Rosas

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martes, 30 de abril de 2013

"Los Hitos de la Soberanía" por el Dr. Arturo Pellet Lastra

Crónica por el Prof.Jbismarck

El Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas de General San Martín continuando con su labor de divulgación de la verdadera Historia Argentina organizó y nos invitó a concurrir a una notable conferencia.
Dr. Arturo Pellet Lastra (Doctor en Derecho y Ciencias Sociales, autor de 15 libros de Historia y Derecho, periodista Profesional y Profesor Titular Consulto de Teoría del Estado e Investigador permanente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires) disertó el día 20 de Noviembre del año 2010 en el Museo Brigadier Gral. Don Juan Manuel de Rosas de Gral San Martín, allí se refirió a lo que el consideraba los principales hitos de nuestra Soberanía.
Para el Historiador e Investigador ellos fueron:
a)El golpe de Estado del 25 de Mayo de 1810
b)La Asamblea del año 1813
c)La declaración de la Independencia
d)La firma del Pacto Federal que dio origen a la Confederación Argentina y la unificación de la Nación
e)La Defensa Nacional en la Epopeya del Paraná (que recuerda precisamente el “Día de la Soberanía” con su icono: la hazaña de la Vuelta de Obligado)
f)La posición de Neutralidad sostenida por el Presidente Yrigoyen durante la primera guerra mundial
g)La misma posición sostenida por el Presidente Castillo durante la segunda guerra Mundial
h)La declaración de la Independencia Económica realizada por el Presidente Perón el 9 de julio de 1947
i)La Guerra de Malvinas, a pesar de los horrores diplomáticos del Dictador Galtieri.

Pellet Lastra considera que el 25 de mayo de 1810 se produjo el primer Golpe de Estado ya que fue destituido una autoridad nombrada por la metrópoli española y se formó el primer gobierno autónomo. Este fue el primer paso de un proceso independentista que culmina en la declaración de la Independencia. Sostuvo como figuras fundamentales al Coronel Saavedra Jefe de Patricios, a Manuel Belgrano y a Juan José Paso en su labor técnica.
Luego rescata la figura del General San Martín tanto en la Asamblea del año XIII donde se realizan actos soberanos como la aprobación del Himno, del escudo, de la Bandera y se proclama la “libertad de vientres” permitiendo la libertad a los hijos de esclavos nacidos luego del 31 de enero de 1813.
La declaración de la Independencia para Pellet Lastra. fue posible gracias a las presiones de San Martín, Belgrano y Guemes.
Luego el historiador señalo la importancia del Pacto Federal y no dudo en calificarlo como “Punto de nacimiento político del país” a traves de la creación de la “Confederación Argentina” ya que permitía al Gobernador de Buenos Aires representar diplomáticamente al país dándole un sentido Nacional y gracias a ello el Restaurador Don Juan Manuel de Rosas fue un verdadero Jefe de Estado y su figura trascendió mucho mas de las fronteras, luego de la heroica resistencia ofrecida a las dos grandes potencias mundiales Gran Bretaña y Francia y el triunfo diplomático posterior…lo que le valió el reconocimiento del más grande de los argentinos: el Gral San Martín quien lo elogió públicamente y le legó su Sable glorioso-
Finalmente el Historiador rescató la defensa de la soberanía realizada por los presidentes Yrigoyen y Castillo frente a las multiples presiones en torno a abandonar la neutralidad argentina durante la 1ra y 2da guerras Mundiales. También Pellet señaló como hitos fundamentales la declaración de la Independencia Económica de 1947 realizada por el Gral Perón, ya que sin economía es muy difícil ser soberanos… finalmente señaló la valentía demostrada por nuestros héroes de Malvinas quienes combatieron a las tropas expertas de la NATO en combates desiguales donde mostraron un coraje sin igual.
La Conferencia culminó con un interesante debate.

jueves, 25 de abril de 2013

Rosas

Por "El Gaucho Cibernético"

En gran parte el artículo esta basado en la obra del inmortal y querido Fermín Chávez. Los tiempos de Rosas fueron de graves dificultades, guerras intestinas y ataques extranjeros promovidos por los representantes de "la ilustraci ... Ver m ... Ver másásón". No obstante ello, Rosas difundió la enseñanza, creó casas de estudios superiores y estimuló muy valiosas actividades intelectuales. Durante su gobierno se publicó, por don Pedro de Angelis, la famosa Colección, de obras y documentos relativos a las historias antigua y moderna de las Provincias del Río de la, Plata. en seis volúmenes, impresa en la Litografía del Estado en 1836/37, el Cancionero argentino, en 1837, La lira española, en 1844 y El mosaico literario, en 1848, así como La galería de ilustres contemporáneos, publicada por Arzac, en la Litografía de las Artes, en 1844. Recuérdese, asimismo, que La Gaceta Mercantil se publicó con desusada regularidad durante su gobierno, así como El Archivo Americano, redactado en idioma español, inglés y francés, y el British Packet, diario escrito en inglés.

A pesar de las intrigas y la guerra civil, durante la época de Rosas se dio un fuerte impulso a la instrucción primaria y superior. Una comisión nombrada para estudiar al reforma terminó sus trabajos con un proyecto “en el cual puede verse una anticipación de algunos aspectos de la reforma universitaria argentina, y que guarda tantos puntos de coincidencia con el sistema administrativo y docente que rige actualmente” (A. Salvador. La Universidad de Buenos Aires. La Plata 1937.p.70 – Julio Irazusta Vida política de Juan Manuel de Rosas.t.II.70)

“A pesar de las difíciles circunstancias en que el país se hallaba envuelto, parecía que nada influyera en la educación de la juventud que cada día se mostraba más afanosa por corresponder a los cuidados que se le prodigaban.” (Sarmiento) (El presupuesto para educación, que en 1829 era de 37.141 pesos fue elevado en 1830 a 49.980.)

El propio Rosas era un hombre muy culto y no tenía el menor parecido con la estampa de caudillo ignorante y brutal que nos sirven los difamadores liberales. Por ser de quien es, mucho vale la opinión del célebre poeta español (aunque nacido en Buenos Aires), don Ventura de la Vega. Visitó a Rosas en Southampton, en julio de 1853; en carta a su mujer, que se hallaba en Madrid, le expresaba: “Decían que sólo tenía talento natural y que era poco culto; no es cierto. Es un hombre instruidísimo y me lo probó con las citas que hacía en su conversación; conoce muy bien nuestra literatura y sabe de memoria muchos versos de los poetas clásicos españoles" (Carta de Ventura de la Vega a su mujer. Londres, 21 de julio de 1853. - Cfr. Ventura de la Vega: Cartas íntimas, pág. 103. Madrid, 1874). Sus escritos, discursos v correspondencia revelan la originalidad de su cultura; la oración pronunciada en las exequias de Dorrego es una pieza de antología. La Protesta contra el despotismo del gobierno de Buenos Aires, publicada en 1857, tiene pensamientos hondos y frases elocuentes. "El juicio del General Rosas -decía- compete solamente a Dios y a la Historia, porque solamente Dios y la Historia pueden juzgar a los pueblos. Porque no pueden constituirse en jueces los enemigos ni los amigos de Rosas, las mismas víctimas que se dicen, ni las que pueden ser tachadas de complicidad en los delitos... No hay que esperar moderación cuando el furor ocupa el alma..." (General Rosas: Protesta).

El francés Alfred Brossad, que acompañó a conde Walewsky en la misión diplomática de 1847, como no podía ser de otra manera, criticó a la enseñanza rosista. Entre las críticas que formuló, dice que una de las cuestiones más largamente tratadas en el programa de geografía fuera la siguiente: “Demostración de los derechos perfectos de la Confederación Agentina sobre Paraguay, sobre la costa patagónica y las islas Malvinas; derechos injustamente rebatidos y desconocidos por las potencias europeas”

El francés criticaba a la educación rosita por enseñar precisamente lo que nunca debió dejarse de enseñar. No se puede Discutir a Rosas. Los libertarios saben que es una batalla perdida de antemano.....

martes, 23 de abril de 2013

Alberdi contra Mitre y el centralismo porteño

Por el Ingeniero Leonardo Castagnino

Respecto a la política mitrista y el centralismo porteño, nos deja Juan Bautista Alberdi una página significativa:

“El que entregó la provincia de Corrientes –dice Alberdi refiriéndose a Mitre- a los brasileros para que la empelaran como una batería contra Paraguay, es en efecto el que ha traído a los paraguayos al suelo argentino.
“¿Cuál es la unión que el patriotismo del general Mitre evita con el mayor cuidado en medio de la crisis actual? La unión de los argentinos en el goce de la renta de diez millones, que todos ellos en su Aduana de Buenos Aires. El frenesí de amor por la República Argentina no va a devolverles sus diez millones de pesos fuertes.
“La unión decantada deja en pie toda la acusa de la guerra civil de cincuenta años, a saber, la renta de las catorce provincias invertida en la sola provincia de Buenos Aires. “En lugar de unir dos países se han contentado con unir dos hombres. Esto se ha llamado recoger el fruto de una gran política, es decir, que Urquiza deshaga ahora su propia obra.

Con la frase “recoger el fruto de una gran política”, se refiere Alberdi a la capitulación de Urquiza en Pavón, tras lo cual se recluye en su estancia entrerriana mientras el mitrismo arrasa con las demás provincias del interior.

“La unión del general Urquiza con el general Mitre –prosigue Alberdi-, en efecto no impide que el presupuesto provincial de Buenos Aires, de valor de diez millones de duros, prosigue en plena unión, garantizándose y pagándose con los diez millones en que consiste la renta total de las provincias, aún después de los cinco años que asignó a esa garantía el Convenio de noviembre de 1869.

“¿Qué hace a este respecto el patriotismo del general Mitre? En lugar de devolver a las provincias sus diez millones de duros se los deja a Buenos Aires, y envía al señor Riestra a Londres a buscar diez millones prestados, por cuenta de las provincias, bien entendido, para hacer a guerra al Paraguay; es decir, para desarmar a la Nación Argentina del único aliado que puede ayudarla un día a reivindicar los diez millones que Buenos Aires prometió devolverle en el Convenio de unión, de que se hizo garante el Paraguay, y que en vez de devolver aspira a retener toda la vida, como los retendrá indudablemente mientras la ciudad y el puerto de Buenos Aires sean propiedad de la provincia y no de la nación, conforme a la Constitución reformada por el patriotismo argentino del general Mitre.


“Es verdaderamente curioso que Buenos Aires, a quien la Nación le tiene prestada toda su renta, por razón de que no le basta su renta local y propia, se abstenga de acudir a un empresario en Londres, y que sea la nación (que no necesita pedir diez millones porque los tiene) la que busca en Londres esos diez millones en lugar de tomar los suyos que le tiene Buenos Aires. “¿Qué hace entretanto el patriotismo argentino de esta provincia? Hace préstamos mensuales a la nación con su propio dinero de ella, a cargo de devolución (sic) y con un moderado interés”

Con este análisis implacable se reivindicaba Alberdi de sus errores pasados.


“La Nación”
El diario “La Nación”, propiedad de Mitre, llama a Alberdi “traidor”, “sicario” y “renegado” mientras Sarmiento lo calumnia de estar “a sueldo de Solano López”.

Alberdi, atacado en su patriotismo, le arrojó este certero dardo a la cara de Mitre, el antiguo artillero de Caseros:

“Si al menos hubiera yo tomado una escarapela, una espada, una bandera de otro país, para hacer oposición al Gobierno del mío -dice Alberdi-, como en Monte Caseros lo hizo otro Argentino contra Buenos Aires, con la escarapela Oriental, como oficial Oriental, bajo la bandera oriental y alineado con los soldados de brasil…”.

El destinatario no podía ser otro que Mitre, el artillero de Caseros.


“¿Podrá extrañar al lector –se pregunta la pluma filosa de Abelardo Ramos- que cuando los ejemplares de ese ensayo revelador llegaron a Buenos Aires, centro de la historia bélica del mitrismo, el gobierno adquiriese todos los ejemplares de una sola vez, para sacarlo de circulación? ¡Y al prole de Mitre aburre al país desde hace 80 años perorando cínicamente sobre la ‘libertad de pensamiento´”.(Ramos Abelardo. Revolución y contrarrevolución en la argentina. p.180)


Fuentes:

- Ramos Abelardo. Revolución y contrarrevolución en la argentina.

martes, 16 de abril de 2013

Alberdi y la guerra del Paraguay

Por el Profesor Jbismarck

Se cumplen 200 años del nacimiento de uno de los intelectuales más brillantes y discutidos de la Historia Argentina: Juan Bautista Alberdi. Vamos a hacer referencia a un aspecto no tan conocido de su pensamiento: el referente a una de las páginas más tristes de la Historia Americana: la llamada “Guerra del Paraguay”.

El 29 de agosto de 1810 nacía en San Miguel del Tucumán Juan Bautista Alberdi, hijo de Salvador de Alberdi, comerciante próspero de la región y vecino respetable, y de Josefa de Aráoz, quien pertenecía a una familia tradicional y aristocrática del noroeste argentino. A los pocos meses del nacimiento de Juan Bautista muere su madre, y cuando él tiene 10 años, su padre. Recibe la instrucción primaria en una de las escuelas que Belgrano donara a su provincia natal y luego estudiará Derecho en la Universidad de Buenos Aires.
A los 25 años Juan Bautista Alberdi, formaba parte de Asociación de Mayo; jóvenes románticos, idealistas y liberales, obnubilados por las nuevas corrientes filosóficas y encandilados los “las luces” de Europa, creen poder convencer al Restaurador Rosas de sus ideas. Alberdi lo llama “el Gran Rosas”. Pronto, al ver que Rosas no está en camino de aplicar las libertades ni filosofías de la Revolución Francesa, serán sus enemigos. Alberdi publica artículos en “La Moda” de crítica costumbrista, con el seudónimo de Figarillo. Este grupo de jóvenes afrancesados se sienten en cierta forma amenazados y Alberdi, temeroso, pide audiencia a Rosas: “Más tolerante que sus consejeros, me dispensó de ella, mandándome palabras calmantes por medio de Mariño” confesará Alberdi. Emigrado en Montevideo (1838), junto a otros jóvenes se dedicará a combatir a Rosas. Alberdi reconoce que emigran espontáneamente, sin ofensas ni odios y sin motivos personales, y solo por combatir la “Dictadura”. Desde “El Nacional” predica la alianza entre los emigrados y la escuadra francesa que bloquea y ataca. A la confederación. Cuales son los argumentos: “nosotros no somos hijos de nuestra tierra sino de la Humanidad” (…) “para los espíritus vastos y serios que saben no estacionarse en el círculo estrecho de la Nación, la patria es la Humanidad“.dice Alberdi. En 1847 desde Chile, publica “La Republica Argentina luego de 37 años después de la revolución de Mayo” donde dice…. “Rosas es un mal y un remedio a la vez”… “Bolívar no ocupó tanto el mundo con su nombre como el actual gobernador de Buenos Aires” … “el nombre de Washington es adorado en el mundo, pero no más conocido”… “los Estados Unidos, a pesar de su celeridad, no tienen hoy un hombre público más expectable que el General Rosas”… “se habla de él popularmente de un cabo al otro de América”… “no hay lugar en el mundo donde se ignore su nombre…” “Cual es la celeridad parlamentaria de esta época que no se haya ocupado de él”… “A pesar de ser un enemigo político de Rosas, honestamente…” “Si se pidiesen títulos de Rosas a la nacionalidad Argentina, yo contribuiría con un sacrificio no pequeño al logro de su rescate”…. “El primer partido de América que haya repelido a los estados de Europa, es el de Rosas”.
A la caída de Rosas surgen las disensiones entre los emigrados Las intenciones constituyentes de Urquiza pondrán en funcionamiento el genio de Alberdi, dando origen a las Bases y puntos de partida para la organización nacional. La lucha política no atrae a Alberdi; pero se convierte en un decidido defensor de la política urquicista. En 1854 Urquiza es designado presidente de la República y Alberdi es nombrado encargado de negocios ante los gobiernos de Francia, Inglaterra y España. Sin hacer escala en Buenos Aires, se embarca para Europa a bordo del “Lima”. El gobierno de Mitre lo remueve de su cartera diplomática. Publica en 1869 una serie de folletos denunciando el carácter de la guerra, reunidos bajo el título “EL CRIMEN DE LA GUERRA”
En 1863 una revolu­ción fraguada en Uruguay contra el presidente uruguayo Pereyra (Blanco) por el coronel Venancio Flores (colorado), que había formado en las filas de los liberales mitristas que avasalla­ron el interior argentino, le dio ocasión al imperio de Brasil para algo de mayor alcance. El gobierno paraguayo solicitado por el de Mon­tevideo en sus apuros, intervino en el conflicto ante la amenaza que para el equilibrio de la Amé­rica Austral, comportaba la descarada intromisión imperial Brasileña en el Plata. Lo cierto es que el Paraguay de Francisco Solano López resistió durante cinco años a la Argentina de los liberales mitristas, al Uruguay de Venancio Flores y al Imperio del Brasil en la denominada “Guerra de la triple alianza” que algunos historiadores llaman de la “Triple Infamia”

Estos le llevaron guerra de exterminio. Esa guerra que resultó de la injerencia argen­tino-brasileña en el Uruguay; se inició con el bom­bardeo de Paysandú por la escuadra imperial, mandada por el almirante Tamandaré el 2 de ene­ro de 1865.

El asedio de la plaza por los revolucionados orientales en tierra y por los marinos brasileños en el agua, duró tanto que los pertre­chos de guerra de la escuadra imperial se agotaron. Y entonces el arsenal de Buenos Aires suministró las bombas que faltaban a los atacantes para con­tinuar el bombardeo. Mostrando su beligerancia.

Solano López (Presidente Paraguayo) solicitó permiso para cruzar territorio correntino y atacar la ciudad Brasileña de Uruguayana; Mitre le contesta que no porque ÄRGENTINA ERA NEUTRAL” entonces Solano López ataca a Corrientes (previa de­claración de guerra) el 13 de abril de 1865; Provincias enteras se mostraban apáticas ante este ataque.

El gobierno nacional debió constantemente dis­traer tropas del ejército en guerra con el Paraguay, a cuidar su retaguardia en el interior. En la lucha fratricida las fuerzas de los dos países her­manos (Argentina y Paraguay) hicieron prodigios de valor y de heroísmo sin ninguna ventaja para ninguno de ellos, sino únicamente para el Brasil,

Mitre, aliado a Brasil y al gobierno impuesto por este, declarara la Guerra al Paraguay, como de costumbre, con frases célebres: “Tres días en los cuarteles, tres semanas en campaña, tres meses en Asunción”. La guerra duraría cinco penosos años, y Mitre, como no podía ser menos, fue general de todos los ejércitos. No gana ni una batalla y los brasileros lo reemplazan. Una guerra injusta, un genocidio del pueblo paraguayo.

Muchos se opusieron a esa guerra infame, entre otros el autor del Martín Fierro, José Hernández y Juan Bautista Alberdi….éste entabla con Mitre una agria polémica publica en la que entre otras cosas, refiriéndose al propio Mitre, le enrostró la siguiente frase: “Si al menos hubiera yo tomado una escarapela, una espadas, una bandera de otro país, para hacer oposición al Gobierno del mío, como en Monte Caseros lo hizo otro Argentino contra Buenos Aires, con la escarapela Oriental, como oficial Oriental, bajo la bandera oriental y alienado con los soldados de brasil..” y opinando luego además sobre la política del mitrismo agrega: “Para gobernar a la República Argentina vencida, sometida, enemiga, la alianza del Brasil era una parte esencial de la organización Mitre-Sarmiento; para dar a esa alianza de gobierno interior un pretexto internacional, la guerra al Estado Oriental y al Paraguay, viene a ser una necesidad de política interior; para justificar una guerra al mejor gobierno que haya tenido el Paraguay, era necesario encontrar abominables y monstruosos esos dos gobiernos; y López y Berro han sido víctimas de la lógica del crimen de sus adversarios”. (Juan Bautista Alberdi)

“En nombre de la libertad y con pretensiones de servirla, nuestros liberales, Mitre, Sarmiento y Cía., han establecido un despotismo turco en la historia, en la política abstracta, en la leyenda, en la biografía de los argentinos. Sobre la revolución de Mayo, sobre la guerra de la independencia, sobre sus batallas, sobre sus guerras ellos tienen un Alcorán, que es de ley aceptar, creer, profesar, so pena de excomunión por el crimen de barbarie y caudillaje”

Juan Bautista Aberdi al hacer referencia a los Empréstitos y negociados para reconstruir el Paraguay luego de la guerra dice que “los empréstitos paraguayos tuvieron inspiraciones extranjeras al Paraguay”. Alberdi ve claramente esos episodios de vasallaje y extorsión financiera sobre Paraguay, y señaló los empréstitos como “un entuerto que por su origen e inspiración no fue paraguayo, sino exótico, y surgido desde fuera por gentes afiliadas desde mucho antes en la obra de destruir Paraguay, en el interés de un poder que aspira a absorberlo todo después de arrasado”, y dirá con razón: “López no dejó deuda exterior paraguaya. La tiranía no pensaba como el liberalismo de sus adversarios que han probado su ´patriotismo´ endeudando a su país en millones que su tesoro escaso no puede pagar. Hechos después de la guerra y como consecuencia suya, se diría que esos empréstitos han sido una prosecución de la campaña contra ese país, al coincidir sus efectos y condiciones desastrosas y el papel de sus inspiradores durante la celebre contienda”

“Toda la prensa del General Mitre - escribió Alberdi - ha recibido la consigna de imputarme el folleto titulado “Les dissensions des Républiques de La Plata er les machinactions du Brasil”, como un acto de traición…Que el folleto precitado sea o no mío, es cuestión de poca monta, desde que todas sus ideas me pertenecen” (Alberdi: Los intereses argentinos en la guerra)
La campaña de los “liberales Mitre y Sarmiento” siguió personalizándose en Alberdi porque su voz era la mas respetable y resonante de todas las que habían logrado sucumbir de esa hecatombe.
El ilustre pensador no dejó de presentarles batalla. En 1867 sintetizaba la esencia del problema: “Luego yo he sido atacado esta vez, no por defender al Paraguay, sino por defensor de la República Argentina; no por aparaguayado como se dice en Buenos Aires, sino por argentino; es el patriotismo nacional argentino bien entendido”
Todavía en 1879, en conversación que tuvo en Paris con el doctor Ernesto Quesada, Alberdi le decía:
“Para consolidar tal ´Redención´ y uniformar el país en ese sentido, los hombres de Buenos Aires se enfeudaron a la política brasilera, y fomentaron la revolución Oriental de Flores, el escándalo de Paysandú y terminaron con el tratado de la triple alianza para arrasar al Paraguay y obligar a las provincias, so capa de la guerra internacional y merced al estad de sitio, a someterse a la política porteña. Consideré tal guerra como el más funesto error histórico y la mayor calamidad para nuestra nacionalidad: por eso la combatí desde el extranjero, como lo hicieron Guido Spano y la mismo Navarro Viola, que como verdadero patriota, debía mostrar a nuestras provincias el abismo que conducía tan monstruosa guerra, contraria a los intereses verdaderos de Plata y que solo serviría al Brasil para debilitar a sus linderos del Sud, consolidar su influencia agresivamente imperialista y legalizar sus usurpaciones territoriales…”( Entrevista celebrada en Paria, el 6 de junio de 1879. Quesada: La figura histórica de Alberdi)
La estadía de Alberdi en Buenos Aires no po­día ser pacifica. Su sola presencia era un factor de beligerancia. Cuando el Presidente Julio A. Roca, admirador confeso del padre de la Consti­tución, envió un mensaje al Congreso (14 de no­viembre de 1880) solicitando una edición de las obras de Alberdi, Mitre y “La Nación” declararon abiertamente la guerra contra lo que constituía la reivindicación oficial de sus ideas sobre la or­ganización nacional, sobre la guerra del Para­guay y otros tantos temas.
Los mitristas habrían de oponerse también al nombramiento de Alber­di como representante diplomático en París, ne­gando al Presidente Roca el acuerdo del Senado.
El 8 de agosto de 1881, enfermo y amargado, Alberdi volvió a Europa, embarcándose en el Equateur. Roca lo nombró ministro en Chile, pe­ro la enfermedad de Alberdi, agravada su viaje a Europa, le Impedirla ya definitivamen­te regresar.
Su misión en la patria estaba cumplida. La patria le daba un mezquino agradecimiento para remediar sus angustias económicas: el Presidente Roca lo nom­bró Comisario de Inmigración, y aún el Congre­so le acordó una pensión. No era mucho; pero si mucho mas que lo que dio a otros grandes hom­bres. Murió en Nueilly-Sur-Seine, cerca de París, el 19 de junio de 1884.
Sus restos fueron repatriados en 1889 y descansan en la Casa de Gobierno de la provincia de Tucumán.
Bibliografía:
García Mellid, Atilio ”Proceso a los Falsificadores de la Guerra del Paraguay“
García Mellad, Atilio “Proceso al liberalismo Argentino”
“La Gazeta”.com
Quesada Ernesto “La figura histórica de Alberdi”
Rosa, José María “Historia Argentina”
Rosa, José María “La Guerra del Paraguay y las montoneras Argentinas”

La Comandancia del Cuartel General de Los Santos Lugares 1840 - 170 años de su fundación - 2010


POR EL DR. CARLOS A. DE SANTIS
Los acontecimientos civiles y militares desarrollados en nuestro país, fueron innumerables y muchos con un mismo objetivo: independizar nuestro territorio y sostener nuestra soberanía. Ello, no se logra con una simple reunión de cabildantes o una suma de voluntades escritas en un papel, sino con hechos concretos, que sucedieron mucho antes del 25 de mayo de 1810 y que continúan aún en nuestros días. Cuando hablamos de historia, debemos tener en cuenta que "repensamos los acontecimientos sucedidos en el pasado", que por supuesto no hemos vivido; y para transmitir los mismos a otras personas con clara honestidad y verdad histórica, debemos valernos de fuentes escritas por hombres probos y sinceros, caso contrario estaríamos expresando verdades a medias, ímprobas y falsas. En ese camino, también debemos comprobar que el historiador del cual nosotros tomamos los conocimientos del pasado, haya realizado las pesquisas suficientes, para afirmar y trasmitir su relato. Es decir, haber recurrido a los antecedentes idóneos para sostener su dictamen, y la suficiente adecuación a un método histórico con aportes suficientes y necesarios de las ciencias auxiliares como la antropología, la sociología, etc. En su defecto u omisión, estaríamos novelando el pasado, interpretando erróneamente el presente y planificando el futuro falaz. Uno de esos actos concretos para la defensa de nuestro territorio soberano e independiente, sosteniendo con las acciones las ideas de mayo y del 9 de Julio de 1816, fue la creación hace 170 años (1840) del Cuartel Gral de los Santos Lugares de Rosas. El historial desarrollado en el primitivo pago de los Santos Lugares de Rosas anteriormente llamado el Pago de la Virgen, o terrenos de la Merced, fue muy importante. Allí se desarrollaron muchos acontecimientos, entre los cuales podemos mencionar: la Posta que sirvió de albergue en 1813 a los ejércitos patriotas del Libertador San Martín y sus granaderos a caballo; en 1816 se estableció el Cuartel de los Chacareros al mando del comandante Conejo y Amores; se radicaron las congregaciones de los Padres Franciscanos y Mercedarios; el 1º de agosto de 1806 se produjo el Combate de Perdriel; en 1821 se establece el Correo Nacional de Campaña; en 1823 se crea la escuela Pública para varones de los Santos Lugares; en 1825 se funda la parroquia bajo el patrocinio de "Jesús Amoroso"; el día 10 de diciembre de 1824, en la chacra Pueyrredón, (actual "Museo Histórico José Hernández") nace nuestro inmortal periodista, poeta, escritor, político y soldado de la Confederación Argentina: Don José Hernández; el 25 de marzo de 1836 se funda el pueblo "Santos Lugares de Rosas". En el orden nacional, a partir del año 1838 se presentaron severas amenazas para la estabilidad del gobierno y la integridad territorial de la Confederación Argentina, que inquietaron al pueblo y sus autoridades y que pusieron en peligro la soberanía nacional (recordemos que Rosas fue gobernador de Buenos Aires, a cargo de las relaciones exteriores de la Confederación desde 6 de diciembre de 1829 hasta 1832 y del 7 de marzo 1835 al 3 de febrero de 1852). Es decir que Rosas, en las circunstancias descriptas estaba ejerciendosu segundo mandato de gobierno. En ese contexto, a los fines de poder ubicarnos con precisión histórica, podemos citar algunas circunstancias que nos describen la situación imperante en ese momento:
a) El bloqueo del Rio de la Plata por la escuadra Francesa.
b) La invasión de Juan Galo Lavalle. Los expatriados unitarios en Montevideo y el general Fructuoso Rivera que había usurpado el gobierno de la Banda Oriental a su legítimo presidente el general Oribe, aprovecharon la presencia de las fuerzas francesas, arman los ejércitos que al mando de éste y de Lavalle invadirían el litoral argentino a partir de 1839 (Primera Coalición de fuerzas unitarias-extranjeras).
c) La agresión del mariscal Santa Cruz: las pretensiones expansionistas impulsadas por el dictador de la Confederación Peruano-Boliviana, mariscal Santa Cruz, precipitan la guerra librada contra la Argentina y Chile.
d) La Rebelión de los Hacendados: en el año 1839, en el sur estalla la rebelión de un grupo de hacendados de las zonas de Dolores y Chascomús, en combinación con Lavalle y el apoyo de las fuerzas francesas.
e) La conspiración de Maza en Buenos Aires.
f) La sublevación de Berón de Astrada.
g) La Coalición del Norte: en el año 1840, las aciagas secuelas, fueron con epicentro en Tucumán, el levantamiento unitario conocido como "Coalición del Norte", con el asesinato del gobernador federal Heredia y la simultánea invasión de la provincia de Buenos Aires por el ejército de Lavalle apoyado por la escuadra francesa. Todo esto no hacía otra cosa que confirmar aquel sonado "plan de sangre y escándalo" denunciado por el ministro argentino en Londres a fines de 1834 y que comenzara, en la práctica, con el asesinato de Facundo Quiroga en 1835. En esta situación, el entonces gobernador de Buenos Aires y encargado de las Relaciones Exteriores de la Confederación Argentina, brigadier general Don Juan Manuel de Rosas, se ve obligado a adoptar extraordinarias medidas de defensa y a retomar también la iniciativa,comenzando entre otras disposiciones por estructurar un fuerte asentamiento de instrucción,rearme, remonta y reclutamiento permanente del Ejército. El lugar estratégico Ante el avance de Lavalle con 2500 soldados veteranos bien armados y apoyado por las fuerzas francesas, Rosas manifestó: "El hombre se nos viene y lo peor es que se nos viene sin que podamos detenerlo". Analizada la situación, y compenetrado de la gravedad de la situación, Rosas imparte órdenes
a las unidades y guarniciones para concentrarlas en un determinado punto estratégico, que sería el antiguo pago de los Santos Lugares, que el gobernador conocía desde hacía años. El sitio mencionado, era un incipiente pueblo de campaña con posta y cruce de caminos hacia el norte y el oeste del país; y en el cual existían dos grandes construcciones -una de las cuales había sido utilizada como cuartelque estaban a disposición del gobierno, desde las expropiaciones realizadas por Bernardino Rivadavia, (Padres Mercedarios) con motivo de la "reforma eclesiástica". El 16 de agosto de 1840 las fuerzas militares de la Confederación Argentina se instalan en "Los Santos Lugares de Rosas" (Hoy Gral. San Martín), y Rosas asume personalmente la conducción de la comandancia; previo a ello, delega el mando gubernativo de Buenos Aires a su ministro Dr. Felipe Arana. En dicho campamento se convocó a las milicias rurales del sur que debería reunirse con los veteranos (parte de los batallones Guardia Argentina,Serenos y piquetes de vigilantes) y algunos Cívicos de la ciudad. La estrategia planificada era la de encerrar al -autodenominado- ejército libertador entre las tropas de la confederación,las milicias de Garretón en San Nicolás, las de Pacheco en Salto, y las de Vicente González en Monte. Asimismo, ante un posible desembarco de las tropas francesas en el sur, ordenó a Prudencio Rosas a cubrir con sus tropas las zonas de Quilmes, Ensenada y Magdalena. La defensa de Buenos Aires quedó a cargo de Mansilla, Soler y Ruiz Huidobro con la mayor parte de los Cívicos. Asimismo se planificó la defensa de la Plaza de la Victoria y la Sociedad Restauradora (La Mazorca) organizó cantones en los balcones en el norte y oeste de la ciudad, en La Recoleta y la Quinta de Lorea. En breves días de la llegada del brigadier a Los Santos Lugares o Chacra de Caseros, se adaptaron las edificaciones existentes, se construyeron barracas, reparos para tropas, corrales para las caballadas, se preparó el arsenal y se acumuló armas, pólvoras, y cañones. También se continuó con la plantación de arboles frutales, el sembrado y cosecha de trigo, la elaboración del pan, que mediante carretas tiradas por bueyes, se entregaban en pulperías, tahonas y en diversas ciudades, incluso Buenos Aires. Asimismo se continuó el sembrado y almacenamiento de alfalfa para alimento de caballos y bueyes. Rosas, previa evaluación eligió personalmente a los oficiales, suboficiales y su estado mayor, supervisando la instrucción de los reclutas y los trabajos generales de la Comandancia. En poco tiempo había conseguido reunir 5.000 hombres de caballería bien montados y disciplinados, además de sumar una artillería e infantería significativas. También designó como jefe-encargado de dicho campamento al sargento mayor don Antonino Reyes. En ese camino, y con la prontitud el caso, mandó construir habitaciones adecuadas para su alojamiento, debido al prolongado tiempo de debería permanecer en el mencionado cuartel general. Estas instalaciones quedaron ubicadas como a cien varas al norte de los edificios del cuartel. Las principales construcciones que utiliza Rosas, componen el único edificio que perduró intacto y al que con el tiempo - antes y después de Caseros- la denominaron "Casa de Rosas". La instalación del cuartel posibilitó el crecimiento poblacional del lugar y una multiciplicidad de actividades, como nuevos asentamientos humanos, locales comerciales, pulperías, etc. El nuevo campamento fue el más importante centro militar de la Confederación Argentina. En el mismo se realizaba el reclutamiento y la instrucción; fue arsenal y taller general del ejército federal. El edificio principal consistía en lo que había sido la capilla de los padres mercedarios, a la cual se le denominaba "La Crujia", en virtud que la misma tenía un pasillo o corredor largo que daba acceso en ambos lados del mismo, a las habitaciones donde los sacerdotes realizaban su retiros espirituales. La entrada al campamento era por la actual Avda. Pte. Perón y Ayacucho, continuado por un largo camino que llegaba al centro de la Comandancia, rodeados de arboles y prados, con similitud a las plantaciones del denominado "Caserón de Rosas" ubicado en San Benito de Palermo. Las edificaciones podemos describirlas a grandes rasgos, con más de veinte habitaciones para alojamiento de las tropas, oficiales, maestranzas, depósitos, capilla y cárcel. Tenía tres patios, que se comunicaban mediante un pasadizo, donde se encontraban las habitaciones de los jefes y oficiales, la capilla y la guardia. En el segundo patio se encontraban las cuadras de las tropas y al otro costado el sector de maestranza, y a varios metros al fondo los calabozos y el arsenal. El tercer patio era el de las ejecuciones. La casa para alojamiento de Rosas estaba integrada por dos grandes habitaciones, una como de diez varas de largo, con una estufa en la pared y otro como aposento, con puerta vidriada en medio de ambas. Toda la construcción en material cocido, con paredes dobles circunvaladas por un corredor sostenido por pilares de patina y bajo cerco de pared francesa, con dos portones, uno al sur y otro al norte. Se proveía de agua mediante su extracción del pozo de balde. Integraban asimismo el mencionado alojamiento, un aparte para oficina, ranchos, galpones, cocina y hornos. José Ramos Mejía en su libro "Rosas y su tiempo" manifiesta: "Santos Lugares parecía una pequeña ciudad industrial. Aproximadamente seis mil hombres habría allí, a la par de los soldados, obreros, mecánicos y aprendices. Grupos numerosos de mujeres condenadas por delitos correccionales, las esposas y queridas de la tropa ocupándose en trabajos de sastrería y costura, bajo la dirección de un gallego Callegas, asmático y por ende renegón… La carpintería era dirigida por un obrero de San Fernando Nogueiras de apellido; y la herrería por Lobatón cuya especialidad eran los grillos gruesos y pesados y largas moharras pampas flamígeras de las lanzas federales. Bonifacio Doistua, un asturiano silencioso y de gigante estatura, sargento del famoso batallón "Nueva Creación", al mando de Antonino Reyes, era un armero muy trabajador, y se esmeraba para transformar la vieja y desvencijada tercerola, enviada por el comandante de campaña, en un perfecto instrumento de guerra…. En ningún campamento o juzgado se utilizaba un objeto sin venir a las Usinas de Santos Lugares ….a experimentar su renovación o consagrar su definitiva inutilización. Basta decir que las viejas vainas de sables, las hojas rotas y melladas tenían que pasar por las manos de Doistua, de donde salían convertidas en excelentes machetes para la policía rural o en cuchillos y punzones para usos industriales; sin arte o pretenciosas cinceladas, si se quiere, pero aquella solidez y fidelidad que era lo único que le exigía Rosas”. En esta histórica Comandancia de la Confederación, no solo se vivieron acontecimientos de carácter provincial y nacional, sino otros que trascendieron el plano internacional; entre varias podemos citar, el 31 de octubre año 1840, el acto de ratificación de la Convención denominada "Arana-Mackau" entre Francia y el gobierno de la Provincia de Buenos Aires (encargado de la Relaciones Exteriores de la Confederación) como también la visita en varias oportunidades de destacadas personalidades civiles, militares y diplomáticas, como fue la excursión realizada a Santos Lugares por Lord Howden en compañía de Manuelita Rosas y gran comitiva. Instalado en la Comandancia, Rosas proveyó el abastecimiento de provisiones de guerra y alimentos a dos ejércitos: el de Operaciones de Echague y el de Vanguardia de Oribe (presidente legal de la República Oriental) y ordenaba los movimientos como director general de la Guerra. Asimismo, albergó en sus calabozos al ex sacerdote L. Gutiérrez y su amante Camila O´Gorman, en los días previos a su fusilamiento, el día 18 de agosto de 1848. La orden la impartió Rosas previa consulta a los distinguidos juristas de la época: Dalmasio Vélez Sarsfield Lorenzo Torres y Baldomero García; las opiniones y el veredicto se basaron en el Fuero Juzgo, el código gregoriano y las leyes recopiladas de Indias. Fue un delito privado, no político, juzgado por las leyes de entonces, deformado en sus principios, como otros tantos, por los enemigos de Rosas. Podemos rescatar de la historia, que la denominada Guerra del Paraná (1845), el 1 de enero de 1846 Tonelero y Acevedo (Barrancas), el día 9 de enero San Lorenzo y el 2 de abril la batalla del Quebracho, fue dirigida por Rosas desde este cuartel general. En el año 1852, la derrota del ejército de la Confederación Argentina, en la batalla de Caseros, por la Alianza de Urquiza con el ejercito del Imperio del Brasil, cambia el rumbo de la historia argentina y el proyecto de país. En consecuencia, la casa es abandonada durante un tiempo, previa ejecución mediante armas de fuego y ser degollados muchos de los oficiales que se encontraban en el cuartel, por las fuerzas del ejercito invasor. Las división brasileña al mando del Marquez de Souza acampa en el cuartel de los Santos Lugares para después continuar con su ingreso triunfal a la Ciudad de Buenos Aires de la mano de Justo José de Urquiza. Para la histórica casa, comenzaba otra etapa de su existencia, que será relatada en la segunda parte de este artículo, que comprende desde el año 1853 hasta nuestros días, con la presencia del actual "Museo Histórico Regional Brig. Gral. Don Juan Manuel de Rosas de Gral. San Martín", y “Las Huellas de la Historia en la Casa de Rosas".

jueves, 11 de abril de 2013

Acerca de la historia Iberoamericana

por Hugo Chumbita*

La comunidad de los países iberoamericanos es una realidad histórica de larga data que se estableció por la conquista, atravesó épocas de resistencia y revolución, sufrió los embates de los imperialismos y hoy ofrece nuevas posibilidades de fructificar.
Vale la pena recapitular algunos momentos de esa historia, que sin duda tiene numerosas enseñanzas para el presente.
Del colonialismo a la revolución. En los comienzos de su aventura colonial en el mundo, España y Portugal, reinos descendientes de la antigua Hispania romana, trazaron la línea de Tordesillas y acordaron repartirse sus espacios de conquista.
La competencia entre los dos reinos no podía estar exenta de fricciones, pero ambas coronas estaban emparentadas y abrigaban contrapuestas ambiciones de unirse, lo cual llegó a consumarse bajo la hegemonía española en 1580, con Felipe II.
La separación posterior de Portugal y su prolongada rivalidad con España, especialmente sensible en la disputa de los territorios sudamericanos, tiene mucho que ver con la ingerencia de Inglaterra, que se convirtió en aliada y garante del imperio portugués para penetrar en sus dominios coloniales.
A comienzos del siglo XIX se rompieron los lazos de dependencia, cuando las guerras europeas crearon las condiciones: la invasión de la península provocó la revolución de las colonias españolas contra la metrópoli; y por otro lado determinó que, al huir la corona portuguesa a Rio de Janeiro, esa dinastía se prolongara en Brasil y articulara una independencia sin revolución.
El precursor Francisco de Miranda, criollo de ascendencia canaria, batalló por la emancipación concibiendo una síntesis de las herencias culturales del nuevo continente con las ideas revolucionarias de su tiempo.
Proyectó unir a todos los países hispanoamericanos en una federación con el nombre de Colombia, y propuso la forma monárquica o republicana cuya cabeza debía ser un inca, adaptando el parlamentarismo europeo en armonía con la tradición andina.
Manuel Belgrano y José de San Martín replantearon más tarde una iniciativa semejante, y Simón Bolívar fue el continuador y ejecutor de los planes de unión continental de Miranda, a pesar de que una trágica desavenencia causó que el precursor fuera prisionero a morir en una cárcel de Cádiz.
¿Era posible mantener la vinculación entre la antigua metrópoli y las repúblicas emancipadas? Los españoles también debieron levantarse en 1808 para luchar por su independencia contra Napoleón, y el inca Dionisio Yupanqui lo advirtió en las Cortes de Cádiz con una sentencia memorable: "un pueblo que oprime a otro no puede ser libre".
San Martín, el cura mexicano Servando Teresa de Mier, el guerrero español Francisco Javier Mina, el fugaz emperador de México Agustín de Iturbide, entre muchos otros, apostaron a un acuerdo con el movimiento constitucionalista de la península, que en 1820 produjo la revolución de Rafael del Riego y el "trienio liberal".
Los patriotas americanos podían encontrar fértiles coincidencias ideológicas con los liberales españoles, aun que ello no resultó viable y en definitiva prevalecieron los resabios imperiales del absolutismo.
Unión y desunión. En 1822, los libertadores acordaron unir a los estados de "la América antes española". Bolívar presidía la gran Colombia (que incluía Venezuela, Ecuador y Panamá) y firmó con el Protectorado de San Martín en Perú y con el Directorio de Bernardo O´Higgins en Chile sendos tratados de Unión, Liga y Confederación Perpetua, comprometiéndose a gestionar la incorporación de las demás repúblicas. El año siguiente se firmó un convenio del mismo tenor con México.

Bolívar no logró que el gobierno rivadaviano de Buenos Aires suscribiera el mismo, sino otro acuerdo limitado a una alianza defensiva.
En esa oportunidad, Rivadavia contrapropuso un plan muy distinto, remitido desde Lisboa, para reunir en Washington otro congreso de "confederación armada contra la Santa Alianza", que integrarían España, Portugal, Grecia y Estados Unidos junto a los países sudamericanos; extraña idea que Bolívar desechó, viendo allí insinuada la hegemonía norteamericana.
El Congreso de Panamá de 1826, convocado por Bolívar para concretar la unión, tropezó con la ostensible aversión estadounidense y la menos visible oposición inglesa, que consideraban como una amenaza el surgimiento de otra potencia, y en particular el proyecto de una operación conjunta para liberar Cuba y Puerto Rico.

Se aprobó un Tratado de Confederación Perpetua que creaba una asamblea periódica de plenipotenciarios, establecía una ciudadanía común y garantizaba la cooperación militar, la seguridad, la independencia y el régimen republicano y democrático de los países miembros. Pero sólo fue ratificado por el Congreso de Colombia, y no entró en vigor.
En la década de 1860, las relaciones de nuestros países con España fueron perturbadas sobre todo por las desafortunadas agresiones colonialistas de la Marina española en México, Perú y Chile, que motivaron como reacción la convocatoria de otros congresos y la proliferación de la red de asociaciones de "la Unión Americana".
A la vez, la política del Imperio Brasileño obraba como una cuña de persistentes hostilidades con las repúblicas del Cono Sur. Bajo los regímenes oligárquicos y la sumisión a la influencia británica o yanqui, los estados del continente se daban la espalda entre sí.
La historia fue cambiando en el siglo XX, a medida que España y Portugal fueron emergiendo de las dictaduras reaccionarias y oscurantistas, y cuando los movimientos democráticos y populares de los países sudamericanos lograron contrarrestar las presiones imperialistas.
Ello permitió abrir otras perspectivas y superar incluso el divorcio con el vecino Brasil. Los vínculos fraternales entre los pueblos nunca desaparecieron.
Hay diferencias de perspectiva muy difíciles de salvar entre el mundo europeo y el mundo americano. Pero hay también una afinidad de lenguaje y un pasado compartido que es necesario asumir, con beneficio de inventario, para que la comunidad iberoamericana sea una relación entre iguales y asegure una venturos a reciprocidad.

martes, 9 de abril de 2013

Breve biografía del Dr. Joaquín Campana

Por el Licenciado Alberto Umpiérrez

El Dr. Joaquín Campana es el principal vocero e intérprete del movimiento de los “orilleros”, pero a pesar de que es un excelente orador de mucho prestigio entre los quinteros y las clases medias y bajas de Buenos Aires, no es un caudillo, es fundamentalmente un intelectual, un abogado que había cursado en Córdoba sus estudios humanidades y jurisprudencia, doctorándose en leyes en los tradicionales claustros de la Real y Pontificia Universidad de Nuestra Señora de Monserrat.
Pero Joaquín Campana no era porteño, sino oriental. Había nacido en la ciudad de San Carlos el 24 de mayo de 1773 y fue bautizado en la Parroquia de San Carlos Borromeo el día 27 de ese mismo mes (L. 1B fl. 26v.).
Era el segundo hijo de Andrés Campana, originario de Dublín, Irlanda, razón por la cual tuvo que castellanizar su nombre y apellido irlandeses Andrew Campbell, cuyos padres se llamaban James Campbell y Johanne Green. Este emigró al Río de la Plata acosado por la intolerancia religiosa de los calvinistas ingleses del siglo XVIII, desembarcando en Maldonado y estableciéndose en San Carlos. Contrajo matrimonio antes de 1771 con Bárbara Espíndola, nacida en Rio Grande e hija de portugueses azorianos, que forman ya desde 1764 el núcleo fundacional de la comunidad carolina.
En 1775 la familia Campana Espíndola está establecida en Maldonado pero en 1795 hay documentos que ubican a la familia en Montevideo, y luego pasa a radicarse definitivamente en Buenos Aires desde 1797, donde Andrés Campana se desempeña como “Guardia Resguardo de Rentas”.
Al llegar a Buenos Aires Joaquín Campana ya tiene 24 años de edad y seguramente cursó sus estudios primarios y secundarios en Maldonado y Montevideo respectivamente. Era un oriental de cabo a rabo. Sería una gran casualidad que habiendo vivido tantos años en la Banda Oriental la familia Campana no tuviera ninguna relación con la familia Artigas, que eran varios y muy conocidos e insertos en la comunidad.
El 4 de Junio de 1803, el Dr. Joaquín Campana fue habilitado como Agente Fiscal de la Real Hacienda, cargo que desempeñaba al producirse las invasiones inglesas.
Participa activamente en el movimiento popular que acaudillado por Martín de Álzaga ofrece tenaz resistencia a la ocupación británica. El 14 de agosto de 1806 está presente entre las 96 personas que concurren al Cabildo Abierto que resuelve destituir al Virrey Sobremonte del mando militar de la ciudad de Buenos Aires, imponiendo como General en Jefe a Santiago de Liniers. En una carta dirigida al “Príncipe de la Paz” el destituido Marqués de Sobremonte manifiesta “que el abogado Joaquín Campana había tomado la palabra en aquel Cabildo junto con otros revolucionarios quienes eran los cabecillas que dijeron al pueblo que tenía autoridad para elegir mandatario”.
El 18 de noviembre de 1806 el Coronel Cornelio Saavedra certifica que Joaquín Campana revista como oficial del Regimiento de Patricios, participando también en tal carácter en los combates de 1807.
Participa activamente en el proceso que conduce a la formación de la Junta Gubernativa. En el Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810 vota en contra de Cisneros y en apoyo de la fórmula propiciada por Cornelio Saavedra.
Aparentemente ocupa un rol secundario durante el período de la Primera Junta, seguramente vuelve a sus actividades como abogado o como fiscal. Hay un enorme e inquietante vacío documental en este período de su vida, similar al misterio que hay sobre la actividad de José Artigas en 1810 y en el primer trimestre de 1811, justamente y casualmente cuando ocurre su presencia en Buenos Aires.
La cuestión es que protagoniza la movilización de los orilleros del 5 y 6 de abril, y luego ocupa la Secretaría de Gobierno hasta el 16 de setiembre de 1811, momento en que es desplazado y arrestado por orden del Primer Triunvirato establecido por presiones del Cabildo de Buenos Aires y de la “Sociedad Patriótica” porteñista.
Desde la fecha de su arresto queda confinado en el Fortín de Areco hasta que resulta beneficiado por la “Ley de Olvido” de 1822. En Areco pasa sus años más duros, sometido a todo tipo de privaciones junto a su familia. No deja de ser muy significativo el hecho de que es liberado de su confinamiento después de la internación de José Artigas en el Paraguay, lo cual permite reforzar la idea de una vinculación ideológica y política entre ambos. Más aun considerando que al Alcalde Tomás Grigera, que también es sometido a prisión por el Triunvirato, lo dejan libre casi enseguida en 1813 e incluso le otorgan tierras y cargos desde 1814.
El Alcalde Grigera fue favorecido por una ley sancionada por la Asamblea General Constituyente reunida en 1813, que otorga el perdón a todos los incursos en delitos políticos y militares con las únicas excepciones expresas de Cornelio Saavedra y Joaquín Campana. A Cornelio Saavedra, después de muchas vicisitudes, lo rehabilitan en 1818, permitiéndole regresar a Buenos Aires, restituyéndole su grado militar y asignándole un cargo en el ejército. Pero ninguno de los dos aboga por la libertad de Joaquín Campana, que sigue preso hasta 1822. Evidentemente su vinculación más fuerte es con José Artigas, al menos desde el punto de vista de sus captores.
Luego de su liberación se traslada con su familia a la localidad bonaerense de Chascomús, donde ejerce como Juez de Primera Instancia en la Campaña hasta 1829. Este año se embarcó en la goleta Rosa rumbo a Montevideo, con el propósito de radicarse definitivamente en esta ciudad para ejercer su profesión de abogado. La Provincia Oriental ya se había independizado y en virtud de su nueva Constitución de 1830 elige su primer Cuerpo Legislativo.
Pero el Dr. Joaquín Campana no había sido olvidado entre sus compatriotas, a pesar de los muchos años de reclusión, y tiene el privilegio de resultar electo por el sufragio de sus conciudadanos para formar parte de la primera Legislatura instalada en la nueva República, en calidad de Senador, siendo posteriormente reelegido varias veces, llegando a desempeñar la Vicepresidencia del Cuerpo por un período.
Durante la Presidencia de Manuel Oribe se dedica a promover la cultura y la educación, pasando a desempeñar el cargo ejecutivo de Inspector General de Instrucción Pública, a la vez que ocupa la Cátedra de Filosofía a nivel universitario. En 1839 preside la apertura de la Academia Teórico Práctica de Jurisprudencia en Montevideo, pero debido al cambio de gobierno forzoso que se procesa a fines del año anterior, se ve obligado a mudarse otra vez a Buenos Aires, donde permanece hasta su muerte, ocurrida el 12 de setiembre de 1847.

lunes, 8 de abril de 2013

El Instituto y amigos...





Arturo Pellet Lastra: Doctor en Derecho y eximio historiador.


Alberto Gelly Cantilo diserta...Arturo Pellet Lastra y nuestro Presidente Carlos De Santis escuchan...



el Dr. Alberto Gonzalez Arzac y el lamentablemente desaparecido Enrique Oliva.


compañeros del instituto: Mario Fraire, Mario Di Blasio y el inolvidable Hugo Ortiz de Rozas...


Dr. Carlos De Santis, Profesor Roberto Clemente y Dr. Carlos Torreira


Hace 20 años...Mario Fraire, Mario Di Blasio, Julio Otaño, Jorge Perrone, Luis Agosta, Jaime González Polero, y Mario Grasso


conferencia en el Museo Rosas: Profesores Barros, Otaño y Grillo

Tte Cnel Morales, Profesora Barros y Dr. Otaño.

Dres De Santis, Sulé y Otaño

jueves, 4 de abril de 2013

Perros en Malvinas


Durante la defensa de Puerto Argentino el Comando de la Infantería de Marina decidió el envío de una sección de perros de guerra, de la Base Naval Puerto Belgrano, con el fin de impedir infiltraciones de comandos británicos en el dispositivo defensivo propio.
Así fue que el 7 de abril 18 perros a las órdenes del Teniente de Fragata de Infantería de Marina Miguel A. Paz contaron con:
Guardiamarina Veterinario Jorge Robles
Encargado de Sección: Suboficial Segundo de Infantería de Marina Ernesto Franco. Cada perro con su guía, Soldado Conscripto.
La sección perros fue utilizada para la defensa de la localidad para protección de los puestos de comandos, centrales de comunicaciones y depósitos varios.
Luego del ataque del 1º de abril se intensificaron las guardias nocturnas para impedir cualquier infiltración enemiga.
Los perros acompañados por sus guías, soldados Conscriptos, los que formaban una pareja inseparable.
Después de los cuatro o cinco días de bombardeos surgió un hecho curioso, la alarma más eficaz y segura ante los bombardeos, fundamentalmente aéreos, eran dadas por los aullidos de los perros anunciándolo mucho antes de la iniciación del ataque. Al decir de los veteranos que operaron desde Puerto Argentino, fue el mejor método de autenticación de alarma y el momento a partir del cual se tomaban las contramedidas.
También distinguían en general al personal de la Armada con respecto a las otras fuerzas con quienes eran especialmente agresivos, incluyendo también a los Kelpers. Este hecho se repitió luego con los británicos, una vez prisioneros de guerra.
 Hubo oportunidades en que salieron de la población en misiones de patrulla adelantada, pero fueron sólo casos puntuales para tareas específicas como la vigilancia del sistema de Rampa y Generador del misil Exocet que se monto como defensa costera. Este sistema de armas se mantuvo en el más alto secreto dentro de la localidad, durante el día en galpones altamente custodiado y de noche se movía sigilosamente hasta su lugar de lanzamiento. Todas estas maniobras fueron estrictamente custodiadas por la sección de perros durante el día y la noche.

En los últimos días de combaste se decidió el envío de perros a primera línea para evitar infiltraciones enemigas. Esta medida fue discutida hasta que llegó la orden de enviar a los perros con sus guías, fueron 3 las parejas enviadas:
Conscripto Carlos del Greco con Ñaro
Conscripto Raúl Andicochea con Negro
Conscripto Silva con Xuavia
Dijo el Guardiamarina Veterinario J. Robles.
" Fueron al frente Ñaro, Xuavia y Negro. ¿ Por que ellos? Negro y Ñaro por su bravura, valentía, eran sin duda los mejores del Batallón, participaban de todas las exhibiciones (desarme de enemigos, control de detenidos y saltos de altura). Xuavia porque era extremadamente celosa y guardiana, ella fue a Malvinas porque era la mejor entre las hembras (era mi preferida), recuerdo que cuando entro en celos elegí un lugar preferencial y ordené su servicio" 
 El envío de los perros al frente no tuvo éxito y termino trágicamente, los perros no se acostumbraban al fragor del combate, fueron prácticamente aturdidos por las explosiones. Ya el 13 de junio (en la noche del 13/14 de junio en el asalto final) los guías perdieron a sus perros, quienes habían huido enloquecidos. Ñaro y Negro desaparecieron ni sus collares fueron hallados. Todos los esfuerzos de la Sección Perros por encontrarlos fracasaron pese al especial empeño de todos, incluyendo a los Infantes de Marina de otros destinos, sensibilizado por los hechos. Todos eran conscientes que de estar con vida, su instinto y sensibilidad los hubiera llevado a su Sección, por esa razón se presume que murieron en combate, hay una versión, no confirmada, que señala a un oficial británico como que se quedo con uno de ellos. Por lo menos esa era la esperanza de la Sección. Sólo regreso Xuavia.
Como comenta el Guardiamarina Robles, Xuavia estaba preñada cuando fue al frente, un toque de amor entre tanto combate, pero no el único. Xuavia, en la noche del 13 al 14 de junio, seguramente estaba regresando del frente hacia la localidad cuando encontró a un soldado del Ejercito herido que yacía en el suelo cubierto de nieve; Xuavia se le acercó, se pegó a él y le dio calor hasta que los camilleros lo encontraron y trasladaron hacia Puerto Argentino, la perra los acompaño hasta el Hospital, luego regreso con los suyos.
En su momento este echo fue comentado por todos los que lograron verlo, luego el drama del tramo final de la batalla lo apagó. Por esa razón no se pudo rescatar el nombre del soldado ni el de los camilleros. Al comentarle el episodio el Guardiamarina Robles dijo:
"El relato sobre el regreso de Xuavia fue tal cual (como se comenta mas arriba), vino al lugar donde yo estaba; un soldado me grito: "Señor, volvió Xuavia, cuando me di vuelta la vi y me pareció mentira, todos le demostramos alegría y puedo asegurarle que ella respondió del mismo modo. Ya en la Base Naval Puerto Belgrano tuvo sus cachorros"

Xuavia tuvo nueve cachorros, de los cuales fueron siete machos y dos hembras, tres de ellos murieron inmediatamente después del parto. El padre fue Duque.
De los perros que regresaron al continente algunos murieron de viejos, otros en accidentes en servicio. Sobrevivió a todo Vogel, ovejero alemán, hijo de Tell y Nexe. Todos de la Base Naval Puerto Belgrano. Falleció el 1º de diciembre de 1991; esta enterrado en el Batallón mirando hacia Malvinas, bajo un túmulo conmemorativo.
Hasta su muerte presidio todas las ceremonias de la Unidad luciendo en su capa la condecoración otorgada por la participación en la gesta. Las Fotografías de Negro y Ñaro, desaparecidos en combate, están en su Batallón y en el Museo de la Infantería de Marina

fuente:   http://www.laperlaaustral.com.ar/contenidos/index.php?option=com_content&view=article&id=68:perrosdeguerra&catid=49:infanteriademarina&Itemid=62

Claudio Mamerto Cuenca












Por Gaston Binnerbini 

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Asesinato del Doctor y Cirujano Claudio Mamerto.
Version 1 (Caras y Caretas 14 de Mayo de 1932):
Dice: Urquiza avanzaba como una tromba sobre la tiranía. El ejército de Juan Manuel de Rosas iba a estrellarse contra los invasores. La lucha era inminente. Rosas decía:— ¡No dejaré de Urqaiza ni los rastros! Y Urquiza: No dejaré de Rosas ni achuras pa los perros!
El entrevero fué espantoso. Los campos de Caseros — el 3 de febrero de 1852 — se bañaron en sangre. Los soldados,
viéndose perdidos, huyeron como Rosas. Los heridos federales pedían auxilio sin que nadie les tendiera la mano... De pronto se vio a un hombre que iba y venía, lentamente, a través del campo de batalla, desafiando a las balas. Llevaba a cuestas un botiquín de cuero. Se arrodillaba delante de los heridos. Los curaba, los vendaba, les cerraba los ojos. Alguien pasó al galope. — ¡Dispare, doctor! Los soldados de Urquiza vienen degollando...
El hombre del botiquín sonrió sin impaciencia. ¿Qué le importaba morir si estaba cumpliendo su deber de médico filántropo? Sus colegas se habían dado a la fuga. Entre tanto, el ejército vencedor estaba ya muy cerca. Un soldado de Urquiza vio al médico en el instante de vendar a un herido.— ¡Muera el federal! — le gritó.
El médico cayó con el corazón deshecho por un tiro. Aquel héroe civil era el doctor
Claudio Mamerto Cuenca, poeta exquisito y cirujano experto, que, a pesar de hallarse al servicio de Rosas, jamás había querido rendirle acatamiento. Mitre dijo después: — Cuenca no era, en verdad, un soldado de Rosas. Era un soldado de la Humanidad.
Por Juan Jose Reilly.
..................................................
Asesinato del Doctor y Cirujano Claudio Cuenca por Adolfo Saldias en su obra "Historia de la Confederacion Argentina", capitulo dedicado a Caseros con ayuda de Antonino Reyes Edecan de Juan Manuel de Rosas y textos basados en "Memorias Ineditas" del Coronel de la Division Uruguaya, Cesar Diaz:
Los restos de los batallones del Coronel Jeronimo Costa (Aquellos que no habian huido), se corrieron hacia el Palomar y la Casa de Caseros para hacer frente el segundo asalto de la Division Uruguaya reforzada con dos batallones Brasileros. Jeronimo Costa es pasado por arriba:

"No resistieron el ataque que llevo con habilidad del Coronel Cesar Diaz. Desalojadas de sus posiciones las fuerzas que la defendian, los aliados penetraron en el interior del edificio y el combate se trabo todavia recio con los que en los patios y azoteas defendieron su vida. Aquello fue una verdadera carnicera (Memorias Ineditas por el Coronel Uruguayo Cesar Diaz). De cerca de 800 hombres que se sostuvieron mas de media hora, muy pocos sobrevivieron. Fuerzas del Batallon Voltijeros al mando del Coronel Palleja y de un Batallon Brasilero, penetraron hasta el Hospital de Sangre en donde se habian guarecido algunos heridos. Un hombre de aspecto venerable, tan solo armado de la fortaleza de las almas grandes, se adelanto a implorar generosidad para los heridos. Era el conocido cirujano Doctor Claudio Cuenca, erudito nosografo y tierno poeta. El Coronel Palleja lo atraveso con su espada y uno de los oficiales hizo otro tanto.
En esta lucha dijo Don Tomas larragoita, Capitan del Batallon Voltijeros: "En el asalto a la Casa de Caseros, se presento un oficial y le pidio a mi jefe que le salvara la vida: este le dio un hachazo con su espada y el que suscribe le dio otra estocada con la suya" : Segun Saldias fue con motivo de rectificarle aseveraciones del Sr Gral Mitre, contenidas en una carta que le hizo el honor de ldirigirle sobre estos y otros sucesos narrados en la primera edicion de su libro (De Saldias). Se publico en "La Razon de Montevideo de 1889". Vease sobre lo mismo la carta del Sr Fernando Torres en "El Siglo" del 27 de octubre de 1887. En una y otra parte testigos presenciales corroboran los hechos en el modo y forma como se narran en este libro.

Asesinato del Doctor y Cirujano Claudio Mamerto Cuenca por Wikipedia:
Al término de la Batalla de Caseros queda un bastión: El Palomar. Se encomienda entonces al general César Díaz que atacara. "Desde lo alto del mirador, - escribe cien años después el Dr. Corbella - los jefes del Palomar, junto a los que se encontraba Cuenca, miden la situación y, al comprobar la gran desventaja numérica, resuelven capitular. Se enarbola la bandera blanca y cesa el fuego...Cuenca se dirige a su improvisado hospital levantado a cielo abierto y reanuda las tareas de restañar heridas...con gran sorpresa siente una descarga cerrada de fusilería..."

"La soldadesca de Rosas, haciendo caso omiso de la rendición...esperó la llegada - con fines de parlamentar - de un pelotón de las tropas vencedoras y al entrar éstas les hacen fuego a quemarropa. Disipado el humo se vio el tendal en el suelo. Lo que ocurrió minutos después es inenarrable...Mientras los clarines sonaban ¡A degüello...! se vio a las tropas de Urquiza avanzar y meterse sus soldados por todos los rincones...masacrando a los moradores...El doctor Cuenca, sin perder la serenidad, desarmado y exhibiendo las hilas en la mano, intentó dirigirse al jefe de la tropa asaltante, Comandante Pallejas y, al parecer, se dio a conocer y pidió protección para sus heridos...Por toda respuesta recibió varios golpes de sable; de una estocada fue atravesado y al minuto cayó exánime sobre el pavimento"

El Dr. Claudio Mejía, compañero y fiel amigo de Cuenca es hecho prisionero por las fuerzas de Urquiza, pero consigue recuperar el cadáver y el inseparable maletín de su amigo con su obra poética. Misteriosamente, ningún parte oficial da cuenta de la muerte de Cuenca. Según el Dr. Corbella, llama poderosamente la atención "el silencio cómplice que hubo de algunos personajes que fueron actores en la toma del Palomar y que bien pudieron... lamentar públicamente la muerte de Cuenca y que no lo hicieron"

(Juan E. Corbella, El Martir de Caseros, Buenos Aires, Edit. Agamenon, 1957)
Buenos Aires: Historia de las calles y sus nombres. Vicente Osvaldo Cutolo. Editorial Elche. Buenos Aires, 1994. Vol I y II