Por Adrián Martínez
El joven caballero Walther von Stolzig se ha trasladado a Nuremberg para vivir como un ciudadano de dicha localidad. En casa del orfebre Veit Pogner conoce a Eva, su hija, y ambos se enamoran. Pero Pogner, que desea mostrar al mundo de que manera se valora en Nuremberg el arte, ha prometido la mano de su hija al ganador del concurso de canto según las normas de los maestros cantores. A dicho concurso sólo pueden presentarse los miembros del gremio de maestros cantores, así que Stolzig se presenta para ser admitido en éste. No lo conseguirá porque Beckmesser, que también está enamorado de Eva, es nombrado Merker (árbitro) y debe señalar los fallos del cantor en su intervención, y por celos lo rechazará. Hans Sachs, el zapatero, ayudará a Stolzig a pesar de estar también interesado en Eva, y formará el talento natural del joven en las normas de la poesía menestral. De este modo conseguirá ganar el torneo y Beckmesser no verá cumplidas sus pretensiones. El verdadero vencedor, sin embargo, será Hans Sachs que se ha superado como persona y artista, renunciando a Eva y ayudando al éxito de Stolzig. Termina, como hemos dicho anteriormente, haciendo un canto al arte alemán.
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