Por el Prof. Julio R. Otaño
FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina) fue una corriente interna del radicalismo fundada, en 1935, por Arturo Jauretche, Y Homero Manzi. Se integra con irigoyenistas Y PROPONEN profundizar la vocación revolucionaria del yrigoyenismo, otorgándole un programa de claro contenido antiimperialista. Bajo el lema "Somos una Argentina colonial; queremos ser una Argentina libre”, Scalabrini Ortiz aporta las ideas fundamentales provenientes de sus investigaciones acerca de la opresión del imperialismo inglés sobre la Argentina; Esta revisión se distingue netamente de la formulada por "los nacionalistas católicos”: es antiimperialista y popular (Jauretche habla de "nacional” y "no nacionalista”) Scalabrini critica la libre importación, el empréstito Baring Brothers y la segregación de la Banda Oriental, así como el trazado ferroviario impuesto por las compañías británicas, base de la "granja” productora de carnes y cereales para su Graciosa Majestad. Los forjistas dice que "La historia es un arma para manejar los pueblos, para someterlos a los designios de los vencedores, y que los capitales extranjeros, predominantemente ingleses, que endeudan y esclavizan la Patria, no son más que el producto del trabajo y de la riqueza argentina, capitalizados a su favor por la astucia europea”
En esta misma línea, Homero Manzi levanta la figura de los caudillos populares, exaltando a Rosas en tanto defensor ante la agresión anglofrancesa y líder popular. Arturo Jauretche dijo "La falsificación de la historia ha perseguido, precisamente, esta finalidad: impedir, a través de la desfiguración del pasado, que los argentinos poseamos la técnica, la aptitud para concebir y realizar una política nacional... lo que se nos ha presentado como historia es una política de la historia... Y esa política de la historia falsificada es y fue la política de la antinación, de la negación de ser y de las posibilidades propias”
En esos años, comienza a adquirir importancia la obra revisionista de José María Rosa (1906-1991) Hacia 1964, Rosa acomete una “Historia Argentina”, de 13 tomos que deja inconclusa a su muerte. La obra de Rosa es muy leída, especialmente a fines de la década del sesenta, por una juventud que descree de los viejos textos liberales y busca una posición política nacional. Cabe señalar que la influencia del peronismo opera, sobre J. M. Rosa y otros revisionistas, de ahi el sentido “Nacional y Popular”. Rosas ya no es exaltado como un gran señor de horca y cuchillo, terrateniente patriarcal que garantiza el orden social, sino como defensor de la soberanía. De cualquier modo, el esfuerzo de Rosa, como el de Palacio, por ofrecer una visión general de la Historia Argentina distinta a la Oficial, resulta meritorio y favorece el proceso de formación de una conciencia nacional. Rosas defensor de los negros, los gauchos y los indios es para ellos el único gobierno popular del siglo XIX.
A partir de 1955, recién logra
repercusión masiva este revisionismo. Después del ’55, lleva a las mayorías
populares a identificar a Rosas con Perón, ambos víctimas de las injurias del
liberalismo oligárquico. Por eso, Jauretche sostiene irónicamente que quien más
hizo por difundir el revisionismo histórico fue el Alte. Rojas con su implacable
odio a las masas peronistas, ligado a su fervorosa admiración por Rivadavia y
Mitre. Así, el efecto es la quiebra, a nivel popular, de la confianza en la
Historia Liberal, como no lo habían logrado los revisionistas con s vasta obra
desde los años treinta. Fermín Chávez
otro historiador nacional y popular reivindica a los caudillos federales del
interior y a quienes podríamos llamar sus intelectuales orgánicos (Alberdi y
Hernández). El revisionismo
rosista-peronista alcanza su auge a partir de 1968, al calor de la
nacionalización de las clases medias. En los últimos años, el vigor
polémico y la producción del revisionismo rosista han decaído, en parte,
quizás, por el agotamiento político del peronismo y por motivos hasta
biológicos. Se repatriaron los restos de Rosas, aparece en la moneda
nacional, en el nomenclador de las
calles, hay monumentos, y su posición paulatinamente cambió. El Instituto de Investigaciones Históricas
Juan Manuel de Rosas pero ahora de carácter “NACIONAL” subsiste .
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