Romance por la Muerte del General Valle
Atención pido, señores, Sabemos que te entregaste
para este simple compuesto: sólo por llegar al cielo.
Quiero contarles la muerte. Sabemos que fue tu historia
de un general verdadero. La de un argentino entero.
El mes de junio corría A Las Heras lo llevaron
y era duro aquel invierno, con la venda del silencio,
-una fría bayoneta amarrándole la fe
bajo una luna de hueso- junto al muro amarillento.
El mes de junio empezaba Aquella tarde de junio
y el corazón de mi pueblo 12 de junio en el tiempo,
andaba por estallar 12 de junio en el odio,
empujado desde adentro. 12 de junio en el rezo,
aquella tarde de junio
Fusiles madrugadores el general verdadero
como unos pájaros negros tanteó su pecho y halló
llegaban a los hogares una magnolia de fuego.
Inviolados de mi pueblo. El pelotón conmovido.
Estaba el padre dormido oyó su voz como un trueno.
y por eso lo prendieron. Balines de hierro cruel
Andaba por reventar lo bandearon como un cuero.
el carozo del silencio. ¡Viva la Patria!, se oyó.
¡Viva Valle!, compañeros.
Allá va el general Valle. Ya está la carne dormida,
sin coraza y sin recelo, ya está el odio satisfecho.
Llena de fe la cintura, se marchó como una luz
de gaucho coraje lleno. De blancos huesos saliendo.
Allá va el general Valle
cual un jefe montonero; ¿Qué doctorcito del mal
allá va como una luz les dictó la voz de: Fuego?
en la madera del pueblo. ¿A qué boca te entregaste?
Los obuses reventaban ¿Quién estuvo en el teléfono?
en esquinas y paseos ¿Qué chaquetilla ordenó
chamuscando la hoja gris inmolar tus compañeros?
reseca de aquel invierno. ¿Qué fuerzas de la impiedad
tan enorme te volvieron
Allá está el general Valle colocado junto al diente
Ocultándose en San Telmo. Pequeñito del lucero?
Allá va el general Valle
Entre el humo de su cielo, ¡Malhaya la tarde oscura
prendidito a su destino del 12 de junio espeso!
que es un bagual traicionero, ¡Malhaya la piel tan tina,
bagual de trágica estirpe, malhaya los perros negros!
duros tobillos de acero. ¡Malhaya aquella promesa
que te sacó de San Telmo!
General Juan José Valle, ¡Malhaya el buen tirador
de cogollo tan sereno, del pelotón fusilero!
el diente de la traición ¡Ay malhaya la amistad
te debe doler adentro. y malhaya los teléfonos!
A Las Heras te llevaron
en el auto de los reos.
Los ojos te relumbraron
igual que un cristo sereno.
Fermín Chávez
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