Rosas

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jueves, 16 de agosto de 2012

La muerte de Carlos Gardel

El veinticuatro de junio de 1935, Carlos Gardel moría en un confuso accidente cuyas causas, aún hoy, a más de setenta años de aquella tarde trágica en el aeropuerto Olaya Herrera de Medellín, no han sido aclaradas fehacientemente. El trimotor en el que viajaba con sus acompañantes, un F-31 de la empresa colombiana SACO —conocido como El ganso de hojalata— debía cubrir la ruta Bogotá-Cali. La escala técnica en Medellín tenía la finalidad de abastecer el aeroplano de combustible. El Zorzal realizaría en Cali una de sus últimas presentaciones en suelo colombiano, en el teatro Isaacs, cuya boletería estaba agotada desde el día anterior.El misterio alienta conjeturas. Lo cierto es que quince personas fallecieron en la catástrofe. Sólo sobrevivieron tres. En el Acta de Levantamiento de los Cadáveres del Siniestro se indica acerca del cuerpo de Gardel: Hallado boca abajo y pisado por las válvulas de uno de los motores. Tiene una cadena de oro sin reloj, como especie de pulsera en una muñeca. Colgada de la ropa una cadena con unas llaves y una chapita que tiene una leyenda así: Carlos Gardel, Jean Jaures 735 Buenos Aires. Las partituras originales de "Cuesta Abajo" se hallaron junto al cantor, casi intactas.

Gardel multiplicó su arte a través de la radio, el cine y las numerosas canciones que grabó. Fue un adelantado que supo aprovechar la evolución de la tecnología de la época. La pinta, la sonrisa inmarcesible, el timbre de su voz y su carisma, todos esos ingredientes forman una combinación irrepetible y, si no milagrosa, mágica o casi mágica. “Ser Gardel”, para los porteños, es sinónimo de ser el mejor. Gardel es mito, y como tal, forma parte de la identidad de un pueblo. Y es a través del rito como el mito se recrea y se hace presente.
De origen humilde, Gardel logró dejar una huella. Representa al hombre que ha triunfado en el mundo. Con suerte, pero también con talento y esfuerzo. No tuvo ataduras sentimentales ni descendientes y se vio sorprendido por una muerte terrible, devorado por el fuego, elemento purificador.
Cada veinticuatro de junio, una multitud se congrega frente a su tumba para rendirle homenaje. Los restos son mucho más que eso, mucho más que desperdicio. Gardel se halla presente allí donde su cuerpo descansa, pero también en la estatua emplazada al lado de la bóveda, bautizada como El bronce que sonríe. Los habitantes de Buenos Aires, a través del rito de visitarla, se reconocen como porteños. Algunos encastran entre los dedos de la estatua un cigarrillo encendido, otros le colocan flores. La estatua, así, como a punto de cantar, con el humo azul que emana de los dedos y un clavel en la solapa izquierda, se acerca a los mortales, se humaniza. El ídolo, al alcance de la mano. Muchos le piden favores o le agradecen milagros. (Relato de Daniel De Leo)Es asi que el mito del Zorzal Criollo lleva a que mucha gente piense que no murio en el accidente, que existio un complot de parte de el y su productora, para poder vivir un romance en algun lejano lugar con todo su dinero.- (San Miguel)

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