Por Juan Antonio Machado
"Poema dedicado a Francisco Pancho Ramirez"
Romance para el silencio
(Poema de Juan Antonio Machado)
Recitador el "Pampa Rodriguez" recita un poema épico del autor
Entrreriano lamentablemente desaparecido Juan Antonio Machado, el tema
central trata cuado el caudillo Entrreriano, ve que el enemigo tienen
atrapa a su amada, y y solo intentanta rescatarla encontrando la muerte.
........
Suena el clarín de la gloria desde confines lejanos
¡Silencio montes y ríos! ¡Silencio de verde manto!
Como palomas de bronce, suelta la flor de su canto
Mientras un ruego de sombras, queda en el aire temblando.
Sobre un manchón de la loma no se estremecen los pastos
Ni en el ceibal florecido se mueve un solo remanso,
¿Qué pena presiente el río? ¿Qué escucha el monte y el llano?
¿Por qué se inclina la tarde, como una niña llorando?
Sobre la senda de cobre, nace un redoble de cascos,
Potros de negra melena que van llegando, llegando
Crines de fuego que abrazan, un galopar de centauros
Jirones de carne gaucha, tiñendo en rojo sus flancos.
Pechos curtidos de tiempo, como pendón legendario
Rosas de sangre caliente, que van brotando, brotando
Tientos que ajustan distancias, valor de perder sin llanto
Puños crispando las riendas, ariscas del trago amargo.
Porque en los codos del bajo, la muerte está esperando!
Y envuelto en poncho de nubes, surge el jaguar entrerriano
Rumbo al peñón de la gloria, galopando, galopando
Collares de cuentas negras va su destino trenzando
Parches de pieles morenas, zumban la hiel de su canto
Varón de raza bravía ¿Dónde te lleva tu paso?
Tras los recodos del bajo, la muerte acecha esperando
Y en el dintel misterioso, sobre el fragor de los cascos,
Se escucha un grito de angustia que esta su sangre quemando;
Son espolines de fuego para su estirpe de bravo.
El grito muerde sus carnes...¡ Delfina, Delfina....Pancho!
Y el hombre se vuelve tigre y el tigre vuelve matando
Y en la garganta del monte, vibra un concierto de tajos
Firmeza de sangre criolla mueve el valor de su brazo
Mientras cien cañas tacuaras, vienen su pecho buscando
Pero la caja es de bronce y allí se quiebran los rayos
Por el milagro de un hombre ¡ Delfina sin sueño blanco
Y un vendaval de grandeza parece cubrirle tanto. . .
Pero en los codos del bajo, la muerte está esperando
Y ante el ceibal florecido, cara al cielo y solitario
Riega con sangre caliente, la rosa azul de su canto
Porque la ofrenda suprema troncha la flor por el tallo
Sobre la piel de su frente, nacen canciones de marmol. . .
Y el poncho rojo del tiempo, tiende su tibio regazo
Y por praderas celestes, se va alejando, alejando. . .
El resplandor que agoniza tiñe la cresta del cardo
Y un sortilegio de sombras queda en el aire temblando. . .
Y en el confín de la gloria, suenan clarines lejanos
¡Silencio montes y ríos! ¡los pumas están llorando!
-----------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario