Rosas

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miércoles, 1 de agosto de 2018

El primer gabinete de Roca (1880 - 1886)

Por Norberto Galasso 
El vicepresidente de Roca es Francisco Bernabé Madero, hacendado  bonaerense, de antecedentes antirosistas.El gabinete se compone así: 
Canciller: Bernardo de Yrigoyen, de filiación rosista. 
Guerra y Marina: Benjamín Victorica, de filiación urquicista (ex secretario de Urquiza, fue reemplazado en 1885, por Carlos Pellegrini, autonomista, proteccionista).
Interior: Antonio Del Viso, ex gobernador de Córdoba, motor de la Liga de Gobernadores, con el apoyo de Juárez Celman. 
Hacienda: Juan José Romero, de la corriente liderada por Aristóbulo del Valle, reemplazado luego por Victorino de la Plaza.
Justicia e Instrucción Pública: Manuel Pizarro, del grupo de Córdoba, fue reemplazado en 1882,por Eduardo Wilde.
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Destacando la importancia de sus colaboradores, Roca sostiene que su gabinete está integrado "por cinco presidentes" y que él es "un timonel". A su llegada al poder, Roca cuenta con muy escaso apoyo en la Provincia y Ciudad de Buenos Aires, como habrá podido observarse por el triunfo aplastante de Tejedor en esa zona del país. 
Él mismo ha escrito poco tiempo antes: "... ¡Quién lo creyera! Un provinciano, crudo y neto, sucediendo y recogiendo el disperso partido de Adolfo Alsina..." (11). Un historiador señala que Diego de Alvear "... uno de los prestigiosos porteños que acompañaron a Roca... puso al nuevo
presidente en comunión con lo más granado y representativo de la aristocracia bonaerense que tuvo así la oportunidad de ver y tratar a ese provinciano 'de tierra adentro' que le había ganado de mano, al afortunado comandante de fronteras que se había introducido de golpe y porrazo en la vida nacional..."
El antimitrismo del nuevo gobierno se manifiesta de inmediato cuando Roca reivindica a Alberdi y propone al Congreso editar sus obras completas. La reacción mitrista es fulminante: "...El decreto del Gobierno Nacional por el cual se manda reimprimir las obras de Alberdi... es un absurdo... una muestra clásica de ignorancia... es inconstitucional... acusa falta de conciencia política... una provocación... una reminiscencia federal..." "... Alberdi - agrega La Nación - había sido el diplomático que había comprometido la existencia de la Nación Argentina... y el publicista que en la guerra más justa y fecunda que haya sostenido nuestro país estuvo de parte del enemigo...". Al día siguiente, insistía el diario de Mitre que "... El general Roca era el menos letrado de los presidentes..." y que "... el decreto es siniestro...". Poco después, La Nación publica una carta deAlberdi a V. López y Planes, de 46 años atrás donde había escrito maceta con zeta.  David Peña, en su defensa de Alberdi (1911, Revista Atlántida) reproduce este comentario de Alberdi:
"...Así, frente a mí, quisiera tener al General Mitre para preguntarle, mirándonos hasta el fondo de los ojos, en virtud de qué odio tan reconcentrado puede disculpar su persistente prolijidad de haber guardado la carta de un niño, escrita hace cincuenta años, para avergonzar a un anciano. ¿Es digno eso de Usted?..."  (Luego, Alberdi se va a Europa. Allí, enfermo, recibe la designación como embajador en Chile, pero no puede asumir el cargo. Roca le hace otorgar asimismo una pensión vitalicia, en 1884). Una de las primeras cuestiones que debe abordar el gobierno es la cuestión de límites con Chile. Evita el conflicto y llega al acuerdo de 1881. Con ese tratado se asegura definitivamente la soberanía sobre la Patagonia, aunque subsisten diferencias "circunscriptas al trazado de los límites en el oeste y en el sur" (17). La acción de Bernardo de Yrigoyen se destaca, asimismo, en el manejo del conflicto limítrofe con Brasil (acuerdo firmado por su reemplazante, Francisco Ortiz, en 1885), mientras también se reivindican nuestros derechos sobre Malvinas. El reconocimiento de la soberanía argentina sobre la Patagonia, se une a diversas empresas de exploración e investigación de la zona. Debe notarse, asimismo, que se reiteran acciones militares contra las poblaciones indígenas, con el mismo criterio represor de la llamada "conquista", de años atrás.
Pocos días después de asumir el gobierno, Roca le comenta a un amigo: "...Ya hemos recibido todas las pertenencias de esta Capital que el espíritu nacional ha de transformar bien pronto... Qué abandono, derroche y falta de administración en todo. Donde quiera que se pone la mano hay que retirarla con asco y horror. Estos famosos liberales que nos regalaban el epíteto de bárbaros a los de allende el Arroyo del Medio y que pretendían dar el tono del progreso y civilización argentina, nada dejan digno de imitarse. Todo hay que crearlo en administración...".  Extendiendo este juicio a toda la Nación, efectivamente el gobierno de Roca debe adoptar
medidas dirigidas a levantar el Estado Nacional: La ley 1130 establece la unidad monetaria en todo el país (había monedas diversas circulando: papel moneda bonaerense, pesos  bolivianos en Santa Fe, moneda chilena en Cuyo, soles y
melgarejos en Salta y Jujuy). Otra medida unificadora está dada por la creación del Registro Civil. Hasta ese momento, los nacimientos se denunciaban según la religión profesada, existiendo para los católicos la fe de bautismo emitida por la Iglesia; para los judíos o protestantes, la inscripción en sus propias casas de culto. Lo mismo ocurría con los casamientos y las defunciones. El Registro Civil unifica a todos los habitantes de la Argentina en relación a momentos cruciales de sus vidas: cuando nacen, cuando se casan y cuando mueren. (La ley de Matrimonio Civil la sancionará el gobierno siguiente). La ley 1420, de la cual nos ocuparemos más adelante, persigue el mismo propósito unificador. No
sólo porque evita la discriminación por religión en las escuelas públicas, sino porque va dirigida a terminar con las escuelas por colectividad, muy importantes dada el peso de la inmigración por entonces. La enseñanza, al ser obligatoria, laica y gratuita, favorece la integración de los hijos de
inmigrantes y a pesar de la desigualdad económica, apunta a un cierto igualitarismo. El vuelco de importantes partidas presupuestarias hacia el interior, en el rubro educación,
constituye asimismo un intento de paliar diferencias. En este sentido, Gálvez señala que el gobierno de Roca es el que más escuelas construyó, superando largamente al de Sarmiento.
Organiza los territorios nacionales y el gobierno municipal de Buenos Aires y sus Tribunales. Sanciona el Código de Minería. Se crean escuelas prácticas de aprendices, anexas a los talleres de los ferrocarriles del Estado, Central Norte y Andino, destinadas a la preparación de maquinistas y obreros argentinos. Se desarrolla intensivamente el cultivo de caña de azúcar en el norte. Industria: en 1882 se inaugura una exposición industrial. Se presentan allí empresas productoras de cerveza, vino, cigarrillos, jabón, artes gráficas y algunas de manufacturas de textiles y cueros En una declaración del 16 de septiembre de 1878, el partido republicano - que proviene del autonomismo - sostiene: "promover sus industrias, la emancipará del domino económico del extranjero, arrancándola además de la postración en que ha caído". Firman entre otros:Pellegrini, López, Alem, Yrigoyen, Rocha y Del Valle.

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