Rosas

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sábado, 21 de marzo de 2020

Michel Foucault y el Poder


Por el Dr. Julio R. Otaño
El Poder es la Capacidad que tiene una persona o un grupo de personas de imponer y tomar decisiones dentro de un sistema social, subsistema y parasistema, sobre otras personas o grupos de personas, con el consentimiento de éstas o en contra de su voluntad dentro de una relación dinámica y antagónica.  De esta definición podemos deducir que el poder siempre importa un comportamiento arbitrario dentro de una relación de mando-obediencia, una capacidad de imponer criterios y valores a costa de la opinión favorable y adversa de los demás, encuadrada en una actividad humana interrelacionada, dinámica y por ende conflictiva en una sistema político. 
Cuando la capacidad de decisión está respaldada por la fuerza pública y amparada por el Derecho Positivo, el poder se convierte en autoridad y es legítimo.
El poder, siguiendo la concepción foucaultiana, es el nombre que se presta a una situación estratégica compleja en una sociedad dada. Ello implica que:   No hay un centro único y centralizado desde donde emana el poder sino que el poder está y viene de todas partes. El poder es siempre relacional y por lo tanto, un mismo sujeto puede ocupar una situación de dominio en una relación social dada y una situación de dominado en otra. De ahí que la metáfora que más da cuenta del concepto de relaciones de poder es la de la red.    El poder no se ejerce solamente desde un arriba donde están los dominadores hacia un abajo donde están los dominados sino que el sujeto está inmerso en relaciones de poder que lo atraviesan en múltiples direcciones. El poder no es algo que se adquiera, arranque o comparta, el poder se ejerce a partir de innumerables puntos y en el juego de relaciones móviles y no igualitarias.  
No hay un centro único de rechazo, rebelión o subversión del poder.
Lo que define una relación depoder es, por lo tanto, que constituye un modo de acción que no actúa directa o inmediatamente sobre otros.
Actúa, por el contrario, sobre acciones,sobre acciones existentes o sobre aquellas que pueden seguir en el presente o en el futuro (Foucault, 1990)
 Michel Foucault: filósofo francés nacido en 1926, que intentó mostrar que las ideas básicas que la gente considera verdades permanentes sobre la naturaleza humana y la sociedad cambian a lo largo de la historia.  Sus estudios pusieron en tela de juicio la influencia del filósofo político alemán Karl Marx y del psicoanalista austriaco Sigmund Freud.
Foucault aportó nuevos conceptos que desafiaron las convicciones de la gente sobre la cárcel, la policía, la seguridad, el cuidado de los enfermos mentales, los derechos de los homosexuales y el bienestar. Foucault estudió filosofía occidental y psicología en la École Normale Supérieure de París.     Durante la década de 1960, encabezó los departamentos de filosofía de las Universidades de Clermont-Ferrand y Vincennes (conocida de forma oficial como Centro Universitario Experimental de Vincennes). En 1970 fue elegido para el puesto académico más prestigioso en Francia, en el Collège de France, con el título de profesor de Historia de los Sistemas de Pensamiento. Uno de los análisis modernos más amplios sobre la importancia del poder en la actividad humana proviene de los trabajos del filósofo francés Michel Foucault: «El poder se encuentra en todos los sitios... porque no proviene de ningún sitio.»   
Para Foucault, el poder es ejercitado con una determinada intención y son acciones sobre otras acciones a fin de interferir con ellas. Foucault no recurre a la violencia, sino que afirma que el poder presume libertad en el sentido en que el poder no es forzar, sino formas de hacer que la gente se comporte por sí misma de modo distinto de cómo lo hubiesen hecho de otra manera.  Un modo de realizar esto es mediante la amenaza con violencia. Pero tratar de convencer a alguien de lo contento que se sentirá si adquiere un determinado producto, es también una forma de ejercitar el poder, y en el marketing hay un gran conocimiento de cómo (intentar) efectuar este cambio de comportamiento.   Los trabajos de Foucault analizan la relación entre poder y conocimiento.  El filósofo francés subraya las formas de poder disimulado: así, Foucault afirma que los sistemas de creencias ganan ímpetu (y por tanto poder) cuando un mayor número de gente acepta los puntos de vista asociados con el sistema de creencias como conocimiento general (hegemonía).  Tales sistemas de creencias definen su autoridad, como los médicos (en el sistema de creencias de la medicina occidental) o los curas (en el sistema de creencias de la religión católica).  Con tales sistemas de creencias, las ideas cristalizan como correctas o incorrectas, como normales o desviadas.  Estas ideas, consideradas como “verdades” irrefutables, definen una particular manera de ver el mundo.     El poder no es esencialmente represivo; puesto que incita, suscita, produce.    Se ejerce más que se posee; dado que no posee una forma definida; «el poder no es algo que se adquiera, arranque o comparta, algo que se conserve o se deje escapar; el poder se ejerce a partir de innumerables puntos, y en el juego de relaciones móviles y no igualitarias»...   
Pasa por los dominados tanto como por los dominantes; ya que pasa por todas las fuerzas en relación.  Durante las décadas de 1970 y 1980, su reputación internacional creció gracias a las numerosas conferencias y cursos que impartió por todo el mundo.
La última etapa de Foucault empezó con la publicación de Vigilar y castigar, en 1975.   Se preguntaba en este ensayo si el encarcelamiento es un castigo más humano que la tortura, pero se ocupa más de la forma en que la sociedad ordena y controla a los individuos adiestrando sus cuerpos; por ejemplo, un entrenamiento básico puede disciplinar y preparar a una persona para ser un soldado.   Los últimos tres libros de Foucault Historia de la sexualidad, Volumen I: Introducción (1976), El uso del placer (1984) y La preocupación de sí mismo (1984), son parte de una truncada historia de la sexualidad.                                                                                                       
En estos libros, Foucault rastrea las etapas por las que la gente ha llegado a comprenderse a sí misma en las sociedades occidentales como seres sexuales, y relaciona el concepto sexual que cada uno tiene de sí mismo con la vida moral y ética del individuo.                         En todos los libros de este último periodo, Foucault intenta mostrar que la sociedad occidental ha desarrollado un nuevo tipo de poder, al que llamó bio-poder, es decir, un nuevo sistema de control que los conceptos tradicionales de autoridad son incapaces de entender y criticar.  En vez de ser represivo, este nuevo poder realza la vida. Foucault anima a la gente a resistir ante el Estado del bienestar desarrollando una ética individual en la que cada uno lleve su vida de tal forma que los demás puedan respetarla y admirarla. Murió en 1984 víctima de sida.
   Sujetos: La noción de sujetos permite hablar de personas ubicadas en tiempo y espacio, que establecen relaciones, y cuyas acciones y representaciones se desarrollan en contextos socio-culturales específicos. 
El contexto forma parte de cada uno de los sujetos entramándose en la constitución de la subjetividad, y se inscribe como memoria con todas las experiencias de realidad vividas y las significaciones, anhelos, deseos, expectativas que los otros tienen sobre uno y sobre el nosotros.
Las relaciones que establecen los sujetos –las relaciones sociales–, son siempre relaciones de poder.   Asumir esta perspectiva permite el análisis de las relaciones sociales como relaciones de lucha y disputa por posiciones sociales, por espacios, por bienes, por significados, por derechos y responsabilidades. 
Los tipos de relaciones entre los sujetos son también objeto de conocimiento en esta materia, tanto en sus caracterizaciones como relaciones de producción, de significación, o como en las modalidades que asuman y se logren describir, como por ejemplo cooperación, enfrentamiento, desigualdad, dominación, solidaridad, reciprocidad.  Las relaciones sociales no son sólo entre sujetos individuales.
Los sujetos existen como personas individuales –individuos– y también como colectivos, tomando la forma de grupos, asociaciones, organizaciones, movimientos, instituciones, comunidades, entre otras.
La dimensión colectiva de las relaciones sociales es fundamental para entender los sentidos de pertenencia, la construcción de identidades, los intereses en juego, el por qué de los vínculos de unos con otros, y sobre todo, para comprender el carácter social de las relaciones humanas y con ello, la potencialidad incluyente de los vínculos entre los sujetos, los grupos y la sociedad en general.
En el caso particular de la escuela, el enfoque de derecho desde el cual se concibe a todo ser humano conlleva el mutuo reconocimiento de los actores institucionales –directivos, docentes, alumnos, auxiliares, etcétera- como personas, no sólo con la capacidad de poder hacer sino con el derecho y la responsabilidad de intervenir en aquello de lo que son parte

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