Por el Prof. Julio Otaño
La historia del Regimiento de Granaderos a Caballo, comienza juntamente con la aparición de San Martín en el escenario americano (1812) Con fecha 16 de marzo el gobierno superior provisional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, con las firmas de Chiclana, Sarratea y Rivadavia, expide el nombramiento efectivo de José de San Martín como Teniente Coronel de caballería y “Comandante del Escuadrón de Granaderos que ha de organizarse”. Para la concreción del mismo, San Martín había expuesto la necesidad de formar un cuerpo modelo, donde privara la calidad humana de sus integrantes sobre la cantidad, núcleo de un ejército disciplinado y moderno, capaz de combatir con todas las probabilidades de éxito contra las veteranas fuerzas del rey.
Formaron en el núcleo inicial de aquel escuadrón: En
la plana mayor como Comandante el Teniente Coronel don José de San Martín; el
Sargento Mayor don Carlos María de Alvear; el Ayudante Mayor don Francisco
Luzuriaga, el Capitán don José Zapiola, el Teniente don Justo Bermúdez, el
Alférez don Hipólito Bouchard, y el
Alférez don Mariano Necochea. Dijo
Espejo “los soldados educados en la
escuela de San Martín eran entonces y han sido después un modelo digno de ser imitados,
por su gallarda apostura, sus airosos movimientos y su arrogante despejo, tanto
en las funciones militares cuanto en las civiles y sociales. ¿Y qué diremos
acerca del aseo personal y la uniformidad del traje. No se toleraba una
manchita en el uniforme, ni un botón no bien limpio. El Jefe del Regimiento de
Granaderos estableció un código de honor cerrado y eficaz”. Con fecha 11 de setiembre de 1812 se crea,
por decreto, el segundo escuadrón, y el 5 de diciembre de ese mismo año, con
las firmas de Rodríguez Peña, Alvarez Jonte y de Tomás Guido como secretario
interino de Guerra, se dispone la formación del tercer escuadrón. Y un decreto asciende a Coronel a San Martín,
con fecha 7 de diciembre de 1812, al mismo tiempo que se establece su cuartel
definitivo en la zona del Retiro, denominado luego de la Revolución de Mayo,
como “Campo de Marte.”
El Regimiento “que nunca fue rechazado y cubrió de
laureles a la Patria, había hecho honor a las palabras de su glorioso Jefe “de
lo que mis Granaderos son capaces sólo yo sé; quien los iguale habrá, quien los
exceda no”.
En ese año y en los
posteriores de la lucha por la independencia, en los reclutamiento realizados
para integrar los ejércitos de la Patria, fueron incorporados muchos vecinos
de Santos Lugares, como por ejemplo Francisco González, incorporado a fines de
1812.
En 1813 también fueron reclutados numerosos esclavos que habitaban esos parajes para integrar el regimiento de libertos. Cinco días antes de la batalla de San Lorenzo, el 29 de Enero de 1813, a las doce de la noche, cruza los caminos dormidos y polvorientos de Santos Lugares al frente de su flamante regimiento de granaderos a caballo, el genio militar de la Independencia Nacional. El bizarro y valiente hombre, entonces Coronel San Martín, que había de llegar a ser el prócer máximo de la nacionalidad, no pensaba al pisar esas tierras que con el andar del tiempo, sobre esa desolaba llanura con pequeños y humildes caseríos, se levantaría la industriosa y pujante población que llevaría su nombre. Comisionado por el Gobierno para que iniciara la campaña de vigilancia de las costas del Paraná, había salido del Cuartel del Retiro el 29 de enero en dirección a la posta de los Santos Lugares, (ubicada donde se encuentra el “Urbión” según el historiador Barbera) donde debía hallar 250 caballos para que montaran sus granaderos.
El guía que le acompañaba extravió el camino, lo cual le hizo llegar tarde a la posta, donde comprobó con sorpresa, que el Maestro de la misma, Pedro Coronel no había recibido orden para tener pronta la caballada, tanto para los granaderos como- para el Regimiento 2 de Infantería.
EI futuro Libertador hizo las sucesivas etapas de
su viaje en horas de la noche, no solo para evitar el cansancio de los caballos
y la tropa que de día hubieran debido soportar el intenso calor estival, sino
también para eludir la vigilancia de los espías enemigos que todavía abundaban
en el Plata.
El coronel San Martin se alojó unas horas ese 29 de
Enero, en la casa del coronel Jose Manuel de la Serna y de su mujer y prima
Doña Manuela Gomez de la Serna, ubicada en la calle Rivadavia y Caseros,cuyos
dueños de casa eran amigos de la familia Escalada. A la madrugada parte, dejando
la infantería que no había conseguido montar, y adelanta un oficial para que
avise a las demás Postas, tuvieran la caballada lista a fin de evitar
inconvenientes tan graves y perjudiciales para su avance. Este antecedente
histórico vincula a la posta de Santos Lugares con el combate de San Lorenzo (3
de febrero de 1813). El 9 de febrero
volvió a pasar el coronel San Martín por Santos Lugares de retorno a Buenos
Aires, triunfador de su primer combate en tierras americanas, al frente de su
caballería, conduciendo los dos cañones, el estandarte y demás pertrechos
tomados al enemigo. Cabe finalmente destacar que el viaje acaballo de ida
y vuelta a San Lorenzo desde Buenos Aires, aproximadamente cuatrocientos cincuenta
kilómetros, sin contar entonces con puentes y taludes para salvar los ríos,
cañadas y bañados, hoy resultaría una extraordinaria hazaña. Mientras se suceden los acontecimientos de nuestra
gesta emancipadora, Santos Lugares sigue su monótona vida de caserío de
campaña, interrumpida de vez en vez por las noticias contradictorias de los
acontecimientos bélicos.
EXCELENTE TEXTO JULIO, GESTA HEROICA DE SAN MARTIN Y LOS HUMILDES GRANADEROS. GRACIAS POR ESTA PUBLICACIÓN.
ResponderEliminarMuyyy buena la historia esta bueno saber x q parte estuvo y las calles q caminamos a diario son parte de esa historia
ResponderEliminargracias julio
Muy interesanteJulio.Siempre aprendo algo nuevo con tus conocimientos.Una historia nunca bien conocida.Gracias0
ResponderEliminarExcelente artículo. Conocer los pasos del Gral. Y poder visitarlos e imaginarse en esos tiempos. Son increíble. Muchas gracias.
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