Por/ Alberto
Buela
Nació este
descendiente de piamonteses en Casilda al sur de la provincia de Santa Fe, en
la denominada "pampa gringa" el 28 de junio de 1897 y murió en
Mercedes, provincia de Buenos Aires el 15 de junio de l986.
Cursó la
escuela primaria en el Colegio de los Talleres del Ferrocarril Central
Argentino en Rosario. Fue maestro rural de su provincia, tarea que alternó con
la literatura. Fue delegado del Consejo directivo de la Federación Agraria
Argentina y se desempeñó como profesor en escuelas secundarias y del
profesorado. Durante la primera Guerra Mundial fue como cronista voluntario al
frente francés. Trabajó también como bibliotecario. Dictó la cátedra
"Historia de los partidos políticos" en la Universidad Nacional del
Litoral en Rosario. Con sus trabajos sobre temas de historia argentina se
incorporóa la escuela revisionista, que tuvo sucede en el Instituto Juan Manuel
de Rosas. Estuvo casado con Agustina Sánchez, quien lo sobrevivió.
Se destacó,
como afirmamos, por ser un periodista perteneciente al ancho campo nacional con
vocación por los temas históricos y como interés permanente la denuncia de la
masonería en el manejo de la cosa pública en la vida de la república.
Al mismo
tiempo ha sido un conocedor y cultor del tradicionalismo criollo , donde
destaca la "democracia gaucha". Al respecto su trabajo Trayectoria
del gaucho(1944/1949) debe contarse entre las obras más características sobre
esta temática, junto con las de Justo P.Sáenz,Martiniano Leguizamón y Carlos
Villafuerte.
Sus trabajos
históricos comienzan conLos motivos del Martín Fierro en la vida de José
Hernández (1947/1968) donde realiza la crítica histórica al período
comprendido entre la batalla de Caseros y la Revolución de 1890, mostrando el
influjo de la masonería en la paulatina extranjerización y dominación de la
argentina.
Le sigue una
extensa biografía del Facundo Quiroga titulada Vida del Brigadier General
Don Juan Facundo Quiroga, víctima suprema de la impostura(1952) y continúan
con Sarmiento: su gravitación en el desarrollo nacional(1964); El
revisionismo histórico y las desviaciones del Dr. José María Rosa(1965);
Sarmiento y la usurpación del estrecho de Magallanes. Réplica a las opiniones
del prof. Campobassi (1968). Y su último trabajo en colaboración con el
historiador riojano Manuel G.Mercado Proceso a los montoneros y Guerra del
Paraguay: Aplicación de la justicia social de clases, Bs.As., Eudeba,
1973/1974.
Tenemos
también otros libros como: Defrauden! (La quiebra escandalosa de la Federación
agraria argentina),Bs.As., 1935
y Función social de la radiotelefonía, Bs.As., El Ateneo, 1943.
Llegamos
finalmente al único trabajo político partidario de Pedro de Paoli, que es el
que reeditamos en esta ocasión: Peronistas moriremos ahorcados?, editado en 1949 por José Luis Torres
y bajo el sello de su editorial: Centro Antiperduélico Argentino. Es un trabajo
breve de 85 páginas que resumen las tesis clásicas de los peronistas críticos,
esto es, aquellos que han criticado al partido político por ser un trampolín
para escalar posiciones personales y sociales. Aquellos que ven en los parvenu
al peronismo a los aprovechadores de los cargos y canongías que ofrece
semejante movimiento de masas. Sobre todo si se puede llegar a las cercanías
del General Perón, rodeado según sus propias palabras de "adulones y
alcahuetes". La tesis de este trabajo es que "son estos
quienes están frenando la Revolución, echándole arena a los cilindros de su
mecanismo(p.13)... es hora de llamar a los verdaderos peronistas y alejar a los
infiltrados"(p.83). En realidad la historia política del partido
justicialista puede leerse en su curso de medio siglo de vidabajo el hilo
conductor de: auténticos peronistas abstenerse. La desfachatez, la
mediocridad, la deshonestidad, la ramplonería, la trapisonda, la incapacidad y,
sobre todo, la traición a los principios y valores que encarna el peronismo
fueron, son y todo indica que serán las mejores cartas de presentación para
ocupar un cargo en el partido, en una lista partidaria o en un cargo
gubernamental. Estas tres posibilidades se han visto cubiertas durante el medio
siglo que lleva de vida, salvo honrosas excepciones, por los mismos y
reiterados nefastos personajes que generación tras generación se multiplican a
sí mismos, tapando, estorbando e impidiendo la llegada de los mejores a los
cargos políticos.
Pedro de
Paoli cita una y otra vez la frase de Perón: La revolución se hace con los
audaces y el gobierno con los capaces. La revolución iniciada en 1945 se
abortó, no llegó a su plenitud y nunca llegaron los capaces a ejercer el
gobierno. El peronismo tuvo cinco experiencias de poder 1946-1955; 1973-1976;
1989-1999; 2002 hasta el presente. Así gobernaron sucesivamente Perón, Cámpora,
Isabelita, Menem, Duhalde y Kirchner . De todos ellos salvo el caso del general
Perón, el resto son hombres absolutamente menores, sin el mínimo trabajo
espiritual sobre sí mismos y menos aún sobre sus adláteres. Ignoran supinamente,
y en algunos caso hasta desprecian la vida del espíritu. Al respecto conviene
recordar lo afirmado por de Paoli aquí: Nuestra Revolución no tiene mística,
carece de espíritu. No se ha hecho la revolución en los espíritus. Es
totalmente materialista, solo se habla de mejoras materiales, sueldos,
jubilaciones...Lo que da proyección a una revolución, lo que la hace permanente
es el espíritu(p.31). Y éste, aunque nos duela, hay que decirlocon todas la
letras no alumbró en el peronismo nunca. Hubo atisbos, pero no pasó de buenas
intenciones con cursos de adoctrinamiento que repitieron mecánicamente "la
monserga peronista" para entretener a la gilada, mientras que con
los cargos se quedaban los vivos y ventajeros de siempre.
Pero Pedro
de Paoli, no se quedó simplemente en la crítica sino que como buen
tradicionalista argentino esbozó su propia teoría de lo que debería ser la
Revolución peronista. Una Revolución hiere algo, va contra alguna cosa,
lesiona algunos intereses...(p.23) sin olvidar lo que dijimos más arriba,
que una revolución se torna permanente si se funda en el espíritu, afirmando
que Nuestra Revolución que es, intrínsecamente, tradicionalista, patriótica,
con arraigo en el pasado y con proyección hacia el futuro. Nuestra Revolución
es de argentinos auténticos, integralmente argentinos sin conexión con fuerzas
o intereses foráneos(p.33).Porque a diferencia de Europa " nosotros
no tenemos en nuestro pasado lejano, un recuerdo de esclavitud, de oprobio, de
explotación de los más por los menos. Nuestro pasado lejano es la aldea con
pretensiones de ciudad, con artesanos de vida holgadísima, y de una vida
tranquila y feliz. De una campaña con rebaños de centenares de miles de
cabezas, con una extensión de tierra ilimitada sin dueño y con un habitante el
gaucho, arquetipo de la raza, que era símbolo de libertad, de hidalguía, de
coraje, de virilidad. De altivez, de integridad moral y de limpieza de
espíritu. La explotación del hombre por el hombre, la esclavitud, el hambre, la
supresión de la libertad, etc., no estuvieron nunca en el pasado argentino; no
pertenecen a nuestra historia; jamás han sido cosas inherentes a
nosotros"(pp.47/48).
Vemos pues,
como para de Paoli el gaucho, su tiempo y sus virtudes, constituye la figura
metapolítica de la revolución peronista.
Yo he
conocido esta tierra
En que el
paisano vivía
Y su
ranchito tenía
Y sus hijos
y mujer,
Era una
delicia ver
Cómo pasaba
sus días.
Su
interpretación de la revolución peronista está dada en clave criolla que bien
puede resumirse en esta otra estrofa del Martín Fierro:
Tiene el
gaucho que aguantar
Hasta que lo
trague el hoyo,
O hasta que
venga un criollo
A esta
tierra a mandar.
Finalmente
el sentido popular de la revolución peronista lo encuentra allí donde dice
Fierro:
Más Dios ha
de permitir
Que esto
llegue a suceder,
Pero hay que
comprender
Para hacer
bien el trabajo,
Que le fuego
para calentar,
Debe ir
siempre desde abajo.
(*) Estudio introductorio a la segunda edición del
libro Peronistas moriremos ahorcados? dePedro de Paoli, Ed.Theoría, Bs.As. 2006.-
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