Nació en Santa Fe en 1797. En 1818 se graduó de Dr. en teología en la Universidd de Córdoba. Fue maestro por poco tiempo, y después secretario y luego ministro del gobernador Estanislao López. Representó a su provincia en la firma de los tratados de 1823 con Entre Ríos, y el Pacto Federal de enero de 1831. Se unió al ejército por primera vez en la campaña de 1829 contra los unitarios de Lavalle, luchando en Puente de Márquez. Acompañó al ejército contra córdoba, y fue el encargado de negociar la rendición de la capital tras la prisión del general Paz, influyendo en el buen trato que se les dio a los prisioneros. Pasó por primera vez a Entre Ríos en diciembre de 1831, enviado por López para imponer la paz en la provincia. Fue electo gobernador en 1832. Habría que ponerse a revisar si existe otro caso similar al de Pascual Echagüe, que fue gobernador de dos provincias y de manera LEGAL (no de facto como por ejemplo Paz)
Pero el caso de Don Pascual es muy llamativo, porque gobernó primero Entre Ríos entre 1832 y 1841, para pasar después a dirigir su provincia natal, Santa Fe, desde 1842 a 1851. Es decir que, por casi veinte años, fue mandatario en forma casi ininterrumpida en la región del Litoral. Lo más llamativo es que quien se mantuviera en tan relevante posición política durante tanto tiempo no contó, como López en Santa Fe o Urquiza en Entre Ríos, con un poder propio. Fue promocionado al gobierno de Entre Ríos por Estanislao López en 1832 y, cuando tomó distancia de éste, hacia 1836, se sostuvo con el apoyo de Juan Manuel de Rosas. El hombre fuerte de Buenos Aires fue quien lo llevó a la gobernación de Santa Fe después de mandarlo con tropas suficientes como para deponer a su nuevo enemigo, don Juan Pablo López, cuando aún se disputaba la sucesión política de Estanislao López, fallecido en junio de 1838. Todavía habría de tener Echagüe oportunidad de gobernar una tercera provincia en 1859, cuando actuó como interventor nacional en Mendoza, designado por el gobierno de la Confederación. Fue descripto por sus contemporáneos como un hombre moderado y mereció menciones elogiosas de Sarmiento, del General Paz, su adversario en Caaguazú, y de Garibaldi, quien fue su prisionero. Rosas le aplicó el mote de “Badana” en referencia a su lenidad, que contrastaba con las prácticas violentas de hombres tan notorios como el mismo Rosas, Oribe, Urquiza o Quiroga. Teniendo en cuenta su tiempo y sus circunstancias, la obra administrativa de Echagüe en Entre Ríos fue progresista. Saneó las finanzas, mejoró la recaudación fiscal, fomentó la educación, tomó medidas aduaneras en concordancia con la ley de Rosas, fundó las ciudades de La Paz y Diamante, habilitó el puerto de Concordia, diseñó la bandera provincial, practicó reformas al Estatuto de la provincia, reorganizó la Justicia y las comandancias militares, instaló una imprenta y propició la edición de libros y periódicos.
Se enfrentó al separatismo correntino: Durante casi tres años de guerra, Echagüe derrotó primero a Berón de Astrada en Pago Largo en 1839, pasó después al Uruguay y se enfrentó con Rivera en Cagancha, sin resultado definido, y regresó para confrontar con Lavalle en Don Cristóbal y Sauce Grande, sin poder impedir que cruzara Entre Ríos en su marcha hacia Buenos Aires. Volvió a invadir Corrientes, pero el cordobés general unitario Paz lo venció el 28 de noviembre de 1841, en Caá guazú. La caballería entrerriana no pudo maniobrar y se perdió casi completa. Echagüe renunció a su cargo de gobernador y se refugió en Buenos Aires. En su lugar fue nombrado Urquiza
Al pasar a gobernar la provincia de Santa Fe, después de vencer a Juan Pablo López, Echagüe procuró no fomentar los enfrentamientos y propició la amnistía política. Continuó aplicando medidas progresistas en materia educativa y cultural, para lo que fundó una biblioteca, un establecimiento de educación preparatoria y varios periódicos que contaron con protección oficial. Tuvo que rechazar una invasión de Juan Pablo López en 1845 y ese mismo año coordinó con Rosas las acciones defensivas contra la flota anglofrancesa que produjeron los combates de la Vuelta de Obligado y de la Angostura del Quebracho, este último en la ribera santafesina. Después del Pronunciamiento de Urquiza en 1851, y cuando avanzaba el Ejército Grande, Echagüe se dirigió a Buenos Aires con muy pocos hombres. Acompañó a Rosas al destierro y, luego de recorrer parte de Europa, regresó en 1854 convocado por el presidente Urquiza. Durante su ausencia, su familia se había instalado en Paraná, ya que en Santa Fe sus bienes estuvieron bajo embargo hasta 1857. Radicado nuevamente en Entre Ríos, Echagüe formó parte del Congreso de la Confederación como senador por Catamarca hasta 1861. Fue además, como queda dicho, interventor en Mendoza en 1859, convencional constituyente por La Rioja en 1860 y senador por Santa Fe cuando, paralelamente, se desempeñaba como ministro de Guerra del presidente Derqui, en el momento de la crisis consecuente de la batalla de Pavón. Los vínculos de Pascual Echagüe con la provincia de Entre Ríos fueron muy sólidos y se prolongaron después de su mandato. Al regreso del exilio hizo de Paraná su residencia permanente, aunque, después de Pavón, vivió parte de su retiro en su estancia San Gabriel, en el departamento La Paz, donde falleció en julio de 1867. Sus restos fueron sepultados en la ciudad de Paraná, donde se encuentran actualmente.
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