Por el Dr. Sandro Olaza Pallero
Cayetano Bruno, SDB, sacerdote, historiador, docente y jurista argentino. El padre Cayetano Bruno no sólo ha prestigiado a las letras nacionales. Fue uno de los artífices de la nación culta y próspera que hizo del nuestro uno de los pueblos más elevados del continente. Pero sobre todo fue un ejemplar galardón de la Iglesia Católica en la Congregación Salesiana. Nació en la ciudad de Córdoba el 23 de julio de 1912, en el seno de un hogar de inmigrantes italianos conformado por sus padres Gaetano y Epifanía Bruno y otros siete hermanos. Bautizado en la parroquia del Pilar y confirmado en el Colegio Salesiano “San Pío X” de la misma ciudad, hizo allí el ciclo primario.
Ingresó al aspirantado Vignaud de su provincia natal en 1924, haciendo profesión perpetua en 1933. Estudiante de Teología y Filosofía del Instituto Villada, se ordenó en la iglesia cordobesa de María Auxiliadora el 29 en noviembre de 1936 y al año siguiente viajó a Roma para estudiar Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Lateranense de esa ciudad. Catequista y profesor de Derecho y Liturgia en el Instituto Teológico Internacional Villada del que había sido alumno, en 1953 se hizo cargo de la cátedra de Derecho Canónico en la Universidad Salesiana de Turín, de la que fue decano en 1957 cuando aquella se trasladó a Roma. De regreso en la Argentina pasó a integrar la Editorial Salesiana Don Bosco, que publicaría la mayoría de sus trabajos. Efectuó varios viajes de investigación para consultar archivos en el exterior, especialmente en Roma, a la que se trasladó en 1978 y 1982, siendo asiduo consultor del “Archivo Secreto del Vaticano” abierto por S. S. Juan Pablo II. En 1975 el padre Bruno fue incorporado como miembro de número a la Academia Nacional de la Historia y ese mismo año pasó a integrar también la Junta de Historia Eclesiástica. En 1978 recibió el premio “Consagración Nacional” por la amplia difusión de su obra. Historiador e investigador fecundo, el padre Bruno sacó a la luz trabajos de notable trascendencia, dieciocho de los cuales fueron publicados por Ediciones Didascalia entre 1991 y 2000, dedicadas a la acción evangelizadora de la Iglesia Católica en tierras de Hispanoamérica. Sus libros más importantes fueron: Bases y concordato entre la Santa Sede y la Argentina (1947), La Virgen Generala. Estudio fundamental (1954), Para una reforma católica de la Constitución Argentina (1956), Historia Argentina (1976), Las florecillas de San Francisco Solano (1976), Las florecillas de San Martín de Porres (1981), Historia de las manifestaciones de la Virgen, Los salesianos y las Hijas de María Auxiliadora en la Argentina (1981), La religiosidad del General San Martín (1978), Iglesia y Estado en las Indias (póstumo) y su monumental Historia de la Iglesia en la Argentina, doce tomos editados por los salesianos en 1981. Si a ellos agregamos sus estudios especializados, es de observar que estamos frente a un eminente erudito que mereció haber tenido una trascendencia universal, digno de ser comparada con los célebres Teodoro Mommsen o Ludwig Von Pastor [1].
El Padre Cayetano Bruno no solo ha prestigiado a las letras nacionales. Fue uno de los artífices de la nación culta y civilizada que hizo del nuestro uno de los pueblos más elevadosdel continente. Pero sobre todo fue un ejemplar galardón de la Iglesia Católica en la Congregación Salesiana.
Poseyó el don de ciencia y la sabiduría de aquellos que, fieles al Señor y su Santísima Madre, Auxilio de los Cristianos, creen para entender y entienden para creer aún más firmemente. El notable salesiano encontró en la meditación de los sagrados misterios trinitarios “la Verdad, el Camino y la Vida”, lo que demostró en cada instante de su vida sacerdotal.
Su piadosa devoción al Santísimo Sacramento y al Santo Rosario le permitieron ahondar en la complejidad de los problemas del alma, lo que supo aprovechar en el sacramento de la Reconciliación durante sus incontables años como confesor en la Basílica de María Auxiliadora.
Su negro talante, desteñido por los años de infatigable celo apostólico, pastoral y docente, fue su más preciada condecoración. Partió de estas tierras a engrosar las huestes de su único Rey y Caudillo, bajo la maternal mirada de su Madre y Señora, el 13 de julio del año 2000.
Notas
1- Recordamos, entre otras, su tesis De caucis maioribus et præcipue de causis episcoporum, histórico-jurídica disquisitio, (1941); Lectura de los libros prohibidos (1954), El Derecho Público de la Iglesia en la Argentina (1956), El derecho de los salesianos y de las Hijas de María Auxiliadora (1957), Prontuario di diritto salesiano (1962), La suora di vita attiva nello spirito di San Giovanni Bosco (1966) y El Derecho Público de la Iglesia en Indias. Estudio histórico-jurídico (1967).
lo conozco a partir de una cita en pag 58 (sobre Castelli) del libro del Dr Lopez Matto (La Patria enferma.
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