Rosas

Rosas

viernes, 2 de febrero de 2018

GENERAL MANUEL SAVIO (1892 – 1948)

Por Ricardo Pousa

“Entendemos que la industrialización del país es imprescindible e impostergable como factor de equilibrio económico social (…) Entendemos también (…) que la industria comúnmente llamada ‘pesada’ es primordial para desarrollar la de carácter manufacturero (…) y que, por lo tanto, si el país renuncia a contar con ella perderá la oportunidad de ocupar… en el concierto universal el nivel que le corresponde por su potencial moral y material, pues dependerá en forma excesiva de la buena voluntad extraña a sus propios y vitales intereses.”
El 15 de marzo de 1892 nacía uno de aquellos hombres que más tarde serían recordados como “Los Generales del Pueblo”, Manuel Nicolás Savio. Este Ingeniero Militar, que luego alcanzaría el grado de General de División, hizo suyo el objetivo de industrializar la Nación, que por aquellos momentos se caracterizaba por su modelo agro-exportador, sin mayores emprendimientos industriales.
El General Savio fue el heredero de fray Luis Beltrán y el continuador del legado materializado por el general Enrique Mosconi en YPF durante las presidencias de Yrigoyen. Este patriota de acero tenía como objetivo central la transformación de una economía agro exportadora y dependiente, en una economía industrializada que, de la mano de el Estado, asegure el desarrollo de la Patria en el plano de la independencia económica, que a su vez posibilitara la soberanía política y la justicia social.
En 1936, con 44 años, Savio fue designado al frente de la dirección de Fabricas Militares. Desde ese lugar impulsaría el desarrollo de la industria pesada nacional, enviando un proyecto de ley por el cual se crearía la Dirección General de Fabricaciones Militares (FM) y se autorizaba a realizar exploraciones y explotaciones de metales de valor estratégico, como cobre, hierro, plomo, estaño, manganeso, wolframio, aluminio y berilio, al igual que no metales, como el azufre, minerales que no serian destinados a su exportación, sino que servirían como insumos básicos para la industria nacional. Los hallazgos y explotaciones que se realizaron desde FM fueron numerosos, siendo los más destacables los del hierro de Puesto Viejo, al sur de Palpalá, en Zapla; las arcillas y caolines bonaerenses, el uranio de Comechingones y de la mina “Soberanía”, de Mendoza; el cobre de Los Aparejos, en Tinogasta, Catamarca; el mineral del Paramillo, de Uspallata, Mendoza; la mina de hematita La Santa, Pastos Grandes, Salta; y el cobre y la rodocrosita de Capillitas, entre otras. Además, la ley autorizaba el desarrollo de un programa de prospección geológico-minera en la Antártida Argentina.  Para el año 1943, a menos de 7 años de su creación como organismo autárquico, el Gral. Savio había inaugurado 9 fábricas nuevas: Fábrica de Acero y Pólvora y Fábrica de Explosivos de Villa María, Fabricaciones Militares de Armas Portátiles “Domingo Matheu”, Tolueno Sintético, Munición de Artillería Río Tercero, Munición de Artillería “Borghi”, Vainas y Conductores Eléctricos E.C.A., Munición de Armas Portátiles “San Francisco”, Materiales Pirotécnicos y Altos Hornos Zapla. Estas se sumaban a las 3 ya existentes (Fábrica Militar de Equipos, Fábrica de Material de Comunicaciones y Fábrica de Aviones).
 General Manuel Savio
Ya para el 7 de marzo de 1944, tendría lugar un hito de la industria siderúrgica nacional, el comienzo de la construcción de la Planta Industrializadora de Palpalá de Altos Hornos Zapla, cuyo horno se construiría en hormigón armado (único en el mundo) por la escasez de materiales imperante en ese tiempo y cuyo fuego seria alimentado por carbón vegetal ante la falta de carbón mineral (para esto Savio activó el Vivero de Pirané, con 30 millones de eucaliptos y 15.000 hectáreas).
Llegado el 11 de Octubre de 1945, apenas 1 año y 7 meses después del comienzo de las obras, surgiría del Alto Horno el primer chorro de hierro, sobre el cual Savio expreso que “iluminará el camino ancho de la Nación Argentina”.
Luego de esto se realizaron otros importantes logros, como la adquisición de la Sociedad Electrometalúrgica SEMA, rebautizada como Fábrica Militar de Vainas y Conductores Eléctricos (latón militar para vainas, metales para la industria manufacturera y una amplia gama de conductores eléctricos), además de la inauguración de la Fabrica Militar de Materiales Pirotécnicos y de la Fábrica Militar de Material de Comunicaciones y Equipos.
En 1946, ante la abrupta caída en el consumo nacional de hierro y la escasez de materiales, el Gral. Savio suscribe su Plan Siderúrgico, que luego seria transformado en ley, con el objetivo de producir acero en el país utilizando materias primas y combustibles argentinos (complementando en caso de ser necesario con materiales importados), para así ofrecer el suministro a las industrias de transformación y terminado de acero, fomentando la instalación de plantas de transformación y logrando de esa manera el desarrollo de la industria nacional.
Savio sobre el acero y la independencia económica
El Plan Siderúrgico, enmarcado en el Plan Quinquenal de juan Perón daría a luz a una empresa emblema de la industria nacional, SOMISA – Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina –, para realizar en el país el proceso completo de producir acero a partir del mineral de hierro. Desgraciadamente, en pleno desarrollo de su plan, el Gral. Manuel Savio murió a raíz de un paro cardíaco, el 31 de julio de 1948, a la edad de 56 años, estableciéndose ese día como el Día de la Siderurgia Argentina.
En los años posteriores, esta empresa contribuyó a la industrialización del país, aportó grandes cantidades de dinero al fisco, exportó cifras considerables y tuvo una facturación extraordinaria. Además, como si fuera poco, promocionaba economías regionales y se abastecía de mineral nacional. Es decir, constituía un factor estratégico de nuestra economía en manos del Estado.
En el marco del neoliberalismo antipatria, SOMISA fue desguazada y luego privatizada, pasando a formar parte del nefasto grupo privado Techint, que pagó un mínimo porcentaje de su valor real. Altos Hornos Zapla sufrió el mismo destino en 1999, siendo rematada por un precio cercano al de su producción anual, y pasó a manos del empresario buitre Sergio Taselli.
Desde La Baldrich, rescatamos el legado y la epopeya del General Savio en pos de la industrialización de la Patria, y ponemos en la mesa de discusión la necesidad actual de un Plan Siderúrgico Nacional en beneficio de la economía argentina. Por ello, manifestamos con fuerte ímpetu: Industrias para la Defensa – Altos Hornos Zapla – SOMISA ¡luche y vuelve!
“Necesitamos barcos, ferrocarriles, puertos y máquinas de trabajo, y no nos podemos detener a la espera de milagros… ello es ya un imperativo en nuestro progreso, porque es un mandato de la argentinidad, porque lo requiere nuestra soberanía dentro de un programa que no persigue ninguna autarquía deformada por exacerbado nacionalismo, sino porque aspira a contar con un mínimo de independencia” Gral. Manuel Savio

No hay comentarios:

Publicar un comentario