Rosas

Rosas

sábado, 31 de diciembre de 2011

VINDICACION DEL MUY LEAL COMPAÑERO CARLOS VICENTE ALOE

Por Alfredo Mason

Los gorilas habían inventado una serie de «chistes» mediante los cuales mostraban a un hombre tosco, bruto y obsecuente. Algunos peronistas subjetivos –o sea, esos que son peronistas para adentro porque lo que dicen son goriladas- los repiten. Ambos, solo muestran su incomprensión y desprecio por quien supo ser un digno y muy leal compañero de Juan Domingo Perón. Estamos hablando de Carlos Vicente Aloé.  Hijo de inmigrantes italianos –nació en 1900- vivió en la «pampa gringa» -en Chacabuco (PBA)- como uno más de los niños y jóvenes que a principios del siglo XX vivían y trabajaban en el campo. Rindió examen para trabajar en el ferrocarril –inglés, por entonces- y entró en los talleres para la limpieza de las locomotoras de Junín. Como pero desde muy joven se inclinó por los deportes, jugaba al fútbol en el Club Sarmiento y practicaba boxeo en el Centro Inglés de esa ciudad. En 1919 es trasladado a Mendoza para prestar servicios en el ferrocarril Trasandino.
En 1921 y ante una comisión que se hallaba en Mendoza, rinde examen y aprueba su ingreso en la Escuela de Suboficiales, pero su objetivo era ser aviador. Renuncia al ferrocarril y se traslada a Campo de Mayo, donde lo recibe el Teniente Primero Juan Domingo Perón, se inicia allí una larga y fecunda relación. En 1926 pasó a la Escuela de Comunicaciones en El Palomar donde es ascendido a Sargento Primero; ello significó tener que resignar sus aspiraciones de piloto, pues a la Escuela de Aviación solo podían entrar Cabos Primero o Sargentos, grados superados por él. Entra entonces en la Escuela de Administración del Ejército y egresa como Oficial –rango comparado a Subteniente- en 1931.
Mientras tanto, ha sido testigo presencial del golpe de estado de 1930, del cual tiene una apreciación muy precisa: fueron las oligarquías las que despojaron al radicalismo del poder en 1930 y lo hicieron guiadas solamente para rescatar lo que habían perdido en 1916, que vislumbraron conquistar en 1928 con la fórmula Melo-Gallo[1].

Desde un punto de vista de su formación integral, Aloé podía considerarse un nacionalista católico, pero no como aquellos que en esa época todavía suspiraban con la Edad Media y un imperio español de ficción, sino que él poseía la vivencia del chacarero y del peón de campo como del trabajador urbano, y por eso se acercaba más a FORJA que al elitismo nacionalista. En 1938 publicó su primer libro, de carácter puramente técnico en su especialidad: El servicio de alimentación en campaña, que le valió la mención especial del Círculo Militar. Respecto de la ebullición política de los treinta, unos años más tarde recordará en una entrevista: el fascismo, bajo la conducción de Benito Mussolini, hacía cambios socio-económicos que creaban una mentalidad nueva en las relaciones humanas, daban un nuevo carácter a la sociedad; el pueblo italiano luchaba no solamente por su liberación de una oligarquía liberal que la había oprimido durante más de cien años, sino que el propio país buscaba espacios vitales para su supervivencia[2].
Participó de la revolución de 1943 pero no desea asumir tareas de gobierno sino hasta 1946, en que Perón, presidente de la Nación, lo nombra Jefe de Despacho de la Presidencia, ostentando ya el grado de Mayor.
Su primera preocupación fue colaborar con el proceso de democratización del Ejército, por eso lo encontramos en las realizaciones de la Obra Social del Ministerio de Guerra para oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas; el otorgamiento a los suboficiales del derecho a votar; Régimen de Becas para los hijos de suboficiales para cursar estudios en los Liceos militares. También colaboró en la redacción de la Ley 13.024 de Institutos Militares, que establecen que quedan a cargo de la Nación los hijos de obreros, suboficiales de las Fuerzas Armadas, empleados y retirados cuyo ingreso no supere los 400 pesos mensuales y que aspirasen a cursar estudios en dichos institutos.
Debido a la estrecha amistad que Aloé había establecido con Perón y Evita desde las reuniones del departamento de la calle Posadas donde vivían antes de 1946, fue uno de los primeros colaboradores en la organización de la Fundación, tomando a su cargo la organización de los Campeonatos Infantiles de Fútbol, de donde salieron jugadores de la talla de Sívori, Corbata o Yudica. Años más tarde, Aloé sostendrá que el perfeccionamiento físico del pueblo desde la niñez, no es nada nuevo. Otros países como la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini, lo habían hecho antes que nosotros. Los griegos, en su época, ensayaron este sistema, y ahora los rusos y los norteamericanos se desviven por ganar una Olimpíada[3].
Esta capacidad de poder comprender el papel secundario de las ideologías en una visión realista de la política internacional, a la luz de los intereses nacionales, es la que le permite concluir sobre el significado del período de post-guerra. Así se pregunta: ¿Qué es lo que aparece después de la guerra del 39 al 45? ¿Qué ganó la Humanidad con esa destrucción?¿ Qué valores, qué triunfos, qué victorias obtuvo la Humanidad? Absolutamente ninguna. Y más todavía: con el concepto de que había que pagar la guerra, la explotación se hizo más despiadada[4].
 Al poco tiempo debió hacerse cargo del «pool» periodístico que administraba el estado bajo el nombre de Atlas S.A., y donde se editaban diarios y revistas de Buenos Aires y del interior El tendrá a su cargo la organización administrativa mientras Raúl Apold la periodística. Allí surgen algunos roces, pues Apold quería reunir ambas funciones. Esto es aprovechado por grupos sindicados como masones que inician una campaña de desprestigio contra un Aloé que no reniega de su convicción católica, bajo la forma de presentarlo como alguien rústico y obsecuente.
En consonancia con ello, la revista estadounidense Time le dedica un artículo titulado Peroncito[5], en donde se trata de mostrar a un hombre poderoso –por ser gobernador de la provincia de Buenos Aires- pero a la vez, buscaba acentuar esa rusticidad inventado que el mismo habría dicho que autores como Benjamín Franklin, Walt Whitman, Mark Twain, Browning, Grimm, Schiller y Turgenev eran subversivos. Lo que no decía el artículo es que Aloé ababa de ganar las elecciones a gobernador duplicando los votos de su principal oponente, el radical Crisólogo Larralde, aunque este fuera el objeto real de su crítica.
 Al asumir, en su mensaje a la Asamblea Legislativa sostuvo: la Constitución de la provincia me impone la obligación de promover el bienestar general. Lo que significa que la justicia social debe ser parte principal e importante de mi acción de gobierno[6]. Pero los tiempos habían cambiado.
El crecimiento del consumo sostenido desde 1946, no permitía satisfacer el nivel de consumo interno y a la vez mantener niveles de excedentes exportables afectando la capacidad de importación, a ello se sumaba la necesidad de obtener divisas para llevar adelante la ampliación del proceso de industrialización que traía el Segundo Plan Quinquenal por lo que se percibió un giro en las políticas agrarias que hicieron pensar en una vuelta al campo.
Como eje prioritario de esta campaña, el aumento de la productividad agraria se pensó lograr por medio de la mecanización, el cooperativismo, la educación y asesoramiento a los productores y la integración de las corporaciones agrarias al estado. Para lograr realizar la consigna del momento Produzca más, consuma menos, el papel de la provincia de Buenos Aires era crucial, por eso Perón no dudó en poner el hombre apropiado: conocía el campo, era especialista en administración de recursos y conocía la profundidad del concepto de «lealtad». Ese hombre no era otro que Carlos Aloé.
Los alcances de su gestión se ven reflejados en el documental El agro con Perón[7] que cubrió la visita presidencial del 27 de septiembre de 1953 a la ciudad de Pergamino con motivo de la clausura de la Campaña del Maíz[8]. El diario La Nación tituló la noticia con palabras de Perón expuestas en la gigantesca concentración agraria: La república se afirmó sobre la producción agrícola y sobre las ventajas de las cooperativas. En el film Perón avanza hacia la plaza acompañado por sus ministros en una camioneta Rastrojero Justicialista, símbolo de la industria automotriz que se comienza a generar en nuestro país. Desfilan maestros rurales, organizaciones de crédito agrario, sindicatos rurales, Federación Agraria Argentina, FACA[9] y ACA[10], CGT, SUTRA, Federación Argentina de Sindicatos agrarios, Mujeres del campo, niños gauchos y caballos de la Federación gaucha. A continuación desfilan centenares de Rastrojeros Justicialista, tractores Pampa fabricados por IAME, cosechadoras de maíz nacionales y extranjeras, un arado nacional, aviones pulverizadores de plagas y trimotores del Ministerio de Agricultura.
¿Qué importancia le daba el gobernador a esta muestra de las fuerzas vivas de la provincia? El mismo lo aclara al sostener que la Doctrina Nacional tiene por finalidad el hombre, y la Patria se forma, en primer lugar con hombres. No es ni el campo, ni las herramientas, ni las vacas, ni todas las riquezas materiales, los que forman la Patria; los que forman la Patria son los hombres que nacen, que viven, que piensan, que sienten y que mueren a su vera[11]. Esta es la forma en que el Peronismo entendió siempre la justicia social: todos trabajando, todos más ricos, todos más felices. En esta Argentina de Perón no caben los holgazanes que quieren vivir del esfuerzo ajeno y el que consume más de lo que produce es una carga y una rémora para el pueblo argentino[12].
Como parte de la vuelta al campo, Aloé proponía encauzar las chacras hacia la producción mixta, una parte para consumo familiar y los excedentes para comercialización. La consigna que éste lanzara decía: ¡100.000 granjas![13] Una de las zonas tradicionales en la que abundaban las quintas de hortalizas era Florencio Varela, que Aloé proclama ciudad (Ley 5719/53).
Ese mismo año, su amor al deporte lo lleva a escribir comentarios sobre el triunfo futbolístico sobre Inglaterra, nuestro adversario deportivo tradicional, en Mundo Deportivo. En otro orden de cosas, mediante la Ley 5713/53 se resolvió la expropiación de la casa donde Perón pasó su niñez en Lobos, para instalar el Museo y Biblioteca Justicialista. Se creó el Registro Provincial de las Personas, el Registro de Bienes de los Funcionarios Públicos; la Asesoría general de Gobierno y la Dirección de Persona Jurídica de la Provincia.  La complejidad cada vez mayor de la gestión de gobierno hizo que surgiera la necesidad de poseer una ágil relación entre el gobierno central de la provincia y los gobiernos municipales, para ello Aloé convocó al Primer Congreso de Municipios, en 1952, y al año siguiente se crea la Dirección de Asuntos Municipales.
En vistas a proveer seguridad a los habitantes bonaerenses, se llevan a delante una serie de medidas vinculadas al tema: se jerarquiza la Policía bonaerense mediante la promulgación del Estatuto del Personal de Policía, se crea un nuevo sistema estadístico de delitos y medidas de represión y prevención y la Obra Social. Para el personal de los institutos carcelarios se organizan Cursos Superiores de Capacitación Penitenciaria y se crea el Instituto de Investigaciones y Docencia Criminológica. A su vez, el espíritu humanista y cristiano del que siempre hizo gala, lo llevó a fomentar que los presos de la Unidad de Olmos editaban un boletín literario denominado Acción Penitenciaria, y emitieran un programa (Habla establecimientos penales) por LS 11 Radio Provincia.
Hombre que siempre la dio mucha importancia a la educación y formación, redujo el analfabetismo del 13,6% al 8,9%; comenzaron a egresar maestros provenientes de hogares de trabajadores –urbanos y rurales- y se triplicaron los alumnos universitarios. Particular importancia tuvieron en su preocupación las Escuelas Fábricas, pues su existencia estaba ligada al proyecto de industrialización y como salida laboral para los jóvenes de sectores humildes, así se abren más de 50 de ellas. Se crea el «tren cultural» que lleva manifestaciones variadas de nuestra cultura a los pueblos del interior de la provincia. El Teatro Argentino pone en escena óperas con cantantes y directores argentinos y extranjeros de primera línea.
Ya en 1954, el gobernador Aloé realiza el primer homenaje oficial a los combatientes de la Vuelta de Obligado y publica su trabajo Combate de la Vuelta de Obligado (Buenos Aires, Ministrio de Educación, 1954) iniciando así una campaña para repatriar los restos de Juan Manuel de Rosas, tarea que se vio postergada por el golpe de estado de 1955 y que recién se pudiera completar en 1989, durante la presidencia de Carlos Menem.
La racionalidad administrativa y el control exhaustivo de los gastos públicos hicieron que después del golpe de estado de 1955, las únicas críticas que pudieron formularle eran por su lealtad peronista y se manifestaba en las humoradas gorilas que hemos hecho referencia. Pero para que esa racionalidad tomara cuerpo y recordando las enseñanzas militares, «conduce el que es capaz de enseñar», les dirá a los Directores Generales y Jefes de Departamento provinciales: los que tienen la responsabilidad de la dirección del Gobierno y los que tienen la responsabilidad de la ejecución, deben establecer un contacto permanente para que la dirección esté no solamente interpretada sino también comprendida y la ejecución sea así una resultante natural de una unidad de criterio[14].
En 1958, Aloé es nombrado por Perón, desde Ciudad Trujillo (Rep. Dominicana) miembro del Consejo Coordinador y Supervisor del Comando Superior Peronista, junto a Oscar Albrieu, Alberto Rocamora, Rodolfo Arce, Julio Troxler, Adolfo Philippeau, Delia Parodi y María Elena Bruni. Con Perón establecido en Madrid, la comunicación personal fue permanente.
Paralelamente a ello, publicó los libros Grandeza y decadencia del federalismo argentino (Buenos Aires, Leonardo, 1963), tres años más tarde el citado De Calfucurá a Yrigoyen; en 1969 edita Gobierno, proceso, conducta (Buenos Aires, Sudestada, 1969) en el cual detalla la realización de los planes quinquenales y su aplicación particular en la provincia de Buenos Aires. Publicó en 1970 un opúsculo titulado Los caudillos, con una conferencia que durante la dictadura de Juan C. Onganía se le impidió pronunciar en Chacabuco.
Finalmente, nada mejor que los conceptos de Perón para resumir quién era Carlos Vicente Aloé. El primero decía que el proceso político se expresa bajo una formulación tripartita: conductor, cuadros y pueblo, cuyo entramado de relaciones da como consecuencia la construcción de la realidad[15]. Sin eso no hay organización, lo que quiere decir, que toda organización implica el conductor, que es el que maneja el conjunto; los cuadros, que son los dirigentes de segundo grado que dirigen a las partes y el tercero, la masa[16]. Aloé era uno de esos cuadros, aquel que eligió Perón para dar una batalla dura de la cual dependía la concreción del Segundo Plan Quinquenal. Y supo cumplir.
Notas:
[1] ALOE, Carlos Vicente De Calfucurá a Yrigoyen. Buenos Aires. Leonardo. 1966. p.159
[2] RODRIGUEZ, Rodolfo Carlos Vicente Aloé: subordinación y valor. La Plata. Archivo Histórico de la PBA. 2007 p.28
[3] RODRIGUEZ, Rodolfo p.35
[4] ALOE, Carlos Vicente Discurso en la Universidad Nacional de La Plata en Curso de Formación y Cultura Argentina. La Plata. UNLP. 1953 p.28
[5] Time 28.07.1952
[6] HCD de la Provincia de Buenos Aires. Diario de Sesiones La Plata 4 de junio de 1952.
[7] El agro con Perón: Apoyo al Segundo Plan Quinquenal. 1953 Noticiero Bonaerense. Duración 14´. Filme blanco y negro, sonoro. Narración: M. Acuña.
[8] En el Almanaque del Ministerio de Agricultura del Segundo Plan Quinquenal se proyecta un crecimiento del 153% anual para 1957 basado en el crecimiento anual del período 1947-1951.
[9] La Federación Agrarias de Cooperativas Argentinas fue creada en 1945 por Federación Agraria Argentina.
[10] La Asociación de Cooperativas Argentinas representaba desde 1922 a los medianos productores dedicados a la exportación agrícola ganadera sobre todo de la región pampeana, y desde 1926 por la Ley 11.388 tenían status legal.
[11] ALOE, Carlos Vicente Discurso en la Universidad Nacional de La Plata p.29
[12] ALOE, Carlos Vicente Discurso de presentación del Segundo Plan Quinquenal de la Provincia de Buenos Aires. La Plata. Ministerio de Gobierno. 1953 p.8
[13] V446 Noticiero Bonaerense Nº 333 1955.
[14] ALOE, Carlos Vicente El estado es doctrina en acción. La Plata. Gobernación de Buenos Aires. 1955 p.7-8
[15] PERON, Juan D. Exposición del Segundo Plan Quinquenal. Buenos Aires. Presidencia de la Nación. 1953 p.3


FUENTE: EL ESCARMIENTO DIGITAL

No hay comentarios:

Publicar un comentario