Rosas

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miércoles, 4 de agosto de 2010

MAQUINA INFERNAL, APOYO POPULAR Y NEGATIVA DE SUCESIÓN.

Por Ricardo Geraci del Campo Ríos

Eran tiempos muy conflictivos para Rosas y su gobierno el del comienzo de la década de 1840.
Un poco más atras en el tiempo, el bloqueo francés, la rebelión de los Libres del Sur y el complot de los Maza habían generado un clima hóstil y de permanente tensión que parecía no apaciguarse. En marzo de 1840 y de acuerdo a la ley del 7 de marzo de 1835, el Restaurador sería reelegido por la Legislatura porteña cada cinco años para ejercer la gobernación bonaerense. En este caso (como en muchos otros) Rosas renuncia a tales atributos, pero ante la falta de tiempo de elegir a otro gobernador, termina aceptando el cargo. El triunfo de la Confederación al levantarse el bloqueo francés en octubre de 1840 con los cañones franceses disparando las salvas de veintiún cañonazos, fue como una chuza clavada en el corazón de los emigrados en Montevideo que veían como cada intento de derrocar al caudillo pampa, terminaba en un fracaso tras otro. Los emigrados perdían la esperanza de terminar con Rosas y si una potencia como Francia no podia doblegarlo, empezaban a pensar en un atentado que termine con la vida del caudillo.
"ES ACCIÓN SANTA MATAR A ROSAS"
Rivera Indarte quien antes de tomar partido contra Rosas, había sido un conspicuo rosista, fue el ideólogo de llevar adelante una empresa para asesinar al Gaucho de los Cerrillos. Desde su periodico o pasquín "Muera Rosas" donde tambien escribian Florencio Varela y Valentín Alsina fomentaba desde la patria oriental la necesidad de eliminar al gobernador.
Manuel Gálvez reflexiona sobre este momento de absoluta tensión de la siguiente manera: "sus enemigos, que no pueden vencerle por las armas, van a intentar asesinarlo".
MAQUINA INFERNAL
La Sociedad Real de Anticuarios del Norte, de Copenhague dirigió al Cónsul de Portugal en Montevideo una caja con medallas que tenía como destino al Restaurador de las Leyes. Por temor al bloqueo francés se decidió esa ruta, ya que fue enviada a principios del 39' y
seguramente nunca hubieran llegado a manos de Rosas. Para mala fortuna del Cónsul el paquete fue interceptado por gente de Rivera Indarte y transformado en una maquina asesina de dieciséis cañones cargados a bala y apuntando a quien girara la llave que tenía para abrir. El Cónsul que de esto nada sabía se lo entregó al edecán del Almirante Dupotet y el edecán a Manuelita.
la Princesa Federal se lo lleva a su padre y éste que trabaja en su dormitorio se la hace dejar sobre la cama. Manuelita quien había leido el oficio del Cónsul se dispone con la ayuda de una amiga y en presencia del Restaurador a abrirla. Al hacer girar la llave una especie de ruido inquietante sorprende a los presentes y Rosas que se pone gravoso se la quita a Manuelita y empieza a examinar el paquete. Un oficial que allí estaba presente, le advierte que en tal caja habría un gatillo. La caja que se abrió no detonó los cañones y la sorpresa e indignación de Rosas y su hija, los hunde en un abrazo con llanto y exclamaciones de alivio e indignación. Rosas exclama: "¡ Que diablos de salvajes unitarios!"
El Cónsul enterado viaja a Buenos Aires a defenderse de una acusación terrible. Al volver a Montevideo, y después de dejar mal parado con su declaración a tal ciudad, Rivera decide devolverle sus pasaportes y quedaría claro quienes perpetuaron tal felonía.
EL TIRO POR LA CULATA.
Las fiestas y las adhesiones después del fallido intento a favor de Rosas se multiplicaron. El odio hacia los unitarios y los conspiradores se profundizó y el gobernador gozaba de una imagen positiva local e internacionalmente. Se lo había querido asesinar de una manera tan desagradable que la iglesia y decenas de amigos le escribieron no sólo dándole gracias a Dios por evitar tal caos, sino creando una especie de figura mística sobre él y su hija. El prestigio del hombre -que se había salvado por un defecto en el armado del aparato- estaba en plena cresta de la ola. Su hija tambien fue "victima" de ese endiosamiento y su figura empezó a tomar otro semblante, más si se tiene en cuenta que los unitarios ya habían demostrado lo que eran capaces de hacer para asesinar a Rosas. Juan Manuel podía morir en cualquier momento y había que empezar a pensar en una posible sucesión.
CANCILLER DE LA FEDERACIÓN Y UNA NEGATIVA DE TINTE REPUBLICANO
Manuelita para aquella década del 40' cumplía con el gobierno del padre, como administradora, secretaria y diplomática. Parecían labores secundarias de la hija de un gobernante por solo poseer tal influencia. No fue así. A la muerte de la Heroína de la Federación doña Encarnación Ezcurra en 1838, la hija de ambos se convirtió en la sucesora política de la madre. A diferencia de Encarnación , los modos, las formas de Manuela Robustiana eran los más parecidos a un hada buena. Su simpatía e indulgencia la convertían en eso. Con esas herramientas y una seducción irresistible, Manuelita supo obedecer cada instrucción o decisión del padre. Si la madre fue una figura política asombrosa, de carácter fuerte y pragmáticas decisiones, su hija era la otra parte de la balanza que necesitó, para compensar la figura de un Rosas, que para esas épocas, era temido o querido.
También es cierto que los sucesos que desencadenaron una violenta reacción de los federales fueron bastante salvajes. Los discursos se endurecieron y el general Eugenio Garzón hizo fusilar veintiún prisioneros en la Pampa del Gato. Lo mismo hizo Oribe fusilando a cuatro prisioneros. De todas formas en épocas o tiempos tumultuosos hay que comprender bien, sin juzgar azarozamente, ya que nuestras guerras civiles tuvieron estos excesos de ambos bandos.
En una reunión donde amigos, generales veteranos de la Independencia y allegados a Rosas se congraciaban por el fallido y vil intento de asesinarlo, tanto Juan Nepomuceno Terrero y José María Roxas y Patrón ( ambos íntimos de don Juan Manuel ) proponen a Manuelita como la sucesora en caso de que Rosas muera. Toman conciencia de ello e inmediatamente sugieren a la Princesa Federal.
Cuando esto llega al Brigadier, agradece la intención pero responde con toda la conciencia de un repúblicano de ley:
"Como ustedes lo dicen, es cierto que la niña está impuesta de los asuntos de la administración y de la marcha que ellos deben seguir; pero es más cierto que lo que ustedes pretenden es nada menos que el gobierno hereditario en nuestro país, el cual ha aventado tres o cuatro monarquías, porque eran hereditarias".
El Dictador circunstancual no usaba el poder para perpetuar como cual rey su sangre e hidalguía. No pretendia quedarse en él toda la vida. Su vida política estuvo plagada de circunstancias que marcaron el ritmo de su pulso político.
Ricardo Geraci.
Fuentes consultadas: Manuel Gálvez / Vida de don Juan Manuel de Rosas
José María Rosa/ Historia Argentina tomo IV
José Luis Busaniche / Juan Manuel de Rosas.
Julio Irazusta / Vida Política de J.M de Rosas , Tomo V

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