Rosas

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miércoles, 4 de agosto de 2010

Güemes sobre el asesinato de Liniers

 -Adelante, capitán Güemes.

Había sonrisas en los rostros de Balcarce y Castelli al recibir al criollo local que se presentaba en el despacho del improvisado cuartel de la capital salteña.

-Al servicio de la revolución, señor general -replicó el recién ingresado haciendo sonar los tacones de sus botas.

-Hemos sido informados de las hazañas de sus tropas criollas en Humahuaca, deteniendo el avance del enemigo y queremos felicitarlo por el esfuerzo cumplido. El pueblo de Salta nos ha recibido con los brazos abiertos, alimentó y dio cobijo a nuestras tropas y por ello estamos muy agradecidos a su gente... -murmuró Castelli.

-Luchamos por nuestra tierra, señor.

-También nosotros, capitán. Y pronto marcharemos al Alto Perú para dar el mismo ejemplo que dimos con Liniers y los que se opusieron a la Junta de Buenos Aires.

-Fusilar a Liniers fue una salvajada.

La frase de Güemes cayó como un pedazo de hielo en medio del hasta ese momento cordial diálogo.

-¿Qué dice usted? ¡Al enemigo, ni justicia! -se enfureció Castelli haciendo dar su puño sobre el escritorio.

-Conocí a don Santiago cuando presté servicios en Buenos Aires durante las invasiones inglesas. Era un hombre valiente que afrontó todos los peligros y reconquistó y defendió Buenos Aires de los ingleses. Si los "green-go" (gringos) hubieran ganado, no estaríamos hablando de revolución ahora. Sólo por eso no debió habérselo fusilado. Encarcelado o exiliado, sí. Pero no ejecutado.

-Como sea, Liniers ya está muerto. No vale la pena hablar más de ello, capitán.

-¿Para qué me han citado?

-Vamos a iniciar de inmediato las operaciones militares. Reúna todos los gauchos que pueda y ocupe la población de Tarija y encuéntrese con nuestro ejército allí. Tenemos información que en Cochabamba los realistas ahogaron una rebelión en sangre. El brigadier José Manuel Goyeneche envió refuerzos al coronel Vicente Nieto que está atrincherado en Cotagaita. Allí nos esperan y allí les daremos batalla. ¿De acuerdo?

El líder de los criollos y los dos jefes del Ejército Expedicionario se miraron expectantes por largos momentos.

-De acuerdo, señores. Así se hará.



Güemes tendió la mano que Balcarce estrechó. Pero esa misma mano tendida no fue estrechada por Castelli. Un relámpago iluminó entonces los ojos del salteño quien volviendo a hacer sonar los tacos de sus botas dio media vuelta y salió del despacho.

-Este Güemes es un rebelde... atreverse a cuestionar que fusilé a Liniers.

-Necesitamos a esta clase de "rebeldes", amigo Castelli. No lo olvide- respondió Balcarce con aire conciliador.

En: Armando S. Fernández. De Salta no pasan: vida y lucha del General Martín Miguel de Güemes. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Grupo Argentinidad, 2018.

1 comentario:

  1. FUSILAR A LINIERS FUE CORREPTO PRIMERO LA PATRIA NO LOS GODOS
    Liniers fue destituido por los propios españoles cuando se descubrio que el mismo estaba entregando el Virreinato a NAPOLEON , tal como lo verifican los ingleses que hunden una fragata francesa con armas para LINIERS, en la costa del Brasil, y como lo descubre la mision Savegny un frances capurado por los españoles y enviado a España donde murio encarcelado

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