Rosas

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miércoles, 30 de abril de 2014

Leopoldo Lugones

Por Ignacio B. Anzoátegui

Leopoldo Lugones
Leopoldo Lugones.jpg
Se quitó los anteojos y de un trago
Empinó la cicuta.
Con un vago
Secreto se nos iba, roto el dolor y la cabeza
Hirsuta
A medio descansar sobre la mesa.
Se nos iba la Patria. Los antiguos laureles
Que él cantara
Yacían en el cesto de papeles
Y él moría y moría
Cara a cara
Con la derrota que le consumía.
Los enteros
Varones,
Los de la lanza de los entreveros,
Lagrimeaban entre cuatro velones
El dolor de que eternamente fuera
El caballo del comisario
El que ganara siempre la carrera
Sin otro comentario.
El pulso
Desvaído,
Se nos iba la Patria. Ya el convulso
Corazón se nos iba
Sin voz y sin latido,
Sin un ¡Muera! Siquiera y sin un ¡Viva!
Porque ya todo aquello,
Todo aquello que él era se lo llevó la Muerte,
Las manos aferradas a su cuello:
Toda la Patria mustia,
Fuerte ya, sí, para llorarle fuerte
Bajo las campanadas de la angustia.
Ante Usted, don Hipólito, yo me saco el sombrero
y le llamo señor,
por eso que tenía de taita y mazorquero,
y hasta se dijo que era hijo del Dictador.
Mientras la oligarquía andaba a cuatro patas
pordioseando una libra y empeñando el laurel,
Usted iba llenando los atrios de alpargatas
y enseñando a los hombres a cumplir su papel.
Usted, don Yrigoyen, de bastón y galera,
de la media palabra y el silencio sutil,
era caudillo y prócer y exactamente era
el Felipe II de la calle Brasil.
Usted a la Inglaterra supo pararle el carro
y para no ser neutro se mantuvo neutral,
a pesar de que estaba bastante espeso el barro
y nos amenazaban la noche y el puñal.
Con eso sólo basta, varón de cuerpo entero
que cultivó el callado sentido del honor:
por eso en su memoria yo me saco el sombrero
y le llamo señor.
Sesenta y cuatro paladas
De tierra húmeda y fría
Aguardan junto a mi huesa
Para venírseme encima.
Señor el sepulturero
Que está bebiendo en la esquina,
Siga bebiendo tranquilo
Porque no me corre prisa.
Aquella que usted ya sabe
No ha llegado todavía.
Y me prometió traerme
Un ramo de siemprevivas.

¿Adónde va el Uruguay? (fragmento)

por Alberto Methol Ferré

Primer epílogo y nueva introducción
El Uruguay el Tiempo
El Uruguay está pasmado, es hoy lo que Azorín: “El gran pasmado”. Sorpresivamente, inesperadamente, a través de lo más esperado (la legislación electoral uruguaya es la más refinada manera que pueda encontrarse en la historia de desviación, de exorcismo del sufragio universal), Herrera y Nardone han terminado con el Régimen. Lo han terminado en su esencia misma, aunque las apariencias se perpetúen, sobrevivan en la retina del alma de cada uruguayo. De sopetón, sin intermediarios, sin mediaciones, el Uruguay saltó del estanque hasta alta mar. La mayoría no sabe aún que está en alta mar. La muerte-vida del estanque se prolonga en la superficie de ondas de un mar de miles de metros de profundidad. Aunque parezca increíble, ha sido a través de Herrera y Nardone, a través de las urnas, a través de los candados del Régimen, que el Uruguay ha redescubierto el tiempo.
Es lo que los uruguayos habíamos olvidado, desde antes de mi niñez, desde la niñez de mi padre, y quizás de mi abuelo. No creíamos ya en el tiempo, no había tiempo para nosotros. El Régimen de Batlle era par todos una imagen de la eternidad si no la eternidad misma. Claro, por supuesto, que no hay eternidad en la historia, no era más que una idolización de lo contingente, un fetichismo que nos contaminaba a todos, al gobierno y al pueblo, a los oficialistas y a los opositores, a la derecha y a la izquierda. Todos habitábamos lo mismo, estábamos en lo mismo. Pero la eternidad en la historia es corrupción, es lo más atroz que pueda sucederle a un hombre y a una sociedad. La eternidad en la historia no puede ser más que estanque, con su fauna distorsionada de insectos empregnándonos el corazón y la cabeza. ¡Qué alivio saber que hay contingencia! ¡Qué descanso saber que hay incertidumbre! ¡Qué sano temor saber que las aguas fluyen! ¡Qué bueno saber que la vida requiere fortaleza, prudencia, audacia!
Quedan sí los empecinados, miles de empecinados, que se aferran a lo que pasó, a lo que se fue. Hay miles y miles que se repitan para salvarse del pasmo: “aquí no pasó nada, aquí no pasa nada, aquí no pasará nada”. Los satisfechos de ayer son los ciegos de hoy. Los opositores satisfechos de ayer son también los ciegos de hoy. El Régimen se ha transmutado en un domingo en el Antiguo Régimen. Por eso en tirios y troyanos sobrevive el Régimen, cuando ya no puede ser, cuando la muerte le ha sobrevenido tranquilamente, sin ruido; es cadáver con millones de células, todavía con vida, que no saben qué ha pasado en la sustancia del cuerpo. Es la larga, imperceptible muerte del espanto.
El Uruguay y el Tiempo. He aquí el gran tema nacional. El drama callado del país por lustros y lustros. Tuvimos, es cierto, hendijas por donde se nos colaba un poco de tiempo, pero parecían cerrarse de inmediato. Pronto eran devoradas por la Identidad total. ¿Cómo podremos salvarnos de la Identidad?, nos preguntamos angustiados una y otra vez. Parecía no haber respuesta. Cuando los amigos de patrias hermanas nos preguntaban acerca de nuestras cosas, no había más que encoger los hombros y contestar: nada.
No es este el momento de discurrir acerca de las razones que hubieron para que tales realidades existieran. Las hay muchas. Se nos vienen a la boca a borbotones, a nosotros lo que estuvimos callados durante años. A nosotros, lo que recién ahora comenzamos a balbucear recargados de una alegría tranquila y sintiendo sobre nuestras cabezas una responsabilidad sin precedentes en nuestra querida aldea uruguaya, en nuestra recorrida comarca uruguaya.¡Qué sabor han tomado las cosas! ¡Que dulce aspereza!
A todos los uruguayos les tenía tomados una pereza estéril, había que pensar a contramano, la facilidad nos eximía de la diferencia específica del hombre con la biología. Hasta el 30 de noviembre de 1958 nos era un esfuerzo pensar, hoy para todos el esfuerzo es dejar de pensar. Allí reside la raíz espiritual de lo que nos ha sucedido hace pocos días.
Hace día el Uruguay se ha encontrado en la historia frente a su Historia. La tiene que retomar de nuevo, rehacerla paso a paso, volvérsela a contar a sí mismo. Porque la no-historia que nos nos han enseñado y de la que eran víctimas los maestros mismos, a la vista está que es inservible, que es mentira, u que hoy es imposible proseguir en la mentira. Porque nunca el Uruguay esperó que semejantes cosas ocurrieran, porque el país entero ha dejado de entender y de entenderse. Pero ya no hay duda que la marea sube en el horizonte, la marea que se vino preparando en el mundo más callado del Uruguay, el rural, el campesino. Ya no hay más rurales a secas en el campo. Hay ruralismo. El campo, el bajo fondo del Uruguay le ha ganado por primera vez la batalla al Uruguay, ha ganado la primera batalla por el Uruguay. Y la marea también la fueron preparando los fenicios que anidaban en Montevideo, la fueron insuflando con su impunidad, con su soberbia. Por eso no es un azar que hoy, la victoria del país esencial está simbolizada en Luis Alberto Herrera, memoria indomable, de 85 años, del viejo Uruguay, y de Benito Nardone, hijo de gringos, superación del gringo en el arraigo nacional, líder rural, líder de lo más memorioso de nuestra historia viviente, la que no entró nunca en los textos. Así tenía que ser y así fue. En adelante comienza la dura historia de un futuro que será, pase lo que pase, nacional, aunque reciba coletazos fuertes y tenga reculadas. Aunque en esa hora las apariencias tengan una fuerza tal como para matar a los hombres, no serán más que lo que son: apariencias. Así, mi parroquia querida, padecida, sufrida, entra en la historia. El Uruguay y el Tiempo. Nuestro gran tema.

5 de diciembre de 1958.

Pegándole una Pigna a la historia (3ra. parte)

por Alfredo Mason
VOLTEANDO IDOLOS DE BARRO
Existen en nuestro país algunos ídolos de pies de barro, personas que ganaron prestigio -hoy sería mediático- en su momento y particularmente entre los intelectuales, era ideológico, que conformaron el statu quo de una época, sin que ello sea exclusividad de derecha o izquierda.
Nos vamos a ocupar de uno de ellos. De uno importante. Nos referimos a Risieri Frondizi, hermano de Arturo -quien fuera presidente de 1957 a 1962- y Silvio, sociólogo que fuera asesinado por la Triple A en 1974. Y lo vamos a hacer porque se señala -aun hoy- al período 1955-1966 como el de una universidad con un proyecto científico y educativo de excelencia, que venía desarrollándose en un marco institucional participativo.
Este Frondizi nació en Posadas, el 20 de noviembre de 1910 y se graduó de profesor de filosofía en el Instituto Nacional del Profesorado Joaquín V. González, en 1935. Ganando una beca pudo realizar estudios en la Universidad de Harvard con Alfred North Whitehead, C.I. Lewis, R.B. Perry, W. Köhler y William Hicking. Del mismo modo, cursa estudios de postgrado en la Universidad de Michigan en Ann Arbor. Allí, dos filósofos ejercieron suma influencia sobre él: Roy Wood Sellars y Dewitt H. Parker. Frondizi recibió su maestría de la Universidad de Michigan en 1943 y su doctorado de la Universidad Nacional Autónoma de México en 1950. Su formación en Buenos Aires estaba centrada principalmente en el pensamiento de Husserl, Scheler, Hartmann, Bergson y Croce, mientras que en el exterior recibió una clara influencia del pensamiento estadounidense. Volveremos sobre éste último tema.
Después de septiembre de 1955, es designado profesor de Ética y Filosofía Moderna en la Universidad de La Plata, además de Director del Instituto de Filosofía. A fines del año siguiente obtiene por concurso las cátedras de Ética y Filosofía Contemporánea en la Facultad y Filosofía y Letras (UBA). Es elegido Decano de esa misma Facultad en 1957 y poco tiempo después (diciembre de ese año), Rector de dicha Universidad. Antes de terminar su mandato, en 1962, vio el resultado de su obra en la construcción de nuevos edificios y la fundación de Eudeba, se comenzó la publicación de la Guía del Estudiante, se creó la Escuela de Salud Pública, se dio mayor impulso a la tarea del Departamento de Orientación Vocacional y se extendió el sistema de becas a estudiantes y graduados. Hasta acá la historia oficial.
Algo sobre el contexto y su formación. El desarrollismo de Arturo Frondizi está ligado a dos elementos: el externo es su alineamiento con los Estados Unidos y el interno es la neutralización y posterior absorción del Peronismo.
El presidente de los Estados Unidos era Dwight D. Eisenhower (1) y su política exterior se basó en la Doctrina de Represalias Masivas, también conocida como Doctrina Eisenhower. Esta doctrina, implementada junto a John Foster Dulles e inscrita en el contexto de la Guerra Fría, ponía el énfasis en el uso disuasivo de las armas nucleares y en la intervención en cualquier conflicto y en cualquier parte del mundo donde se observara la influencia soviética. Esta Doctrina se comienza a aplicar cuando se realiza entre el 20 y el 23 de julio de 1956, la Primera Reunión de Presidentes de América (2) en Panamá, donde Eisenhower sostendrá que como ya no será posible en el futuro un conflicto armado entre los países latinoamericanos, las fuerzas convencionales (Ejército, Marina y Aviación) han perdido su razón de ser anterior, pero como el comunismo es el enemigo que tenemos en el continente, esas fuerzas deberán dedicarse en el futuro exclusivamente a combatirlo. Se fijó para dos años después (1958) una reunión de los Comandos Militares en San José de Costa Rica a fin de combinar planes y acciones continentales al efecto, se realiza la reunión prevista y, ¡qué casualidad! a renglón seguido, casi todos los países latinoamericanos caen en mano de dictaduras militares (3).
En 1959 se produce la revolución cubana y el ascenso de Fidel Castro, pero en 1961 no hay todavía una definición ideológica de la misma, a tal punto que Ernesto Guevara dirá en la reunión de cancilleres de Punta del Este en 1961: las revoluciones no son socialistas, las revoluciones son gritos de desesperación del pueblo, que toma las armas y resuelve el problema inmediato de una oligarquía, de un gobierno que lo está oprimiendo.
Volviendo a nuestro ídolo de barro, encuadra su formación académica estadounidense con la política que desea mostrar su hermano del el Gobierno de la Nación, puede mostrar a la principal universidad argentina con un rector que puede establecer una relación de simpatía con los Estados Unidos, y no me refiero a un cipayito barato, sino a alguien que conoce y se formó en el núcleo del pensamiento estadounidense.
Pero nuestro profesor por concurso y rector, lo es de una universidad donde se habían cesanteado a los profesores declarados "sospechosos" de adherir al Peronismo, pues quienes emergían del golpe de estado y usurpaban el poder constitucional habían promulgado el decreto 6403/55 y que no había sido derogado por Arturo Frondizi, que a las par de intervenir la universidad, sostenía en su artículo 32 inciso a: no serán admitidos para presentarse a concurso docente aquellos que hayan realizado actos positivos y ostensibles que prueben objetivamente la promoción de doctrinas totalitarias adversas a la dignidad del hombre libre y a la vigencia de las instituciones republicanas. En el inciso b decía: que no serán admitidos a concurso quienes en el desempeño de un cargo universitario, de funciones públicas o de cualquier otra actividad, hayan realizados actos positivos y ostensibles de solidaridad con la dictadura, que comprometan el concepto de independencia y dignidad de la cátedra. Y a esto llamaron excelencia.
El 12 de mayo de 1958, encabezados por Jorge Taiana, un grupo de docentes se dirigen por carta al presidente Arturo Frondizi planteando que la Universidad está siendo bastardeada por una camarilla antinacional que giraban en torno al plantel de la revista Imago Mundi (Francisco Romero, José Babini, Jorge Romero Brest, Alberto Salas, Roberto Giusti, Juan Mantovani, Norberto Rodríguez Bustamante, Juan C. Torchia Estrada, Luis Baudizzone y Mario Bunge).
Algunos ejemplos de la mentada excelencia y nivel científico los encontramos en Babini (4) y Rodríguez Bustamante (5), un doctor en todología y gnoqui profesional y el otro una suerte de "idóneo" del intelecto.
En la mencionada carta, a la que poca importancia le dieran el presidente y el rector, se sostiene que en la Universidad se han violado elementales normas éticas y de convivencia humana al despojar, sin forma alguna de juicio y sin posibilitar el ejercicio del sagrado derecho de defensa, de cátedras y cargos conquistados en concursos públicos y ajustados a positivas normas legales [...] El hecho de que fuera eliminado más del noventa por ciento del personal docente, y que después se abrieran concursos para cubrir las cátedras que así quedaran vacantes, y se estableciera a renglón seguido una inhabilitación para todos aquellos profesores que lo hubieran sido desde 1946 y permanecido en la Universidad en esa época, configura una descarada maniobra para apoderarse sin escrúpulos de esas cátedras. [...] En efecto, los profesores reemplazantes fueron elegidos en última instancia por comisiones asesoras, reclutadas entre personas de reconocida filiación ideológica antinacional, ciegamente inclinados a un innoble revanchismo, lo que las hacía incompetentes para poder seleccionar con ponderación a los futuros profesores por sus méritos científicos. Esta es la Universidad de la excelencia... en el atropello y la infamia.
Avancemos ahora sobre el terreno intelectual, porque también aquí hay gato encerrado. La Revista de Occidente publica en 1953 el libro Discurso del Método de René Descartes, traducción, estudio preliminar y notas de Risieri Frondizi, el cual es presentado como un eminente profesor especialista en dicho autor.
El solvente especialista en Descartes se había limitado prácticamente a calcar las notas de la edición francesa de Etienne Gilson (París, Vrin, 1925), publicada parcialmente en castellano (Buenos Aires, El Ateneo, 1945) y así lo denunció, formalmente por plagio, la Asociación de Egresados de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, acusación que se extendió también a otra publicación de Frondizi, la del Novum Organum de Francisco Bacon, por el "uso abusivo" de la Introducción y las notas de Thomas Fowler (Oxford at the Clarendon Press, 1889).
El Informe sobre la acusación de plagio contra el Rector Frondizi, cuya redacción fue encomendada al Dr. Enrique Vera Villalobos -miembro del Comité Ejecutivo- y publicado por la citada Asociación en 1959, en su sesión del día 7 de mayo de 1959 y aprobado por unanimidad en la sesión del día 16 de junio de 1959, sostiene que las imputaciones de plagio han procedido de diversas fuentes: a) Folleto mimeografiado anónimo, en el cual se transcriben en columnas paralelas varias notas de Risieri Frondizi y de Gilson, y una concordancia de 290 notas de uno y otro autor; b) una serie de notas publicadas en el semanario "Azul y Blanco", donde se glosa la información anterior; c) acusación de "deshonestidad intelectual" hecha contra el profesor Frondizi, en conferencia de prensa celebrada en Córdoba, por el ex-profesor de la Facultad de Derecho de Buenos Aires, Dr. Manuel V. Ordóñez, acusación que se publicó en el diario "Los Principios", de Córdoba, y "El Mundo", de la Capital Federal.
Fueron comparadas las dos obras en cuestión con el siguiente resultado: de las 351 notas que poseen la edición de Frondizi, se demostró que 293 de ellas han sido extraídas de la obra de Gilson. Algunas han sido reproducidas casi literalmente, conservando inclusive algunos giros característicos de la lengua francesa. Otras han sido resumidas de comentarios más extensos de Gilson. Otras, han sufrido retoques de forma o contienen agregados presumiblemente atribuibles a Frondizi. Sin embargo, su redacción produce en el lector la convicción de que todas las notas (salvo las que contienen indicación en sentido contrario) son producto de la investigación personal de Frondizi.
Confirma esta convicción la circunstancia de que en catorce notas Risieri Frondizi menciona explícitamente a Gilson. Los únicos datos concretos que aporta como originalidad son los siguientes: 1) definición de "parricidio" en el Diccionario de la Real Academia Española; 2) siglo en que vivió Lucio Junio Bruto, y años de nacimiento y muerte de Marco Junio Bruto; 3) referencia a los aforismos III, XI, XII y XIII del Novum Organum, de Bacon; 4) siglo en que vivió el matemático Pappus de Alejandría; 5) referencia a las "Lettres sur la morale", editadas por J. Chevalier, y a su traducción castellana publicada en Tucumán, Yerba Buena, 1945; 6) Año de publicación del "Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo", de Galileo; 7) años de nacimiento y muerte de Galileo, y fecha de su condena por el Santo Oficio; 8) fecha de publicación de] "Discurso" en francés, y año de publicación de su traducción italiana; 9) cita de la obra "Substancia y función en el problema del yo", por Risieri Frondizi.
También ha tomado Risieri Frondizi de Gilson todas las citas eruditas que aparecen en sus notas, incluso algunas tomadas de otras obras de Descartes y de traducciones españolas existentes, coinciden con las que hace Gilson. Un hermoso corte y pegue.
Como resultado del análisis comparativo realizado, la Asociación afirmó que Risieri Frondizi había cometido una gravísima falta al presentar como propio un trabajo que ha sido realizado casi totalmente por el profesor francés.
En 1974 se realiza una reedición que en realidad es una mera reimpresión literal (circunstancia que no se hace constar, por cierto) de la edición de 1953. Y a pesar de que más de veinte años transcurrieron de la primera y conflictiva edición, el "especialista más solvente" en cartesianismo, a juicio de la Revista de Occidente, no recogió en su estudio preliminar, o en sus notas, ni uno sólo de los trabajos producidos en tan largo lapso
Nuestro personaje jamás se rectificó de semejante hecho, tampoco escuchamos lo "¡qué barbaridad! ¡qué van a decir en el extranjero!" tan propios de nuestra tilinguería intelectual.





Notas:
(1)Su vicepresidente fue Richard Nixon y recibió el apoyo del ultraconservador senador Joseph McCarthy, presidente del Comité de Actividades Antiestadouidenses, quien afirmaba que la clase política demócrata estaba completamente infiltrada por agentes comunistas al servicio de la Unión Soviética.
(2) General Pedro E. Aramburu, Presidente provisional de Argentina; Doctor Hernán Siles Suazo, Presidente electo de Bolivia; Doctor Juscelino Kubitschek, Presidente del Brasil; Doctor José Figueres Ferrer, Presidente de Costa Rica; General Fulgencio Batista Zaldívar, Presidente de Cuba; General Carlos Ibáñez del Campo, Presidente de Chile; General Héctor B. Trujillo Molina, Presidente de la República Dominicana; Doctor José María Velasco Ibarra, Presidente de Ecuador; Coronel José María Lemus, Presidente de El Salvador; General Dwigth Eisenhower, Presidente de los Estados Unidos; Coronel Carlos Castillo Armas, Presidente de Guatemala; General Paúl E. Magloire, Presidente de Haití; Licenciado Adolfo Ruiz Cortines, Presidente de México; General Anastasio Somoza, Presidente de Nicaragua; Doctor Ricardo Arias Espinosa, Presidente de Panamá; General Alfredo Stroessner, Presidente de Paraguay; Doctor Manuel Prado, Presidente electo del Perú; Doctor Alberto F. Zubiría, Presidente del Consejo Nacional de Gobierno de Uruguay, y Coronel Marcos Pérez Jiménez, Presidente de Venezuela.
(3) La ingobernabilidad en Argentina a partir de 1955 estaba directamente ligada a la persecución del Peronismo y la resistencia que éste llevara adelante. En menos de cuatro años de presidencia Frondizi debe responder a 32 "planteos" militares hasta que es derrocado por un golpe de estado; el presidente electo en 1963 es derrocado en 1966 por el general Juan Carlos Onganía, el hombre que correspondía al espíritu de la reunión de san José de Costa Rica. Desde 1957, el Ejército argentino recibirá entrenamiento en guerra antisubversiva dada por oficiales del Ejército francés provenientes de Indochina y Argelia. En 1959, el desalojo del frigorífico Lisandro de la Torre ocupado por sus trabajadores en defensa de los puestos de trabajo se realiza según la doctrina de guerra aplicada por los franceses en la batalla de Argel.
(4) Babini ocupaban cargos en forma multifacético: miembro de la Comisión de Enseñanza del Consejo Superior (UBA), Vicepresidente del Consejo de Intercambio Cultural Argentino Israelí; miembro de la Comisión Nacional para el Año Geofísico Internacional 1957-1958; Rector Organizador de la Universidad Nacional del Nordeste; profesor de Filosofía de la Ciencia (UNLP); Director General de Cultura de la Nación y miembro del Directorio del CONICET, y en calidad de tal fue durante años miembro de la Comisión asesora de Ciencias Antropológicas e Históricas, la de Ciencias Sociales, la de Ciencias Económicas y Jurídicas y finalmente, la de Filosofía, Psicología, Filología y Ciencias de la Educación.
(5) Rodríguez Bustamante fue profesor y Jefe de departamento de Filosofía y Psicología en el Colegio Nacional Buenos Aires (UBA) a pesar de carecer de título universitario, lo cual había sido denunciado en el diario La Capital (Rosario) el 8 de mayo de 1957.

Pegándole una Pigna a la historia

Por Alfredo Mason

Una de las necesidades que posee la ideología neoliberal para llevar adelante su proyecto de globalización es transformar la concepción del tiempo que habla de un pasado, presente y futuro en un presente instantáneo. El pasado por la tradición y el futuro por los proyectos, son capaces de generar conductas y hábitos que chocan ideológicamente con la «filosofía social» de ese neoliberalismo, a la cual conocemos como «consumismo».

Respecto del pasado, dos son los caminos que lleva adelante esta obra de verdadera aculturalización: una es asentar como verdad indiscutida que todo lo que signifique alusión al pasado debe ser eliminado, porque lo importante es lo que estamos haciendo a partir de ahora. Viejo concepto que trae la Ilustración que niega lo anterior por considerarlo un pre-juicio.

Claro, pero la vida no es como aquellos viejos cines de barrio que con el «continuado» permitían que la película empezara cuando uno llegaba. Entonces el neoliberalismo intenta el segundo camino, encargándose de mostrar una imagen falsa o cuando menos mañosa del pasado para dejar en un mismo lodo, todo manoseao.

Para hacer eso es necesario contar con «historiadores» ad hoc con cierta especialidad mediática o divulgadores de falsedades, discípulos de Silvano Santander.

Vamos a enviar a "El Escarmiento", una serie de notas donde hablaremos de las piñas que le han dado a la historia para ir "formando" una joven generación ignorante de la verdad, por supuesto que los neoliberales no conocen la sentencia de von Salomon: "...la verdad siempre toma venganza".

Perón era nazi

Un miserable mentiroso llamado Silvano Santander escribió un panfleto denominado Técnica de una traición: Juan D. Perón y Eva Duarte agentes del nazismo en la Argentina (Buenos Aires, Antygua, 1955) cuyo prólogo para la edición argentina (la original se hace en Uruguay) la firma a bordo del acorazado 9 de julio que ha participado del golpe de estado de 1955 (pura basura). A esta patraña escrita por un antiguo colaborador de Spuille Braden (a quien lo presentó Vittorio Codovila) o sea, un «garca paladar negro», lo destruyó en primer lugar, junto a sus documentos trucados la Comisión Investigadora de Actividades Antinacionales del Uruguay por no presentar, precisamente, documento alguno; luego el Tribunal Superior de Honor del Ejército Argentino con su fallo de 1956, finalmente Enrique Díaz Araujo reúne todos los datos de la mentira (La conspiración del '43, Buenos Aires, La Bastilla, 1971).

Pero dejó cría. Así surge Uki Goñi & asociados (Engañi), quien sostiene que el gobierno de Perón facilitó de varias maneras, pero sobre todo enviando agentes a Europa, el traslado a la Argentina de nazis. El principal encargado habría sido un ex capitán de la SS (Sturmbannführer) Carlos Fuldner, argentino de nacimiento cuya familia había vuelto a Alemania en la década del treinta. Este, después de la guerra, escapa a Madrid y habría organizado la primera red de escape a la Argentina. Una verdadera novela, pues en primer lugar, los nazis declarados que venían a la Argentina -porque muchos otros fueron a los Estados Unidos- lo hacían con pasaportes de la Cruz Roja otorgados en Italia y muy pocos provienen de España.

Sigamos con Engañi, según el cual, Perón, tenía una simpatía natural (¿?) por el nazismo, el fascismo y los oficiales del Ejército alemán, a su vez, señala el hecho que éste dijo que consideraba que los juicios de Nüremberg eran una infamia. También Engañi hace ver que Perón quería traer a Argentina a científicos y técnicos alemanes, y con ellos una gran cantidad de criminales de guerra como Adolf Eichmann y Josef Mengele, que también entraron al país disfrazados de técnicos. Hasta aquí las acusaciones.

Pero como dijo un león herbívoro: la única verdad es la realidad, y así encontramos a quien de niño entró al país en aquella época, su nombre es Rubén Ezra Beraja -ex-presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA)- afirma que debemos reconocer que el general Juan Domingo Perón en todo momento mantuvo una muy buena relación con la comunidad judía y no se lo puede acusar de anti-semita [...] Argentina fue la segunda Nación latinoamericana -la primera fue Uruguay- que reconoció el estado de Israel (El Cronista, 9.12.1992 p.12-13).

En 1946, por primera vez en la historia argentina se conceden días libres a los soldados conscriptos de confesión judía para que puedan celebrar sus fiestas religiosas. Al año siguiente, se instituye la primera Feria del Libro Judío. Durante mucho tiempo hubo colonos israelíes en algún kibutz de Israel que no pasaba frío gracias a las frazadas con el sello de la Fundación Eva Perón, enviadas en 1948, cuando Argentina reconoció la soberanía del Estado israelí. Tanto es así, que en 1951, Golda Meir visita Buenos Aires para agradecerle a Eva Perón la labor realizada en favor de su país.

Personas de confesión religiosa judía ocuparon lugares de importancia tanto en el Gobierno como el Movimiento Peronista, tal el caso de Miguel Angel Borlenghi, ministro del Interior; Abraham Karislavin sub-secretario del Ministerio del Interior; León Rabovitch es nombrado juez; Pablo Mangel será el primer embajador argentino en Israel; el rabino Amran Blum es designado catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA), y asesor presidencial en temas religiosos; la Constitución de 1949, incluyó una condena a la discriminación racial y religiosa. En ese mismo año, Eva Perón pronunció un discurso en el que afirmaba que quienes propiciaban el antisemitismo en la Argentina eran los nefastos representantes de la oligarquía. El jefe de prensa del gobierno peronista, Raúl Apold, era de confesión judía; en el diario "La Prensa" del período cegetista (1952-1955) colaboran intelectuales de origen judío como César Tiempo, Eduardo Koremblit, León Benarós y Julia Prilutzky Farny que carecían de militancia política. Y algo aún más anecdótico: el relator deportivo Luis Elías Sojit, amigo personal de Perón y Evita, que populariza la frase: "hoy es un día peronista", también era judío. El politólogo israelí Ranaan Rein sostiene que Perón era demasiado perspicaz para caer en el antisemitismo. (La Nación 22.02.2006).

La aseveración sobre los juicios de Nüremberg provienen de un texto que no firmara Perón, sino los periodistas Luca de Tena, Esteban Peicovich y Luis Calvo, quienes han escuchado unas grabaciones realizadas por Perón y las editan bajo el nombre Yo, Juan Domingo Perón. Relato autobiográfico (Barcelona. Planeta. 1981). De cualquier manera, las voces críticas sobre esos juicios tienen diversas voces: uno de los autores más cáustico con estos juicios es el inglés F. J. P. Veale, quien llegó a afirmar que en 1945 los pueblos de Europa que se encontraban en el bando de los vencedores volvieron de pronto a sus costumbres de piedra. A esas críticas se suman los nombres de Hannah Arendt, Bert Röling, Hedley Bull y Hans Kelsen, y a ninguno de ellos se los puede tratar de filonazismo.

Arendt, que era judío-alemana, dice que considera extremadamente débiles las motivaciones adoptadas por los países vencedores para justificar los poderes jurisdiccionales que le atribuyeron al Tribunal de Nüremberg; el holandés Röling -que fue miembro del Tribunal de Tokio, versión asiática de Nüremberg- sostuvo con firmeza que la finalidad de ambos procesos no fue la de hacer justicia, sino que éstos habían sido utilizados intencionalmente por los vencedores con fines propagandísticos y para ocultar sus propios crímenes. Para el inglés Bull, esos juicios cumplían la arcaica función sacrificial; para el austriaco Kelsen el proceso y la sentencia no podían tener el valor de un antecedente judicial por expresar solo la voluntad del vencedor. A ello se suma el italiano Danilo Zolo quien sostiene que aun a un dictador lo debe juzgar su propio pueblo. Con esto demostramos que desde el punto de vista académico y jurídico, la crítica al juicio de Nüremberg -como al de Tokio- no es factible de relacionarla causalmente con una posición, como dijo Jauretche irónicamente, nazi-facho-nipo-falangista (Cf.: Zolo, Danilo, "La justicia de los vencedores", Buenos Aires, 2007, Edhasa).

Respecto de los científicos que llegaran a Argentina -como a los Estados Unidos, donde nació Engañi- efectivamente desarrollaron la industria aeronáutica construyendo el Pulqui I y II, aviones a reacción de construcción y tecnología nacional dirigidos por el ingeniero alemán Kurt Tank, al igual que locomotoras que se producían en Córdoba. A ello se le suma la planta experimental de generación de energía atómica montada en la isla Huemul, bajo la dirección de Ronald Richter que culminará con la inauguración del primer reactor totalmente nacional en 1955. (Mariscotti, Mario, "El secreto atómico de Huemul", Buenos Aires, 2004, Ed. Sigma).

La presencia de Mengele en Argentina es algo a demostrar. De cualquier manera, sostener cierta afinidad del peronismo o de la persona de Perón con el nazi-fascismo ha sido negada por especialistas (citando solo textos en castellano) como De Felice, Renzo "Entrevista sobre el Fascismo" (con Michael A. Ledeen), Buenos Aires,1979, Ed. Sudamericana; Rein, Raanan, "Peronismo, populismo y política". Buenos Aires, 1998, Editorial de Belgrano; Newton, Ronald C., "El cuarto lado del triángulo", Buenos Aires, 1995, Ed.Sudamericana. Respecto de la apreciación de Perón acerca los judíos remitimos a "El pensamiento de Perón sobre el pueblo judío", Buenos Aires, 1954, DAIA (ver el texto completo en la página web del Proyecto Gutenberg Ambas Américas: www.ambasamericas.net); Carta a María de la Cruz del 20 de abril de 1956 (Cartas del Exilio, p.109); Carta a Noé Davidovich del 21 de febrero de 1972 (Correspondencia I p.250-251).

Finalmente, el propio Perón sostiene en carta a la chilena María de la Cruz: "...no hay que olvidar que las fronteras pueden ser para los países pero que jamás los países deben ser para las fronteras [...] entre las creaciones del capitalismo internacional ha inventado, las fronteras son un elemento destinado a tener separados a los pueblos para explotarlos mejor [...] El verdadero patriotismo es el amor a los hermanos, a la comunidad [.] merced a su sentido de solidaridad y justicia. Ese amor a la comunidad no es excluyente ni es negativo [...] El sentido geográfico del patriotismo es un sentido humanísticamente negativo, porque separa con el odio a las comunidades más afines [...] Los judíos, sin una Patria geográfica, en lucha a través de cuatro mil años, han mantenido el sentido universal de su comunidad solidaria y así han podido resistir, no solo a la acción destructora del tiempo, sino también a sus numerosos enemigos que pretendieron destruirlos y aniquilarlos. Es un ejemplo de lo que pueden las verdaderas formas sobre las fuerzas y formas ficticias de la organización..." (Cartas del Exilio. Buenos Aires. Legasa. 1991 p.108-109).

Como vemos, aunque lo quieran ligar a alemanes, son cuentos chinos.

Perón y la represión a los indios

Hace algunos días, en el canal Encuentro (canal 5 de Cablevisión y Multicanal; 15 de Telecentro), emisora del Ministerio de Educación cuyos contenidos están orientados a un público joven, se difundió un programa donde se planteaba la represión que en 1946 se había llevado adelante contra los indios, durante el gobierno de Perón.

Los hechos que se relatan se inician el 15 de mayo de 1946, veinte días antes de la asunción presidencial de Perón, un grupo de aborígenes salieron de los departamentos jujeños de Cochinoca y Tumbayas, y de las cercanías de Orán en Salta. En los días siguientes se pusieron en marcha las columnas provenientes de otras haciendas lindantes con Orán, de Iruya y de Varas de Palca de Esparzo, sumando 174 integrantes del que se denominará Malón de la Paz. La idea era arribar a Buenos Aires en simultáneo con la asunción de Perón o al menos para participar del desfile del 9 de julio.

Las principales radios transmiten en cadena. Han pasado casi tres meses y han atravesado dos mil kilómetros a pie. Es un momento de euforia pues ya están en Buenos Aires.

Es un día de sol, claro y peronista, y en la plaza, la gente viva a los indios y al general Perón, quien ha aparecido en el balcón y los saluda. Tras un improvisado desfile al ritmo de erkes, charangos, sikus y quenas, un mensajero surge desde la Casa Rosada pidiendo la presencia de la representación indígena. Una pequeña comitiva entra. Los funcionarios seleccionan a dos mujeres y a un hombre collas y los llevan al balcón. Es un momento único, el Malón tocaba el cielo con las manos. La primera vez que la principal autoridad política recibe y se abraza en público con indios.

El contingente que bajó del norte es hospedado en el Hotel de Inmigrantes, donde son atendidos correctamente y donde se les asigna un pabellón. Llevan veintitrés días en Buenos Aires. De pronto, el gobierno comienza a cercenar el ingreso de intermediarios al Hotel de Inmigrantes. El miércoles 28 de agosto, funcionarios del gobierno les comunican que deben alistar sus pertrechos porque serán trasladados a otro lugar. En principio, se niegan, pero finalmente aceptan. Son trasladados a la estación Retiro y cuando llegan descubren que hay un tren con sus caballos, carros y mulas alistados para partir y devolverlos a la Puna. Hay forcejeos, empujones y golpes. Para evitar un tumulto en la estación, los mandan de vuelta al Hotel. Los aborígenes hacen gestiones frenéticas para contactar al mismísimo Perón y no son atendidos. En la madrugada, tropas de asalto al mando del general Velazco ocupan el Hotel de Inmigrantes, irrumpen en los dormitorios y comienzan a sacarlos a la rastra, golpeados y empujados escaleras abajo. Afuera, en una vía secundaria del puerto estaban los dos vagones, lejos de los andenes de Retiro, para evitar el escándalo y para mandarlos de vuelta, sin escalas, a la Puna. Hasta aquí lo que se relata, aunque de lo único que hay testimonios e imágenes es de la primera parte, de la recepción.

Lo primero que llama la atención, es que un hombre que se jactaba de tener sangre de indios, que escribiera la Toponimia Patagónica de etimología araucana (ver el texto completo en la página web del Proyecto Gutenberg Ambas Américas: www.ambasamericas.net) y que fuera el artífice de que los indios obtuvieran su libreta de enrolamiento, o sea, que no solo tuvieran existencia legal sino que se incorporaran a la ciudadanía, pudiera ordenar su represión arbitraria.

Lo que no nos cuenta Encuentro es el final de la verdadera historia. Ahí va el relato que nos trae Adriana Kindgard -una investigadora del CONICET y la Universidad Nacional de Jujuy- que publica en un libro colectivo: La invención del peronismo en el interior del país, cuyos editores son Darío Macor y César Tcach (nada que ver con peronistas fanáticos) en Rosario, Universidad Nacional del Litoral, 2003.

En Jujuy el peronismo se nutre en su conformación de diversas corrientes -como en todas partes- pero del tronco yrigoyenista proviene Miguel A. Tanco, el cual es electo el 24 de febrero de 1946 senador nacional por su provincia, con los votos mayoritarios de los departamentos de la Quebrada, la Puna y San Salvador de Jujuy, digámoslo sin ambages era el pobrerío que lo sostenía. Sensible a la necesidad de Justicia Social que contemplaba en su gente y a la proclamada por Perón, presentará el 7 de agosto de 1947 en el Senado un proyecto de ley de Expropiación de terrenos de la provincia de Jujuy que pertenecieron a los aborígenes (Diario de Sesiones, tomo I, 7.8.1947), aprobada la ley y adelantándose al decreto regulatorio que se promulgara en 1949, el gobierno de la provincia ya había dispuesto destinar una partida de 500.000 pesos para iniciar los trámites de expropiación (exp. 4005/48).

Esta historia termina con la expropiación de 2.000.000 (dos millones) de hectáreas que son devueltas a los collas de Jujuy, pero como lo hicieron peronistas como Tanco, para los «progre» no tiene validez. Importa más falsear la historia. Para nosotros, que contamos «la otra historia», compañeros como Miguel A. Tanco son los ejemplos que podemos transmitir a nuestros jóvenes para mostrarles que si una vez se pudo fue con el trabajo y esfuerzo sostenido. no por soñar con utopías, para que sepan que la Argentina que ellos quieran podrá ser realidad efectiva con una voluntad férrea y un objetivo claro

Aforismos

por Ignacio B. Anzoátegui







(pido disculpas por no poder citar la fuente, lo tenía guardado como documento de texto)
Francois Villon
El poeta que no bebe es un repugnante infiltrado
Barrabás
Indiscutiblemente, la peor de las formas de gobierno es la democracia. Baste recordar que la primera elección democrática de la era cristiana fue ganada por Barrabás.
Nobel
El máximo dinamitero de Europa fue quien instituyó el Premio de la Paz. Tuvo, sí, un ilustre precursor: aquel filántropo que hizo un hospital para pobres, pero primero hizo los pobres.
G. K. Chesterton
Chesterton no es sino el maestro de ceremonias de Adán, el que le pone en contacto con nosotros. Porque Adán siempre fue un poco tímido.
Greta Garbo
Indiscutiblemente, hay días en que Dios se esmera.
Platón
Sin duda, para ser filósofo -para bienamar al saber- hay que ser filósofo-poeta. El filósofo a secas es un triste aspirante a sabio: una mezcla de abstemio y vegetariano, un enfermo mental del hígado. Platón (casi un cristiano, casi más cristiano que muchos cristianos) empresario y consumado juglar de la Verdad, sabía emborracharse con vino de misa.
Velázquez
Nada menos que un caballero más, a quien Dios otorgó el don de la más pura aristocracia, que es la aristocracia sin el barro del mando y con la limpidez del señorío. Alguien que, cuando tuvo que pintar a Cristo muerto en cruz, pintó no a la Persona maltratada, sino a Alguien a quien llamamos orgullosamente Nuestro Señor por aquello que tiene de divina y comunicativa proceridad.
Rockefeller
La riqueza que no nace de la tierra es riqueza malparida: hija de esa inseminación artificial que ha recibido el nombre de Comercio, y que permite a las tías machorras llegar a parturientas sin pasar por el divertido trance de la cama.
Trotzky
Un Savonarola del marxismo.
Eric el Rojo
Dicen por ahí que los primeros descubridores de América fueron los escandinavos. Suponiendo que eso no fuera cierto, y que el primer descubridor hubiera sido Colón, me parece que América fue descubierta antes de tiempo. No estaba madura para el parto. Y nos hubiéramos evitado a Norteamérica, que es una gran nación sietemesina.
Mozart
Niño prodigio puede serlo cualquiera. La gracia es seguir siendo prodigio y niño.
Nanouk
Dicen los etnólogos que el beso entre los esquimales consiste en frotarse las puntas de la nariz. O los esquimales son idiotas, o eso es un beso inventado para la exportación folklórica.
Judith
Meterse en la cama con un hombre para terminar de emborracharle y luego segarle la cabeza y mandarle al Infierno, es uno de esos episodios que no entendemos del todo los cristianos y que, en consecuencia, nos invitan a desancosejar a nuestros hijos la lectura del Antiguo Testamento.
Eva
Prefiero descender de Eva, que era una criatura perfecta, a descender de una ameba, que es un bicho asqueroso y plebeyo.
Cardenal Newman
Hay más fiesta en el cielo por un inglés que se convierte que por cien irlandeses que hacen penitencia.
Los siete sabios de Grecia
Los helenos, que algo entendía de belleza, le dieron a la sabiduría el nombre más bonito de su lengua : "sophía". Porque para saber, es menester saber bellamente: lo demás es física nuclear y economía política y perfeccionamiento de artefactos sanitarios.
José de San Martín
La gloria del Libertador reside, más que en sus acciones guerreras, en su silencio, en su majestuosa timidez frente al triunfo.
Aquiles
El hombre que no tiene siquiera un talón no es un hombre; es un miserable, a quien le está negado el mejor de los consuelos, que es el beneficio de la Penitencia.
G.B.Shaw
Se puede ser vegetariano por capricho personal. Lo que no se puede hacer es afiliarse a la secta de los vegetarianos. Salvo que uno se introduzca en ella como espía, que sospecho que es lo que ocurrió con Shaw.
Pitágoras
Dejar a la posteridad un teorema es dejarle un madrigal.
Stradivarius
El violín - el más femenino de los instrumentos musicales - sólo puede ser tocado por un hombre.
La Venus de Milo
¿Alguna vez tuvo brazos la Venus de Milo? ¿Alguna vez tuvo brazos para abrazar y ser abrazada ? Hay que desconfiar de la excesiva perfección del mármol. ¿No será la Venus de Milo una broma realizada en serio por los barbudos conservadores del Louvre ?
San Gabriel
Cuando un ángel se aparece a alguien y le dice "No temas", es que va a ocurrir algo grave en el mundo.
Baudelaire
Un poeta que se casa con una cocinera mulata sabe lo que hace. Sabe que se casa con Afrodita y que no tiene que dar explicaciones. Por supuesto que para eso es menester ser poeta. Estar, no a la altura de las circunstancias, sino sobrevolando las circunstancias, hallando la poesía en el sobrevuelo.
El Barbero de Sevilla
El mundo se perdió desde que los peluqueros no hablan y las mucamas no cantan mientras tienden las camas. Es este el verdadero triunfo de Marx: el de incomunicar a las clases; el de interponer entre ellas la tristeza del silencio, la desconfianza de decir o de cantar algo que no se pueda decir o cantar, el horror a compartir con quien nos habla una noticia hablada o una alegría cantada.
Juliano el Apóstata
Apostatar de la propia fe - que es el más gratuito regalo de Dios- es un pecado de desolación de sí. No es el "Non serviam" que gritó el Demonio, sino el "No sirvo"que musita el menguado moribundo (Y el Angel de la Guarda le dice al oído : "Sí, sirves. Levántate y toma la camilla y echa a andar").
Confucio
Toda religión está relacionada con la Política, que es la ciencia de procurar al hombre un anticipo de Cielo en la Tierra. Por eso, toda política que ignora a la religión está destinada al fracaso.
Benvenuto Cellini
El mármol es, sin duda, uno de los más nobles y puros elementos de la Creación. ¿Puede alguien imaginar a Cellini tallando su Perseo en fórmica? Yo creo que en el tumulto del Sinaí, a Moisés se le traspapeló el XI mandamiento: "No formicar"
Millet
Romanticismos aparte, escuelas pictóricas aparte, inclusive si se quiere el arte aparte, el "Angelus" sigue conmoviendo a toda alma bien nacida y bien criada. A toda alma que recuerda, en estado de égloga, haber oído alguna vez aquello de "El ángel del Señor anunció a María", que es el fragmento más perfecto del plan divino, el más fino de los pasos de la procesión humana, donde el aire se detiene para escuchar sólo el diálogo del Angel y la Doncella Todograciosa.
Zola
Tengo el honor de no haber leído jamás una sola línea de Emilio Zola. Y además, tengo la suficiente serenidad de juicio para excecrarlo.
Mao
Piensen lo que quieran los eternos sostenedores del progreso indefinido, el hombre recae siempre en la idolatría; porque el ídolo tiene categoría de necesidad: necesidad de lealtad a alguien, de matar o hacerse matar por alguien.
Hipotenusa
Dicen que la hipotenusa es el lado más largo de un triángulo. Para mí, desde que oí esa palabra, nunca fue sino el nombre de una bellísima reina de las Amazonas.
Hemingway
Más que un apellido, "Hemingway" parece la irrefrenable puteada de un inglés al que le han pisado el pie.
Charles Peguy
Un francés con alma aparte
Sartre
Se puede ser bizco en privado, pero no en público. Y jamás en el fuero interno, sobre todo cuando se tiene la tentación de invadir el fuero externo. Con su mirada de polilla, Sartre ha apolillado a Occidente. O a eso que los papanatas siguen llamando Occidente, entretanto esperan que la cristiandad sea salvada por alguna providencial Sociedad de Damas Amantes de la Música y las Buenas Costumbres. (Los ángeles se agolpan en los balcones del cielo para ver el final).
Alfonso el Sabio
Un rey estrellero no podía faltarle a España. Como no podía faltarle un José Antonio que siglos más tarde dijera: "El camino más corto entre dos puntos es el que pasa por las estrellas".
Herodes
¿Quién nos dice que el rey Herodes no tenía ideas propias sobre el problema del control de la natalidad?
Neruda
Moscas de panza verde, telarañas, abortos, ratas destripadas por ratas, sapos a medio asesinar, remolachas violadas. Eso es la náusea, no es poesía. La verdadera poesía es la que procura rescatar el Paraíso Terrenal ( flor a flor y arroyo a arroyo y fruto a fruto y animal a animal) adiestrándole para el Paraíso.
Hamurabi
Primer legislador de la primera civilización conocida, ordenó en su Código que en caso de que el derrumbamiento de una pared ocasionara la muerte de un hombre fuera decapitado el hijo del arquitecto que la levantó. De ahí la solidez de las antiguas construcciones.
Cristina de Suecia
Hay dignísimos eufemismos, como ese de llamar "mujer de gran temperamento" a la mujer de gran temperatura.

jueves, 24 de abril de 2014

San Martín: relatos de sus contemporáneos

Por José Luis Busaniche
Entre los contemporáneos de San Martín que comentaron su acción libertadora y dieron las primeras noticias biográficas del prócer, se cuenta el general Guillermo Miller, inglés, (1798 1861) que ingresó como oficial de artillería en el ejército de los Andes (1817) e hizo las campañas de Chile y el Perú. En sus MEMORIAS, refiere en estos términos la primera etapa de la vida pública de San Martín hasta su llegada a Buenos Aires en 1812.
"Con José de San Martín nació el año 1778 en Yapeyú, uno de los pueblos de las Misiones del Paraguay, de las cuales era gobernador su padre, en aquella época. A la edad de ocho años fue llevado a España por su familia, y destinándolo para la carrera militar, entró en el seminario de nobles de Madrid. San Martín tomó parte en la guerra de la Península, y fue edecán del general Solano, marqués del Socorro, gobernador de Cádiz. Cuando aquel general pereció al furor del populacho, San Martín se escapó difícilmente de ser asesinado, respecto que al primer momento lo equivocaron con el marqués, a quien efectivamente se parecía mucho. . "San Martín se distinguió en la batalla de Bailén, de tal modo, que se atrajo la atención del general Castaños y su nombre fue honrosamente citado en los partes de aquella batalla memorable. Ascendido al grado de teniente coronel, siguió haciendo la guerra a las órdenes del marqués de la Romana y del general Coupigny; pero, habiéndose levantado el grito de libertad en su país nativo, no pudo ser indiferente a tan sagrada invocación. Sin tener más que una vaga idea del verdadero estado de la lucha en América, resolvió marchar a serla tan útil como pudiera; y por la bondadosa interposición de sir Carlos Stuart, en el día Lord Stuart de Rothesay, obtuvo un pasaporte y se embarcó para Inglaterra, donde permaneció poco tiempo. San Martín recibió de la bondadosa amistad de Lord MacDuff, actualmente conde de Fife, cartas de introducción y de crédito; y aunque San Martín no hizo uso de las últimas, habla de esta muestra de generosidad de su amigo respetable en términos de la mayor gratitud. (Lord MacDuff fue uno de los primeros ingleses que tomaron parte en la guerra de la independencia española. Hallándose en Viena en 1808, y sabiendo los primeros acontecimientos de la Península, marchó inmediatamente a Trieste, donde se embarcó para España, y se halló en diferentes batallas y acciones durante aquella lucha sangrienta y dilatada. Lord Macduff fue herido gravemente y por su distinguida bizarría fue hecho general al servicio español y condecorado con la Orden militar de San Fernando. Después de su regreso a Inglaterra, Su Majestad Británica se ha servido hacerle par de Inglaterra y le ha conferido el empleo (Lord of the bedchamber, es decir, Señor de la Cámara lo mismo que Sumiller de Cámara), Lord teniente del condado de Banff; y le ha conferido la Gran Cruz militar de Hannover, y la Orden Escocesa del Thistle. La amistad formada en España entre San Martín y el conde de Fife continúa hasta el día sin la menor disminución del mutuo respeto y recíproca consideración y aprecio que la produjo.)
"San Martín se embarcó en el buque George Canning en el Támesis, y dio la vela para el Río de la Plata. Poco después de su llegada a Buenos Aires, se casó con doña Remedios Escalada, hija de una de las familias más distinguidas de aquella ciudad. Habiendo San Martín establecido su crédito de un modo honroso en las orillas del río Paraná, y adquirido la confianza de los argentinos, ascendió a mandos importantes." Guillermo Miller

El pensamiento revolucionario de Francisco, el Papa compañero


 

Por Daniel Di Giacinti



Asombra Francisco con su nueva Encíclica, al realizar un llamado ferviente a todos los cristianos a la lucha militante por el bien común y la paz social. Una convocatoria que incluye una serie de contundentes denuncias sobre la injusticia social de un sistema económico decadente y egoísta.


“....La necesidad de resolver las causas estructurales de la pobreza no puede esperar, no sólo por una exigencia pragmática de obtener resultados y de ordenar la sociedad, sino para sanarla de una enfermedad que la vuelve frágil e indigna y que sólo podrá llevarla a nuevas crisis. Los planes asistenciales, que atienden ciertas urgencias, sólo deberían pensarse como respuestas pasajeras. Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas del mundo y en definitiva ningún problema....”


Advierte también sobre los peligros de intentar sofocar estas claras injusticias del sistema con artilugios políticos que diluyan el problema de los excluidos quitándole dramatismo a la grave situación social.


“…La paz social no puede entenderse como un irenismo o como una mera ausencia de violencia lograda por la imposición de un sector sobre los otros. También sería una falsa paz aquella que sirva como excusa para justificar una organización social que silencie o tranquilice a los más pobres, de manera que aquellos que gozan de los mayores beneficios puedan sostener su estilo de vida sin sobresaltos mientras los demás sobreviven como pueden. Las reivindicaciones sociales, que tienen que ver con la distribución del ingreso, la inclusión social de los pobres y los derechos humanos, no pueden ser sofocadas con el pretexto de construir un consenso de escritorio o una efímera paz para una minoría feliz. La dignidad de la persona humana y el bien común están por encima de la tranquilidad de algunos que no quieren renunciar a sus privilegios. Cuando estos valores se ven afectados, es necesaria una voz profética…”(Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium; Pag. 169)


Sin embargo no se queda solamente en una denuncia y condena, sino que brinda herramientas concretas para organizar una acción transformadora para resolver la injusticia social. Y es en ese camino donde comienza a vislumbrarse una unidad conceptual con el peronismo.

“…En cada nación, los habitantes desarrollan la dimensión social de sus vidas configurándose como ciudadanos responsables en el seno de un pueblo, no como masa arrastrada por las fuerzas dominantes…” (E A E G; Pag. 170)

Esta diferenciación entre pueblo y masa se une con la concepción sociológica peronista, y es importante profundizar las características de ambos conceptos para poder comprender mejor el sentido de la propuesta Papal:

“…La masa se presenta allí donde se produce la absorción de la personalidad individual, allí donde el hombre pierde el dominio de sus actos y un sentimiento contagioso, pegadizo “amasa” a los individuos, uniformándolos hasta convertirlos en algo homogéneo, carente de toda personalidad.
Cuando un hombre se encuentra en la situación de ser un elemento integrante de una masa, sufre un proceso de anulación de toda su personalidad y entonces adquiere el valor de un mero número, reemplazable por cualquier otro nombre. Ese elemento de fisonomía difusa que es el individuo dentro de la masa, no es, por cierto, el hombre que realiza plenamente su personalidad dentro de la vida comunitaria.
La presencia de las masas inorgánicas ha sido deseada por el liberalismo y el colectivismo, porque se impedía así la formación del Pueblo, unidad social consciente de sus derechos y de sus destinos...” (Sociología Peronista, Juan Perón)

Continúa la Encíclica marcando las diferencias de compromiso y participación entre la masa y un Pueblo:

“…Recordemos que « el ser ciudadano fiel es una virtud y la participación en la vida política es una obligación moral ». Pero convertirse en pueblo es todavía más, y requiere un proceso constante en el cual cada nueva generación se ve involucrada. Es un trabajo lento y arduo que exige querer integrarse y aprender a hacerlo hasta desarrollar una cultura del encuentro en una pluriforme armonía…” (E A E G; Pag. 170)

Este trabajo lento y arduo que plantea Francisco esta perfectamente establecido en la Doctrina Peronista. Para ello es necesario transformar las formas participativas del liberalismo que anula la acción social del ciudadano dejando la creación de las acciones políticas exclusivamente en “los profesionales de la política” -es decir los dirigentes tradicionales y sus partidos- y abrirlas a la Comunidad, organizándola para permitir una acción solidaria común. Es decir, lograr la maduración colectiva en esa acción solidaria que iría desarrollando distintos grados crecientes de compromiso social.


“…La Revolución Peronista cambia el rumbo de la evolución social de la comunidad argentina e inicia la marcha hacia la formación de la Comunidad Organizada a través de la conquista sucesiva de cuatro etapas: Cultura social; Conciencia social; solidaridad social; Unidad Nacional.
El camino a recorrer, alcanzando objetivo tras objetivo, escalonaría perfectamente bien el sentido de esa solidaridad. Primero, despertar en las masas populares una conciencia social, incrementarla y darle una mística personal hasta convertirla en solidaridad social, que ha de terminar en una solidaridad nacional, única solidaridad a través de la cual podemos llegar a la verdadera unidad nacional”. (Sociología Peronista, Juan Perón)

“Desarrollar una cultura del encuentro en una pluriforme armonía…” plantea Francisco, con lo cual obliga a repensar las instituciones políticas que permitan promover esa acción social participativa. El peronismo se encuentra en perfecta armonía con ese pensamiento cuando reafirma sus convicciones respecto de la democracia social.

“El hombre en el ámbito social peronista encuentra su real ubicación, porque en ella no se toma al hombre aislado como la unidad absoluta del individualismo, ni como la parte indivisible del colectivismo, sino como una unidad independiente (libre) y a la vez subordinada (responsable). Es libre en cuanto posee un fin propio cuya realización aspira por su propia naturaleza y es responsable en cuanto a la consecución de aquel, sólo es factible a través de la realización de los fines específicos de las comunidades que integra. (Sociología Peronista, Juan Perón)

La historia del peronismo es la historia de intentar poner en marcha este nuevo concepto de ciudadano, un nuevo hombre congruente con las nuevas potencialidades que una extraordinaria revolución cultural hoy permite. Un hombre con una cantidad de información y canales participativos a su disposición que no encuentra la forma de traducirlos en una acción social hacia su comunidad porque el sistema de representación política en la cual convive no se lo permite.

La revolución peronista pese a sus intentos no pudo romper con la institucionalidad liberal, por eso se burocratizó y se detuvo. Si bien contaba con los estamentos populares dispuestos para la proeza, los dirigentes, -la oposición y también los propios- no comprendieron el llamado del Líder para transformar un democracia liberal, formal y corporativa en una democracia social, popular y participativa. Por eso es tan importante analizar la propuesta organizativa de Francisco, porque nos ayudará a tener una mirada retrospectiva sobre nuestra propia historia como Movimiento Nacional de Liberación e intentar analizar los porque de nuestras limitaciones Institucionales.

El peronismo intentó poner en marcha un proceso de Autodeterminación política, promoviendo la organización de la comunidad para permitirle en una acción creativa colectiva definir su propia identidad cultural.

Para ello debió primero promover un proceso de dignificación social para recuperar un pueblo cosificado por la explotación capitalista. Luego intentó organizarlo políticamente brindándole herramientas y formando dirigentes capaces de ordenar esa transformación colectiva. El primer intento fue en el lanzamiento del Segundo Plan Quinquenal en 1952 cuando propugnó las Organizaciones Libres del Pueblo para que conjuntamente con el Estado el ciudadano pudiera participar en la elaboración de los proyectos llevados adelante por el Poder ejecutivo. Luego lo intentó nuevamente en 1973 con el llamamiento a la organización comunitaria para la elaboración y perfeccionamiento de un Modelo de país que nos representara y definiera como nación. En ambas iniciativas el Líder fracasó. Simplemente porque el tiempo histórico no lo acompañaba y los procesos de autodeterminación política eran incomprensibles como procesos orgánicos institucionales tanto en 1950 como en 1970.

Hoy el llamado de Francisco a la cristiandad convoca nuevamente a proyectarse socialmente hacia su comunidad si quiere construir “un pueblo en paz, justicia y fraternidad”, y nos propone analizar una serie de principios “relacionados con tensiones bipolares propias de toda realidad social”.

Estas tensiones son producto de la construcción de una nueva relación política entre el sistema político y el ciudadano abandonando la verticalidad materialista del demoliberalismo y el marxismo dogmático.

Esta verticalidad unidireccional entre el Estado y el pueblo se sustenta en una concepción moral que justifica y alienta el individualismo materialista.


“Ciertamente, hay morales que no dan este paso porque en su propia naturaleza está el de prescindir de la política, ya sea porque se consideran autosuficientes dentro de sus propias murallas, ya sea porque ante sus consecuencias prácticas, políticas, más allá de ellas, se muestran indiferentes.

Paradigma de las primeras, de las amuralladas en sí mismas es la moral kantiana, a la que le basta la recta intención del sujeto individual o su buena voluntad. No necesita por consiguiente trascenderse, proyectarse fuera de sí o rebasar sus murallas.

Otra versión de esta moral que prescinde de la política es la que Max Weber llama “ética de la convicción”. Esta moral, aunque reconoce que tiene consecuencias políticas, se desentiende de ellas. Vale decir: el sujeto moral (individual o colectivo) no asume la responsabilidad de sus actos o efectos políticos. Al absolutizar los principios y desentenderse de las consecuencias de su aplicación, esta “moral de la convicción” o de los principios viene a proclamar la máxima de “Sálvense los principios, aunque se hunda el mundo”. En la política impregnada de semejante moral, la fidelidad incondicional a los principios (o también al jefe o al partido que los encarna), se conjuga forzosamente con la indiferencia ante sus consecuencias.” (Adolfo Sánchez Vázquez, Filosofía Política Contemporánea, pag 278)


La propuesta de Francisco de “construir Pueblo” nos lleva a intentar una nueva filosofía de la acción política, donde el ciudadano más allá de participar a través de sus representantes o siguiendo los lineamientos del Partido Revolucionario o una Vanguardia Esclarecida, pueda él mismo brindarse en una acción contra la injusticia social.

Para ello debe el ciudadano asumirse como el protagonista y autor de la identidad política capaz transformar a la comunidad. Esta relación inédita que pone por primera vez a los pueblos en función creativa, obliga a dejar atrás los caminos preelaborados por las ideologías.

Respetar la creatividad popular significa intentar poner en marcha un aspecto práctico-instrumental que permita ir construyendo la fisonomía ideológica y cultural de la Nación en la misma medida que la Comunidad la va desarrollando y creando. Esto necesita obligadamente de una nueva concepción del ciudadano y del Estado.

En 1952 el Presidente Perón marcó las diferencias entre las distintas filosofías de la acción política:
 

“El individualista, cuya filosofía de la acción es netamente liberal, entiende que en su acción el gobierno debe prescindir de toda intervención en las actividades políticas, económicas y sociales del pueblo. Las consecuencias han sido desastrosas: la anarquía política en lo político, el capitalismo nacional o internacional en lo económico, y la explotación del hombre por el hombre en lo social.

El colectivismo, cuya filosofía de la acción es netamente antiliberal, entiende que en su acción el Gobierno puede y aun debe asumir la dirección total de las actividades políticas, económicas y sociales del pueblo. Las consecuencias no han sido menos desastrosas que en el individualismo: dictadura en lo político, intervencionismo en lo económico, explotación del hombre por el Estado en lo social.

La doctrina justicialista trae al mundo su propia solución fundada en la filosofía propia de la acción del gobierno, que no es de abstención total como en el individualismo, ni de intervención total como el colectivismo, sino de conducción de las actividades sociales, económicas y políticas del pueblo.

Las consecuencias de esta posición de gobierno se traducen en lo político como un régimen de libertad en función social; en lo económico, como economía social, y en lo social, como dignificación del hombre y del pueblo.

El Gobierno, según nuestra doctrina, es, en síntesis; gobierno de conducción.” (Juan Perón, 1/12/1952)


Sin embargo -como dijimos- el intento justicialista fracasó justamente porque no pudo imponer su nueva concepción filosófica y generar las nuevas instituciones. Hoy Francisco vuelve a la carga con la necesidad de buscar caminos para que la acción solidaria del individuo encuentre un cauce institucional que le permita a la comunidad madurar colectivamente. Esta acción lógicamente generará “tensiones bipolares” que surgen como producto de enfrentar las filosofías individualistas y materialistas que sustentan las instituciones y las prácticas políticas hoy en día.


“…quiero proponer ahora estos cuatro principios que orientan específicamente el desarrollo de la convivencia social y la construcción de un pueblo donde las diferencias se armonicen en un proyecto común. Lo hago con la convicción de que su aplicación puede ser un genuino camino hacia la paz dentro de cada nación y en el mundo entero.” (E A E G; Pag. 171)



El tiempo es superior al espacio


“Hay una tensión bipolar entre la plenitud y el límite. La plenitud provoca la voluntad de poseerlo todo, y el límite es la pared que se nos pone delante. El « tiempo », ampliamente considerado, hace referencia a la plenitud como expresión del horizonte que se nos abre, y el momento es expresión del límite que se vive en un espacio acotado. Los ciudadanos viven en tensión entre la coyuntura del momento y la luz del tiempo, del horizonte mayor, de la utopía que nos abre al futuro como causa final que atrae. De aquí surge un primer principio para avanzar en la construcción de un pueblo: el tiempo es superior al espacio.” (E A E G; Pag. 171)


Para poder entender esta tensión que plantea Francisco debemos partir de la base que para el liberalismo no existe la posibilidad que el pueblo participe creativamente de la construcción de una identidad cultural. Por eso los tiempos de las acciones políticas tienen que ver con la política electoralista. La lucha política es por el poder puramente, ya que las transformaciones tienen a los pueblos como espectadores distantes.


“A veces me pregunto quiénes son los que en el mundo actual se preocupan realmente por generar procesos que construyan pueblo, más que por obtener resultados inmediatos que producen un rédito político fácil, rápido y efímero, pero que no construyen la plenitud humana.” (E A E G; Pag. 172)


“…Los partidos tradicionales habían, en efecto, constreñido y reducido toda la vida política nacional a un solo -y no el más fundamental- aspecto de esta: la política electoral. Esta hipertrofia de lo electoral, en detrimento de lo específicamente político, era la característica esencial del régimen anterior al peronismo. Toda la actividad política -de los partidos, de los caudillos e incluso del gobierno- estaba orientada exclusivamente al servicio de fines electoralistas.

Una cosa es la política electoralista como medio para llegar al poder e imponer desde allí una orientación que es propia de una fracción del Pueblo argentino, y otra cosa es la política nacional que el país no puede dejar de seguir si quiere ser un Pueblo libre, soberano y grande. Para nosotros la elección es solamente un acto intermedio. El acto final es la obra; es el trabajo; es el sacrificio que debemos realizar los peronistas con la más alta dosis de abnegación…” (Política Peronista, Juan Perón)

Sin embargo cuando entendemos a las comunidades como artífices de sus destinos aparece con claridad una armonía entre el tiempo y el espacio acorde al proceso de la “construcción de pueblos”. Perón lo aclaró con claridad en El Modelo Argentino.


“…En la tarea política del país, al más alto nivel, intervienen dos instancias: la conducción política y la político-administrativa. La primera atiende a la estructura del poder, y la segunda, a la administración del país en general, además de la administración del gobierno en particular…”

“…Tres son las grandes tareas: planeamiento de lo que ha de hacerse, ejecución concreta, control y reajuste del proceso.
El planeamiento debe formalizarse para el largo plazo (varias décadas hacia el futuro), para el mediano plazo (el número de años que dura un gobierno) y para el corto plazo (un año).

El largo plazo requiere la definición de las cualidades de la sociedad que se visualiza para el futuro y la identificación de estrategias globales para alcanzarla. Tal tarea requiere la constitución de un organismo específico al cual el pueblo contribuya, a través de los mecanismos con los que cuenta y en los ámbitos que conoce. Esta entidad puede ser el Consejo para el Proyecto Nacional, a integrarse con todos los elementos representativos de la comunidad.

El planeamiento para el mediano plazo requiere ser realizado básicamente por el Poder Ejecutivo, con la participación correspondiente del Congreso.

El planeamiento del corto plazo, así como la ejecución, corresponde básicamente al equipo ministerial, salvo en las materias que hagan necesaria la intervención del Congreso a los propósitos del control superior…” (El Modelo Argentino, Juan Perón)


La unidad prevalece sobre el conflicto

 
“El conflicto no puede ser ignorado o disimulado.
Ha de ser asumido. Pero si quedamos atrapados en él, perdemos perspectivas, los horizontes se limitan y la realidad misma queda fragmentada.
Cuando nos detenemos en la coyuntura conflictiva, perdemos el sentido de la unidad profunda de la realidad.
Ante el conflicto, algunos simplemente lo miran y siguen adelante como si nada pasara, se lavan las manos para poder continuar con su vida. Otros entran de tal manera en el conflicto que quedan prisioneros, pierden horizontes, proyectan en las instituciones las propias confusiones e insatisfacciones y así la unidad se vuelve imposible. Pero hay una tercera manera, la más adecuada, de situarse ante el conflicto. Es aceptar sufrir el conflicto, resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo proceso. « ¡Felices los que trabajan por la paz! » (Mt 5,9).” (E A E G; Pag. 174)


El peronismo habla de una evolución de solidaridades crecientes, producto de la evolución positiva de la acción creativa comunitaria. Eso es lo que le permitiría a la comunidad afrontar grados crecientes de conflictividad. Por eso el peronismo habla de una solidaridad social, nacional, continental etc. Es decir es anular el conflicto por la suma de valores construidos por el acuerdo y la creación política creciente.

“…La solidaridad social es el sentimiento de aglutinación orgánica que necesitan todos los que forman la organización popular. El sentido de la solidaridad social, que lleva a la solidaridad nacional, que es otro grado mayor, es lo que nosotros debemos desarrollar en este Segundo Plan Quinquenal, en lo que se refiere a la conquista de la organización popular… " (Juan Perón, Política Perón)

“…La solidaridad, entendida en su sentido más hondo y desafiante, se convierte así en un modo de hacer la historia, en un ámbito viviente donde los conflictos, las tensiones y los opuestos pueden alcanzar una unidad pluriforme que engendra nueva vida. No es apostar por un sincretismo ni por la absorción de uno en el otro, sino por la resolución en un plano superior que conserva en sí las virtualidades valiosas de las polaridades en pugna…” (E A E G; Pag. 174)


La realidad es más importante que la idea


“Existe también una tensión bipolar entre la idea y la realidad. La realidad simplemente es, la idea se elabora. Entre las dos se debe instaurar un diálogo constante, evitando que la idea termine separándose de la realidad. Es peligroso vivir en el reino de la sola palabra, de la imagen, del sofisma. De ahí que haya que postular un tercer principio: la realidad es superior a la idea. Esto supone evitar diversas formas de ocultar la realidad: los purismos angélicos, los totalitarismos de lo relativo, los nominalismos declaracionistas, los proyectos más formales que reales, los fundamentalismos ahistóricos, los eticismos sin bondad, los intelectualismos sin sabiduría.” (E A E G; Pag. 176)

Asumir el protagonismo popular en constante creatividad de su propia identidad cultural, transformando su comunidad en la búsqueda de “un pueblo en paz, justicia y fraternidad” que anhela Francisco, también significa el abandono de las “guías ideológicas y filosóficas” que marcaban una camino preelaborado o una abstención social materialista e individualista.

Esto no significa que no exista la posibilidad de que los procesos transformadores no puedan sintetizarse en teorías, sino que simplemente surgirían como síntesis de un proceso de acción política de la Comunidad y no como forjadoras de las mismas. El Gral. Perón lo dejaría explícitamente marcado en su libro Conducción Política, al explicar las relaciones entre las identidades populares expresadas como principios doctrinarios, las teorías inspiradas en esos principios elaboradas por los dirigentes y las formas de ejecución que finalmente alumbrarían la acción concreta del Pueblo y el Estado.

Siempre las teorías serían la interpretación de la voluntad popular y su esencia sería de carácter coyuntural y no estratégica. Muchas veces se vio a los objetivos últimos del Peronismo, que son la grandeza de la Patria y la felicidad del Pueblo como objetivos un poco “sosos” desde el punto de vista de las elaboradas y sofisticadas propuestas de otros pensamientos políticos. Es que lo sofisticado y revolucionario del peronismo es sentirse parte de una Comunidad toda que va delineando día a día su identidad. Por eso para el justicialismo la única verdad es la realidad, la que construimos día a día: esa es nuestra revolución.

“La idea —las elaboraciones conceptuales— está en función de la captación, la comprensión y la conducción de la realidad. La idea desconectada de la realidad origina idealismos y nominalismos ineficaces, que a lo sumo clasifican o definen, pero no convocan. Lo que convoca es la realidad iluminada por el razonamiento. Hay que pasar del nominalismo formal a la objetividad armoniosa. De otro modo, se manipula la verdad, así como se suplanta la gimnasia por la cosmética.” (E A E G; Pag. 176)

El todo es superior a la parte


“Entre la globalización y la localización también se produce una tensión. Hace falta prestar atención a lo global para no caer en una mezquindad cotidiana. Al mismo tiempo, no conviene perder de vista lo local, que nos hace caminar con los pies sobre la tierra. Las dos cosas unidas impiden caer en alguno de estos dos extremos: uno, que los ciudadanos vivan en un universalismo abstracto y globalizante, miméticos pasajeros del furgón de cola, admirando los fuegos artificiales del mundo, que es de otros, con la boca abierta y aplausos programados; otro, que se conviertan en un museo folklórico de ermitaños localistas, condenados a repetir siempre lo mismo, incapaces de dejarse interpelar por el diferente y de valorar la belleza que Dios derrama fuera de sus límites.” (E A E G; Pag. 176)

Las formas participativas que descansan sobre la estimulación de lograr valores de solidaridad creciente tienden a la armonización no solamente de lo individual con lo colectivo y sino que además promueven naturalmente la acción integrativa de núcleos de pertenencia cada vez mayores. Los integrantes de una familia se unen solidariamente hacia la comunidad, las familias solidarias se unirán en una Nación y las naciones solidarias emprenderán a partir de ahí otro escalón de integración hacia el continentalismo y finalmente hacia un universalismo.

“El todo es más que la parte, y también es más que la mera suma de ellas. Entonces, no hay que obsesionarse demasiado por cuestiones limitadas y particulares. Siempre hay que ampliar la mirada para reconocer un bien mayor que nos beneficiará a todos. Pero hay que hacerlo sin evadirse, sin desarraigos. Es necesario hundir las raíces en la tierra fértil y en la historia del propio lugar, que es un don de Dios. Se trabaja en lo pequeño, en lo cercano, pero con una perspectiva más amplia. Del mismo modo, una persona que conserva su peculiaridad personal y no esconde su identidad, cuando integra cordialmente una comunidad, no se anula sino que recibe siempre nuevos estímulos para su propio desarrollo. No es ni la esfera global que anula ni la parcialidad aislada que esteriliza.” (E A E G; Pag. 176)


“…Los intereses de aproximación internacional han surgido generalmente a partir de problemas concretos y sin una previa visión universalista. En este sentido, no respondieron a las auténticas necesidades de los pueblos, sino a los intereses particulares de los grandes grupos de poder. Es preciso ahora revertir el proceso, elaborando a la luz de la voluntad de los pueblos los procesos que habrán de contribuir a la futura comunidad mundial. El hombre es el único ser de la Creación que necesita “habitar” para realizar acabadamente su esencia. El animal construye una guarida transitoria, pero aquel instaura una morada en la tierra: eso es la Patria…”

“…El universalismo constituye un horizonte que vislumbra, y no hay contradicción alguna en afirmar que la posibilidad de sumarnos a esta etapa naciente, descansa en la exigencia de ser más argentinos que nunca. El desarraigo anula al hombre y lo convierte en indefinido habitante de un universo ajeno. (Juan Domingo Perón; El Modelo Argentino)

Cuando la intención se hace historia


Como podemos apreciar la relación entre las propuestas de Francisco para construir Pueblo y el justicialismo es total. Pero lo difícil no es juzgar las intencionalidades sino motorizarlas con herramientas de organización política que permitan la conformación de un poder construido sobre nuevos basamentos éticos.

En ese aspecto el justicialismo puede aportar su experiencia en el intento de poner en marcha un proceso de autodeterminación comunitaria. La historia justicialista demuestra que lo más complejo de comprender son las nuevas formas orgánicas. Estas deben ordenar el libre albedrío individual proyectándolo armónicamente en una construcción común.

Sin embargo necesita resolver dos problemas fundamentales para alcanzar la nueva institucionalidad: una identidad ideológica y un nuevo concepto de autoridad. ¿Cómo definir la identidad ideológica dejando abierta la potencialidad creativa de un pueblo? ¿Cómo generar una autoridad respetando la acción creativa popular sin caer en un asambleísmo disociante?

El planteo de Juan Perón para resolver estos problemas fué acordar previamente a la acción política una serie de principios para “ver” la realidad con un mismo “lente” y una tabla de valores en común para resolver lo bueno y lo malo en las luchas políticas.

Estos principios y valores actuarían de una forma similar a los “mandamientos cristianos” logrando una unidad conceptual. Es decir el pueblo y sus dirigentes podrían pensar lo que quisieran, siempre y cuando se respetaran estos principios rectores. Esta unidad de criterios generarían una unidad en la acción que brindaría una clara identidad y direccionalidad a los procesos políticos.

La unidad conceptual también resuelve el problema de la autoridad, ya que el dirigente peronista debe respetar los mismos principios que el pueblo, por lo tanto simplemente manda el mejor de todos. El pueblo al compartir los mismos principios puede juzgar también la acción de las dirigencias en forma permanente.

Estos principios fueron interpretados por Juan Perón en los primeros años de su revolución. Las sintetizaría en las tres banderas fundamentales del justicialismo: la justicia social, la independencia económica y la soberanía política.

Es decir que para poner en marcha una nueva forma participativa como la que plantea Francisco se debe organizar a la comunidad inculcando una doctrina común que permita la acción social multitudinaria, para que abandonando el sentido individualista y egoísta del sistema liberal, se lance en una acción solidaria luchando por la justicia social. El ciudadano debe organizarse de acuerdo a sus capacidades e inserción socioeconómica en un proceso de debate y construcción política en común, que día a día vaya construyendo la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Nación.

 

Justa, Libre y Soberana.

 
Claro que Francisco debe hablarles a los cristianos de todo el mundo, de los países desarrollados y los no desarrollados. Pero cada pueblo debe encontrar su camino para construir las nuevas comunidades ya que sus problemas son diametralmente distintos.

Juan Perón comprendió que para romper los lazos del colonialismo debía luchar por la organización y fortalecimiento de una economía independiente que pusiera todos los recursos y potencialidades económicas de la Nación al servicio de la lucha por la Justicia social, que le permitiría dignificar a su pueblo para luego intentar organizarlo y lanzarlo a la epopeya de construir y crear su destino.

Hace setenta años que el peronismo como movimiento nacional, viene luchando para hacer realidad lo que Francisco hoy propone. Los valores peronistas surgidos al calor de esa militancia se anidaron en el corazón de los humildes argentinos que atesoraron esos principios al calor de la dignificación humana que generó el peronismo -quizás la acción social cristiana mas importante del siglo XX- y con un grado de lealtad épica los mantuvieron incólumes ante la reacción, transformándolos en valores culturales permanentes. Falta todavía que las dirigencias políticas, sociales y culturales creen las instituciones que lleven adelante esta epopeya solidaria.

Estos intentos de cristiandad popular fueron históricamente enfrentados por la reacción gorila que defendió los intereses de la oligarquía de una manera cruenta. Al igual que los primeros cristianos, los peronistas, fueron perseguidos, bombardeados, asesinados, y en una orgía genocida sus militantes fueron desaparecidos por millares.

Por eso ante este nuevo llamado de construir una democracia social basada en los preceptos cristianos, el peronismo sabrá responder con la experiencia que le dan décadas de lucha por esos objetivos comunes. Es de esperar que los sectores que no comprendieron en su momento el mensaje del justicialismo abran ahora sus corazones al llamado de Francisco. Especialmente los sectores de la derecha católica que tejieron una matriz de complicidad doctrinaria que justificó horribles crímenes contra el pueblo peronista.

“ Los aparatos conceptuales están para favorecer el contacto con la realidad que pretenden explicar, y no para alejarnos de ella. Esto vale sobre todo para las exhortaciones bíblicas que invitan con tanta contundencia al amor fraterno, al servicio humilde y generoso, a la justicia, a la misericordia con el pobre. Jesús nos enseñó este camino de reconocimiento del otro con sus palabras y con sus gestos. ¿Para qué oscurecer lo que es tan claro? No nos preocupemos sólo por no caer en errores doctrinales, sino también por ser fieles a este camino luminoso de vida y de sabiduría. Porque « a los defensores de “la ortodoxia” se dirige a veces el reproche de pasividad, de indulgencia o de complicidad culpables respecto a situaciones de injusticia intolerables y a los regímenes políticos que las mantienen ». “(E A E G; Pag. 154)

 

La voz de los humildes


“Por eso quiero una Iglesia pobre para los pobres. Ellos tienen mucho que enseñarnos. Además de participar del sensus fidei, en sus propios dolores conocen al Cristo sufriente. Es necesario que todos nos dejemos evangelizar por ellos. La nueva evangelización es una invitación a reconocer la fuerza salvífica de sus vidas y a ponerlos en el centro del camino de la Iglesia. Estamos llamados a descubrir a Cristo en ellos, a prestarles nuestra voz en sus causas, pero también a ser sus amigos, a escucharlos, a interpretarlos y a recoger la misteriosa sabiduría que Dios quiere comunicarnos a través de ellos.” (E A E G; Pag. 157)


En la Argentina los humildes tienen algo contundente para ofrecer: un cultura popular cristiana basada en los principios fundamentales que sembraron en sus corazones Juan y Eva Perón: la justicia social, la independencia económica y la soberanía política.

Ojala todos podamos escucharlos e interpretarlos.