Presidencia del Gral. Jorge Rafael Videla(1976-1980)
Videla realizó
el golpe de Estado del 24 de marzo
de 1976 que
sustituyó a Martínez de Perón por una junta
militar, en representación del Ejército, el almirante Emilio Eduardo Massera por la Armada
y el brigadier general Orlando Ramón Agosti por la Fuerza Aérea, dando inicio al Proceso de Reorganización Nacional.
Jorge Rafael Videla (1925-2013) Encabezó la
junta militar que se alzó con el poder luego del golpe de Estado del 24 de marzo
de 1976, y abrió la etapa más negra de la historia Argentina. Puso en marcha
un plan sistemático genocida con secuestros, saqueos y desaparición de
personas, y una política económica neoliberal que fue el puntapié de inicio
de uno de los procesos de vaciamiento y entrega del país a los capitales
financieros más duros para la sociedad argentina. Fue condenado por
delitos de lesa humanidad y murió a los 87 años, purgando una parte de sus
crímenes -de los que nunca se arrepintió- en el penal de Marcos Paz.
El dictador nació el 2 de agosto de 1925 en la ciudad bonaerense de Mercedes. Fue Jefe del Ejército Argentino desde 1975 y designado presidente del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional que derrocó al gobierno de María Estela Martínez de Perón. Ocupó la presidencia hasta 1981. Tras la recuperación de la democracia en 1983 fue sentenciado a reclusión perpetua, inhabilitación absoluta perpetua y destitución del grado militar en 1985. La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal,lo halló penalmente responsable de numerosos homicidios calificados, 504 privaciones ilegales de la libertad calificada, aplicaciones de tormentos, robos agravados, falsedades ideológicas de documento público, usurpaciones, reducciones a servidumbre, extorsión, secuestros extorsivos, supresión de documento, sustracciones de menores, y tormentos seguidos de muerte. Videla cumplió sólo cinco años de prisión efectiva. En 1990, el entonces presidente Carlos Saúl Menem hizo uso de la facultad presidencial de indulto para dictar su excarcelación, junto con la de otros miembros de juntas militares y jefes de la policía de la Provincia de Buenos Aires y del dirigente montonero Mario Eduardo Firmenich, por los decretos 2741/90 y 2742/90. En 1998 regresó a prisión, aunque brevemente, tras que un juez dictaminara que las causas por sustracción de menores durante el Terrorismo de Estado constituían un crimen de lesa humanidad, y por lo tanto imprescriptible. Pasó 38 días en la cárcel de Caseros hasta que se le concedió el derecho al arresto domiciliario en atención a su edad. Posteriormente, el 10 de octubre de 2008 perdió el beneficio de la detención domiciliaria, en su piso del barrio porteño de Belgrano, y fue trasladado a la cárcel que funciona en Campo de Mayo, la principal base militar del país. El juez encargado del caso argumentó para tomar esta decisión que la gravedad de los hechos que se le atribuyen a Videla resultan un escollo insalvable para el otorgamiento de tal beneficio. l 5 de julio de 2012 fue condenado a 50 años de prisión por el Tribunal Oral Federal 6 al ser encontrado responsable de la puesta en marcha de un plan sistemático de sustracción de menores a secuestradas en centros clandestinos de detención y puntualmente condenado por 18 casos, entre ellos el de Guido, el nieto que la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.Murio los 87 años, purgando una parte de sus crímenes -de los que nunca se arrepintió- en el penal de Marcos Paz. |
Muchos de los miembros de las bajas esferas militares argentinas recibieron entrenamiento en la famosa Escuela de las Américas (actualmente denominada Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica), ubicada en Panamá hasta 1984, financiada y dirigida por los Estados Unidos
El
6 de septiembre de 1979 llegó a la Argentina una delegación de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Durante dos semanas se entrevistan
con personalidades de la política, la cultura nacional y miembros del gobierno.
Paralelamente, recibieron numerosas
denuncias por violaciones a los derechos humanos realizadas por las familias de
los desaparecidos que esperaron durante horas (y días) en la puerta de la
entidad. Patricia Derian, secretaria de Derechos Humanos del gobierno de James Carter, fue el
gran móvil de la comisión.
El
Informe de la CIDH señalaba, entre otras muchas consideraciones, “que por
acción u omisión de las autoridades públicas y sus agentes, en la Argentina se
cometieron durante el período 1975/1979 numerosas y graves violaciones de
fundamentales derechos humanos”.La Comisión consideraba que esas violaciones
afectaron:«El derecho a la vida, en
razón de que personas pertenecientes o vinculadas a organismos de seguridad del
Gobierno dieron muerte a numerosos hombres y mujeres después de su detención.
El derecho a la libertad personal, al haberse detenido y puesto a disposición
del Poder Ejecutivo Nacional a numerosas personas en forma indiscriminada. El
derecho a la seguridad e integridad personal mediante el empleo sistemático de
torturas y otros tratos inhumanos. El derecho de justicia, en razón de las
limitaciones que encuentra el Poder Judicial para el ejercicio de sus
funciones, de la falta de garantías en los procesos ante los tribunales
militares y de la ineficacia del recurso de Habeas Corpus.» Los derechos Humanos. Diversos grupos de opositores exiliados y algunos gobiernos denunciaron reiteradamente la situación de los derechos humanos en Argentina. El gobierno contratacó con el esloganLos argentinos somos derechos y humanos y atribuyó las críticas a una campaña antiargentina.Videla protagonizó un almuerzo con un grupo de intelectuales argentinos, entre los que se contaban Ernesto Sabato, Jorge Luis Borges, Horacio Esteban Ratti (presidente de la Sociedad Argentina de Escritores) y el padre Leonardo Castellani. Este último le expresó su preocupación por otro escritor desaparecido, Haroldo Conti. Borges y Sabato exteriorizaron elogios al gobierno militar luego de esa comida. En 1980, el dirigente de la organización Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), Adolfo Pérez Esquivel recibió el Premio Nobel de la Paz
Durante
el gobierno militar, el conflicto limítrofe entre Argentina y Chile acerca de la soberanía sobre tres islas
en el Canal de Beagle estaba pendiente de resolución y
sometido al Laudo
Arbitral de 1977
que ambas partes habían acordado obedecer.
En 1977
se dictó una sentencia que entregó las tres islas a Chile, pero la junta
declaró la sentencia "insanablemente nula", colocando a ambos países
al borde de la guerra.
El 22 de diciembre
de 1978 Videla dio partida a la Operación
Soberanía destinada a ocupar las islas
militarmente. Solo la intervención papal en último minuto hizo desistir a la
junta militar de comenzar la guerra. El PapaJuan Pablo II
inició una mediación, pero su propuesta
no fue aceptada ni por Videla, Viola, Galtieri ni Bignone.
El conflicto no se resolvería hasta la firma del Tratado
de Paz y Amistad de 1984,
que resolvería la soberanía chilena sobre las islas.
Política Económica: José Alfredo
Martínez de Hoz condujo la economía durante toda la
presidencia de Videla. Sus medidas económicas, basadas en la apertura de los
mercados y la liberalización de la legislación laboral vigente, contribuyeron
al desmantelamiento de los sindicatos y la polarización de las diferencias
clasistas. Aunque
Martínez de Hoz negó posteriormente su implicación con las actividades
represivas del proceso, se ha argumentado que las mismas fueron necesarias para
contener el descontento popular con los resultados económicos. Debido a la
eliminación de las barreras arancelarias, la caída de la producción industrial
y el saldo negativo de la situación exterior de Argentina durante el Proceso,
el valor nominal de la deuda externa se multiplicó. Todo esto en beneficio de
los grandes grupos económicos multinacionales y locales, que vieron
acrecentadas sus ganancias enormemente gracias a dicho endeudamiento, que en
lugar de ser destinado por el gobierno a inversiones productivas, fue destinado
a la especulación financiera, promoviendo una moneda sobrevaluada (mediante un
mecanismo conocido como "la tablita") que permitió al capital más
concentrado del país hacer grandes negociados en la "timba
financiera", en detrimento de la industria, cosa que por otro lado llevó a
un crecimiento de la brecha entre ricos y pobres (que sigue hasta nuestros días). Esta deuda es acrecentada todavía más en
1982, cuando Domingo Felipe Cavallo, como presidente del Banco Central, decide
licuar (estatizando) la deuda de dichos grandes grupos perjudicando al Estado y
a la sociedad.
La
deuda externa El Ministro de
Economia José Alfredo Martínez de Hoz puso en práctica una politica totalmente
Liberal: se liberó el mercado financiero por medio de una nueva ley que posibilitó
la apertura de nuevas casas de crédito y la liberación de la tasa de interés. A
comienzos de los años 70 se inició una profunda crisis en los países centrales
por el aumento de los precios del petróleo, esto hizo que los países
productores obtuviesen un excedente de ganancia y lo exportaran al sistema
bancario de los países industrializados, Creando una hiperconcentración de dinero en la banca. Esta, entonces, necesitó
prestarlo para obtener ganancias y presionó a los países latinoamericanos para
que aceptaran su crédito. Los países
centrales se beneficiaron porque recibieron
intereses por el dinero otorgado y vendieron sus productos, ya que los países
periféricos contaban con capital gracias a los créditos recibidos. Pero
para no correr riesgos toma ron dos medidas: primero consiguieron que los Estados garantizaran las deudas contraídas
por el sector privado (si el deudor privado no pagaba, lo hacía el propio Estado
nacional; segundo, en caso de conflicto de pagos, la Justicia estaba en manos
extranjeras (en los tribunales de New York o Gran Bretaña). Así la deuda
externa se transformó en uno de los mecanismos de acumulación de los grandes
grupos económicos mundiales . Dicha deuda creció de 8.204 millones de dólares en 1976 a 43.509 millones en 1983. De esta
deuda, 29.536 millones correspondían a la estatal y 14.973 a la privada; el
principal proceso de endeudamiento fue a partir del año 1979. Algunas de esas empresas endeudadas fueron
Acindar, austral, Papel Tucumán, etcétera. También fueron deudores privados
importantes las bancarias como el Citibank, Tornquist, Quilmes, Francés, entre
otras.
La
"plata dulce” La etapa de la
circulación de dinero que producía más dinero fue denominada "la época de
la plata dulce" y, junto con endeudamiento externo, trajo grandes
beneficios a los grandes grupos económicos. Estos contraían una deuda en el
exterior a una tasa baja y luego invertían en Argentina, donde había una muy
alta: con la ganancia obtenida
localmente abonaban la deuda externa y obtenían una gran diferencia a su favor.
A su vez, la clase media se dedicó a invertir sus "pequeños" ahorros
en las financieras, con tasas de interés altísimas, y a aprovechar el dólar
barato para viajar al exterior y adquirir allí variedad de productos. En ese contexto se produjo el "crack bancario" de 1980, que puso
fin a la etapa de la denominada "plata dulce".
El mundial 78 Durante el gobierno dictatorial de Levingston (1970), nuestro país fue confirmado como sede para 1978. Tanto el gobierno de Lanusse como los del breve período peronista formaron comisiones para dedicarse a la organización del torneo. Aparecieron los críticos y los defensores que durante los años previos al golpe debatieron en los medios, sobre todo, acerca de los gastos que demandaría su realización en un país en crisis. A partir de 1976, la dictadura militar resolvió que el tema del Mundial era una "razón de Estado". Incluso prohibió a los medios cualquier crítica a la organización y hasta "al desempeño de la Selección Nacional". El gobierno de Videla creó el Ente Autárquico Mundial 78 (EAM 78), con un presupuesto ilimitado, que gastó 520 millones de dólares en la realización del campeonato. Cuatro años después, España gastó la mitad realizando más obras. Durante la transmisión del primer partido, jugado entre Alemania y Polonia, dos relatores germanos matizaron su relato del partido con descripciones de la situación de los derechos humanos en la Argentina: hablaron de campos de concentración e hicieron referencia a que a pocas cuadras del estadio de River, donde se jugaba el partido, torturaban a detenidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). El gobierno atribuyó las críticas a una "campaña anti-Argentina".
En realidad, las denuncias eran contra
el gobierno y provenían de diferentes personalidades que iban desde actores
como IvésMontand a cantantes como Joan Manuel Serrat y Freddy Mercuri, pasando
por escritores como Julio Cortázar y Octavio Paz. Los sucesivos triunfos de la Selección
argentina encendieron el entusiasmo la población, que salía a festejar a las
calles.El campeonato
mundial de fútbol de 1978 fue
transformado por el gobierno militar en un hecho político, intentando demostrar
que en el país existía libertad. El entusiasmo de la sociedad ante el desempeño
deportivo del seleccionado nacional fue utilizado por Videla para intentar
demostrar que el pueblo apoyaba a la dictadura.
El gobierno capitalizó esta situación
con propagandas oficiales que difundía en los medios locales y extranjeros. La
Argentina pasó a las semifinales con un polémico 6 a 0 contra Perú. Los brasileños, principales perjudicados
porque quedaron eliminados, hablaron de soborno y hasta dieron cifras de cuánto
había cobrado cada jugador peruano. El
25 de junio, la Argentina se consagró campeón al vencer a Holanda. Los
integrantes de ese equipo se negaron a recibir el premio por el subcampeonato
de manos de Videla y se solidarizaron con las Madres de Plaza de Mayo. Los
festejos duraron varios días y fueron capitalizados por el gobierno con la
ayuda de conocidas personalidades del deporte y del espectáculo.
La
"apertura" de Viola (1981-1982)
La junta militar había designado como presidente a Videla por el
término de cinco años. De todas formas también siguió al frente del Ejército y
por lo tanto integró la Junta hasta 1978. No terminaba de quedar muy claro
donde residía el máximo poder, si en el presidente o en la junta. Existían
tres grupos claramente enfrentados, dos del Ejército y uno de la Armada; este
último era comandado por Massera,
que criticó desde el plan económico de Martínez de Hoz hasta la política a
seguir posterior al proceso en que él se
imaginaba como el continuador constitucional.
El otro grupo era
el de Videla y el general Roberto Viola (segundo en los mandos del Ejército),
que apoyaban a Martínez de Hoz y pensaban en alguna salida política. Por eso Viola mantenía algunos
contactos con los partidos, lo que hizo suponer que era el ala más
"democrática" del Proceso. El tercer
grupo era el más anárquico, ya que había aumentado su poder por sus aparatos
represivos y se sentía dueño de sus territorios: eran encabezados por los
generales Luciano Benjamín Menéndez y Carlos Suárez Masón comandantes de los
cuerpos III de Córdoba y I de Buenos Aires; sus zonas de influencia abarcaban
las provincias circundantes. A ellos se sumaba el general Ramón J. Camps, jefe
de la Policía bonaerense y figura clave en la represión.Ellos afirmaban que el
Proceso debía continuar indefinidamente y la represión debía llevarse hasta
las últimas consecuencias.
Gobierno
de Leopoldo Fortunato Galtieri (1981-1982)
El tercer presidente de la dictadura
militar, el general Leopoldo Fortunato Galtieri, asumió el cargo en diciembre
de 1981. Galtieri se había destacado como responsable de la represión desde la
jefatura del Segundo Cuerpo de Ejército con sede en Rosario. Desde allí había
dirigido personalmente las decenas de campos de concentración de su área de
influencia. Al asumir anunció que sus dos prioridades
serían terminar el Hospital de Niños y la Biblioteca Nacional. Asimismo,
ratificó que por el momento la actividad política continuaría prohibida, "las urnas están bien guardadas",
señaló. En el gabinete de Galtieri se destacaron el Ministro de Relaciones
Exteriores, Nicanor Costa Méndez; el
de Economía, Roberto Alemann y el de
Acción Social, el vicealmirante Lacoste. Galtieri estrechó los vínculos con el gobierno
conservador norteamericano de Ronald Reagan
y aumentó la participación militar argentina en la lucha contra el gobierno
sandinista y las guerrillas salvadoreñas. El asesoramiento militar argentino se especializó
en los métodos de detención y torturas a aplicar con los detenidos políticos,
según declararan distintos militares salvadoreños, guatemaltecos, hondureños y
nicaragüenses que hablaban del método
"argentino" cuando hablaban de las desapariciones. Como
contrapartida, el gobierno de Reagan abandonó la política de defensa de los
derechos humanos seguida por su predecesor, James Carter, y eliminó el embargo
de armas que pesaba sobre la Argentina
Guerra de
Malvinas
El 2 de abril de 1982, solo 48 horas
después de una violenta represión contra los trabajadores en la Plaza de Mayo,
la mayoría de los argentinos apoyó la decisión del gobierno de ocupar
militarmente las islas Malvinas. La
dictadura militar, necesitada de apoyos internos para mantenerse en el poder,
analizó erróneamente la situación internacional. Luego de mantener muy malas
relaciones con los Estados Unidos durante la presidencia de James Carter
(1976-1980), por su política de derechos humanos, y de recibir duras sanciones
como el bloqueo a la venta de armas, el
gobierno argentino se alineó incondicionalmente con el país del norte al llegar
Ronald Reagan a la presidencia de aquel.
Algunos mensajes favorables de Reagan
hacia la Argentina (como la de tener un papel protagónico en el Atlántico Sur e
inclusive en la OTAN) hicieron creer a los militares argentinos que era el
momento realizar una demostración de
fuerza para mostrar cuál era el país más poderoso de la región y más
comprometido con los Estados Unidos. Galtieri
dijo en cadena Nacional “Compatriotas:
En nombre la de Junta Militar y en mi carácter de Presidente de la Nación debo
en este crucial momento histórico a todos los habitantes de nuestro suelo, para
trasmitirle los fundamentos que avalan una resolución plenamente asumida por
los Comandantes en Jefes de las FF.AA. que interpretaron así el profundo sentir
del pueblo argentino. Hemos recuperado salvaguardando el honor nacional, sin
rencores pero con la firmeza que las circunstancias exigen las islas australes
que integran por legítimo derecho el Patrimonio Nacional”. Pensando además que Inglaterra iba a aceptar una salida negociada después
del desembarco argentino. Miles de
personas se concentraron en la Plaza de Mayo para apoyar la operación militar.
La
censura fue absoluta y no se dejó emitir ninguna opinión contraria a la forma
de actuar del gobierno.
Decían que Inglaterra no se molestaría
en defender unas islas tan lejanas sin importancia para ellos. Pero la reacción
inglesa fue inmediata: fueron bloqueadas todas las cuentas bancarias argentinas
en Gran Bretaña y el 3 de abril, la primera ministra Thatcher anunció el envío
de una poderosa flota. Para la "Dama
de Hierro", como llamaban a Thatcher, esa fue la oportunidad para aumentar
su popularidad en medio de medidas económicas que afectaban a los ingleses. El 30 de abril el presidente de los
Estados Unidos anunció formalmente el apoyo de su país a Gran Bretaña. Este
anuncio fue un duro golpe para el gobierno militar argentino, que pensó que la
superpotencia se mantendría neutral por tratarse de dos países amigos.
LOS MEDIOS GRAFICOS: CLARÍN Y LA NACIÓN FRENTE A LA GUERRA
Clarín “Euforia
popular por la recuperación de Malvinas”.
“Londres rompió relaciones con Argentina”. “Reagan: yo creía que no lo iban a hacer”.
El
mismo día el diario La Nación titulaba:“Alborozo ciudadano por la reconquista
de las Malvinas“. La guerra había
comenzado y la euforia se vivía en todos los rincones de la Nación
Argentina,para muchos la patria estaba de pie, y el sentimiento nacional era
alentado desde los medios masivos amodo de noticia, publicidad.
Los
desaparecidos y la violación a los derechos humanos habían pasado a segundo
plano, sólo importaba encumbrar la “gesta por las Malvinas”, el diario Clarín
el 4 de abril publicaba: “Lucha y
recuperación de las islas Georgias”. “Argentina
rechazó una resolución del Consejo de Seguridad. Este organismo exigió la
retirada de las tropas que están en las Malvinas”.“Inglaterra envía una fuerza
aeronaval “.“Suspenden operaciones con divisas y el pago de deudas a
Londres”.La guerra estaba en marcha y Gran Bretaña no esperaría para actuar.
El
9 de abril en la primera plana del diario Clarín se rescataban las palabras del
presidente:“Si nos atacan daremos
batalla, dijo Galtieri”, y dos días después:“No hubo solución pero sigue el
diálogo. Masiva adhesión al acto por las Islas” Los intentos ingleses de persuadir a la
Argentina a deponer su actitud y retirarse de las Islas Malvinas, se agotaban,
el 18 de abril el diario La Razón decía:
“Entrevistas decisivas. Haig se
lleva de Buenos Aires la inequívoca convicción de que la Argentina no negociara
jamás su soberanía”, mientras que el Diario Clarín anunciaba: “Se agotan todas
las instancias”. El conflicto ya se
había iniciado e Inglaterra daría batalla. El diario Clarín el 24 de abril anunciaba:
“Parte
de la flota inglesa se dirige hacia las Georgias “Ya no había marcha atrás en
las acciones bélicas el 28 de abril Clarín decía:“Inminente ataque a las
Malvinas”.
El
29 de abril la Revista Gente
afirmaba: “Estamos en Guerra”, y en Crónica se leía:
“Ingleses
anuncian cerco y bombardeo a Islas Malvinas “.
Ante
la publicidad de: “Estamos ganando”,
presentada tanto en medios gráficos como televisivos se difunde el 4 de mayo el
hecho sucedido el día primero, la Nación titulaba:“Fuera de la zona de bloque
fue hundido el Crucero General Belgrano”, y Clarín anunciaba: “Rescatan náufragos del crucero hundido.
Argentina denunció que atacaron fuera de la zona de guerra”. Pese a este ataque
y con el objetivo de contrarrestar los efectos que el mismo podía llegar a causar
en la sociedad, se anunciaba en el diario Crónica el 5 de mayo:
“¡Fue mortífero el contraataque
de Argentina!. Mientras se rescataban casi 800sobrevivientes del Belgrano, se
repelió ataque a Malvinas y cayeron 2 aviones ingleses, también fue hundido el
moderno destructor Sheffield, el Hermes habría sufrido nuevas y más graves
averías la Thatcher está consternada, angustia en Londres”.
La
sociedad argentina recibía las noticias por los medios de comunicación
sumamente manejados por el régimen dictatorial. El 22 de mayo el diario La Nación fijaba con claridad
suposición parcial: “Fuertes pérdidas del enemigo en los
combates librados ayer”.
La recuperación de las islas "pertenecientes" a Gran Bretaña, ocupadas por la fuerza por una sangrienta dictadura militar, fue la consigna no solo para unir a los ingleses sino también a casi toda Europa en contra del gobierno de Galtieri.El 28 de mayo anunciaba:“Ayer:
cientos de ingleses muertos”.
La derrota argentina no tenía
retorno, la sociedad comenzaba a despertar a una verdad inevitable: la guerra
iniciada el 2 de abril estaba cerca del fin y los resultados no serían los
anhelados por el sentir patriótico que las fuerzas armadas habían interpelado
EL FINAL DE LA GUERRA El 1° de mayo, Gran Bretaña inició los bombardeos a Puerto Argentino, capital de las islas. Dos días más tarde se produjo el hundimiento del crucero General Belgrano, que se encontraba fuera del radio de exclusión fijado por los propios británicos, con un saldo de 368 muertos, decenas de desaparecidos y heridos.
El 15 de junio de 1982 se anunciaban
las siguientes noticias:
Diario
Clarín: “Alto el fuego en Puerto Argentino: madrugada, dramáticas
negociaciones. ¡Tregua!. Cesaron los combates en las Malvinas. Se firmó un
acta para retirar las tropas argentinas”.
Por su parte en La Nación: «Se
ha producido un alto al fuego y deben acordarse sus condiciones». Un día después el 16 de abril la aventura
de Galtieri alcanzó su fin, tras una manifestación civil de una sociedad
nuevamente defraudada, el Crónica
anunciaba: “Graves disturbios: heridos y detenidos”; y culmina con el anuncio
de Clarín el 23 de Junio: “Cayó Galtieri. El general Nicolaides asume hoy
como comandante en jefe del Ejército. El ministro Saint Jean sería presidente
interino”. La Fuerza Aérea reclamó profundos cambios. La Armada, por su
parte, le ratificó la confianza al comandante Anaya. El 30 de junio anunciaba:
“El ejército asumió la conducción del proceso. Será presidente el General ReynaldoBignone. Armada y Fuerza Aérea se desvincularon
del gobierno”.
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Pero todas las negociaciones fracasaron. El gobierno ocultaba la
información, los comunicados eran invariablemente triunfalistas. El 11 de junio llegó a la Argentina el Papa Juan
Pablo II y una multitud le pidió "paz". A pesar de la orden de
Galtieri de combatir hasta perder las dos terceras partes de los efectivos, el
14 de junio se firmó la rendición.La noticia, emitida en medio de un
partido del Mundial de España, causó una gran frustración en una población
engañada con la campaña triunfalista
del gobierno. Luego de unos días de incertidumbre e incidentes, Galtieri debió renunciar y, luego de algunas disputas
dentro de las Fuerzas Armadas, asumió el general Reynaldo Bignone, quien de
inmediato convocó a elecciones para octubre de 1983.
Los
Héroes de Malvinas
Es importante incluir la visión
de quienes durante la guerra fueron presentados como comohéroes, pero
prontamente al finalizar las acciones bélicas y con el regreso al continente
pasaron a serolvidados. Es en este punto en que recurrimos a la perspectiva de
la Historia oral como modalidadrelevante para reconstruir en la visión de los
que no tienen voz: “No tuvimos la
oportunidad de hablar con las personas que por ahí habían participado de las colectas,
además está prohibido hablar de Malvinas, en el momento que nosotros
regresamos, volvimos por la puerta de
atrás, volvimos a oscuras en silencio y por la puerta de atrás, porque no había
nadie esperándonos, en mi caso desembarcamos en Palomar provincia de Buenos Aires,
había un par de colectivos esperándonos, nos llevaron a unidades militares,
donde había una control visual, para ver si estábamos bien, anímicamente,
físicamente” La organicidad en los
controles y la preocupación por las tropas contrasta con la siguiente afirmación
de Roth (1982, p.21): “En Ejército
(igual que en otras fuerzas) todo fue improvisación pura, desde el principio al
fin. Se embarcó tropa sin embarcar los comestibles que iban a requerir. Por
suerte allí había ovejas. Se embarcó
tropa sin la vestimenta adecuada. Por último se embarcaron los fusiles sin
embarcar la munición. La explicación es sencilla: no había. El expediente para
comprarla seguiría su curso. Pero como la guerra no era en serio, no importaba” ¿La guerra fue una improvisación?
¿Existió la problemática del suministro de alimentos? ¿Faltó abastecimiento de
municiones?. Interrogantes que pueden ser elementos para analizar las memorias
de los actores históricos directos en el conflicto. Pues, podemos agregar otro testimonio, que
representaría quizás total o parcialmente a ciertos sectores con este
fragmento: “El contacto fue increíble
cuando estábamos llegando al regimiento Nº 3 de infantería en La Tablada, había casi mil personas esperándonos, nos
pedían que les diéramos cualquier cosa que hayamos usado en la Guerra, desde
medias hasta remeras, balas, cualquier cosas que hayamos usado en Malvinas” A los núcleos polémicos se agregan estas
preguntas: ¿Memorias enfrentadas?, ¿Ubicación diversa, con respecto al pasado,
de cada individuo?, ¿Recuerdos del pasado elaborados de diferentes maneras para
construir mitos o verdades parciales?, ¿La gente les dio la bienvenida, en
masa, como héroes?. Estos son algunos
interrogantes que deberían ser analizados en otras investigaciones sobre la problemática
de Malvinas. “Sin Guerra ya tendríamos Malvinas” (Clarín 01/02/06), “En Malvinas
hablan de independencia. Un consejero Kelper dijo que todavía no la tratan a
causa del reclamo argentino“ (Clarín 26/06/06), “Londres rechaza toda negociación
por las Malvinas” (Clarín 11/07/06), “Gestos británicos de reafirmación de su
control sobre las Islas. Nueva protesta por la ayuda de la Unión Europea a Malvinas”
(Clarín 15/08/06). Es innegable la
postura intransigente de Gran Bretaña con respecto a las Islas Malvinas, pero
aesto se contrapone la postura Argentina que dejando de lado los reclamos diplomáticos
el régimen dictatorial recurre a la fuerza militar para efectivizar los derechos
jurídicos y patrimoniales que tenían reconocimiento en las más altas esferas de
los organismos internacionales. Tanto Argentina como Gran Bretaña olvidan la
postura Kelper, que pretende la autonomía, ante este hecho nos cabe una última
e inquietante pregunta: ¿cuál será el
futuro de las Islas Malvinas?. La respuesta a la misma es incierta y se hallará
en el futuro. Hacia fines de los ´80
y principios de los ´90, durante la presidencia de Carlos Saúl Menem, del
partido Justicialista, los excombatientes comenzaron a ser reconocidos y
cobraron su primer pensión, a consecuencia de la sanción de varias leyes, como
la ley 22674, destinada a quienes habían sufrido alguna inutilización del
cuerpo, luego la ley 23598, le otorgó una pensión vitalicia a los veteranos de
guerra, la ley 24659, que equiparó el monto de la pensión con el sueldo de un
cabo del ejército. Hacia 1994, por un
decreto presidencial de Menem, se creó la Comisión Nacional de Veteranos de
Guerra. A partir del 2005 y mediante
decreto de Néstor Kirchner, a todos los ex-combatientes de Malvinas (con padrón
depurado), se les paga una "Pensión Honorifica" equivalente a 3
haberes jubilatorios mínimos, mas una serie de ventajas para acceder a
viviendas, trabajo etc. Durante 21
(1.982 / 2003) años se trato de "desmalvinizar" la Argentina,
escondiendo abajo de la alfombra a los ex-combatientes.
Reinaldo Bignone (1982/1983)
Se legalizó la actividad de los
partidos políticos y se empezó a disminuir la censura, aunque no desapareció
totalmente y se estableció otro Su
Ministro de economia fue Dagnino Pastore,
junto con un equipo integrado por el radical AdolFO. Sturzenegger y Domingo Cavallo en el Banco Central. Estos intentaron darle continuidad a los
planes monetaristas y neoliberales, en un momento en que la coyuntura
internacional era altamente desfavorable.
La acción más importante FUE CONVOCAR A ELECCIONES DEMOCRÁTICAS PARA OCTUBRE DE 1983.
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