En su magnífico libro LA INSUBORDINACIÓN FUNDANTE, Marcelo Gullo nos dice
que los países o tienen un proyecto como nación o están en el proyecto de otro
país. Tal vez ya no existan los países como los conocimos hasta el siglo XX, ahora
el dominador es mucho más poderoso, es el DUEÑO o mejor dicho son LOS DUEÑOS,
residan donde residan y no son ya personas sino son corporaciones que allá, en
la punta de la pirámide se dan codazos para desplazar a sus iguales pero, como
los perros de chacra, cuando alguien se acerca se juntan todos contra el
intruso. Otrora compraban y vendían; compraban trabajo esclavo o miserable y vendían
lo producido primero por las máquinas y luego las máquinas no necesitaron casi
operarios y la industria se ofreció en un mundo sin compradores porque el
trabajo de los otros valía muy poco, las máquinas trabajaban casi solas.
Entonces acumularon PODER y su correlato DOMINACIÓN. El mundo ya es de
ellos y ya poco necesitan de los demás. No les interesa, como en el siglo
pasado vender lo que su industria produce, porque poco es lo que pueden recibir
a cambio. Lo que les interesa es ¡QUE NO MOLESTEN!. Si un país pobre tiene petróleo no tiene derecho a tenerlo, porque no
necesitan tenerlo.
Su ideal es convertir los campos sembrados en canchas de
golf, ya que los alimentos solo harán falta para pocos. Un mundo ideal es el que lo bueno, lo bello y lo cómodo sea usufructuado por
un 15% de la población y que haya un 20 o 30% para servir. El resto de la
gente ocupa, ensucia, contamina y molesta. Como cosa muy urgente hace falta que no haya “INSUBORDINACIÓN”. Que
cada uno acepte su rol con humildad y agradecimiento, y que a los que les toca
desaparecer lo hagan con control de la natalidad o con drogas estupidizantes.
Pero cuando hay señales de peligro, la policía mundial debe correr a apagar
el incendio. No puede permitirse que en algún rincón del mundo la gente piense por su
cuenta. Diarios y TV contribuirán a la anestesia, por eso esos medios de
difusión deben estar en manos confiables. Si no estuviesen el grito
“ATENTADO A LA LIBERTAD DE PRENSA” todavía es efectivo. Tal vez luego
habrá que pensar en algo más fuerte. Pero lo realmente peligroso es que haya grupos humanos, ya se llamen países
o religiones que piensen otra cosa que las cosas que DEBEN PENSAR.
En 1970 se prendió la luz roja: ¡Brasil no debía producir tecnología de
computación, no se podía permitir que crezca nada que pueda luego ser difícil
de dominar. Le torcieron el brazo y se lo impidieron. En los años 80 el proyecto Condor II de la Argentina amenazaba la disciplina
munduial…. Por suerte hicieron entrar en razón al débil gobierno. Un poco más tarde descubrieron que Bolivia había comprado SI PERMISO
misiles antiaéreos; Complotaron con un grupo de militares fáciles y les
quitaron los pocos misiles que tal vez hubiesen dificultado una expedición
correctiva de los dueños del mundo. Hoy fué más fácil. El nuevo gobierno argentino no quería ser FUNDANTE
de una nación con criterios propios y fácilmente parece haber accedido a
renunciar a sus pretenciones tecnológicas vendiendo su plan satelital de
comunicaciones.¡Que tupé! Es necesario que los poderes grandes disciplinen a los pequeños
dominios que están en los primeros escalones de la escala social. Solo
deben ascender los que poderes, llámense países o grupos sociales que hayan
entendido cual es la ley del mas fuerte. Los demás deben sentir el rigor
de la dominación
¡QUE EMBROMAR!
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