Rosas

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jueves, 31 de marzo de 2016

La revancha de los Ultra Conservadores

Por MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
La historia enseña y permite comprender la realidad actual, por eso los sectores del poder concentrado plutocrático se esfuerzan por borrarla de los planes de estudio y hacerla desconocida e incomprensible para el común de la gente. Con seguridad por eso Historia fue una de las materias “jibarizadas” e incluso eliminadas con la reforma del cuarto de siglo neoliberal. Y ese mismo plan de estudios, incluyendo el achicamiento de planes de estudio de materias técnicas, fue nuevamente impuesto por el DNU 13/2015, decreto que no habría sido dejado sin efecto.
Volviendo al tema, la Historia Argentina muestra claramente que la vengatividad totalmente impiadosa, es la constante del accionar de los gobiernos ultra conservadores (más bien reaccionarios de tipo feudal), para “aleccionar” a quienes han tenido el coraje y patriotismo para enfrentarlos y modificar sus estructuras de poder, o al menos intentarlo. Va una breve reseña.
Ultra liberal, achicador de territorio contumaz y primer endeudador en gran escala (sin motivos que justifiquen el acto), el pro británico Rivadavia negó apoyo a San Martín antes y durante su campaña libertadora.
Como “premio” a los Granaderos a Caballo, al volver los sobrevivientes de la extensa campaña (entre ellos el paraguayo Coronel José Félix Bogado), Rivadavia ordenó la disolución del regimiento; y los soldados fueron dejados a la buena de Dios, sin siquiera medios para volver a sus hogares ni comida ni alojamiento. El regimiento recién fue recreado, como un acto de reparación histórica, por Roca – Riccheri, al modernizarse las Fuerzas Armadas a comienzos del siglo XX.
Cuando volvió del Perú, San Martín debió emigrar a Europa, presuntamente por amenazas a su vida por parte de los liberales rivadavianos.
Dorrego, caudillo federal y gran patriota, fue asesinado por orden de Lavalle, instigado sibilinamente por Bonifacio del Carril y Florencio Varela, del grupo unitario de los rivadavianos.
El regreso de San Martín ocurrió poco después del asesinato político de Dorrego, y ni siquiera desembarcó en Buenos Aires, pues su presencia
molestaba a los rivadavianos, con quienes no quiso colaborar por sus bajas cataduras morales. Es materia de análisis, pero posiblemente haya sido Dorrego quien lo instó a regresar, para colaborar en la organización nacional, bajo pautas patrióticas y federales. Esta segunda emigración forzosa, fue definitiva; pero en épocas de Rosas, el Gran Libertador ofreció poner su sable y su sapiencia al servicio de Argentina, cuando éramos agredidos por Gran Bretaña y Francia, donando finalmente al Restaurador de las Leyes el sable de la campaña libertadora, hechos estos suprimidos en la “historia oficial” mitrista, que omite y falsea acorde a las necesidades del establishment liberal local sometido a las potencias de turno.
El Coronel Martiniano Chilavert fue asesinado por orden del múltiple traidor Urquiza, luego de ser tomado prisionero en la batalla de Caseros. El motivo fue ponerse a las órdenes de Rosas, para resistir el ataque de tropas extranjeras coaligadas con el líder entrerriano ambicioso y traidor.
Juan Manuel de Rosas, el Restaurador de las Leyes, que por casi dos décadas marcó profundamente la realidad política e histórica de Argentina, inclaudicable defensor de la soberanía frente a las agresiones armadas de Francia, Gran Bretaña, del Mariscal Santa Cruz (de la efímera Confederación Peruano-Boliviana), y de los constantes ataques de los unitarios; el mismo que defendió la integración nacional ante los sucesivos intentos de secesión fomentados por los unitarios, debió emigrar luego de la Batalla de Caseros (1852), no volviendo nunca a Argentina, e incluso la repatriación de sus restos fue impedida por el establishment durante mucho tiempo. La historia al cuento del academicismo mitrista, lo condenó al olvido y al mote de “tirano”, hasta que el revisionismo histórico lo reivindicó como uno de los grandes de nuestra historia.
Para imponer por la fuerza el régimen liberal-oligárquico dependiente de Gran Bretaña, que duraría incólume casi medio siglo, Bartolomé Mitre y su sucesor Sarmiento no dudaron en mandar forajidos con uniforme, a perseguir y degollar a los caudillos federales y sus seguidores, en una guerra civil no declarada, que contó con la pasiva complicidad de Urquiza, quien
desoyó pedidos de auxilio de los caudillos, que recibió en su carácter de supuesto líder federal.
Varios intelectuales que no se doblegaron ante las presiones del establishment, fueron “ninguneados” en Argentina, por no ser “políticamente correctos”, evitándose la amplia difusión de sus lúcidas y patrióticas ideas, y condenados a la pobreza o las estrecheces económicas. Por caso Manuel Ugarte, José Luis Torres, Scalabrini Ortiz, Jauretche y tantos otros. Esa exclusión siempre tuvo consecuencias económicas negativas, y en algunos casos el destierro forzoso temporal o definitivo.
Los Generales e Ingenieros Mosconi y Baldrich, como castigo a sus eficientes gestiones al mando de la petrolera estatal YPF, fueron perseguidos, enjuiciados, empobrecidos, y Baldrich encarcelado; todo ello mientras en el sector mandaban las petroleras anglosajonas…igual que ahora (2016).
El patriota General Savio, creador de la siderurgia argentina, es desconocido para casi todos los argentinos, incluyendo en el concepto a intelectuales de diverso orden; suboficiales e incluso algunos oficiales de las FFAA, cuyos planes de estudio son bastante pobres en materia de Historia Argentina, lamentablemente.
Dos veces presidente electo, Yrigoyen no pudo terminar su segundo mandato, por un golpe militar supuestamente “nacionalista” pero en verdad instigado por los sectores ultra conservadores pro británicos, liberales en lo económico y sucesores de los unitarios. Fue encarcelado y denostado sin causa. Murió dignamente con escasos recursos, y su memoria fue ultrajada por los “grandes medios” (en esos años La Prensa, La Nación y algún otro, que cobardemente le dedicaron comentarios sutilmente burlones con motivo de su fallecimiento), pese a lo cual fue reconocido silenciosa pero masivamente por el pueblo. Fue el primer gran líder popular y nacional argentino del siglo XX, con hitos importantes, como mantener nuestra neutralidad en la 1º Guerra Mundial, y haber creado YPF, pese a las presiones anglosajonas.
Rápidamente instalada en el corazón de sus “grasitas descamisados”, Eva Perón fue denostada en vida de las peores maneras (entre otras la oligarquía anglófila hizo pintar “viva el cáncer” en las paredes, cuando estaba en pleno e irreversible decaimiento, a consecuencia de esa enfermedad). Incluso su cuerpo fue secuestrado siendo sepultado bajo un nombre falso en Italia, para que nunca fuese encontrado…tal el odio reconcentrado de la retrógrada oligarquía portuaria y sus conexiones en sectores de las FFAA, ya rápidamente desnacionalizadas en su doctrina por los liberales de la revolución fusiladora de 1955.
El Dr. Ramón Carrillo, gran Ministro de Salud Pública de Perón, que erradicó males endémicos de la población pobre, y fue un impulsor de la medicina preventiva y del mejoramiento del nivel de vida de los sectores antes marginados, después del golpe de 1955 debió emigrar, muriendo pocos años después en la pobreza, en el norte de Brasil. Nunca pudieron probarle ningún hecho de corrupción.
Conversando con el Dr. Rodolfo De La Vega, que fuera Director del Hospital Madariaga (de Posadas, Misiones) en el gobierno peronista, expresó de que formas viles los “interventores” buscaron instigar testimonios de apropiación de bienes públicos en su contra, fracasando en sus infames intentos seguramente por la férrea honestidad siempre demostrada por ese respetado profesional y buen ser humano.
Denostado y odiado por sus aciertos más que por los errores cometidos, Perón fue derrocado en 1955 con la abierta instigación británica y con los pertrechos que al efecto, la Marina Argentina recibió en alta mar de la Royal Navy, por supuesto con el beneplácito de la oligarquía clasista y retrógrada, heredera de los latifundios concedidos por Mitre y Sarmiento. 18 años duró su proscripción, en buena parte de la misma se castigaba con la cárcel o el fusilamiento a quienes cometieran “el delito” de mencionar su nombre, la conocida marcha o cualquier símbolo que lo identificara al líder y a su masivo movimiento político.
Frondizi fue echado del poder, por un golpe militar, en 1962, continuador del gobierno retrógrado de 1955, y fue injustamente encarcelado, al igual que muchos de sus partidarios más destacados. Más allá de la debilidad política de ese controversial gran estadista, el motivo real de su derrocamiento tuvo que ver con el acelerado proceso de industrialización y con el autoabastecimiento petrolero, además de grandes obras públicas estratégicas, todo lo cual despertó habituales odios de la oligarquía ultra conservadora, y de los sectores militares funcionales a la misma.
Illia fue derrocado en 1966, con otro golpe militar, que varios analistas vinculan con los intereses oligopólicos de la industria farmacéutica, pues el depuesto presidente los enfrentó con el sensible tema de los genéricos, mucho más baratos que los remedios de marca. El claramente honesto Illia, fue denostado sistemáticamente en los medios y las usinas de rumores, bajo supuestos cargos de ineptitud. Eran los años de proscripción del peronismo.
El golpe de Estado de 1976, fue particularmente feroz, decidido a eliminar –literalmente- toda oposición al mismo, y el nombre que adoptó (proceso de reorganización nacional) tuvo claras connotaciones mitristas como continuación de la “organización nacional” implementada por el genocida pro británico presidente en el siglo XIX. Sin motivos valederos, encarceló largamente a la presidente depuesta; tuvo secuestrado por siete años bajo tortura psicológica al Secretario Legal y Técnico, cerebro lúcido y patriota del Tercer Gobierno Peronista, el Dr. Julio Carlos González; mientras que sus dos colaboradores inmediatos fueron muertos esa misma noche del golpe, con total alevosía. Uno de los asesinos fue luego premiado con el generalato, según testimonio verbal del Dr. González. La sumatoria de aberraciones perpetradas por el “proceso” fue el marco “necesario” para implementar las genocidas medidas económicas del neoliberalismo, instalado desde 1976 por un largo y destructor cuarto de siglo.
La irracional guerrilla, de diversos signos, completó el panorama de prearmado de virtual guerra civil, definida por el intelectual británico Harry S. Ferns como necesaria para destruir los notables avances logrados por el peronismo. Por algo se descubrieron dos cargamentos de armas procedentes de “La Rubia Albión”, con destinos inciertos pero previsibles para esas organizaciones armadas. El caos organizado y todas sus funestas consecuencias, instaladas “a la carta”, fueron el marco para innumerables persecuciones y aberraciones de todo tipo, perpetradas en nombre de “la libertad y los valores occidentales y cristianos”, enunciado que es una macabra ironía.
Como notables contradicciones o diferencias sustanciales a la hora de definir y sancionar responsabilidades, los culpables del desmadre socio económico del cuarto de siglo neoliberal, y en especial del período 1989-2001, no fueron juzgados por delitos económicos y claros actos de traición a la patria, excepto casos aislados e impresentables (como Marijú Alsogaray) o de poca monta. ¿Por qué esa doble vara judicial?
Queda muy claro, que más allá de la algazara sensacionalista de los medios corporativos y de los mercenarios de la comunicación, lo que molesta del anterior gobierno no son los errores ni algunos hechos impresentables. ¡No! Lo que enerva al establisment, y por lo que sus lenguaraces claman venganza, es por los aciertos y los logros, que han sido muchos y que nos habían puesto en la antesala inmediata al estatus de nación desarrollada, tanto por lo indicadores económicos, sociales, el claro rol geopolítico regional y mundial, y por los fuertes avances tecnológicos en áreas estratégicas. Todo eso es intolerable e irritativo para el establishment feudal que nunca fue desarticulado. Por eso las agresiones mediáticas, las persecuciones judiciales (muy diferente vara entre Boudou, condenado mediáticamente y absuelto judicialmente en un caso y no condenado en otros; respecto al contrabando de alhajas de Michetti, grave hecho probado, tapado por los medios y hasta hoy sin proceso ni condena).  Por eso braman por meter presa a CFK por una causa sin substancia, como la de venta de dólares futuros, mientras se intentan tapar las cuentas en paraísos fiscales, que se suman al prontuario judicial tan extenso de Macri.
La Historia Argentina enseña y mucho. Por eso se la suprime y distorsiona en las currículas de estudios escolares, universitarios y en los institutos de formación militar y de seguridad. 

Foto de Pepe Muñoz Azpiri.

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