinero a Buenos Aires, y fue inaugurado bajo la advocación de la Santísima Trinidad, en 1901, en presencia del Presidente General Julio A. Roca. Son de exclusiva propiedad de “la Iglesia Ortodoxa Rusa en esta capital, luego después de la revolución comunista rusa en 1917 se dejó de existir el Consulado del Imperio Ruso (el Soviético se fundó solo en 1946). Pero no dejó de existir la Iglesia Rusa: en 1926 se formó una Asociación para manejar la parte jurídica de la Iglesia de la Trinidad ante el gobierno Argentino. Pero en 1941, al disparase la Gran Guerra en Europa y la URSS, el supremo sacerdote ofició un Tedeum por la victoria de las tropas alemanes. Después de esto una parte de sus feligreses salieron y solicitaron a la Iglesia Ortodoxa en la Unión Soviética que fundaran acá, en Sudamérica, una diócesis, dependiente del Patriarcado de Moscú (que apenas se formó durante la Guerra). En los años 50-70 la parroquia de la Catedral de la Santísima Trinidad tuvo un litigio con la diócesis del Patriarcado de Moscú. El proceso duró casi 20 años. Finalmente las autoridades judiciales argentinas denegaron la demanda, basándose en el hecho que en la Catedral se efectuaban oficios religiosos por parte de la Iglesia Rusa Ortodoxa del Extranjero.




El mayor fraude de este grupo cismático es engañar a la comunidad, denominándose parte de la Iglesia Ortodoxa Rusa. La verdad es que ellos abandonaron la misma y pretenden con esta mentira conservar los templos, pero desconocer las normas canónicas ortodoxas. ya en 2009, según el Dictamen del Ministerio RREE y Culto quedó advertido este grupo cismático, que las Autoridades les recomendaban formar una nueva entidad. Pero que no podían hacer uso ni del nombre, ni de las propiedades de la Iglesia Ortodoxa Rusa en Argentina.

viernes, 9 de febrero de 2024

Los invitamos al ZOOM SOBRE HISTORIA: FEBRERO DEDICADO A MARTÍN MIGUEL DE GUEMES Y A JUAN FACUNDO QUIROGA.

 Julio Otaño le está invitando a una reunión de Zoom programada.


Tema: Zoom meeting invitation - Reunión de Zoom de Julio Otaño

Hora: 11 feb 2024 19:00 HS


Entrar Zoom Reunión

https://us04web.zoom.us/j/4854245424?pwd=MHBRcEF4OUMzYmNENENUVkNyTFVrZz09&omn=72103267156


ID de reunión: 485 424 5424

Código de acceso: julio




La Historia, luz de la verdad, vida de la memoria, maestra de vida

Por Alberto Vidal Guerrero
La Historia, afirmaba Cicerón, es luz de la verdad, la vida de la memoria, maestra de la vida. Esta cita latina nos puede ayudar a entender mejor qué es la Historia como ciencia y cuál es la responsabilidad de los historiadores.
Muchos piensan que la Historia son una sucesión de datos objetivos los cuales describen de forma positiva los acontecimientos que sucedieron en el pasado. Nada más lejos de la realidad. Por otro lado, las corrientes posmodernistas sitúan la subjetividad como algo central en la construcción de la historia, es decir: hay tantas verdades y construcciones de la Historia como personas o grupos en el mundo. Puro relativismo.
Por ello mismo traemos esta cita de Cicerón, donde el orador latino no nos dice que la Historia sea “la verdad”, sino la que la ilumina. Es decir, es como un farolillo que nos va mostrando el camino a seguir, siendo lo más importante la actitud en la búsqueda que la propia lumbre, pues ésta a veces alumbrará más y otras menos.
La Historia es vita memoriae, vida de la memoria, no la memoria en sí, sino aquello que le permite respirar. Muchas veces volver a nuestra infancia o juventud nos permite recordar quienes somos, así lo mismo con la sociedad, el pasado nos habla de nuestro presente y de nuestro futuro, por ello también es la Historia magistra vitae.    Por todo esto, la Historia no puede ser una simple adquisición de conocimientos alejados de nuestra existencia y la existencia de nuestro mundo, sino que debe ser concebida como aquellas palabras que nos decía nuestro padre o abuelo, cargadas de experiencia y sabiduría, y que nos guían y acompañan en nuestra vida.
Así pues, por poner un ejemplo, un hecho objetivo como el descubrimiento de América no debe ser considerado simplemente como una anécdota. En 2009 el presidente Barack Obama proclamó el 9 de octubre como día de Leif Erikson, un vikingo noruego que sobre el año 1000 llegó a las costas orientales de Norteamérica. Curioso que el día oficial de este “descubridor” sea tres días antes del avistamiento de tierras americanas por las tres carabelas hispanas capitaneadas por Colón. Si tratáramos el descubrimiento como una anécdota aislada, entonces tanto valdría el descubrimiento de Erikson como el de Colón, incluso situaríamos como más importante el del vikingo solamente por el hecho de que “llegó primero”.
Entonces es cuando llega el farolillo de la Historia, que va más allá de la simple anécdota y no se ciñe al pasado únicamente, sino que ilumina el camino, el ya recorrido, el que ahora recorremos y el que nos queda por recorrer. Y la Historia se pregunta, investiga y no encuentra casualidades. La cultura nórdica se considera a sí misma como originaria de una raza superior, de ahí surgen las grandes controversias raciales del norte de Europa y Norteamérica, controversias que no se encuentran en el mundo latino. Existen innumerables diferencias entre las culturas nórdica y latina, diferencias que se gestaron a lo largo de la historia y cuyas concepciones del hombre y del mundo en el que vive pueden marcar, aún en la actualidad, los destinos de los pueblos y de la sociedad en general.
El conocimiento de estas diferencias entre los muchos acontecimientos, corrientes y personajes de la historia, lo que implicaron y lo que ahora implican, lo que supone recordarlos u olvidarlos, darles mayor importancia o menos, investigarlos etc. todo ello es lo que forma la tarea del historiador. Por ello mismo los historiadores no somos enciclopedias andantes, sino profesionales que aprendemos a guiarnos por esa luz, analizar los hechos desde una perspectiva integral y reflexionar sobre ellos, con el objetivo de compartir lo que descubrimos para que nuestro trabajo contribuya a construir toda una cultura del bien común.

sábado, 20 de enero de 2024

Evita, “irrecuperablemente” peronista

 Por Aldo Duzdevich

Hace un par de años, conversando con una joven compañera jujeña, se me llenó la cabeza de dudas. Puteaba tanto a Perón diciendo que era facho, creador de la Triple A y todo ese discurso tan difundido, que en un momento le pregunté: ¿si vos puteás tanto a Perón, desde dónde te sentís peronista? Su respuesta fue: “de Evita, yo soy peronista de Evita”.  En verdad, no es el único caso que conozco. Existe una construcción imaginaria de un peronismo de pureza revolucionaria, no contaminado con militares –como el general Perón y otros– ni con sindicalistas morochos de dudoso aspecto, ni con pensamientos cristianos –aunque los predique un Papa– ni de toda esa confusa fauna peronista.  Pero el peronismo tiene 75 años de historia: tres cuartos de siglo. Por aquí han pasado todos, los mártires, los héroes, los buenos, los más o menos, y algunos francamente malos. Pero al final quedan los balances. Y en los balances históricos, el peronismo es la única fuerza nacional y popular munida de una doctrina futurista que es capaz de cuestionar la hegemonía del capital concentrado internacional.  A pesar de los pesares, sigue siendo una gran fuerza política con un enorme arraigo popular, por eso algunos buscan apropiarse de sus mitos, de sus símbolos y de parte de su historia. En este intento de apropiación, desde el progresismo, desde la izquierda e incluso desde algún “republicanismo”, toman la imagen de Evita, la separan de Perón y el peronismo, y la reinventan como bandera de un nuevo cóctel político.  Es tan fuerte y ruidoso ese discurso que finalmente uno duda. ¿Será que en realidad Evita había leído a Marx –o a Marta Harnecker– y en 1945 se proponía crear el partido de la vanguardia revolucionaria que condujera al proletariado hacia la revolución socialista? ¿Será que el mensaje subliminal de La Razón de mi Vida era ese y no lo vi?  Bueno, navegando en estas confusiones en las que solemos caer los creyentes, encontré en las páginas de La Izquierda Diario la respuesta a mi crisis de fe: según ellos, Evita era profunda e incurablemente peronista de Perón. La nota lleva por título: “Hace cien años nacía Eva Perón, una figura controvertida”. La frase “figura controvertida” me motivó a leerla. La firma Soledad Domenichetti, quien confiesa que su abuelo materno el día que murió Evita “descorchó una sidra para festejar” y que su abuela paterna “no paraba de llorar”. 

No aclara cómo estaba planteada la lucha de clases en esa familia.  Veamos la línea que baja el diario del partido. Dice Soledad: “Hay que tener en cuenta que los primeros años del gobierno peronista se correspondieron con un período de bonanza económica excepcional en los años de la inmediata posguerra, lo que explica las posibilidades de brindar importantes concesiones a la clase trabajadora; a cambio de la subordinación del movimiento obrero y sus organizaciones al Estado. Y, a su vez, ayudaron a construir el mito de Evita como ‘abanderada de los pobres’”. Anotemos: el peronismo dio importantes concesiones a la clase obrera “a cambio de la subordinación del movimiento obrero y sus organizaciones al Estado” y eso ayudó a construir el mito de la “abanderada de los pobres”.  “En 1948, se creó la Fundación Eva Perón (…) que se ocupó de brindar derechos elementales que debía garantizar el Estado, intentando desligar en la conciencia de los trabajadores sus luchas de la obtención de estos derechos. De esta forma el papel de Eva le permitía al régimen peronista simbolizar el protagonismo de los trabajadores y el pueblo pobre acompañando al proyecto burgués de Perón, perdiendo de esta forma su independencia política”. Anotemos: el papel de Evita era “brindar derechos elementales” y “simbolizar el protagonismo de los trabajadores (…) acompañando al proyecto burgués de Perón”.  “El 9 de septiembre de 1947 finalmente se sancionó la Ley de Sufragio Femenino. (…) La discusión dentro del peronismo era sobre cómo atender a esa realidad insoslayable, pero intentando que esa incorporación de las mujeres a la vida electoral fuera controlada: de ahí la conformación del Partido Peronista Femenino. La campaña por el voto femenino comenzó en enero de 1947 con una serie de discursos que pronunció Eva (…) y fue uno de los ejes que le sirvió para la construcción de su liderazgo. Al colocarse al frente de la campaña, capitalizó toda una historia de luchas infructuosas de grupos feministas y sufragistas de las últimas décadas. (…) Es por esto que ha quedado en el imaginario que fue Eva Perón quién otorgó el derecho al voto. El peronismo aprovechó la lucha de décadas que las mujeres traían consigo, sumándose de manera tardía a la pelea por el voto femenino”. Anotemos: Evita hizo mera demagogia –o populismo, lo llamarían ahora. Se apropió de las sufridas e infructuosas luchas “de los grupos feministas y sufragistas”. Es que el peronismo suele hacer esas maldades: apropiarse de infructuosas luchas de la izquierda y darle nuevos derechos al pueblo.  Se pregunta Soledad: “¿Evita feminista?”. “Hoy, en tiempos de marea verde, para algunos sectores Evita parece haberse transformado en un ícono feminista. ¿Lo es realmente?”. “La concepción de Eva (y con ella la del peronismo) sobre el rol de la mujer está desarrollada en la tercera parte de La razón de mi vida.  Uno de los aspectos que más se destacan es sobre la cuestión de las mujeres y el hogar. Ese lugar, al tiempo que es tradicional y conservador, también se renueva. Pero esa renovación se hace en clave de revalorizar el lugar de mujer-esposa-madre, reforzando los estereotipos femeninos. Decía Eva: ‘El problema de la mujer es siempre en todas partes el hondo y fundamental problema del hogar. Es su gran destino. Su irremediable destino’. El peronismo les planteó a las mujeres que el mundo necesitaba ‘más hogares unidos y felices’”. Sonamos. Según nos cuenta Soledad, Evita tampoco era feminista.  Por si alguno insiste en considerar a Evita como la Fidel Castro en versión mujer, Soledad nos aclara: “La construcción del mito en relación a su personalidad y su rol como protectora y abanderada de los más pobres no escapó a las intencionalidades políticas del momento. Su figura ayudó a forjar la idea de que los trabajadores y sectores populares tienen que seguir líderes buenos y salvadores, en lugar de tomar en sus manos su propio destino y convertirse ellos mismos en sujetos de transformación real”. Anotación final: “Su figura ayudó a forjar la idea de que los trabajadores y sectores populares tienen que seguir líderes buenos y salvadores”. Líder bueno y salvador… no debe ser otro que el mismísimo Juan Domingo Perón.  Bueno, siempre pensé que no hay una Evita diferente al pensamiento y a la acción de Perón. Mucho menos una Evita contradictoria con Perón. O una Evita del látigo, que manipula a un Perón medio sumiso, como la pintó alguna olvidable película argentina. La lectura de la nota de la Izquierda Diario no hace más que confirmar mi presunción. Son trotskistas consecuentes: critican desde su visión al peronismo, y no separan a Evita de Perón y el peronismo. La hacen cómplice. En esto coincido absolutamente. Evita fue y es una parte inescindible del peronismo. Acompañó desde el primero al último de sus días un único proyecto, el mismo de Perón.  Para terminar, voy a citar palabras del compañero escritor Carlos Caramello: “La progresía globalizada ha hecho ingentes esfuerzos por apropiarse de Eva. Desarraigándola de su amor por Juan Perón, que era como su Patria. (…) Eva Perón, para mí, nace como Necesidad, vive como Pasión y se proyecta como Certeza. Pero, para comprenderlo, hay que tener un corazón peronista. Las cabecitas progres perfumadas, seguramente seguirán con su intento de apropiarse del mito, pero sólo su Pueblo, el Pueblo de Eva Perón, estará habilitado a llevar su nombre como bandera a la Victoria”.