Rosas

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jueves, 31 de agosto de 2023

REVISIONISMO FEDERAL PROVINCIANO O DE LA IZQUIERDA NACIONAL

Por el Dr. Julio R. Otaño
Juan Bautista Alberdi -considerado un precursor del revisionismo histórico- hablaba de “dos países”: Buenos Aires y las Provincias. En el nacionalismo de izquierda argentina confluyeron intelectuales y grupos de diversa procedencia, un precursor fue Manuel Ugarte político, escritor y brillante publicista, expulsado del partido de Juan B. Justo, que sembró los fundamentos de un nacionalismo socialista iberoamericano para enfrentar al imperialismo norteamericano. Eduardo B. Astesano (1913-1991), afiliado al Partido Comunista, se graduó de abogado en 1946 en la Universidad del Litoral, y siguió un camino similar al de Puiggrós y en sus numerosos libros de revisión histórica contribuyó a abonar las tesis del nacionalismo de izquierda, adhirió al rosismo y con un especial acento indigenista en su última etapa. John William Cooke (1920-1968), militante juvenil radical, abogado, fue diputado nacional por el peronismo en 1946. Descollante orador, profesor de Economía Política, allegado al revisionismo rosista, dirigió la revista De Frente y fue interventor reorganizador del Partido Peronista de la Capital Federal en 1955. Proscripto el movimiento, estuvo preso, fue delegado de Perón y dirigente de la resistencia en la clandestinidad, Jorge Abelardo Ramos (1921-1994), activista del trotskismo, manifestó su apoyo crítico al peronismo desde 1945. Gran polemista, escribió sus filosos ensayos y Fundo en 1971 el Frente de Izquierda Popular (FIP). Tras la dictadura del Proceso estrechó lazos con el peronismo, formó el Movimiento Patriótico de Liberación Juan José Hernandez Arregui (1929-1974) En 1947 renunció a la afiliación radical para incorporarse al peronismo. Desempeñó funciones en el gobierno de la provincia de Buenos Aires y se dedicó principalmente a sus cátedras universitarias. Excluido de la Universidad en 1955, publicó sus libros, que alcanzaron extensa repercusión, y participó en la agitación de la resistencia peronista. Reivindicaba haber ideado la denominación “izquierda nacional” para esta tendencia, que concebía ligada al peronismo revolucionario. Otros trabajos señalables en esta corriente son los estudios historiográficos de Alfredo Terzaga, Rodolfo Ortega Peña y Eduardo Luis Duhalde y, llegando a un período más reciente, las investigaciones históricas de continuadores de esta orientación como Norberto Galasso. Las obras de los autores que conformaron la corriente nacionalista de izquierda articulan un conjunto de proposiciones: Una aplicación de la filosofía y la metodología marxista, basada en la dialéctica de la lucha de clases y los fenómenos económicos para interpretar la realidad social; Un punto de vista americano, en la cultura de elite, en el sistema educativo; Una renovación de la revisión histórica, centrada en los intereses y la lucha de las masas trabajadoras, oponiendo a la historiografía liberal los levantamientos federales del siglo XIX con las causas democráticas y populares del siglo XX. La postulación de una nación sudamericana, concibiendo la integración de las repúblicas del continente como imperativo histórico, objetivo estratégico y dimensión necesaria para su plena emancipación. La caracterización del peronismo como un movimiento nacional y popular de potencialidad revolucionaria, que expresaba los intereses de la clase obrera a pesar de las distorsiones de la capa burocrática dirigente. Otro aporte perdurable de estos autores fue la reinterpretación de la historia argentina en el contexto sudamericano, refutando ante todo la historiografía liberal mitrista y sus versiones de izquierda, pero discrepando también con el revisionismo nacionalista católico y a veces con el nacional y popular: el motivo: Rosas. Siendo diputado, Cooke había impugnado el falseamiento oligárquico del pasado como cobertura de “la tremenda entrega económica del país”, resaltando el sentido de la batalla ideológica para establecer la verdad y reivindicar las luchas y los caudillos de las masas populares contra los dogmas históricos y económicos que servían al imperialismo Ramos Exponía la centralidad del conflicto entre el interior mediterráneo y los intereses mercantiles porteños, dilema ante el cual el litoral ganadero vacilaría pactando con la ciudad-puerto. Justificaba la rebelión de Artigas, así como las montoneras y los caudillos gauchos enfrentando a los unitarios rivadavianos; denunciaba la creación del Estado-tapón del Uruguay como parte de las agresiones neocolonialistas, y juzgaba con cierto equilibrio el rol de Rosas: aunque “rechazó las exigencias del comercio importador y del capital extranjero”, no logró “una nueva base de sustentación acorde con el desarrollo mundial del capitalismo”, pues su nacionalismo estaba condicionado por la clase saladerista en cuyos límites se movía. Astesano, menos reticente, desarrolló la noción de Ramos de que Rosas “fue la primera expresión capitalista en la Argentina”; el líder de los Terratenientes Nacionalistas Bonaerenses, a pesar del enfrentamiento con suys pares de los “Libres del Sur” y lo caracterizó como pionero de una burguesía nacional, propulsor de un capitalismo basado en la organización productiva de la estancia, el trabajo asalariado, el desarrollo del transporte fluvial y la protección de las economías regionales. El relato de Ramos sobre la etapa de la “organización nacional” exhibía las defecciones de Urquiza y las agresiones de Mitre contra el interior y el Paraguay, apoyándose en Alberdi. Alfredo Terzaga fue aún más entusiasta en su biografía de Roca. Sin embargo, esta interpretación fue rechazada por otros autores. Hernández Arregui discrepó con su versión del roquismo: “Roca, en última instancia, fue absorbido por la oligarquía y nunca dejó de ser su representante” Puiggrós fue crítico del federalismo rosista, no fue más allá de la defensa de la autonomía de la provincia que poseía el puerto único, instrumento del avasallamiento de las demás; el dictador; negándose al dictado de una Constitución porque de esa manera debería compartir las rentas de la aduana (Puiggrós y también Galasso no tienen en cuenta los argumentos políticos y económicos de Rosas: es decir eñ Restaurador consideraba como prioritario que cada provincia se organice y cuando haya paz y tranquilidad sancionar la constitución -carta de la hacienda de Figueroa a Facundo Quiroga- y también que Bs As se debia hacer cargo de los gastos de la deuda externa rivadaviana (Baring) del sostenimiento del ejército y del servicio diplomático). Pedidos constitucionales de facundo Quiroga, Bustos o de Estanislao López. Y motivo central de los enfrentamientos bélicos con Corrientes, que tenía la misma economía ganadera y manufacturera que Bs As pero el único puerto habilitado era Buenos Aires. (Polémica Pedro Ferré – Roxas y Patrón: primer gobierno de Rosas una economía librecambista y desde 1935 la Ley de Aduanas una economía proteccionista que permitió el renacer de las industrias manufactureras del interior del país. Para los revisionistas de la corriente provinciana y federal el enfrentamiento era entre el interior y Bs As, aunque diferencian a Rosas con Rivadavia o Mitre por su sentido Nacional e Integrador, además de su defensa de la soberanía y la Ley de aduanas…la primera proteccionista. Para Arturo Jauretche: Rosas fue lo máximo que Bs As podía darle al resto del país. Cooke vaticinaba la “revolución latinoamericana, integral”, relacionándola con la tradición histórica de las luchas por la independencia: “Una de las cosas que perdimos en Caseros fue la costumbre de escribir y pensar como latinoamericanos. Bolívar, San Martín, Artigas, Moreno, Monteagudo, Rosas, etc., todos escribieron y opinaron como 'americanos'. Después de la caída de Rosas, eso terminó: como semicolonias, los países perdieron ese sentido americano. Recién reapareció con Yrigoyen, aunque sin poder pasar de su contenido romántico y verbal a una acción práctica”. Luego, recordaba, el gobierno de Perón “retomó el sentido de la América Latina como unidad, y lo llevó a la práctica en la medida que fue posible”; más que los resultados, importaba el concepto de aquella orientación precursora, que en los años ´60 había madurado en los movimientos de liberación y se proyectaba en la experiencia de Cuba.


lunes, 21 de agosto de 2023

Cementerio de Recoleta: Monumento funerario de Marco Avellaneda.

Por el Prof. Julio Otaño
El 18 de junio del año 1813 nació en Catamarca. Fue actor principal de la Guerra civil entre unitarios y federales, perteneciendo al unitarismo. Avellaneda fue uno de los promotores de la Coalición del Norte entre Catamarca, La Rioja y Córdoba, aliadas a las provincias de Salta, Tucumán y Jujuy. Y es señalado por varios historiadores como instigador del asesinato del gobernador federal de Tucumán llamado Alejandro Heredia. En 1841 asumió de facto la gobernación de Tucumán y formó un ejército que daría su apoyo al general unitario Lavalle en la batalla de Famaillá contra el general federal Manuel Oribe. Tras la derrota fue tomado prisionero y entregado a Oribe. Un consejo de guerra lo condenó a muerte y fue ejecutado en Metán el 3 de octubre de 1841. Su cabeza fue cortada y llevada en una pica a la plaza de la ciudad de Tucumán para escarmiento de los unitarios. Meses después una mujer se detiene frente a una pica clavada en el suelo y, con visible esfuerzo, descuelga lo que está ensartado en el extremo superior. Envuelve cuidadosamente aquel objeto y, tan discretamente como llegó hasta allí, se aleja. Doña Fortunata García de García, que de ella se trata, se dirige presurosamente a la cocina. Conteniendo las náuseas, con paciencia y mucho jabón, lava y riza los cabellos castaños hasta dejar presentable aquella cabeza sin vida que acaba de rescatar del escarnio público. Apenas amanezca la llevará al convento de San Francisco, y la confiará al cuidado de los frailes. Aquella cabeza estuvo exhibida durante casi tres meses hasta que doña Fortunata, agobiada de verla cubierta de moscas y pudriéndose al sol, se apiadó y la quitó de allí. El sangriento ritual del degüello lo cumplió un soldado del ejército de Oribe, después de que la víctima fuera apresada junto a otros fugitivos en tierra salteña. Al parecer, el soldado devenido en verdugo hizo el trabajo lentamente, seccionando el cuello de la víctima con un cuchillo mellado, desde la nuca hacia delante. Avellaneda fue ejecutado, pero a su familia se le permitió seguir viaje hasta Bolivia. Marco se había casado en 1836 con Dolores Silva, de una de las familias más ricas de la región. El matrimonio tuvo cinco hijos. Uno de ellos fue Nicolás y en 1874 será elegido presidente de la Nación. Cuando murió su padre, Nicolás tenía apenas cuatro años. Por más esfuerzos de memoria que hiciera luego, jamás podrá recuperar la imagen del padre. Un retrato pintado por Carlos Enrique Pellegrini con el rostro de su padre llegó a sus manos cuando era ministro de Sarmiento. Unos años después, cuando por motivos diplomáticos viajó a Montevideo, asistió a una función de gala en el teatro Solís. Allí conoció de casualidad el otro rostro, el rostro de quien ordenó la muerte de su padre: Mariano Maza. Avellaneda no fue nunca un hombre de venganzas personales, pero tampoco era hombre de olvidar. De regreso a Buenos Aires hizo referencias a lo que le tocó vivir y afirmó que para el crimen no puede haber impunidad ni amnistía. El presidente de la Nación, “el hijo del degollado” como le decían sus adversarios, escribió: “No hacemos alianza con el crimen, no pactamos con la maldad, no proclamamos la impunidad y menos su triunfo. No queremos Marianos Maza ostentando sus manos sangrientas en los teatros de Buenos Aires”. Sin embargo Nicolás admiraba a Sarmiento quien fue el autor espiritual del asesinato y quien aprobó que decapiten a un General de la Nación de 70 años..Angel Vicente Peñaloza….LAS DOS CARAS DE LA MONEDA EN LA GUERRA CIVIL ENTRE UNITARIOS Y FEDERALES…Pero la historia oficial sólo vé la cara de quienes triunfaron y la escribieron. La cabeza de Marco Avellaneda fue depositada en el monumento realizado por el escultor Biggi,


 



sábado, 19 de agosto de 2023

Cementerio de Recoleta; Tumba de Remedios de Escalada de San Martín

Por el Prof. Julio R. Otaño
Esta tumba fue una de las primeras de dicho cementerio. Antiguamente reposaban junto a Remedios ,los padres del Libertador. Hoy se los puede encontrar en la Ciudad de Yapeyú ,Corrientes, junto a las ruinas de la casa natal. Se conocieron cuando ella tenía 14 años y él 34, se casaron y fueron padres de Mercedes Tomasa. La mujer falleció el 3 de agosto de 1823, hace exactos 100 años. Dejó lujos y comodidades para unirse al entonces Tte Cnel que comenzaba a tener sueños de libertad para América. No es posible asegurar, como enseñaron los libros escolares y en ocasiones aún se lo afirma, que entre Remedios y José hubo amor a primera vista ya que en esos tiempos los acuerdos matrimoniales (por conveniencia de ambas familias) eran habituales y él le llevaba 20 años de diferencia, una cualidad también común para la época. Se conocieron por Carlos de Alvear, quien le presentó a San Martín a personalidades de la alta sociedad de Buenos Aires Hay testimonios de que la madre de Remedios se oponìa al matrimonio y consta que una cena de los Escalada, San Martín y Bernardino Rivadavia terminó en un incidente entre el militar y su futura familia política. Al solicitar San Martín su mano, Remedios rompió el compromiso contraído con Gervasio Dorna, quien se alistó en el Ejército del Norte. A fines de 1814, Remedios se trasladó a Mendoza para reunirse con su marido, por ese entonces gobernador cuyano. Allí se incorporó a la sociedad local y colaboró en las tareas de organización del Ejército de los Andes para liberar a Chile y Perú. Fue ella quien promovió la entrega de las joyas personales, gesto en el que la acompañaron las damas mendocinas el 10 de octubre de 1815, para contribuir al equipamiento de las fuerzas. El 24 de agosto de 1816 nació Merceditas, única hija del matrimonio y futura compañera de su padre durante el exilio. La partida de San Martín hacia Chile, junto con la delicada salud de Remedios, quebrada por la tuberculosis, la obligó a regresar a Buenos Aires el 16 de marzo de 1819 para instalarse nuevamente en la casa de sus padres en Buenos Aires. Era tal su estado que se dispuso llevar un ataúd por si moría en el viaje. Remedios fue llevada a una quinta de la calle Caseros y Monasterio, donde falleció el 3 de agosto de 1823 (con 25 años), lejos de San Martín, cuya presencia solicitó hasta su último instante. Su viudo solo pudo acudir meses más tarde y solicitó a su allegado, ingeniero Felipe Bertrés la construcción de un mausoleo en mármol en el Cementerio del Norte (Recoleta) para que descansaran sus restos, junto con una lápida, en la que reza: "Aquí descansa Remedios Escalada, esposa y amiga del general San Martín". En el espacio superior lleva una especie de nube con un reloj de arena en el centro y, en pequeñas letras, al pie dice “Fecit Bertrés”.
 
  




viernes, 11 de agosto de 2023

Un amor frustado y trágico: Alfonsina y Horacio....

Por el Prof. Jbismarck
Una anécdota dice que un día Alfonsina Storni estaba en la mesa de un bar con su amigo Santiago Cozzolino y le dijo: “Estoy enferma de soledad... ¿No cree usted que yo debería haberme casado? Pero nadie quiere casarse conmigo”. El amigo reaccionó así: ¡Cásese conmigo, Alfonsina! De una tertulia literaria habida en Santa Fe, Alfonsina obtuvo un romance y de allí un hijo, Alejandro. El nacimiento se produjo en 1912 y del parto nació otro verso célebre: Yo soy como la loba, ando sola y me río... El hijo y después yo, y después,... ¡lo que sea!   Las relaciones de Alfonsina Storni, madre soltera y feminista, fueron circunstanciales y desmentidas. El escritor uruguayo Horacio Quiroga, que había llegado de su refugio en San Ignacio, Misiones, durante el año 1916, conocería a Alfonsina Storni en 1922 cuando ella frecuentaba la casa del pintor Emilio Centurión, de donde surgiría el grupo Anaconda. Horacio Quiroga era ya el autor de sus libros más importantes, Cuentos de la selva, Anaconda, El desierto, y vivía de sus colaboraciones en diarios y revistas donde desempeñó un papel protagónico en el intento de profesionalizar la escritura. Alfonsina había publicado sus libros Irremediablemente (1919) y Languidez (1920). Compartieron conferencias, tertulias, provocaciones y la pasión por Wagner. Disfrutaban mucho estar juntos, los unía una complicidad indestructible. El escritor uruguayo mencionaba a Alfonsina frecuentemente en sus cartas entre los años 1919 y 1922, ese es el período en el que se presume que la relación fue más intensa. En sus misivas a su amigo José María, la menciona con respeto por su obra, la trata como su igual y solo con el nombre de Alfonsina. Hay testimonios de momentos compartidos por la pareja en la Banda Oriental. En 1925, Horacio Quiroga se radicó en Misiones. Había ido por primera vez a esa provincia en 1903, acompañado por Leopoldo Lugones. Cuando decidió regresar, pero para vivir en la selva, intentó convencer a Alfonsina. Fue Benito Quinquela Martín quien la disuadió: “¿Con ese loco? ¡No!”. El pintor tenía una relación áspera con Quiroga, quien lo llamaba “chinche”, porque el verdadero apellido del pintor de la Boca era Chinchela. 
Lo cierto es que el escritor viajó solo a San Ignacio, dejando su departamento al uruguayo Enrique Amorim. Cada tanto Alfonsina iba a esa vivienda en busca de noticias de Quiroga, quien, perdido entre la densa vegetación de ese pequeño pueblo de provincia –que le inspiraría los Cuentos de la selva; no se hacía tiempo para escribir cartas. No era un hombre que hiciera exactamente lo que se esperaba de él. Este viaje a Misiones fue una prueba de ello. Sus amigos se preguntaban: “¿Qué hace este escritor de ciudad, que ama caminar por las calles de París, pasando el día a machetazo limpio en la selva, jactándose de matar una termita en tres minutos y una víbora en veinticinco”. Pero ahí estaba, flaco como una rama, construyendo con sus propias manos su casa en la selva, remando ida y vuelta durante dos días ciento veinte kilómetros entre San Ignacio y Posadas, o capaz de viajar ochocientos kilómetros en una motocicleta destartalada para visitar a una amiga rosarina. Horacio Quiroga estuvo en Misiones un año y, a su regreso a Buenos Aires, volvió a encontrarse con Alfonsina. Se reunían en una casa que había alquilado en Vicente López, donde se leían recíprocamente sus textos, o iban al cine o a conciertos organizados por la Sociedad Wagneriana. Esta relación finalizó en 1927, cuando el escritor conoció a María Elena Bravo y se casó por segunda vez (era una joven amiga de su hija Eglé), con quien tuvo una niña. Sintiendo el rechazo de las nuevas generaciones literarias, Horacio regresó a Misiones para dedicarse a escribir en la selva y a la floricultura. Algunos estudiosos de la obra de Quiroga lo relacionan con Edgar Allan Poe por la fascinación con la muerte, los accidentes y la enfermedad, quizás debido a la vida increíblemente trágica que le tocó en suerte. Quiroga, pensó que en medio de la selva podría vivir tranquilo con su mujer y la hija de su segundo matrimonio, pero un avatar político provocó un cambio de gobierno, que rechazó los servicios del escritor y lo expulsó del consulado. Un avanzado estado de su enfermedad prostática lo hizo padecer de dolores y dificultades para orinar, hasta que una cirugía exploratoria reveló que sufría de un avanzado cáncer de próstata, intratable e inoperable. La madrugada del 19 de febrero de 1937 Horacio Quiroga bebió un vaso de agua con cianuro que lo mató pocos minutos entre espantosos dolores. Alfonsina le dedicaría un poema de versos descarnados: “Morir como tú, Horacio, en tus cabales, y así como en tus cuentos, no está mal; un rayo a tiempo y se acabó la feria...” En 1935 le diagnosticaron a Alfonsina un cáncer de mama y tuvieron que quitarle el seno derecho. Dos años después su salud empeoraba rápidamente, ella presentía el final y le costaba seguir adelante producto del dolor y de su estado anímico. En los últimos momentos de su vida tenían que inyectarle morfina por el dolor que padecía producto de la enfermedad terminal, los médicos le dieron seis meses de vida y como no podía seguir sufriendo de esa manera, decidió viajar a Mar del Plata. Envió al diario La Nación un poema de despedida titulado “Voy a dormir”, una carta a su hijo y una nota a la policía para que no culpen a nadie de su muerte. El 23 de octubre de 1938 decidió terminar con la agonía y caminó hacia el espigón de La Perla, desde donde se lanzó al mar. Obreros municipales encontraron el cuerpo que fue trasladado a la capital para ser velado en el Club Argentino de Mujeres. 

miércoles, 9 de agosto de 2023

Cementerio de Recoleta: Liliana Crociati y su perro sabú

Por Julio R. Otaño
Otra historia del Museo Abierto que es el Cementerio de Recoleta: Liliana Crociati murió a los 26 años en Insbruch. Austria. Un alud la sepultó junto a su marido en su cuarto de hotel en 1970. (éste logró salvar su vida) Para homenajear a su hija y su arte, en medio del dolor que los invadía, los padres de Liliana le pidieron al reconocido escultor Wifredo Viladrich que diseñe una tumba de estilo neogótico con una escultura de bronce. Además, querían que tenga algunos detalles: que luzca un vestido de novia, tenga en el dedo un anillo de compromiso y esté acompañada por una réplica de su perro, Sabú. El hocico del perro se fue desgastando por el mito de que tocarlo da "buena suerte". Como los mitos no son solo de los humanos, en este caso también alcanzó a Sabú. Se dice que el can murió en Buenos Aires el mismo día que su dueña lo hizo en Austria, pero, nada de eso es verdad: su deceso se debió a causas naturales muchos años después. A la escultura, Joseph le hizo colocar una placa con el nombre de Liliana y un doloroso poema que le dedicó, colmado de interrogantes acerca de la tragedia que vivió la joven. “A mi hija. Solo me pregunto por qué te has ido y has dejado destrozado mi corazón. ¿Por qué? Solo el destino sabe el por qué y me pregunto ¿por qué no se puede estar sin ti? ¿por qué? Tan linda eras que la naturaleza, envidiosa, te destruyó, ¿por qué? Solo me pregunto si hay Dios, se lleva lo que no es suyo. ¿Por qué destroza y deja hasta el infinito el dolor? ¿Por qué creó al destino y no a vos? ¿Por qué? ¿Por qué solo sé que siempre sueño con vos? Por todo el amor que siente mi corazón por vos. ¿Por qué? Tu papá”. Por su parte, la madre de Liliana rodeó la tumba con un jardín de rosas porque a su hija le gustaban las flores. En el sepulcro también se encuentra un llamativo retrato de la joven, también a modo de homenaje. Su padre, famoso coiffeur de la sociedad porteña, y su madre, sensible artista, perdieron interés en la vida después de la tragedia: ambos fallecieron unos años después. Están sepultados junto a Liliana. Jancsi el viudo de Lili nunca estuvo de acuerdo con la estatua y solo estuvo presente el día que la instalaron. De hecho consideró la situación como un verdadero circo y argumentó que su esposa no hubiese estado de acuerdo. Por las dudas yo le toqué el hocico a Sabú....






martes, 8 de agosto de 2023

CEMENTERIO DE RECOLETA: BOVEDA DE MARTIN DE ALZAGA Y DE FELICITAS GUERRERO:

Por Julio R. Otaño
Me pude dar uno de esos gustos postergados desde siempre, recorri durante 3 horas y media el Cementerio de Recoleta (creado en 1822, primer cementerio público de la ciudad. En 1880, Torcuato de Alvear encomendó al arquitecto Juan Antonio Buschiazzo su remodelación, Se rodeó con un muro de ladrillos, se pavimentaron sus calles y se construyó una entrada de estilo neoclásico. Muchos de sus mausoleos y bóvedas son obra de importantes arquitectos y más de 90 han sido declaradas Monumento Histórico Nacional.​ El cementerio en sí es considerado Museo Histórico Nacional desde el año 1946). Me faltó la mitad porque 17.45 lo estaban cerrando...Me senti igual de feliz que estando en la Bombonera..... y pienso volver en lo mediato por la otra mitad. Me llamó la atención la Bóveda de Martín de Álzaga y familia, En esta bóveda se halla inhumada Felicitas Guerrero, viuda de Martín de Álzaga (capilla de Santa Felicitas, en el barrio de Barracas, ciudad de Buenos Aires). Casado con Felicitas Guerrero Reissig de Montes de Oca (1862), era nieto de Don Martín de Álzaga (EL GRAN VASCO - enterrado en la Iglesia de Santa Domingo), alcalde de primer voto de Buenos Aires y defensor de la ciudad durante las Invasiones Inglesas, e hijo de Félix de Álzaga, militar y legislador de Buenos Aires. La chica, de 18 años, no quería saber nada con casarse con ese señor mayor, amigo de su papá. Martín Gregorio de Alzaga tenía 50 años, era inmensamente rico y el casamiento era perfecto para estrechar lazos que iban más allá de los sentimientos. Felicitas, que había nacido en Buenos Aires el 26 de febrero de 1846, poco pudo hacer ante el matrimonio arreglado por su padre y el 2 de junio de 1864 se casó. Tuvieron dos hijos. Félix Francisco, muerto a los 3 años víctima de la epidemia de fiebre amarilla y Martín, quien falleció al nacer, curiosamente al día siguiente del fallecimiento de Alzaga, ocurrido el 1 de marzo de 1870, afectado profundamente por la muerte de su pequeño hijo. Felicitas, de 24 años, se transformó en una hermosa viuda, dueña de una importante fortuna y de miles de hectáreas de campo, principalmente en la provincia de Buenos Aires. Pretendientes no le faltaron. El poeta Carlos Guido Spano la había descripto como “la mujer más hermosa de la República”. Uno de los que estaba atraído por ella se llamaba Enrique Ocampo, también de una familia porteña de renombre. Sería el tío abuelo de la escritora Victoria Ocampo. Enrique la visitaba con la esperanza de poder llegar a formalizar una relación, aunque Felicitas mantenía una distancia amistosa. Felicitas amaba el campo. Solía pasar temporadas en su estancia La Postrera, en el partido de Castelli, donde se criaban ovejas. Tenía además miles de hectáreas, que iban desde el río Salado hasta el actual partido de General Madariaga. Pero La Postrera era su favorita. Esos campos habían pertenecido a Ambrosio Crámer, quien había sido muerto en la revolución de los Libres del Sud, en 1839. Su nombre Postrera obedece que cuando se estableció, estaba en los confines de la civilización y era el último mojón frente a las tierras dominada por el indígena. También, para el que transita la ruta 2 camino a Mar del Plata, a la altura del kilómetro 168, a mano derecha verá un castillo que, si bien fue construido años después de la muerte de Felicitas, se encuentra dentro de la estancia La Raquel, otra de sus posesiones que heredaría de su marido. Una tarde, paseando con su carruaje por tierras alejadas de su estancia, la sorprendió una tormenta y se perdió. De pronto, se cruzó con un jinete que la tranquilizó y la acompañó en el regreso. Se llamaba Samuel Sáenz Valiente, era joven y estanciero. Y el flechazo fue mutuo. La pareja anunció su compromiso para el 29 de enero de 1872. La fiesta se haría en la casa de descanso que los Guerrero poseían en Barracas, junto a la Calle Larga, que era el antiguo nombre de la avenida Montes de Oca. Tenía días agitados por delante. Estaba organizando la inauguración de un puente de hierro sobre el Río Salado, cercano a La Postrera, lo que permitiría transitar aún con crecidas. Sería un acto importante, en el mismo campo, al que concurriría el gobernador bonaerense, Emilio Castro. Ese día, Felicitas había ido al centro a realizar unas compras. Cuando regresó, ya estaban los invitados, a los que le anunciaría su casamiento. Antes de subir a sus habitaciones a cambiarse, le avisaron que la esperaba Enrique Ocampo, para hablarle en privado. Pensó en darle cualquier excusa para evitarlo, pero finalmente asintió en verlo. Luego de saludar a su prometido y a los invitados, se dirigió a la sala donde un atribulado Ocampo la esperaba. Felicitas no quiso que su amiga Albina la acompañase, aunque uno de sus hermanos y un primo, Demaría, aguardarían atentos detrás de una ventana. Ambos discutieron. Escucharon que Ocampo le preguntaba a Felicitas si se iba a casar con él o con Samuel y ante la respuesta evidente, sacó un revólver y amenazó que, si no se casaba con él, no lo haría con nadie. Felicitas intentó escapar de la sala, pero recibió un tiro en la espalda y cayó desplomada. Su hermano y su primo entraron y las versiones de lo que ocurrió difieren. Una, que Ocampo se suicidó, otra que los dos hombres lo mataron. Aparentemente, el cuerpo de Ocampo presentaba más de un orificio de bala. El juez Ángel Carranza dictaminó que el hombre se había suicidado, y el caso fue cerrado. El proyectil que había herido mortalmente a la muchacha había ingresado por arriba de su omóplato derecho y había afectado la columna y el pulmón. Felicitas agonizó unas horas y falleció en la madrugada del día siguiente. La ironía del destino quiso que su cortejo fúnebre coincidiera, en la entrada de la necrópolis, con el de su asesino, Ocampo. Los padres de Felicitas, desconsolados, mandaron construir una iglesia en el lugar donde la habían matado. Así nació el 30 de enero de 1879 la iglesia de Santa Felicitas, frente a Plaza Colombia, en Barracas. El templo conserva una estatua de Felicitas y de su esposo Martín. La tradición cuenta que las chicas que desean casarse, deben atar un pañuelo en las rejas de la iglesia. Y que a la mañana siguiente, si amanecen húmedos, es por las lágrimas de Felicitas, cuyo espectro suele verse en los aniversarios de su trágica muerte. Es que aún su historia CAusa tristeza y melancolía en los visitantes que presienten que ella aún está allí. Buscando ser feliz.
 


 

sábado, 5 de agosto de 2023

EL REVISIONISMO NACIONAL Y POPULAR

 Por el Prof. Julio R. Otaño

FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina) fue una corriente interna del radicalismo fundada, en 1935, por Arturo Jauretche, Y Homero Manzi. Se integra con irigoyenistas  Y PROPONEN profundizar la vocación revolucionaria del yrigoyenismo, otorgándole un programa de claro contenido antiimperialista. Bajo el lema "Somos una Argentina colonial; queremos ser una Argentina libre”, Scalabrini Ortiz aporta las ideas fundamentales provenientes de sus investigaciones acerca de la opresión del imperialismo inglés sobre la Argentina; Esta revisión se distingue netamente de la formulada por "los nacionalistas católicos”: es antiimperialista y popular (Jauretche habla de "nacional” y "no nacionalista”) Scalabrini critica la libre importación, el empréstito Baring Brothers y la segregación de la Banda Oriental, así como el trazado ferroviario impuesto por las compañías británicas, base de la "granja” productora de carnes y cereales para su Graciosa Majestad. Los forjistas dice que "La historia es un arma para manejar los pueblos, para someterlos a los designios de los vencedores, y que los capitales extranjeros, predominantemente ingleses, que endeudan y esclavizan la Patria, no son más que el producto del trabajo y de la riqueza argentina, capitalizados a su favor por la astucia europea” 

En esta misma línea, Homero Manzi levanta la figura de los caudillos populares, exaltando a Rosas en tanto defensor ante la agresión anglofrancesa y líder popular. Arturo Jauretche dijo "La falsificación de la historia ha perseguido, precisamente, esta finalidad: impedir, a través de la desfiguración del pasado, que los argentinos poseamos la técnica, la aptitud para concebir y realizar una política nacional... lo que se nos ha presentado como historia es una política de la historia... Y esa política de la historia falsificada es y fue la política de la antinación, de la negación de ser y de las posibilidades propias” 

En esos años, comienza a adquirir importancia la obra revisionista de José María Rosa (1906-1991) Hacia 1964, Rosa acomete una “Historia Argentina”, de 13 tomos que deja inconclusa a su muerte. La obra de Rosa es muy leída, especialmente a fines de la década del sesenta, por una juventud que descree de los viejos textos liberales y busca una posición política nacional. Cabe señalar que la influencia del peronismo opera, sobre J. M. Rosa y otros revisionistas, de ahi el sentido “Nacional y Popular”.  Rosas ya no es exaltado como un gran señor de horca y cuchillo, terrateniente patriarcal que garantiza el orden social, sino como defensor de la soberanía. De cualquier modo, el esfuerzo de Rosa, como el de Palacio, por ofrecer una visión general de la Historia Argentina distinta a la Oficial, resulta meritorio y favorece el proceso de formación de una conciencia nacional.  Rosas defensor de los negros, los gauchos y los indios es para ellos el único gobierno popular del siglo XIX. 

A partir de 1955, recién logra repercusión masiva este revisionismo. Después del ’55, lleva a las mayorías populares a identificar a Rosas con Perón, ambos víctimas de las injurias del liberalismo oligárquico. Por eso, Jauretche sostiene irónicamente que quien más hizo por difundir el revisionismo histórico fue el Alte. Rojas con su implacable odio a las masas peronistas, ligado a su fervorosa admiración por Rivadavia y Mitre. Así, el efecto es la quiebra, a nivel popular, de la confianza en la Historia Liberal, como no lo habían logrado los revisionistas con s vasta obra desde los años treinta.  Fermín Chávez otro historiador nacional y popular reivindica a los caudillos federales del interior y a quienes podríamos llamar sus intelectuales orgánicos (Alberdi y Hernández). El revisionismo rosista-peronista alcanza su auge a partir de 1968, al calor de la nacionalización de las clases medias. En los últimos años, el vigor polémico y la producción del revisionismo rosista han decaído, en parte, quizás, por el agotamiento político del peronismo y por motivos hasta biológicos. Se repatriaron los restos de Rosas, aparece en la moneda nacional,  en el nomenclador de las calles, hay monumentos, y su posición paulatinamente cambió. El Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas pero ahora de carácter “NACIONAL” subsiste . 

 

jueves, 3 de agosto de 2023

EL REVISIONISMO NACIONALISTA CATÓLICO

 Por el Prof. Julio R. Otaño

La crisis económica mundial, el auge del fascismo en Europa y el triunfo yrigoyenista en las elecciones de 1928 se conjugan para provocar el debilitamiento del pensamiento liberal -conservador en los sectores dominantes-. Ello facilita el avance, al primer plano, del nacionalismo católico y elitista. Aparece y se desarrolla de una nueva corriente: antiliberal, conservadora, corporativista.  Carlos Ibarguren, se constituya en el iniciador de esta corriente historiográfica. Lo siguen, en esta tarea, Julio Irazusta y Ernesto Palacio.  Carlos Ibarguren partidario de las jerarquías sociales, la tradición y el catolicismo, Ibarguren en 1930 participa del golpe militar y publica "Juan Manuel de Rosas, su vida, su drama, su tiempo”, punto de partida del revisionismo nacionalista católico. "Es verdad que Rosas no actuó en contra del movimiento separatista de España, pero no pudo ocultar su protesta contra el desorden social y político producido por la revolución. Privilegia el orden y la tradición: "Su acción pública se aplica enérgicamente para defender el orden y la disciplina... (Rosas) Representa en nuestro pasado la encarnación más eficaz y potente del espíritu realista y conservador”.. "Fiel a su visión medioeval y reaccionaria, consecuente con las convicciones que siempre Rosas fue el arquetipo del patrón” “El patrón era caudillo, gobernante, diplomático y guerrero. Debía comprender a los paisanos e interpretar su alma para dominarlos, administrar hasta la extrema minucia para obtener el mayor provecho de la explotación, observar profundamente a las gentes y a los ganados, mirar a los ganados como si fueran hombres y manejar a los hombres como si fuesen ganado”El Rosas que le interesa y al cual brinda su elogio es el Rosas Dictador. No el LíderJefe de la Confederación que resiste a las mayores potencias del mundo en 1838 y 1845.

Julio Irazusta Es junto con Pepe Rosa y Galvez los mayores reivindicadores de Rosas…cada uno con características propias. Escribe "Vida política de Juan Manuel de Rosas, a través de su correspondencia” 30 años de estudios y 8 tomos. Es incorporado a la Academia Nacional de la Historia gracias a su antiperonismo y a su relación con Victoria Ocampo.  Irazusta rescata la labor del Restaurador evitando la disgregación territorial con el Pacto Federal y sobre todo la Política Exterior nacionalista y americanista. Buscando la reconstrucción del antiguo virreinato. También su defensa de la soberanía que originará la legación del Sable sanmartiniano.  El 5 de agosto de |1938 se crea el Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, con la participación de los hermanos Irazusta, Alberto Ezcurra Medrano, Manuel Gálvez, Díaz de Vivar, Carlos Steffens Soler, Ramón Doll, Ernesto Palacio, Carlos Ibarguren, Vicente Sierra etc. Son muy importantes Manuel Gálvez, quien en su biografía sobre Rosas realizada en 1940 alcanza las 50 ediciones y considera a Rosas como un “César Democrático” es decir un líder popular. Vicente D. Sierra (1893-1982) Se trata de otra importante figura de aquel revisionismo. De posición marcadamente católica, Historiador laborioso, Sierra ha publicado una "Historia de la Argentina” en 10 tomos. Se ataca el apoyo francés a los unitarios en su lucha contra Rosas y en especial, la relación del Gral. Lavalle con los jefes invasores, la violencia desplegada por los unitarios en diversas circunstancias, especialmente después del golpe del 1° de diciembre de 1928, quebrando el mito de que la violencia era patrimonio exclusivo de los federales, la heroica defensa de la soberanía en la Vuelta de Obligado, por parte de los soldados de la Confederación , ante la invasión anglo-francesa en 1845, la honestidad de Rosas en el manejo de los fondos públicos, la amistad entre Rosas y San Martín, así como la decisión del Libertador de legar su sable al Jefe de la Confederación. 

En general, la línea histórica sustentada por el revisionismo católico es: Saavedra (Mayo lo hizo el ejército y no el pueblo), San Martín (conservador y alineado junto al nacionalismo ganadero de Rosas) y Rosas (expresión de orden y nacionalismo).

miércoles, 2 de agosto de 2023

La Historia Oficial, Liberal o Mitrista

por el Prof. Julio R. Otaño

Es "oficial” porque: Se enseña desde hace décadas en los diversos niveles de la enseñanza; predomina en los medios masivos de comunicación; está presente, en los discursos y en la iconografía oficial; se yergue en las estatuas de las plazas y denominaciones de calles y localidades.   Es "liberal” porque interpreta y valora los acontecimientos históricos desde un enfoque ideológico liberal-conservador; pero se impregna de una concepción elitista y antipopular. En lo cultural, es europeísta y antilatinoamericana. Es “mitrista” porque Bartolomé Mitre fue su principal propulsor junto con Vicente Fidel López. 

Esta historia ofrece una visión de nuestro pasado desde la óptica de la oligarquía, integrada por los grandes estancieros y los grandes comerciantes importadores y exportadores de Buenos Aires. Y es también la historia escrita por los Triunfadores “LA HISTORIA ESCRITA POR QUIENES GANAN”. 

Todos o casi todos descendientes de unitarios y liberales. De esta manera legítiman su pasado, haciendo la apología de personajes como Rivadavia (El hombre civil más importante según Mitre) y adjudicándole defectos infernales a sus enemigos, como con Juan Manuel de Rosas (Tirano sangriento y corrupto) apostando a perpetuarse en el futuro.  Así exalta a un puñado de hombres pluscuamperfectos entre los cuales se destacan: Bernardino Rivadavia, Domingo Faustino Sarmiento y el propio Bartolomé Mitre. Aparecen también, pero deformados y vaciados de su auténtico contenido: José de San Martín, Mariano Moreno, Manuel Belgrano y Juan Bautista Alberdi.  La iconografía oficial junta los retratos de unos y otros como si hubiesen compartido proyectos y amistad. No fue así. San Martín y Rivadavia se odiaban. También Moreno era anti-rivadaviano. Y el mismo sentimiento de odio existía entre Mitre y Alberdi.   Fueron artífices de una Argentina blanca, europeizada, desvinculada del resto de América latina, construida a través de un proceso resistido por las masas “bárbaras” y sus caudillos, quienes no comprendieron la necesidad del “progreso y la civilización” que permitiría asemejarnos a los grandes países del mundo (el lema de Sarmiento: “civilización o barbarie”). Juan Manuel de Rosas, Juan Facundo Quiroga, José Gervasio Artigas, Angel Vicente Peñaloza y Felipe Varela. Los primeros, pasarán a los cuadernos escolares, con las figuritas recortadas de la revista “Anteojito” y vestirán las paredes de las aulas. Los segundos injuriados  -Rosas y Quiroga- despreciados -Artigas-, u ocultados –Felipe Varela-. El pueblo, los caudillos, las “chusmas” resultan el antiprogreso, lo irracional, lo ignorante, lo “democrático” peyorativamente.  

Rosas para la “Historia Oficial” es un caudillo ignorante que tiene como antecedente la “inmundicia artiguista”,  jefe de bandoleros (los “colorados del monte”) quienes saqueaban poblados, sin dar cuenta a nadie de sus actos; Rosas fue un malvado, un caudillo nómade y sanguinario, señor de horca y cuchillo, de vidas y haciendas, aborrecido por las clases cultas y europeizantes.  El pueblo rosista era una “masa informe y grosera, brutales, integradas por gauchos sucios e ignorantes, afrodescendientes atrevidos e insolentes e indios salvajes y violadores de cautivas blancas” El Restaurador es un asesino serial..la Mazorca era una organización represiva con miles de muertos (imaginados por José Marmol o José Rivera Indarte) donde se ofrecían sandias (cabezas de unitarios) o se manchaba con alquitrán o bosta los cabellos de las jóvenes “unitarias”. 

Por inspiración de “La Nación” el diario creado por Mitre y de Ricardo Levena, se legitima académicamente a la historia “Oficial” en 1938 al crearse la Academia Nacional de la Historia, integrada en su totalidad por 40 miembros MITRISTAS.  Los principales elementos de difusión de esta historia son los Medios de información y la Educación primaria, secundaria y universitaria. Asimismo, “la pedagogía de las estatuas”, es decir el monopolio del mármol y el bronce por parte de los próceres liberales. Asimismo, la nomenclatura catastral: Rivadavia (tiene 120 cuadras, a 4 carteles por cuadra: 480 carteles), Bartolomé Mitre, Sarmiento, Lavalle, Viamonte, Monroe, Riestra, Liniers, etc. Frente al escaso o nulo recordatorio de los luchadores populares

Fui testigo como la avenida de ingreso a Chascomús se llama “Juan Manuel de Rosas” pero no existe ningún cartel indicador…lo mismo sucede en San Nicolás con la avda costanera y en San Miguel del Monte, luego de 20 años recién ahora tiene nomenclatura la avda que bordea la laguna.  

En Caba por ejemplo entre 1973 y 1976 (ultimo gobierno peronista la calle Monroe, ex presidente de USA fue reemplazada por el nombre del Restaurador y la Dictadura Genocida Videlista le quitó este nombre…recién hoy existe una estación de subterraneo con su nombre…en la ciudad donde Rosas nació).  

La Historia Oficial permanece vigente hoy, más allá de ciertos afeites y ciertas concesiones otorgadas por la “Historia Social” de Halperín Donghi y Luis Alberto Romero. El Moreno del librecomercio, el San Martín "santo de la espada”, el Rivadavia "progresista”, el Sarmiento "civilizador” y el Mitre "unificador del país” y "padre de la organización nacional” mantienen sus estatuas.

martes, 1 de agosto de 2023

Las Corrientes Historiográficas


por el Prof. Julio R. Otaño

La reconstrucción histórica se sostiene en dos artes o métodos:

Heurística: es el conjunto, recopilación y organización de testimonios que prueban la veracidad de los hechos que se relatan. Los documentos o pruebas pueden ser: Públicos: leyes, manifiestos; Privados: correspondencia, contratos, objetos (casas, ropas, armas,etc.).

Hermenéutica: es la interpretación. Aquí pesa la ideología, el juicio, la escala de valores del historiador. Detrás de su relato, aun descartando su honestidad intelectual, está presente su cosmovisión ideológica. Es evidente que no existe una única y absoluta verdad.
 
Las corrientes historiografías Debido al enfrentamiento de diversas ideologías, surgen las corrientes historiográficas. Son diferentes interpretaciones del pasado y no se debe denostar a los historiadores por parciales o tendenciosos por ello….pero sí éstos deben reconocerlo. El engaño no consiste en que Bartolomé Mitre o Tulio Halperín Donghi interpreten la historia desde su concepción liberal, o de la “historia Social”, sino que lo hagan pretendiendo que sus visiones son neutras, no obedecen a ideología alguna. Y en estos casos tienen la ventaja que sus visiones se eneseñan en las escuelas como la única y verdadera historia. El estudiante y el ciudadano deben tener bien claro que no hay una historia objetiva y que detrás de cada versión histórica y de cada ideología se encuentran grupos sociales con intereses enfrentados. Por ende, no hay una historia neutra, así como tampoco hay un periodismo objetivo. Son diversas interpretaciones, las que a su vez responden a distintas ideologías. Corrientes historiográficas:


1)la Historia Oficial

2)El mitro marxismo

3)el Revisionismo Nacionalista católico

4)Rev. Forjista: Nacional y Popular

5)Revisionismo Federal-Provinciano-Iz.Nac.

6)La Historia social