Rosas

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viernes, 11 de marzo de 2022

Islas Georgias, donde empezó todo

 Por VGM Jorge Cosentino

Las Islas Georgias tienen una larga historia. Fueron la factoría de ballenas más grande del mundo. A finales del siglo XIX y hasta bien entrado el XX en sus costas se fueron construyendo ocho puertos y factorías balleneras y de anfibios (focas, lobos, leones marinos, etcétera). Capitales provenientes de Noruega administraban el Puerto Príncipe Olav, Godthuld y el Puerto Nueva Fortuna. Desde Escocia se formaron Compañías que se asentaron en Leith, Stromness y Husvick en tanto que la Compañía Argentina de Pesca (CAP) estaba a cargo de Grytviken. esta última ciudad-puerto fue el primer asentamiento permanente, inaugurado en 1904 (el mismo año que la Armada Argentina se hacía cargo de la Estación Naval Orcadas ubicada a "apenas" 850 km de Georgias) y operó hasta 1965. Gritvyken era una pequeña ciudad, con iglesia, cine, cancha de futbol, estación meteorológica y casas para que los empleados convivan con sus familias. También tenía un cementerio, en el cual descansan, entre otros, los restos de Ernest Shackleton, el famoso explorador antártico. El último muerto enterrado en el cementerio de Gritvyken es el Suboficial de la Armada Argentina Félix Artuso integrante de la tripulación del submarino Santa Fe. Fue asesinado el 26 de Abril de 1982 en un confuso episodio por un infante ingles mientras operaba el submarino para evitar su hundimiento, luego de la nueva invasión inglesa a las Islas.

Geográficamente se compone de una Isla principal, San Pedro, y una gran cantidad de islotes menores. tiene costas escarpadas e irregulares, las entradas más grandes forman bahías naturales en las cuales aparecen playas y se aprovecharon para construir los puertos que mencionamos o, simplemente, como apostaderos para protegerse de las inclemencias del tiempo, constantes en la zona.   En la época de mayor actividad se calcula que 2000 personas llegaron a habitar la isla. Incluso a principios de 1920 se desató una huelga liderada por una treintena de obreros contratados por la CAP a la que se plegaron otros 200 obreros de los distintos puertos. La huelga fue presentada como una "revolución bolchevique" y los obreros pretendían gobernar la isla y el negocio de las factorías.  El dato interesante es que si bien la huelga fue reprimida por personal de un buque británico (que manifestaban ser los "administradores" de la Isla) los huelguistas fueron remitidos a Buenos Aires para ser juzgados.   Por supuesto que la caza indiscriminada de ballenas y anfibios casi los dejó al borde de la extinción. Se estima que en el pico de la actividad se llegaron a procesar 95000 ballenas y cientos de miles de anfibios. Otros países fueron partícipes de la caza de cetáceos, entre los que se destacan Francia, Japón, Inglaterra y otras potencias europeas, que operaban negociando alquileres en los puertos establecidos. Recién en 1959 con el tratado antártico se empezó a tomar conciencia de la necesidad de proteger a las especies, aunque para esa época el uso de la grasa como combustible había sido reemplazada por el gas y el petróleo, es decir que se había agotado negocioA partir de 1965 la actividad comercial se dio por finalizada y durante varios años se mantuvo una guardia del Servicio Antártico Inglés. Después de los febriles años de factoría, la actividad pasó a ser prácticamente nula hasta el verano de 1981/82.   Varios sucesos ponen otra vez a Georgias en el centro de la escena, esta vez los intereses no son económicos sino políticos. Como en todo acontecimiento histórico hay un detonante que provoca reacciones, pero para llegar a ese detonante se producen necesariamente varias acciones que derivan en una reacción.   En 1965 nuestro País obtiene un gran triunfo con la resolución 2065 de la ONU, que reconoce la disputa de soberanía entre el Reino Unido y Argentina, respetando los intereses, no los deseos, de los ocupantes de Malvinas. En el marco de esa resolución nuestro País brindó una serie de beneficios para los habitantes de Malvinas. Desde la provisión de alimentos frescos hasta la construcción de un aeropuerto en el que operaba LADE (líneas Aéreas del Estado Argentino), incluyendo el envío de maestras bilingües y la educación de los niños Malvinenses en escuelas del continente. Como contrapartida el reino unido se negaba sistemáticamente a discutir sobre la soberanía.

Para fines de 1981, luego de una nueva frustración, nuestro País considera agotadas las negociaciones en el marco de aquella resolución. Paralelamente se producen dos acciones relacionadas en tiempo y espacio. Nuestra Armada proyecta la instalación de una base científica en las Georgias, montada con el mismo concepto que la estación de las Sandwich. Para ese mismo verano un chatarrero Argentino inicia un contrato, tramitado desde 1979, para desmontar los restos de Leith, Stromness y Husvick. El 19 de Marzo desembarcan en la Isla personal y equipos para iniciar las tareas. Más allá de la controversia de la Bandera que los trabajadores izaron el Leith, el verdadero incidente diplomático se produce porque los ingleses se presentan requiriendo sus pasaportes a los chatarreros. Hasta ese momento el traslado desde el continente a los territorios en disputa y viceversa se realizaba tramitando un pase llamado tarjeta blanca, los ingleses al reclamar el pasaporte rompen unilateralmente el acuerdo vigente para viajar.  El incidente diplomático va escalando en intensidad a través de los días. El 22 de Marzo se le ordena al Buque Polar Bahía Paraíso partir desde Ushuaia a Georgias a prestar apoyo a los trabajadores, a fin que no sean deportados. El día 23 el buque llega a Orcadas a buscarnos a los integrantes del Batallón Antártico para integrarnos a la fuerza de apoyo. Los especialistas de Construcciones Navales, mecánica, electricidad, herrería y arquitectura pasábamos de trabajadores a Soldados en operaciones.    A partir del 24 de Marzo nuestro buque se mantuvo navegando alrededor de Georgias a la espera de los acontecimientos. Obviamente desconocíamos los planes operacionales que se gestaban en el continente.

La escalada diplomática estaba poniendo a las autoridades argentinas en jaque. los ingleses habían puesto las cosas de manera tal que cualquier aceptación de sus condiciones implicaría reconocer su soberanía, algo que era impensado. Así, entre la espada y la pared, el 28 de marzo comienzan los aprestos para concretar un plan que se venía estudiando: La recuperación de las Islas Malvinas y sus dependencias. Volviendo a Georgias, los tripulantes del Bahía Paraíso nos enteramos, igual que todos nuestros compatriotas, de las acciones en Malvinas en la mañana del 2 de Abril. Esa misma noche los especialistas de la Armada en construcciones navales, mecánica, electricidad, herrería y arquitectura somos citados al hangar del buque. El jefe del grupo, Teniente de Navío Cortés, nos informa que al día siguiente una parte de nosotros iba a desembarcar en Leith para prestar apoyo y defensa a los obreros, en tanto que el resto quedaría en el barco para colaborar con un grupo de Infantes de Marina que llegaría en la Corbeta Guerrico para, entre todos, expulsar a los ingleses de las Georgias. El oficial nos explicó que, considerando que nuestro grupo estaba formado por profesionales, la participación en las acciones sería voluntaria. Todos, oficiales, suboficiales y soldados nos ofrecimos de voluntarios.

Cada vez que me preguntan porqué todos fuimos voluntarios explico que la convivencia de meses en los trabajos en Sandwich y Orcadas habían hecho de nosotros un grupo humano con una enorme cohesión. Recuerdo noches apoyándonos unos a otros porque extrañábamos a la familia, o por el simple cansancio propio del trabajo en condiciones extremas. La Patria es eso, es la empatía con mi compañero, es trabajar juntos en un proyecto común. Las personas defendemos aquello que amamos: nuestra familia, nuestra cultura, nuestra casa, nuestra tierra. Por ese lazo es que todos fuimos voluntarios, ninguno iba a permitir que otro corriera peligro sin ayudarlo.

El detalle de las operaciones bélicas es secundario a este relato. Si es importante recordar a los Soldados Conscriptos Jorge Águila y Mario Almonacid de la Infantería de Marina y al Cabo Primero Patricio Guanca de la tripulación de la Corbeta ARA Guerrico, quienes murieron en Georgias para que la Patria viva, a ellos Honor y Gloria.


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