Dos caminos
"La antinomia peronismo - antiperonismo es la forma concreta en que se da la lucha de clases en este período de nuestro devenir". Cuando John William Cooke enunció esta sentencia allá por 1966 en su texto Peronismo y Revolución, estaba gestando un doble nacimiento: El más espectacular intento de incorporar núcleos conceptuales del entonces reciente marxismo no estalinista al interior del discurso y práctica peronista y, contrario sensu, ponía en forma los principales señalamientos surgidos de la reflexión y práctica peronista para intentar construir al interior de la teoría marxista en general y la teoría regional de la ideología en particular, el status teórico del modelo de organización y discurso populista.
El primer camino abierto por Cooke de introducir núcleos teóricos marxistas dentro del discurso y práctica populista es bien conocido por sus efectos: Es clara la influencia que el pensamiento de John William Cooke tiene sobre amplios grupos de intelectuales peronistas y dirigentes de organizaciones gremiales, guerrilleras y políticas desde mediados de los años sesenta.
Althusser y Perón
El primer camino abierto por Cooke de introducir núcleos teóricos marxistas dentro del discurso y práctica populista es bien conocido por sus efectos: Es clara la influencia que el pensamiento de John William Cooke tiene sobre amplios grupos de intelectuales peronistas y dirigentes de organizaciones gremiales, guerrilleras y políticas desde mediados de los años sesenta.
Althusser y Perón
PROYECTO DE LEY
El Senado y la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires sancionan con fuerza de LEY Artículo 1º -Declarar ciudadano ilustre de la Provincia de Buenos Aires ‘pos-mortem al Dr John William Cooke de origen platense que fuera Diputado de la Nación, y personalidad relevante del movimiento nacional, popular y revolucionario, parte del movimiento peronista. Artículo 2º - De forma FUNDAMENTOS El Dr John William Cooke nació en La Plata el 14 de Noviembre de 1919, y vivió en esa ciudad en la calle 50 entre 4 y 5. Hijo de un abogado radical que fuera Ministro de Gobierno en esta provincia durante la Presidencia de Irigoyen, ingresa a los 19 años a la Facultad de Derecho de la Universidad de La Plata, siendo el mismo afiliado al radicalismo, en la fracción denominada entonces Unión Universitaria Intransigente. Fue integrante de Forja (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina) Según relata el Dr. Floreal Ferrara "con sus características y su subjetividad construyó su huella antioligárquica, recorrida sin pausas, sin pedir disculpas, ni piedad ni permiso, en la edificación como nadie de la liberación nacional" El 17 de Octubre lo encuentra en la Plaza de Mayo junto a los obreros, y despega sin dudas un antiimperialismo popular" El 24 de Febrero de 1946 es elegido Diputado Nacional cargo que honró hasta 1952, no renovando su mandato. Fue entonces el presentador del Plan Quinquenal, que fundamentó y defendió, siendo el único de su bancada que se opuso posteriormente a la firma del Acta de Chapultepec por considerar, con justeza, que era una amenaza para la soberanía argentina. El golpe cívico-militar, antiobrero y antipopular de Setiembre de 1955, derroca a Perón y encuentra a Cooke en plena actividad militante ocupando un lugar fundamental en la Resistencia Peronista. Refugiado inicialmente en la casa de José María Rosa ambos son puestos prisioneros en la Penitenciaría Nacional, ubicada entonces en la calle Las Heras junto a otras personalidades y dirigentes peronistas de la época, como Hector Cámpora, Jorge Antonio, etc. En Diciembre de ese mismo año y por orden del Almirante Rojas son trasladados al Penal de Ushuaia. Sufren allí condiciones tremendas de prisión con temperaturas extremas que alcanzaban a 40 grados bajo cero, sin calefacción, sin agua, engrillados, condiciones éstas que se suman a un sin fin de vejámenes por orden de la "Revolución Libertadora". Trasladados más tarde al penal de Río Gallegos, organizan su fuga y logran llegar a Chile donde se asilan. El 2 de Noviembre de 1956 a través de una carta fechada en Caracas, Perón lo designa como su representante y lo reconoce como único jefe de las fuerzas peronistas organizadas tanto en el interior como en el exterior del país. Juega un rol relevante al articular las relaciones del peronismo con los movimientos revolucionarios de todo el 3º mundo y muy especialmente con Cuba. Junto con Sebastián Borro, recientemente fallecido, encabeza y dirige la huelga del Frigorífico De la Torre el 17 de Enero de 1959 durante la presidencia de Frondizi. Entonces señalaba, "no sabemos si este movimiento es subversivo, eso es cuestión de terminología, y en los países coloniales son las oligarquías las que manejan el diccionario." Su intensa vida militante, aún en el exilio lo lleva a recorrer varios países llegando a Cuba en el 60 con su mujer Alicia Eguren; se relaciona con el Che Guevara y con otros revolucionarios, y al suceder la invasión a Bahía Cochinos, participa en el combate aportando su solidaridad como un soldado más. Construye en esa época la Acción Revolucionaria Peronista que en su documento inicial señala que se funda como "una organización creada y orientada para luchar contra la dependencia y la explotación por medio de la lucha revolucionaria". Ariel Bignami, militante del Partido Comunista argentino, en una nota sobre el Nacionalismo Popular revolucionario publicado en el periódico de su partido recuerda que en una carta dirigida a Hernandez Arregui Cooke sostiene que " La esencia del drama de nuestro Movimiento (el peronismo) es que su único destino y su única chance de sobrevivir es reconocerse como una fuerza de extrema izquierda, que sufre las influencias de la propaganda reaccionaria que se desata desde afuera y desde adentro de su propio seno" agregando en la misma " la necesidad de acentuar la línea revolucionaria, no solo en los hechos sino fundamentalmente en los planteos ideológicos". Sostiene asimismo "la unidad de la clase trabajadora como indispensable, con la sola exclusión de los amarillos y los que sirven al gobierno". En Enero de 1966 se realiza en la Habana la Primera Conferencia Tricontinental de Solidaridad entre los pueblos, participando Cooke junto con otros representantes de distintas corrientes en la delegación argentina. Integraban la misma Alcira de la Peña (P. Comunista), Ismael Viñas (Movimiento de Liberación Nacional ), Abel Latendorf (P. Vanguardia Popular), Carlos Laforgue ( Juventud Peronista), FUA y MUCS (Movimiento de Unidad y Coordinación Sindical) La delegación elige por unanimidad como Presidente de la misma a John William Cooke. (Ariel Bignani). Regresa al país en 1968 y muere de cáncer el 19 de Setiembre de ese año cuando solo contaba con 49 años de edad. Alicia Eguren, su mujer, destacada periodista y activa militante como él, es secuestrada el 16 de Enero de 1977 y llevada a la ESMA donde es brutalmente torturada y asesinada. En sus escritos queda documentada su posición sobre las fuerzas armadas, sobre la iglesia, sobre el rol de la clase obrera, sobre el "integrismo", pero de manera especial sobre la acción y la lucha. por eso en esta oportunidad es válido recordar algunas de sus afirmaciones: "… sabemos que nada ocurre favorable al pueblo si no hay lucha, acción en las condiciones que se pueda. Sabemos que una correlación de fuerzas puede cambiar, pero a condición de que no se la considere definitiva é invencible. Sabemos que solo ganan las batallas los que están en ellas. Y que si éramos peronistas hasta ayer, no vemos motivos para dejar de serlo hoy, sino todo lo contrario, porque las armas y el peligro no son motivos suficientes. Y aunque individualmente estamos desarmados, y la represión pueda llegarnos, el pueblo es un gran ejército desarmado que adquiere, a través de la lucha, la potencia suficiente para ser incontenible." Galasso, Goldar, Mazzeo han documentado y analizado exhaustivamente la vida de John William Cooke , este revolucionario considerado el ideólogo y el dirigente máximo de la Resistencia Peronista, y junto a Walsh, Hernandez Arregui, y otros son la expresión más elevada del nacionalismo popular revolucionario, que junto a los aportes de la teología de la liberación ,del movimiento social, con ó sin referencialidad partidaria ( A. Bignani) confluirá con el marxismo en sus distintos afluentes, entrecruzándose y complementándose. Que mejor entonces, para fundamentar este proyecto, que hacerlo con sus propias palabras, entresacadas de los documentos que han quedado registrados: "Esta Argentina donde los niños y los sueños mueren desnutridos, donde los explotadores dictan las condiciones de la convivencia, esta Argentina no la queremos.. Esta unidad patriotera, de obediencia al privilegio y sometimiento a la fuerza, no es la nuestra, y contra ella proclamamos la unidad de todas las fuerzas patrióticas antiimperialistas que no se doblegarán ante el statu quo y sus guardias de hierro…..Llamamos a la liberación en nombre de la conciencia nacional, que es conciencia de que somos un país sin autodeterminación………las fuerzas morales, los valores que no se afincan en lo material, están de nuestro lado, del lado del pueblo, y la militancia los transformará en fuerza avasalladora: el fervor militante, el sentido de la patria como proyecto de liberación, la solidaridad entre los hombres para luchar por una sociedad sin verdugos ni explotados, todo lo que es cálido, generoso, amor por los seres humanos, lealtad a nuestro destino argentino y americano." (De Peronismo y Revolución. J.W. C.) Homenajear a un ciudadano con tan altos ideales es un deber que nosotros los parlamentarios debemos cumplir, y es por ese motivo que les solicito el apoyo a este proyecto para el rescate y la memoria de uno de los patriotas más destacados de nuestra provincia, injustamente olvidado en el presente. |
Hasta la conceptualización realizada por Ernesto Laclau, el marxismo vulgar de corte economicista y políticamente estaliniano propalado con sagrada furia por los Partidos Comunistas, impugnaba fuertemente las interpelaciones ideológicas de los populismos.
En efecto, la vieja troica marxiana guardaba la certeza de que la característica central de la ideología y práctica populista resultaba la apelación al pueblo por encima de las divisiones de clase, por lo que , así conceptualizada, la categoría pueblo cuando no simple chascarrillo de la "burguesía" ,devenía en pura retórica capaz de sobrevolar sobre las contradicciones de clase, restándole a estas toda centralidad teórica y política.
Tributaria sin duda de las lecturas evolucionistas de los fenómenos populistas, cuya expresión de mayor envergadura intelectual en nuestro país la constituyó Gino Germani, la visión marxista tradicional, aunque teóricamente muy inferior a la del sociólogo italo- argentino, tampoco veía en los fenómenos populistas más que un estadio atrasado o en el mejor de los casos anterior en el desarrollo del discurso y organización de masas, perfectamente articulado con el estadio previo a la madurez capitalista de las relaciones sociales de producción.
Así las cosas, sujetos a la matriz conceptual del marxismo vulgar, sociedades atrasadas que transitaban el estadio de organización y discurso populista marchaban raudas e indefectiblemente a la madurez donde al fin dominará el formato clasista de organización y discurso de las prácticas de los sectores subalternos al tiempo que se impondrán las relaciones sociales de producción capitalista.
Ciertamente, aunque Cooke no era absolutamente ajeno al paradigma teórico evolucionista, como espléndido ejemplo de articulación entre práctica y teoría , fue su práctica política vinculada al peronismo la que sin duda lo impulsó a decretar los funerales teóricos de la dulce espera de la madurez capitalista(2).
En este sentido hay en Cooke una conceptualización del momento de organización y discurso populista como momento pleno y necesario - en las formaciones económico sociales periféricas.
El puente teórico que permite a Cooke salir por arriba del laberinto evolucionista fue la combinación de la Teoría de la Hegemonía gramsciana para el tratamiento del conflicto de clases junto a la formulación de la cuestión nacional - despojada del corsé "burgués" - mediante la aplicación de la después muy famosa Teoría de la Dependencia, desarrollada inicialmente por los marxistas norteamericanos Paul A. Baran y Paul Sweezy, de la que, cabe señalarlo , Cooke fue también un lector-introductor pionero.
Lamentablemente, tanto la influencia de los teóricos norteamericanos así como la notoria inspiración en Antonio Gramsci del pensamiento cookista no fue claramente explicitada y mas bien resultó escamoteada por la mirada arqueológica presente en algunos textos(3).
Sin embargo, para ponderar las deudas con Gramsci, a la por demás prolífica utilización en los análisis cookistas de la categoría no leninista de hegemonía (entendida como proceso por el cual una clase dominante se transforma en dirigente) que señalaremos brevemente, observe el lector una gambeta común en ambos: John William , al igual que Antonio Gramsci en sus escritos desde la cárcel, hace funcionar sobre sus textos una curiosa práctica de ocultamiento.
En efecto, si el filósofo italiano en los Quaderni del carcere travestía bajo extravagantes palabras conceptos marxoleninistas evidentes para eludir el ojo de su carcelero, el Bebe entrecomillaba las citas de filiación marxista explícita pero, misterio de los misterios... jamás aclaraba a quién pertenecía la frase entrecomillada!. Eludía Cooke a su propio carcelero, que, claro está, era el ojo idiota de la burocracia partidaria, siempre dispuesta a cotejar cada susurro con las twenty truths.
Profundizando la influencia gramsciana en su costado más teórico, la notable utilización de la categoría de hegemonía también merece ser brevemente señalada .Cooke desarrolló un sofisticado diseño argumental para caracterizar el concepto de clase social en general y clase dominante en particular. Lejos de adherir a la visión monista típica del reduccionismo marxista tradicional dominante/dominado articulados en una relación antagónica , para la descripción de la clase dominante el Bebe sostenía - claramente inspirado en Gramsci- la existencia - al interior de las relaciones sociales de producción- de diversas facciones de clase con intereses divergentes aunque no antagónicos, articulados sobre lo que denomina núcleo hegemónico que les confiere unidad política. Este proceso de construcción de hegemonía cuyo efecto central es la unidad política de las diversas facciones de clase supone la integración de los múltiples intereses particulares sujetos al interés general representado por la facción de clase dominante, ahora constituída en clase dirigente(4).
Con respecto a la influencia de Baran y Sweezy, cabe acotar que muy probablemente Cooke había leído Teoría del Desarrollo Capitalista de Paul Sweezy - cuya primera edición en castellano data de principios de los años cincuenta- junto a las reflexiones desarrolladas en artículos emblemáticos para los años sesenta, en particular Sobre la Economía Política del Atraso , donde Paul A. Baran describe las tesis del desarrollo desigual centro-periferia como proceso complementario y ciertamente necesario del capitalismo monopolista, reflexión que posteriormente ampliará en su texto La Economía Política Del Crecimiento y, ya mediados de los sesenta, en su obra central El Capital Monopolista cuya edición primera es de 1966, dos años antes de la muerte de John William (5).
Al respecto, es en el magnífico Peronismo y Revolución donde Cooke introduce explícitamente al lector en su visión de la Teoría de la dependencia, suculento cuerpo conceptual donde a la postre nuestro autor encontrará la legalidad teórica que requería su inquebrantable compromiso político con el peronismo: Si el estadio atrasado en el desarrollo del modo de producción es un efecto necesario e inexorable en la periferia del desarrollo desigual del capitalismo a escala planetaria, el populismo rápidamente asume status de modalidad de organización y discurso pleno. La organización y discurso populista resultan entonces característicos de esta etapa de las formaciones sociales dependientes cuyas burguesías no han podido realizar el modelo tradicional de desarrollo económico capitalista por lo que el proletariado no necesariamente deberá reproducir el formato de organización y discurso típico de los países centrales , cuya modalidad de mayor prosapia política y teórica era el inefable Partido de clase.
Así las cosas, aún sosteniendo teórica y políticamente la existencia de contradicciones de clase, en sus reflexiones teóricas desarrolladas ,ya a mediados de los años sesenta, Cooke plantea que el populismo en general y el peronismo como caso particular, expresa bajo la modalidad del antagonismo " la forma concreta en que se da la lucha de clases en este período de nuestro devenir"(6), esto es la forma de discurso y organización específica en un período histórico determinado de una formación económico-social periférica concreta.
En igual dirección Ernesto Laclau planteaba una década después que "Pueblo no es un mero concepto retórico, sino una determinación objetiva, uno de los polos de la contradicción dominante a nivel de una formación social concreta (7)".
Al avanzar en el señalamiento del tipo de contradicción característica del populismo, Laclau señalaba: "El populismo comienza en el punto en que los elementos popular-democráticos se presentan como opción antagónica frente a la ideología del bloque dominante. Nótese que esto no significa que un populismo sea siempre revolucionario. Baste que una clase o fracción de clase requiera para asegurar su hegemonía de una transformación sustancial del bloque en el poder para que una experiencia populista sea posible. Podemos señalar en este sentido un populismo de las clases dominantes y un populismo de las clases dominadas (8)".
Lo específico del populismo entonces resulta el antagonismo con el bloque dominante, situación esta que define el comienzo de la experiencia populista, mas allá de la presencia de elementos popular- democráticos en el discurso y organización.
Por otra parte, Laclau advierte (fresco aún el fracaso de la experiencia peronista del período 1973-1976), que el final abierto también forma parte constitutiva de una experiencia populista.
Al respecto, Cooke plantea también esta doble determinación del populismo peroniano de enfrentamiento al bloque y final abierto como constitutivo de la experiencia populista, una década antes que la moderna interpretación pos-derrota de Laclau: " Este estilo, esta calidad especial corresponde a nuestra contradicción intrínseca de movimiento revolucionario por nuestra composición y nuestra lucha antiimperialista y antipatronal - que objetivamente hace de nosotros el término de un antagonismo irreconciliable con el régimen - mientras que organizativamente y como estructura estamos muy por debajo de nuestros requerimientos (9)".
Aún más, toda la teoría de Cooke respecto al peronismo gira en torno tanto de la potencialidad revolucionaria del populismo como a su contrario, materializado en la burocratización de las estructuras organizativas.
En esa tensión generada por la fuerte percepción de final abierto, se sitúa la metáfora de la experiencia peronista como hecho maldito del país burgués y la muy avanzada teoría de la burocracia como estilo, donde John William señala - con una rigurosidad sólo comparable a su originalidad - los núcleos teóricos principales para pensar aún hoy la problemática de la burocratización de las experiencias de organización social y políticas, particularmente las populistas.
Al respecto Cooke plantea que "Lo burocrático es un estilo en el ejercicio de las funciones o de la influencia. Presupone por lo pronto operar con los valores del adversario... pero no es una determinante exclusivamente ideológica, puesto que hay burócratas de buena capacidad teórica pero que la disocian de su práctica..."(10).
La primacía del estilo, las formas y funciones (la enigmática influencia en el análisis de Cooke) sobre los contenidos expresados bajo la modalidad de las determinaciones ideológicas, está también fuertemente vinculada a concepciones de avanzada en su época, de origen teórico marxista pero bien apartadas de las lecturas vulgares que dominaban los aparatos de difusión vinculados a los Partidos Comunistas urbi et orbis en aquellos años.
En efecto, los señalamientos teóricos inaugurados por Cooke se inscriben en este punto de la burocracia- estilo- función, en la novedosa línea de reflexión teórica abierta contemporáneamente - y aún con posterioridad a los señalamientos de Cooke - por Louis Althusser con sus reflexiones acerca de la ideología y los aparatos ideológicos de estado (11).
No abundaremos aquí en analogías pero baste considerar la primacía del "estilo" formal en Cooke en simetría con la centralidad de los aparatos por sobre la ideología (e incluso en circunstancias frecuentes por sobre el conflicto de clases) para la reproducción de una formación social(12).
La original teoría de la burocracia- estilo en Cooke, admite también como propia la sentencia pascaliana con la que, Louis Althusser intenta mostrar la eficacia de los aparatos sobre los discursos y prácticas, la primacía y materialidad del estilo por sobre los "contenidos" y las determinaciones ideológicas : Arrodillaos, moved los labios en oración y creeréis..
Final con polillas
En un mismo movimiento Cooke estuvo: Enfrentado a la izquierda tradicional tributaria del Partido Comunista Argentino ("centristas de la noche a la mañana"), descreído de las versiones trotskystas de acercamiento al peronismo encarnadas en Nahuel Moreno (" son más papistas que el papa").
A su tiempo desconfió también de Arturo Jauretche, (coqueteaba con Onganía tras la Argentina Potencia), fue distante con Raúl Scalabrini y receloso de todo FORJA ("la línea blanda").
Mas aún, John William se sentía tan lejos de Rogelio Frigerio y los intelectuales desarrollistas nucleados en la revista Qué (" los Y.P.F": Yrigoyen, Perón, Frondizi) como de los nacionalistas de origen católico del estilo de Salvador Ferla y Alejandro Olmos, ligados al locuaz padre Benítez ("un ególatra").
En fin, como puede imaginar el lector, Cooke fue política pero también - y de modo fundamental - teóricamente un hombre solo en medio de un movimiento multitudinario.
Quizá por eso, en perspectiva John William representó el punto más alto de reflexión teórica al interior del universo cultural del peronismo transformándose en un fuerte disparador conceptual en dirección al desarrollo aún hoy necesario de una teoría regional del populismo.
Paradojalmente, Cooke, quizá como tributo a la acción política que siempre lo desbordó, no produjo textos teóricos tradicionales, y sus compactas reflexiones mayormente se materializaron como informes o correspondencia, formatos heterodoxos al ensayo académico tradicional. Sin embargo, en sus breves Informe a las Bases, Apuntes para la militancia ,La lucha por la liberación nacional, Perspectivas de una economía nacional y muy particularmente Peronismo y Revolución, hay mas teoría política, original y refinada, que en los kilométricos ensayos de autores que, en su momento, merecieron (incluso con justicia) gran reconocimiento intelectual.
Pagando el precio de ser quién fue(13), enfermó gravemente joven, donó parte de sus órganos a los estudiantes de medicina, decidió cremar el resto de sus restos, apartó a los curas ("incluso a los amigos") antes de la partida inminente y en el fin del otoño de 1968 susurrando discreto, murió :"Véase la lista de los funcionarios del gobierno, repúblicos deteriorados por la polilla, una lista de los figurones políticos de los años 30 o sus hijos, que no han abandonado su conservadorismo reaccionario. Todos se parecen a ese personaje de una obra de Colette, que 'tenía 74 años pero representaba más". Murió?
Artemio López
Citas:
(1)Es probable que ambos resultados (ay!) vistos desde este incierto fin de siglo pueden resultar algo estrafalarios, y no sólo por lo que le toca a Cooke, pero tenga el lector piedad que, visto desde mañana, ya podemos imaginar qué resultará de aquello que hoy pensamos.
(2) Nótese que las críticas de John William al liberalismo criollo llevan la impronta del paradigma positivista. Así, refiriéndose a la ideología de la burguesía madura en países centrales Cooke sostiene que " sería un desastre para países como el nuestro en estadios inferiores de evolución económica", Peronismo y Revolución, pág.59 y ss., Ediciones El Parlamento. BS.AS.1985.
(3)Particularmente el texto de Richard Gillespie, El peronismo alternativo, (Cántaro 1989) no establece conexiones fuertes entre el pensamiento de Cooke y las reflexiones de Antonio Gramsci, Paul A. Baran y Paul Sweezy, sobreestimando por el contrario la influencia Leninista.
(4)Para más información sobre el concepto de núcleo hegemónico, ver John William Cooke op.cit., pág. 179 .
(5)Todos estos artículos se anticipaban en el mensuario americano Monthly Review de gran prestigio y profusa difusión en los años sesenta en el país y del cual posteriormente hubo ediciones en castellano.
Un dato accesorio abona la tesis de la lectura de estos artículos por parte del Bebe:Cooke leía y hablaba perfectamente inglés.
(6)Cooke, John William: op.cit., pág. 107.
(7)Laclau , Ernesto: Política e Ideología en la Teoría Marxista, pág. 193. Bs.As. 1978, Siglo XXI editores
(8) Laclau Ernesto, op.cit., pág. 202.
(9) Cooke, John William, op.cit., pág. 21
(10) Cooke, John William, op.cit., pág. 20
(11) Althusser publica en Abril de 1970 su notable ensayo Ideología y Aparatos Ideológicos de Estado , la teoría de la burocracia- estilo de Cooke, data de 1966.
(12)Para Althusser, no hay ideología sino realizándose ( siempre-ya) en y por aparatos ideológicos
(13) Ser quién fue en Cooke no resultó precisamente sencillo. Organizador de la Resistencia peronista temprana, combatiente contra la invasión Yanqui en Bahía de Los Cochinos , el Bebe supo ser también delegado personalísimo de un Perón en aquél entonces tan metafísico como pícaro: Su decisión será mi decisión, su palabra, mi palabra, le sanateaba el león herbívoro desde Caracas, allá por 1956.
En efecto, la vieja troica marxiana guardaba la certeza de que la característica central de la ideología y práctica populista resultaba la apelación al pueblo por encima de las divisiones de clase, por lo que , así conceptualizada, la categoría pueblo cuando no simple chascarrillo de la "burguesía" ,devenía en pura retórica capaz de sobrevolar sobre las contradicciones de clase, restándole a estas toda centralidad teórica y política.
Tributaria sin duda de las lecturas evolucionistas de los fenómenos populistas, cuya expresión de mayor envergadura intelectual en nuestro país la constituyó Gino Germani, la visión marxista tradicional, aunque teóricamente muy inferior a la del sociólogo italo- argentino, tampoco veía en los fenómenos populistas más que un estadio atrasado o en el mejor de los casos anterior en el desarrollo del discurso y organización de masas, perfectamente articulado con el estadio previo a la madurez capitalista de las relaciones sociales de producción.
Así las cosas, sujetos a la matriz conceptual del marxismo vulgar, sociedades atrasadas que transitaban el estadio de organización y discurso populista marchaban raudas e indefectiblemente a la madurez donde al fin dominará el formato clasista de organización y discurso de las prácticas de los sectores subalternos al tiempo que se impondrán las relaciones sociales de producción capitalista.
Ciertamente, aunque Cooke no era absolutamente ajeno al paradigma teórico evolucionista, como espléndido ejemplo de articulación entre práctica y teoría , fue su práctica política vinculada al peronismo la que sin duda lo impulsó a decretar los funerales teóricos de la dulce espera de la madurez capitalista(2).
En este sentido hay en Cooke una conceptualización del momento de organización y discurso populista como momento pleno y necesario - en las formaciones económico sociales periféricas.
El puente teórico que permite a Cooke salir por arriba del laberinto evolucionista fue la combinación de la Teoría de la Hegemonía gramsciana para el tratamiento del conflicto de clases junto a la formulación de la cuestión nacional - despojada del corsé "burgués" - mediante la aplicación de la después muy famosa Teoría de la Dependencia, desarrollada inicialmente por los marxistas norteamericanos Paul A. Baran y Paul Sweezy, de la que, cabe señalarlo , Cooke fue también un lector-introductor pionero.
Lamentablemente, tanto la influencia de los teóricos norteamericanos así como la notoria inspiración en Antonio Gramsci del pensamiento cookista no fue claramente explicitada y mas bien resultó escamoteada por la mirada arqueológica presente en algunos textos(3).
Sin embargo, para ponderar las deudas con Gramsci, a la por demás prolífica utilización en los análisis cookistas de la categoría no leninista de hegemonía (entendida como proceso por el cual una clase dominante se transforma en dirigente) que señalaremos brevemente, observe el lector una gambeta común en ambos: John William , al igual que Antonio Gramsci en sus escritos desde la cárcel, hace funcionar sobre sus textos una curiosa práctica de ocultamiento.
En efecto, si el filósofo italiano en los Quaderni del carcere travestía bajo extravagantes palabras conceptos marxoleninistas evidentes para eludir el ojo de su carcelero, el Bebe entrecomillaba las citas de filiación marxista explícita pero, misterio de los misterios... jamás aclaraba a quién pertenecía la frase entrecomillada!. Eludía Cooke a su propio carcelero, que, claro está, era el ojo idiota de la burocracia partidaria, siempre dispuesta a cotejar cada susurro con las twenty truths.
Profundizando la influencia gramsciana en su costado más teórico, la notable utilización de la categoría de hegemonía también merece ser brevemente señalada .Cooke desarrolló un sofisticado diseño argumental para caracterizar el concepto de clase social en general y clase dominante en particular. Lejos de adherir a la visión monista típica del reduccionismo marxista tradicional dominante/dominado articulados en una relación antagónica , para la descripción de la clase dominante el Bebe sostenía - claramente inspirado en Gramsci- la existencia - al interior de las relaciones sociales de producción- de diversas facciones de clase con intereses divergentes aunque no antagónicos, articulados sobre lo que denomina núcleo hegemónico que les confiere unidad política. Este proceso de construcción de hegemonía cuyo efecto central es la unidad política de las diversas facciones de clase supone la integración de los múltiples intereses particulares sujetos al interés general representado por la facción de clase dominante, ahora constituída en clase dirigente(4).
Con respecto a la influencia de Baran y Sweezy, cabe acotar que muy probablemente Cooke había leído Teoría del Desarrollo Capitalista de Paul Sweezy - cuya primera edición en castellano data de principios de los años cincuenta- junto a las reflexiones desarrolladas en artículos emblemáticos para los años sesenta, en particular Sobre la Economía Política del Atraso , donde Paul A. Baran describe las tesis del desarrollo desigual centro-periferia como proceso complementario y ciertamente necesario del capitalismo monopolista, reflexión que posteriormente ampliará en su texto La Economía Política Del Crecimiento y, ya mediados de los sesenta, en su obra central El Capital Monopolista cuya edición primera es de 1966, dos años antes de la muerte de John William (5).
Al respecto, es en el magnífico Peronismo y Revolución donde Cooke introduce explícitamente al lector en su visión de la Teoría de la dependencia, suculento cuerpo conceptual donde a la postre nuestro autor encontrará la legalidad teórica que requería su inquebrantable compromiso político con el peronismo: Si el estadio atrasado en el desarrollo del modo de producción es un efecto necesario e inexorable en la periferia del desarrollo desigual del capitalismo a escala planetaria, el populismo rápidamente asume status de modalidad de organización y discurso pleno. La organización y discurso populista resultan entonces característicos de esta etapa de las formaciones sociales dependientes cuyas burguesías no han podido realizar el modelo tradicional de desarrollo económico capitalista por lo que el proletariado no necesariamente deberá reproducir el formato de organización y discurso típico de los países centrales , cuya modalidad de mayor prosapia política y teórica era el inefable Partido de clase.
Así las cosas, aún sosteniendo teórica y políticamente la existencia de contradicciones de clase, en sus reflexiones teóricas desarrolladas ,ya a mediados de los años sesenta, Cooke plantea que el populismo en general y el peronismo como caso particular, expresa bajo la modalidad del antagonismo " la forma concreta en que se da la lucha de clases en este período de nuestro devenir"(6), esto es la forma de discurso y organización específica en un período histórico determinado de una formación económico-social periférica concreta.
En igual dirección Ernesto Laclau planteaba una década después que "Pueblo no es un mero concepto retórico, sino una determinación objetiva, uno de los polos de la contradicción dominante a nivel de una formación social concreta (7)".
Al avanzar en el señalamiento del tipo de contradicción característica del populismo, Laclau señalaba: "El populismo comienza en el punto en que los elementos popular-democráticos se presentan como opción antagónica frente a la ideología del bloque dominante. Nótese que esto no significa que un populismo sea siempre revolucionario. Baste que una clase o fracción de clase requiera para asegurar su hegemonía de una transformación sustancial del bloque en el poder para que una experiencia populista sea posible. Podemos señalar en este sentido un populismo de las clases dominantes y un populismo de las clases dominadas (8)".
Lo específico del populismo entonces resulta el antagonismo con el bloque dominante, situación esta que define el comienzo de la experiencia populista, mas allá de la presencia de elementos popular- democráticos en el discurso y organización.
Por otra parte, Laclau advierte (fresco aún el fracaso de la experiencia peronista del período 1973-1976), que el final abierto también forma parte constitutiva de una experiencia populista.
Al respecto, Cooke plantea también esta doble determinación del populismo peroniano de enfrentamiento al bloque y final abierto como constitutivo de la experiencia populista, una década antes que la moderna interpretación pos-derrota de Laclau: " Este estilo, esta calidad especial corresponde a nuestra contradicción intrínseca de movimiento revolucionario por nuestra composición y nuestra lucha antiimperialista y antipatronal - que objetivamente hace de nosotros el término de un antagonismo irreconciliable con el régimen - mientras que organizativamente y como estructura estamos muy por debajo de nuestros requerimientos (9)".
Aún más, toda la teoría de Cooke respecto al peronismo gira en torno tanto de la potencialidad revolucionaria del populismo como a su contrario, materializado en la burocratización de las estructuras organizativas.
En esa tensión generada por la fuerte percepción de final abierto, se sitúa la metáfora de la experiencia peronista como hecho maldito del país burgués y la muy avanzada teoría de la burocracia como estilo, donde John William señala - con una rigurosidad sólo comparable a su originalidad - los núcleos teóricos principales para pensar aún hoy la problemática de la burocratización de las experiencias de organización social y políticas, particularmente las populistas.
Al respecto Cooke plantea que "Lo burocrático es un estilo en el ejercicio de las funciones o de la influencia. Presupone por lo pronto operar con los valores del adversario... pero no es una determinante exclusivamente ideológica, puesto que hay burócratas de buena capacidad teórica pero que la disocian de su práctica..."(10).
La primacía del estilo, las formas y funciones (la enigmática influencia en el análisis de Cooke) sobre los contenidos expresados bajo la modalidad de las determinaciones ideológicas, está también fuertemente vinculada a concepciones de avanzada en su época, de origen teórico marxista pero bien apartadas de las lecturas vulgares que dominaban los aparatos de difusión vinculados a los Partidos Comunistas urbi et orbis en aquellos años.
En efecto, los señalamientos teóricos inaugurados por Cooke se inscriben en este punto de la burocracia- estilo- función, en la novedosa línea de reflexión teórica abierta contemporáneamente - y aún con posterioridad a los señalamientos de Cooke - por Louis Althusser con sus reflexiones acerca de la ideología y los aparatos ideológicos de estado (11).
No abundaremos aquí en analogías pero baste considerar la primacía del "estilo" formal en Cooke en simetría con la centralidad de los aparatos por sobre la ideología (e incluso en circunstancias frecuentes por sobre el conflicto de clases) para la reproducción de una formación social(12).
La original teoría de la burocracia- estilo en Cooke, admite también como propia la sentencia pascaliana con la que, Louis Althusser intenta mostrar la eficacia de los aparatos sobre los discursos y prácticas, la primacía y materialidad del estilo por sobre los "contenidos" y las determinaciones ideológicas : Arrodillaos, moved los labios en oración y creeréis..
Final con polillas
En un mismo movimiento Cooke estuvo: Enfrentado a la izquierda tradicional tributaria del Partido Comunista Argentino ("centristas de la noche a la mañana"), descreído de las versiones trotskystas de acercamiento al peronismo encarnadas en Nahuel Moreno (" son más papistas que el papa").
A su tiempo desconfió también de Arturo Jauretche, (coqueteaba con Onganía tras la Argentina Potencia), fue distante con Raúl Scalabrini y receloso de todo FORJA ("la línea blanda").
Mas aún, John William se sentía tan lejos de Rogelio Frigerio y los intelectuales desarrollistas nucleados en la revista Qué (" los Y.P.F": Yrigoyen, Perón, Frondizi) como de los nacionalistas de origen católico del estilo de Salvador Ferla y Alejandro Olmos, ligados al locuaz padre Benítez ("un ególatra").
En fin, como puede imaginar el lector, Cooke fue política pero también - y de modo fundamental - teóricamente un hombre solo en medio de un movimiento multitudinario.
Quizá por eso, en perspectiva John William representó el punto más alto de reflexión teórica al interior del universo cultural del peronismo transformándose en un fuerte disparador conceptual en dirección al desarrollo aún hoy necesario de una teoría regional del populismo.
Paradojalmente, Cooke, quizá como tributo a la acción política que siempre lo desbordó, no produjo textos teóricos tradicionales, y sus compactas reflexiones mayormente se materializaron como informes o correspondencia, formatos heterodoxos al ensayo académico tradicional. Sin embargo, en sus breves Informe a las Bases, Apuntes para la militancia ,La lucha por la liberación nacional, Perspectivas de una economía nacional y muy particularmente Peronismo y Revolución, hay mas teoría política, original y refinada, que en los kilométricos ensayos de autores que, en su momento, merecieron (incluso con justicia) gran reconocimiento intelectual.
Pagando el precio de ser quién fue(13), enfermó gravemente joven, donó parte de sus órganos a los estudiantes de medicina, decidió cremar el resto de sus restos, apartó a los curas ("incluso a los amigos") antes de la partida inminente y en el fin del otoño de 1968 susurrando discreto, murió :"Véase la lista de los funcionarios del gobierno, repúblicos deteriorados por la polilla, una lista de los figurones políticos de los años 30 o sus hijos, que no han abandonado su conservadorismo reaccionario. Todos se parecen a ese personaje de una obra de Colette, que 'tenía 74 años pero representaba más". Murió?
Artemio López
Citas:
(1)Es probable que ambos resultados (ay!) vistos desde este incierto fin de siglo pueden resultar algo estrafalarios, y no sólo por lo que le toca a Cooke, pero tenga el lector piedad que, visto desde mañana, ya podemos imaginar qué resultará de aquello que hoy pensamos.
(2) Nótese que las críticas de John William al liberalismo criollo llevan la impronta del paradigma positivista. Así, refiriéndose a la ideología de la burguesía madura en países centrales Cooke sostiene que " sería un desastre para países como el nuestro en estadios inferiores de evolución económica", Peronismo y Revolución, pág.59 y ss., Ediciones El Parlamento. BS.AS.1985.
(3)Particularmente el texto de Richard Gillespie, El peronismo alternativo, (Cántaro 1989) no establece conexiones fuertes entre el pensamiento de Cooke y las reflexiones de Antonio Gramsci, Paul A. Baran y Paul Sweezy, sobreestimando por el contrario la influencia Leninista.
(4)Para más información sobre el concepto de núcleo hegemónico, ver John William Cooke op.cit., pág. 179 .
(5)Todos estos artículos se anticipaban en el mensuario americano Monthly Review de gran prestigio y profusa difusión en los años sesenta en el país y del cual posteriormente hubo ediciones en castellano.
Un dato accesorio abona la tesis de la lectura de estos artículos por parte del Bebe:Cooke leía y hablaba perfectamente inglés.
(6)Cooke, John William: op.cit., pág. 107.
(7)Laclau , Ernesto: Política e Ideología en la Teoría Marxista, pág. 193. Bs.As. 1978, Siglo XXI editores
(8) Laclau Ernesto, op.cit., pág. 202.
(9) Cooke, John William, op.cit., pág. 21
(10) Cooke, John William, op.cit., pág. 20
(11) Althusser publica en Abril de 1970 su notable ensayo Ideología y Aparatos Ideológicos de Estado , la teoría de la burocracia- estilo de Cooke, data de 1966.
(12)Para Althusser, no hay ideología sino realizándose ( siempre-ya) en y por aparatos ideológicos
(13) Ser quién fue en Cooke no resultó precisamente sencillo. Organizador de la Resistencia peronista temprana, combatiente contra la invasión Yanqui en Bahía de Los Cochinos , el Bebe supo ser también delegado personalísimo de un Perón en aquél entonces tan metafísico como pícaro: Su decisión será mi decisión, su palabra, mi palabra, le sanateaba el león herbívoro desde Caracas, allá por 1956.
EL ORTIVA SITIO WEB
No hay comentarios:
Publicar un comentario