Rosas

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viernes, 1 de febrero de 2019

La Masonerìa en España

Por el Prof. Jbismarck
Luego de la Paz de Utrech y la llegada de los Borbones a España , se origina la llegada de la masonería en España En España se abrió la logia filial de Inglaterra en 1728. La figura más saliente de la masonería española fue el conde de Aranda, ministro del rey Carlos III y agente principal de la expulsión de los jesuitas en combinación con el marqués de Pombal, primer ministro y Gran Maestre de 1a masonería en Portugal. El masón D'Alembert había dicho: "Los jesuitas son la tropa de línea bien disciplina que bajo el estandarte de la "superstición", forman la falange macedónica, cuyo exterminio importa sobremanera". En Francia los había expulsado, en 1762, en número de 1.000, el primer ministro de Luis XV, el duque de Choiseul. Pombal los había desterrado de Portugal en 1759; en número de 1.100, descuartizando, además, a cinco y dejando morir en la cárcel un centenar.
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Los reinos borbónicos de Nápoles, Sicilia y Parma harán otro tanto en 1768, siguiendo el ejemplo de Aranda, que había expulsado, en 1767, a 7.000 de España y América, por las burdas calumnias y ridículas fábulas que configuraron el complot urdido por el duque de Alba.  Sus mismos autores, antes de morir, confesaron su perfidia; y la historia se ha encargado de demostrar hasta la evidencia la falsedad de sus acusaciones. El cerebro de esta conjura masónica era Pombal, principal "punto" del triángulo masónico: Pombal - Aranda - Choiseul.
Los masones aseguran que con tal expulsión y supresión de los jesuitas ganaron la principal batalla del siglo, pues ellos eran los que más se oponían a su penetración. Los llamaban ‘jenízaros del Papa’ y ‘granaderos del fanatismo y la intolerancia’.  El ministro de Gracia y Justicia, Manuel de Roda, escribía Choiseul, el 17 de diciembre de 1767: "Hemos matado al hijo; ya no nos queda más que hacer otro tanto con la madre, Nuestra Santa Iglesia Romana". Aranda cambió el rito inglés por el escocés filosófico primitivo y fundó, en 1780, con el ministro Campomanes, la primera Gran Logia Española, de la que fue Gran Maestre. El 24 de junio de 1780 fundó el Gran Oriente Español, que dependió de Francia.  Terminadas las guerras de la independiente se disolvieron estas logias, quedando tan sólo las nacionales masónicas.  Las filiales españolas de los carbonarios recibieron también el nombre de "ventas", o sea, mesones o posadas de leñadores y carboneros. En 1824 -después de la siniestra experiencia del gobierno masónico de 1820 - 1823 - el rey Fernando VII decretó la disolución de todas las logias y exigió la declaración jurada a todos sus súbditos de que no pertenecían a la masonería: pues, el ser masón, era delito de lesa majestad. Los masones españoles emigraron entonces a Londres y París, como lo han hecho bajo el régimen de Franco. Al morir Fernando VII, en 1833, se organizaron nuevamente las logias; provocando, en 1834 y 1835, las históricas matanzas de sacerdotes y frailes. De 1840 a 1854 las logias españolas sufren la triple influencia masónica de Inglaterra, Francia y Portugal. A sus sicarios se debió el atentado de la reina Isabel 1, que había clausurado las logias, y el conjunto de leyes antirreligiosas del primer ministro judío y masón Juan Mendizábal. Después de la revolución de 1868 se organizaron nuevamente y ejecutaron en 1870, el asesinato del ministro Juan Prim, que quiso restaurar la monarquía.

4 comentarios:

  1. Análisis muy flojo de los jesuítas. Obispos de buena doctrina como Juan de Palafox y Mendoza, primero de Puebla de los Angeles y luego del Burgo de Osma, Fray Cristóbal de la Mancha, primero de Córdoba y luego de Buenos Aires y muy especialmente el de Asunción, Fray bernardino de Cárdenas denunciaron en sus cartas al Rey y al Papa las iniquidades, falsificaciones, blasfemias y sacrilegios de los jesuitas.
    El gobernador de Buenos Aires, don Diego de Mercado y Villacorta descubrió el contrabando de negros, porque eran negreros, que traían al Río de la Plata.
    Jesuitas fueron los que bridaron información a los protestantes piratas ingleses para la formulación del Plan Maitland y las invasiones inglesas de 1806 y 1807 a Buenos Aires, ver "Buenos Aires y el Interior" del capitán inglés Alexander Gillespie, uno de los invasores capturados.
    Su santidad Clemente XIV dió por disuelta "a perpetuidad" (ASí expresa) la Compañía de Jesús por sus blasfemos y grandes delitos.
    Parece una broma de mal gusto que un blog que tiene la efigie del ilustre Restaurador de las Leyes eche la culpa de su expulsión a dos masones galaicos, cuando la segunda expulsión de los jesuitas del territorio argentino fue ordenada por el Brigadier general don Juan Manuel de Rosas, sabiendo que el Superior de los jesuítas, el chueta Padre Majesté era parte de la trama urdida por la masonería unitaria.
    Hoy vemos como la Compañía de Jesús está pudriendo a la iglesia Católica.

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  2. Cada autor es responsable de su nota y del enfoque que le otorga a la misma. Con gusto Fernando Josè le publicaremos alguna nota de su autoria que quiera presentar. El Prof. sostiene que es una introducción al tema. Y la actitud del restaurador frente a la compañia bien amerita una nota sobre la misma. Saludos y gracias por su comentario

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  4. Muy buena la nota. Los jesuitas fueron los principales oponentes al despotismo ilustrado de los borbones y a la difusion de los principios de la Ilustracion. Por ello los masones intrigaron en su contra, prueba de ello es la cita del mason D Alembert, que el profesor Bismarck aporta, tambien hay otra en el mismo sentido de Voltaire en que dice que dice que la eliminacion de los jesuitas era necesaria para el logro de sus objetivos. Por otro lado la labor evangelizadora y civilizadora de la Compañia es por demas conocida, asi como la difusion que estos hicieron de la doctrina escolastica y de las ideas del padre Suarez sobre la retroversion del poder, las que fueron el presupuesto filosofico al que apelaron los hombres de Mayo. Edgardo Atilio

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