Rosas

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viernes, 27 de diciembre de 2013

Los muchachos rosistas de San Martín

Por le Prof. Jbismarck

Corría el año 1946 y un grupo de la juventud nacionalista, cuya acción y pensamiento enfrentaran al régimen imperante durante la denominada “década infame”, integrado por un significativo núcleo de escritores e investigadores, se habían dado a la ímproba tarea de terminar con la falacia de historia falsificada y por medio de sus obras de investigación y divulgación, inauguraron la corriente intelectual más importante, que se haya producido para la recuperación de la cultura nacional : El Revisionismo Histórico, afianzado a partir de la fundación en l938 del Instituto de Investigaciones Históricas “Juan Manuel de Rosas”.
El distrito de general San Martín con una rica historia, por el registro de hechos y personajes de relevancia, también contaba por aquel entonces con un grupo de personas con ideales nacionalistas, en su mayoría jóvenes, dispuestos a continuar dando su cuota de sacrificio para afianzar los ideales y hacer justicia.
Una justicia sobre todo la póstuma, que se les debían a los héroes olvidados y calumniados por “la historia oficial”, que impusieron los beneficiarios herederos de Caseros y Pavón. Una de esas tardes al finalizar las jornadas de estudio y trabajo, varios jóvenes de aquella época, se hallaban comentando los sucesos recientes y haciendo planes y proyectos concordantes con la auspiciosa perspectiva, en el Bar del Club General San Martín (Uno de los memorables lugares, que como El Bar Alemán de don Emilio, la Confitería San Martín, o el clásico “Fortín” de turno) daban rienda suelta a entusiastas reuniones políticas o intelectuales.
En determinado momento se sumó al grupo el entonces aventajado estudiante de medicina Héctor Pedroza, venía del “centro”, pues entre otras virtudes era dirigente estudiantil a nivel nacional y comentando las últimas novedades y entrevistas del día, mencionó una realizada con dirigentes del Instituto Juan Manuel de Rosas. Al tiempo que sugirió: “qué les parece si organizamos una misa y un homenaje al brigadier Juan Manuel de Rosas, con motivo del próximo aniversario de su muerte”.
La iniciativa fue acogida de inmediato como una consigna, ahí se formó la Comisión de Homenaje, se organizó el programa y de allí se llevó a la acción. A la imprenta de Mariano se le ordenó la confección de las invitaciones y circulares aprovechando un original grabado del Restaurador que le conocíamos; a la Florería El Buen Gusto se le encargó una espléndida ofrenda floral de claveles rojos, se cursaron las comunicaciones pertinentes a la Municipalidad y a la Policía. Así también se enviaron invitaciones especiales, principalmente al Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, ubicado entonces en la sede de la calle Perú 359 de Capital Federal, y a notorias personalidades del Revisionismo Histórico.
Dos gestiones paralelas que merecen reseña detallada, por sus diferentes matices y connotaciones, fueron las realizadas ante el entonces cura párroco Dr. Clovis Fernández Mendoza, por una parte y el director del semanario local El Noticioso, Sr. Ortega por la otra. Al padre Clovis (ferviente admirador del ilustre Restaurador) se le solicitó que oficiara la misa recordatoria y también como responsable del semanario parroquial San Martín la inserción – en recuadro- de la solemne convocatoria a sendos homenajes. Ambos pedidos fueron satisfechos sin ningún tipo de condicionamiento por el párroco y así sucesivamente en cada año u oportunidad.
Cuando tomó estado público el propósito reivindicatorio de aquellos muchachos de San Martín y como era de esperarse, se sucedieron por un lado las adhesiones y felicitaciones por la “valiente iniciativa” y por el otro las recriminaciones airadas ente la osadía de glorificación al “tirano”. Indudablemente el clima todavía no de buenas a primeras con semejante homenaje, nada menos en la iglesia parroquial, y ante una sociedad política y cultural, fuertemente atada a los preceptos liberales, donde la “alta burguesía lugareña”, continuaba ligada a los intereses económicos de las grandes empresas extranjeras y sucedáneas nativas.
No obstante pese a las presiones recibidas, desde los ámbitos de actuación social y laboral, hasta llegarse a enojosas situaciones entre viejas amistades, aún las propias familias; los muchachos de San Martín siguieron adelante y concretaron su propósito. En una espléndida mañana de marzo de 1947 y ante una concurrencia que colmaba la nave principal del Templo de Jesús Amoroso se llevó a cabo el oficio religioso. Acto seguido y tal como estaba previsto, la Comisión de Homenaje y asistentes ya en la Plaza principal, depositaron la Ofrenda floral al pie del Monumento al Libertador, cuya cinta patriótica decía: Al Heredero del sable del Gran Capitán de los Andes.
Luego con gran fervor patriótico se entonó el Himno Nacional, finalizando el acto con entusiasta vivas a la Patria, al General José de San Martín y a Juan Manuel de Rosas. Cabe destacar que respondiendo a la convocatoria, se había hecho presente la delegación del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, encabezada por su Secretario General, Manuel Visozo Gorostiaga y el miembro de la Comisión Directiva Alberto Contreras, quienes luego de felicitar efusivamente a los organizadores, los invitaron a concurrir a la sede del Instituto para sumarlos a las tareas y objetivos reivindicatorios que con eficacia venía cumpliendo la entidad desde la década del 30. Que más podía esperar aquella juventud, allí estaban ese día como en jornada de triunfo, se sentían dueños de la Plaza, allí se quedaron largo rato, recibiendo saludos y adhesiones de los concurrentes.
Y bien respondiendo a la invitación, pocos días después, los muchachos de San Martín, concurrieron a la sede del Instituto Rosas de Capital Federal, que se hallaba en la vieja casona de la familia González Del Solar Dorrego, ubicada en Perú 359 de Capital, que fuera testigo de los primeros diez años de actividad de la entidad, uno de los períodos más prolíferos y trascendentes del Revisionismo Histórico. El recibimiento fue extraordinario, mezcla de sencillez y señorío, nada menos que, por parte de directivos e historiadores como el que ejercía la presidencia en esos momentos Julio Irazusta y al que lo acompañaba Visozo Gorostiaga, Antonio Villamil, Alfredo Ortiz de Rozas, Julio César Corvalán Mendilaharzu y Alberto Contreras. En esa ocasión extraordinaria, los visitantes pudieron apreciar la importancia que significaba adherirse a la patriótica labor del Instituto. De ahí mismo salieron con el propósito de constituir la Filial de San Martín, a cuyo efecto los directivos los habían muñido de todos los elementos necesarios, y lo que fue más importante, el aliento y el respaldo de sus famosos integrantes.
Por el Instituto Rosas de Gral. San Martín, pasaron y brindaron su capacidad e ilustración destacadas personalidades del Revisionismo histórico como: Manuel Visozo Gorostiaga, José María Rosa, Julio C. Corvalán Mendilaharzu, Ramón Doll, Federico Ibarguren, Marcelo Barros, Alberto López Fidanza, Juan Pablo Oliver, Alberto Ezcurra Medrano, Oscar Suárez Caviglia, Ricardo Font Ezcurra, Jorge María Ramallo, Jaime Gálvez, etc. La memoria, el archivo en su justo valor histórico brinda el aporte en que cada oportunidad brindaron estos historiadores que tanto han luchado por el esclarecimiento definitivo de nuestro pasado. A todos ellos y a los que alentaron la acción de este baluarte del pensamiento nacional, como en el caso de Alberto Contreras, Jaime González Polero, Jorge F. Perrone y demás fundadores que nos siguen acompañando como en aquel primer día, nuestro más sincero y emocionado agradecimiento.
En 1955 el Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas fue cerrado por las autoridades que derrocaron al gobierno del general Juan Domingo Perón. Igual suerte corrió la filial de Gral. San Martín. En 1960 el Instituto Juan Manuel de Rosas de Gral. San Martín volvió a abrir sus puertas, donde “se realizó un acto público de esa localidad y en concordancia con las celebraciones programadas con motivo del 114 aniversario del Combate de La Vuelta de Obligado, el sábado 14 de noviembre, tuvo lugar en la plaza principal de la ciudad de Gral. San Martín el acto de homenaje de la filial local…En tal oportunidad y ante una concurrencia entusiasta que siguió atentamente su desarrollo, hicieron uso de la palabra: Jaime González Polero, quien se refirió a la obra esclarecedora que para la argentinidad realizan las entidades que propician el Revisionismo Histórico, como así también y en tono enérgico condenó la obra negativa impuesta por la historia oficial y sus sostenedores actuales que se agrupan en la llamada línea Mayo-Caseros. Seguidamente habló el escritor local Jorge Perrone, quien brillantemente, expuso el alto significado de la adhesión popular que se va plasmando en torno a la implantación de la autentica historia y sus consecuencias para el devenir de la nacionalidad. Finalmente y en una enjundiosa exposición historiográfica, cerró el acto el destacado historiador argentino y Presidente del Instituto Dr. José María Rosa (h), refiriéndose a la trascendencia y permanente mensaje de argentinidad que encierra la conmemoración del epígrafe –sintetizada en el “Día de la Soberanía”, como también destacó el ejemplo heroico de los que combatieron en la jornada, imbuidos de la férrea y patriótica voluntad del Ilustre Restaurador, muy digno y necesario de imitarse en la actualidad”.
Hoy luego de muchos años de aquel evento fundacional, encontramos a la institución, inscripta como entidad civil, con Personería Jurídica otorgada por la Dirección de Personas Jurídicas de la Provincia de Buenos Aires (Matrícula 26543, año 2003), como Entidad de Bien Público ante la Municipalidad de Gral. San Martín, y ante la Administración Federal de Ingresos Públicos. Sus actuales autoridades son el jurista e historiador Dr. Carlos Alberto De Santis (Presidente) y el Sr. Mario Andrés Fraire (Secretario). El Instituto Juan Manuel de Rosas edita el periódico El Gran Americano, donde se difunden trabajos sobre Juan Manuel de Rosas y la Confederación Argentina. Las actividades académicas del Instituto Juan Manuel de Rosas de Gral. San Martín se efectúan en el Museo Regional Juan Manuel de Rosas (Calle Diego Pombo nº 3324).
Esta casa funcionó como Comandancia desde 1840 hasta el 3 de febrero de 1852. De 1853 a 1857 la vivienda fue utilizada por el maestro español Diego Pombo para el funcionamiento de la Escuela de Varones de Santos Lugares. Declarada de interés histórico y municipal por Ordenanza nº 3.701 del año 1989 y lugar histórico nacional por Ley 12.665, sancionada por el Senado y la Cámara de Diputados de la Nación.

Fuentes:

“El Movimiento Revisionista en el Interior del País”, en Revista del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas n° 21, Buenos Aires, 1960.
“Los Muchachos de San Martín”, en Periódico “Juan Manuel de Rosas”, San Martín (Pcia. de Buenos Aires), Octubre de 1986.

6 comentarios:

  1. Jaime Gonzalez Polero, Jorge Perrone, Luis Agosta...inolvidables....

    seguimos disfrutando de Mario Fraire y de Rojito...

    El avance se nota...sigamos adelante..

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  2. El amigo Rojo aparece intimidante, portando un formidable facon. Listo para ensartar a los enemigos de la Patria.

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  3. Rojo era en la otra vida el ladero de don ciriaco cuitiño y de leandro alén....el tiempo pasa y rojito sigue igual, Gracias a Dios..."anonimo" pone tu nombre....

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  4. No me digas que tu nombre es "pedrito rico". Te equivocaste de blog. Anda al de la CHA.

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  5. Carancho de Monte08 julio, 2010 16:23

    Seria interesante publicar una semblanza de hombres como Perrone o Jaime, para que nunca caigan en el olvido.

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  6. "Pedrito Rico, el ángel de España"...Jajaja. Dios lo tenga en la gloria

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