POR JULIÁN OTAL LANDI
(Buenos Aires, 3 de noviembre 1924- 18 de febrero de 1995).
Poeta, escritor, ensayista, historiador.
Nació el 3 de noviembre de 1924, en el Barrio General San Martín de la provincia de Buenos Aires.
Según lo identificó Luis Soler Cañas, Jorge Perrone reunía las características de la denominada “generación poética de los 40”. La misma estaba atravesada por una fuerte sensibilidad humanista que se reflejaba en su prosa no sólo poética sino también ensayística.
El acontecimiento del 17 de octubre, lo encontró a Perrone como militante activo, siendo uno de los fundadores del Partido Laborista.
En 1946 fue Jefe de Oficina de Prensa de la Municipalidad del Partido de General San Martín.
En 1942 había sido uno de los fundadores del H.I.G.O. Club (Hotel de la Inteligencia, la Gracia y la Originalidad). En dicho club se empezaban a vislumbrar las principales preocupaciones directrices de la trayectoria intelectual de Perrone. Según contaba “Qué sucedió en 7 días” en 1946, el H.I.G.O. Club
«lo integran un grupo de jóvenes que dicen tomar el arte en serio porque no lo toman en serio. Es decir, enfocan el arte desde un ángulo espontáneamente desenfadado, a “la criolla». Ante todo, estos adolescentes quieren hacer llegar el arte –su arte, se entiende- al pueblo».
Un afiche que promocionaba uno de esos encuentros rezaba “Basta de Revoluciones. Literarias, naturalmente”, luego de dar cuenta de la nómina de los integrantes que disertarían. Se destacaba al pie que “j. francisco perrone fuma en pipa, escribe de noche y además es cruel”. Dentro del nutrido grupo se encontraban Vicente Trípoli y María Elena Walsh.
En 1946 vio la luz su primer libro de poemas “Primavera campesina”.
En 1947 aparecieron sus Romances de la aldaba, un poemario que reflejaban sus inquietudes asociadas al revisionismo histórico reivindicando la soberanía de las Islas Malvinas, la gesta de Güemes y Brown, la batalla en la Vuelta de Obligado, el asesinato del Coronel Chilavert entre otros hitos. Dicha obra fue bien recibida por Perón quien le hizo saber que la misma ocupará “un sitio especial en su biblioteca particular”. Además, en ese mismo año, Perrone fue uno de los fundadores y directivos de la filial del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas de la localidad de San Martín.
En 1948 publicó su tercer libro de poemas titulado El corazón es agua de trasiego.
Los primeros años del gobierno justicialista lo encontraron colaborando activamente, conformando los consejos de redacción de M.J. (Movimiento de la Juventud) y de Octubre, además de escribir en Firmeza, Cultura, Clarín y el suplemento cultural de La Prensa.
En el lapso que va desde noviembre de 1949 a 1950, Perrone llevó el espíritu del HIGO Club a la prensa siendo director de los tres números de la publicación Latitud 34. La misma fue una suerte de continuación de un proyecto inicial llamado “Nombre”, dirigido por Fermín Chávez, Marcelo López Astrada y Ramiro Tamayo en 1949. Esta era una hoja de poesías con ilustraciones de Alfredo Bettanin y Edgar Koetz. Todos ellos formarían parte de la experiencia dirigida, luego, por Perrone. La misma pretendía tener una impronta rupturista con relación a las vanguardias y las tendencias elitistas representadas por “Sur”. Latitud 34 contó con las colaboraciones de toda una juventud nacionalista integrada por Manuel Buzeta, Luis Soler Cañas, Juan Sol y Enrique Pavón Pereyra, además de los mencionados anteriormente.
Perrone exponía un deber generacional:
Esta generación con deberes y responsabilidades imprescriptibles debe asumir una posición clara y consubstancial con el entorno. El único camino cierto.
Sobre el cierre abrupto de la revista (apenas llegaron a editarse tres números) los rumores son varios: Galasso en su biografía sobre Raúl Scalabrini Ortiz afirma que la cancelación fue producto de la entrevista realizada al ex forjista en el tercer número en la que había sido muy crítico con respecto al rumbo político del Gobierno: “Les anuncié a los muchachos por anticipado lo que iba a pasar. No me creyeron e insistieron en la publicación” (carta Scalabrini Ortiz a Carlos Quinodoz). Por otro lado, otros sostienen que la Liga de los Derechos del Trabajador les quitó el financiamiento. Guillermo Korn, a partir de un testimonio recuperado de Marcelo López Astrada, afirmó que después de todo la ruptura giró en la discusión entre jóvenes nacionalistas sobre si eran, o no, peronistas.
En 1951 recibió el primer premio de literatura de la provincia de Buenos Aires por su novela “Se dice hombre”. El texto era un relato autobiográfico centrada sobre la propia experiencia del grupo que había conformada Latitud 34 y que, aparentemente, se conocían de los tiempos de la publicación Octubre, órgano de la Liga por los Derechos del Trabajador. Obra olvidada y descatalogada, podría ser considerada un “puente” entre “Adán BuenosAyres” de Leopoldo Marechal y ”Rayuela” de Julio Cortázar. Ambas novelas, icónicas e influyentes, buscaban dar cuenta de dos derroteros generacionales: si Marechal reescribió el rumbo suyo y de la generación martinfierrista, Cortázar imaginaba a aquella juventud experimental y vanguardista de los años sesenta que transitaba la bohemia parisiense y contrastaba con el absurdo rioplatense. Se percibían en las tres novelas autobiográficas la sensación de los protagonistas de sentirse “perseguidos” por el sentido del mundo y a que la raíz de su desasosiego «toca el fondo de la angustia contemporánea». Las tres novelas, además, recreaban una crítica hacia el intelectualismo y la primacía del “existencialismo” como “moda metafísica”.
Perrone tomaba del Adán el recurso de presentar a sus compañeros adaptando solamente sus nombres, aunque siendo fácilmente identificables. Cortázar probablemente se inspirase en la obra de Perrone como un espejo que contrastase “el lado de allá” (esto es, el cosmopolitismo parisiense y las charlas altruistas del club de la serpiente) con “el lado de acá”, donde los protagonistas eran también jóvenes aunque por contraste se posicionaran con inquietudes nacionales, sus conversaciones también se centraban en la cultura pero en clave humanista.
De las páginas de Se dice hombre (ilustrada por Alfredo Bettanín) se desprendían los nombres de sus compañeros: “Manolo” Buzeta es “Tabuce”, Vicente Tripoli “Politri”, Alfredo Bettanin “Ninbetta”, Jorge Pérez Román “Manro” y Ramiro Tamayo “Matayo”.
-Lo que buscamos con la revista es reflejar la realidad literaria, poética, artística, de la Argentina de hoy. Sobre todo la nueva generación. Más que nada, es decir, de la nueva generación.
-El aspecto joven, intelectual, del país – dijo uno.
-No, no – Pablo (Jorge Perrone, NdA) puso un poco de apuro en la respuesta-, intelectual no; ahora, en eso de joven, sí, estamos de acuerdo, creo que todos estamos de acuerdo.
-Pero por lo que usted ha dicho se trata de una publicación de cultura, por lo tanto, tiene que ser intelectual –insistió el otro.
-Vea, eso suena un poco a mala palabra. Nosotros queremos traer trabajo, obra. Somos constructores… si ustedes me apuran un poco el tren, diré que albañiles. Aquí tuvimos mucho intelectual, pero no pasó nada con ellos. No sé si estamos de acuerdo” (“Se dice hombre”)
Aquel relato era un testimonio de época de aquella juventud nacionalista que, como recordara Fermín Chávez (¿”Ferraro” en la novela?), “paraban” en la Avenida de Mayo, frente a la farola de La Prensa. Su relato sobre el 17 de octubre era una referencia testimonial ya que en el mismo se incluyó el asesinato al joven nacionalista Darwin Passaponti llevado a cabo a partir de un tiroteo frente al edificio donde se editaba el periódico Crítica.
En mayo de 1950, Perrone dio a conocer su “Canto a octubre” en la revista Poesía Argentina de la Comisión Nacional de Cultura.
Con la firma Latitud 34, ahora como nombre de editorial, impulsó la edición del primer trabajo historiográfico revisionista de aquella juventud nacionalista. En 1951 saldría San Martín, Rosas y la falsificación de la historia. Las inexactitudes de Ricardo Rojas, a cargo de Luis Soler Cañas.
Colaboró en el suplemento cultural de La Prensa, bajo control de la CGT.
A mediados de los cincuenta, tiempo antes del golpe cívico militar llevado a cabo por la autodenominada “Revolución Libertadora”, Perrone postergó su labor periodística dedicándose a trabajar para la editorial Sopena. Allí trabajaría con las fichas enciclopédicas de aquella afamada firma.
En el período de proscripción, persecución y censura hacia el peronismo lo encontró a Perrone recluido dentro del partido de San Martín y concentrado en actividades vinculadas al revisionismo histórico llevándolas a cabo desde la filial local del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas.
Siempre se mantuvo comunicado con los camaradas de su generación. Los hijos de Perrone aún recuerdan la emoción generada en la despedida al exilio de “Manolo” Buzeta en 1956, gracias a la colecta que Jorge Perrone realizara entre sus compañeros de la Editorial Sopena y camaradas nacionalistas.
En la revista n°20 del Instituto Juan Manuel de Rosas, correspondiente al segundo semestre del año 1959, salió publicada la crónica de un acto realizado en la Ciudad de General San Martín conmemorando los 114 años del Combate de Vuelta de Obligado. El acto llevado a cabo en la plaza principal fue presidido por González Polero, José María Rosa y Jorge Perrone, éste último como autoridad de la filial revisionista.
Sus aportes siguieron en nuevas publicaciones durante la década de los 60. El órgano nacionalista Nueva Argentina recuperaría sus poesías y escritos militantes durante 1965.
Tiempo después, Fermín Chávez haría lo propio en 1967 incorporando un texto evocativo de Perrone sobre la muerte de Chilavert para su revista Ahijuna.
En 1974 publicaba el primer tomo de su exitosa obra “Diario de la Historia Argentina”, llegando a reunir 3 tomos. Esta obra (cuya editorial se llamó Latitud 34) contó con ilustraciones de Alfredo Bettanin, popularizando allí su mural titulado “San Martin, Rosas, Perón” que servía como cubierta de los tomos (en tiempos del “Proceso de Reorganización Nacional” se reemplazaría por la bandera nacional).
En 1981 publicaba su Historia Argentina en tres tomos. En 1983, continuó la misma con los dos tomos de la obra titulada La Patria Reciente.
En 1985 salió en fascículos la popular obra de Manuel Gálvez: “Vida de Don Juan Manuel de Rosas” que contaba con sus comentarios y anotaciones.
En 1990 editó un texto bajo el título Perón y después con presentación a cargo de Fermín Chávez. Constaba de un reportaje imaginario al líder desaparecido armado con sus declaraciones y discursos.
Algo similar realizaría cuando fueran repatriados los restos de Juan Manuel de Rosas, publicando su Reportaje a Rosas.
Su última producción estaría dedicada a Luján, reseña histórica de la Ciudad, de su santuario y la Virgen de la que él era devoto.
Murió el 18 de febrero de 1995. En el cementerio de San Martín fue despedido en nombre de sus amigos por el Dr. Carlos Torreira y por Fermín Chávez, en representación del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas.
Referencias:
Acha, Omar, Los muchachos peronistas: orígenes olvidados de la Juventud Peronista (1944-1955), Buenos Aires, Planeta, 2011.
Chávez, Fermín. Alpargatas y libros. Diccionario de Peronistas de la Cultura I. Buenos Aires, Theoría. 2003.
Fermín Chávez, “La Argentina es deformada cuando termina el caudillaje», en Crisis Nº 25, de mayo de 1975.
Galasso, Norberto. Vida de Scalabrini Ortiz, Buenos Aires, Ediciones del Mar Dulce, 1970.
Goldar, Ernesto, “La literatura peronista”, En Cárdenas, Gonzalo et. al., El peronismo, Buenos Aires, Ediciones Cepe, 1973
Korn, Guillermo. “Latitud 34, una zona de frontera”, en Claudio Panella y Guillermo Korn (compiladores), Ideas y debates para la Nueva Argentina. Revistas culturales y políticas del peronismo (1946-1955). Volumen II, La Plata, Ediciones EPC-Facultad de Periodismo, Universidad Nacional de La Plata, 2015.
Navascues, Javier de. “Sobre novela argentina: “Rayuela” y “Adán Buenosayres” en Servicio Publicaciones Universidad de Navarra, España. 1990.
Otal Landi, Julián. Fermín Chávez durante la Resistencia peronista. Buenos Aires, Fabro, 2024.
Otaño, Julio. “Jorge Francisco Perrone un escritor Sanmartinense” en Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas de Gral. San Martín, 18 de septiembre de 2021 (En línea)
Perrone, Jorge, Se dice hombre. Buenos Aires, Losada. 1952.
Perrone, Jorge. Perón y después. Buenos Aires, BG Editores. 1990.
Soler Cañas, Luis. La Generación poética del 40. Buenos Aires, Ediciones Culturales Argentinas, 1984.
Julián Otal Landi