Rosas

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martes, 30 de abril de 2024

PARQUE LEZAMA Y SUS PRINCIPALES ESCULTURAS:

Por Julio R. Otaño
El predio que incluía el terreno del parque fue adquirido en remate público por el comerciante inglés Daniel Mackinlay, quien lo vendió a Charles Horne, quien edificó una mansión y trajo plantas autóctonas, las que acercaron a Horne a Juan Manuel de Rosas, a pesar de su condición de "gringo", era un buen "federal" y como tal, siempre lucía su “divisa punzó". y fue la amistad con Rosas la que finalmente lo obligó a exiliarse tras la caída de éste. Horne vende desde Montevideo, por poder, su propiedad a José Gregorio Lezama en 1857, un acaudalado comerciante salteño, quién terminó de transformarla en uno de los lugares más bellos de la ciudad. El viejo y enorme caserón fue restaurado y ampliado. De estilo italiano y con galería exterior, la suntuosa residencia se completó con una torre mirador, desde donde se podía apreciar el río, el parque, las quintas aledañas y la ciudad. Falleció en 1889 y su viuda vendió la propiedad a la municipalidad con la expresa condición que fuera destinada a un espacio público y que llevara el nombre de su último propietario, y así en 1894, nace el "Parque Lezama". En 1897, la elegante casona se destinó a sede del "Museo Histórico Nacional". 
Contaba con numerosas atracciones: calesita, circo, un pequeño tren, un lago artificial, un tambo, un pabellón para banquetes, un restaurante, un "cinematógrafo" (el primero del barrio). En el plano escultórico también el Parque tiene valor Patrimonial. Hay tres esculturas relacionadas con los orígenes de tres ciudades: la de Palas Atenea, con el surgimiento de Atenas; la de la Loba Romana, con Roma y la escultura fuente dedicada a Don Pedro de Mendoza. El "Monumento al Adelantado Don Pedro de Mendoza" es obra del escultor uruguayo Juan Carlos Oliva Navarro. Inaugurado en 1936, está conformado por una fuente, una estatua y varios relieves. La imagen de Don Pedro de Mendoza, en bronce, contrasta con la del indígena a su espalda que simboliza "La Raza", a los laterales otros relieves narran escenas relacionadas, mientras que las dos vertientes de la fuente, simbolizan los dos ríos: el Guadalquivir, punto de partida, y el Río de la Plata, punto de llegada. 
La Loba Romana o “Loba Capitolina” es uno de los monumentos más antiguos ya que fue un regalo de la ciudad de Roma con motivo de los festejos del Centenario. La escultura fue inaugurada el 21 de abril de 1921. 
En 1936 se erigió allí el Monumento a la Cordialidad Internacional, tributo con que Montevideo rindió homenaje a la Reina del Plata cuando cumplió cuatrocientos años. Está construido en bronce y tiene motivos alusivos a la conquista, la flora y la fauna de las tierras del Plata. Una enorme columna de 15 m. de alto por 4 m. de diámetro describe en su fuste diversos aspectos y características de la historia de ambos pueblos; una proa que emerge, una gran figura femenina y caballos marinos, acompañan el conjunto. Donado por la ciudad de Montevideo en conmemoración del "IV Centenario de la Primera Fundación de Buenos Aires", data de 1936, si bien se lo instaló recién en 1962. 

“Sobre héroes y tumbas”, novela del escritor argentino Ernesto Sabato, transcurre en buena parte dentro del parque y en sus inmediaciones
“He vuelto a aquel banco del Parque Lezama, lo mismo que entonces se oye la noche, la sorda sirena de un barco lejano. Mis ojos nublados te buscan en vano. Después de diez años he vuelto aquí solo, soñando aquel tiempo, oyendo aquel barco. Mis penas vencieron. El tiempo y la lluvia, el viento y la muerte, ya todo llevaron”.

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