Rosas

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sábado, 13 de noviembre de 2021

Bartolomé Mitre: fraude más terror y después hablaba de Rosas y la Mazorca.....

Por el Prof. Jbismarck 

“la revolución del 11 de septiembre de 1852, hecha a los seis meses de derrocado Rosas, contra su vencedor, fue la restauración del rosismo sin Rosas, pero lo fue completamente en el orden económico de cosas, que contiene el verdadero poder despótico” (Alberdi). Las armas del liberalismo mitrísta consisten en él fraude y el terror.  Emancipada la oligarquía porteña del “despotismo” urquicista, inauguró su propio despotismo sobre la provincia de Buenos Aires, aplastando con el terror y el fraude a todas las oposiciones internas, al tiempo que proclamaba su fervorosa devoción al liberalismo democrático y republicano.  La corriente liberal que con Mitre a la cabeza actuaba por cuenta de la burguesía comercial porteña, demostró de inmediato que esta clase era profundamente antidemocrática, mucho más terrorista y dictatorial que el odiado Rosas.  Mitre ha sido el que en Buenos Aires primero, y en la República después, inventó los medios fraudulentos de hacer ilusorios el sufragio popular. Fue Mitre quien, para oponerse al voto de los soldados de Urquiza en 1852, inventó el fraude, que se hizo en grande escala, y con el cual triunfó entonces lo que se llamaba lista del pueblo. Fue él quien en 1857, para suplantar la inmensa mayoría del partido chupandino presidido por Calvo, recurrió al fraude en las parroquias y consiguió con votos falsos superarlos votos verdaderos de sus adversarios. Fue él quien en 1859, también con votos falsos, impidió el triunfo del Club de la Paz presidido por Frías. Y desde entonces ese ha sido el sistema electoral de la República Argentina, pero ese sistema se debe exclusivamente a Mitre.  

Cuando en 1874 Mitre se levanta en armas contra la presidencia constitucional de Sarmiento, éste lo denunció con su acostumbrada claridad: “Consta de la elección practicada en 1852 y dirigida en la ciudad de Buenos Aires por el coronel Bartolomé Mitre que organizó los trabajos electorales, que la Ciudad opuso bajo su dirección nueve mil votos a dos mil quinientos que favorecieron la política del general Urquiza. Consta del Diario de Sesiones de Buenos Aires que los hombres que formaban el núcleo de la conspiración en nombre del sufragio popular, detuvieron fraudulentamente el curso de la ley de elecciones que desde 1856 se proponía corregir los abusos electorales, declarándolos públicamente dichos señores [Mitre y Elizalde] útiles y necesarios. Consta de la administración del Gral. Mitre que nunca propuso, ni sus partidarios apoyaron, ningún proyecto de ley que tendiese a evitar, corregir y castigar los fraudes ni las violencias en las elecciones. Consta igualmente que durante esta administración fueron destituidos empleados superiores por no participar de la opinión del gobierno en una elección popular” (la Tribuna, 9 de octubre de 1874)

Sarmiento —entonces en el partido mitrista— en carta 201 a Domingo de Oro del 17 de junio de 1857; “ Nuestra base de operaciones ha consistido en la audacia y el tenor que empleados hábilmente han dado este resultado admirable e inesperado... estableamos en varios puntos depósitos de armas y municiones» pusimos en cada parroquia cantones con gente armada, encarcelamos como unos veinte extranjeros complicados en una supuesta conspiración; algunas bandas de soldados armados recorrían de noche las calles de la ciudad, acuchillando y persiguiendo a los mazorqueros [como mazorqueros Sarmiento designa a los opositores]; en Fin: fue tal el terror que sembramos entre toda esta gente con éstos y otros medios que el día 29 triunfamos sin oposición” . Fraude y terror. Tal era la fórmula del liberalismo mitrista.                          Cuando el movimiento de Lagos que arrastró a todo el gauchaje contra la oligarquía porteña, fue evidente que, como lo advirtió Alberdi, mientras las fuerzas de Lagos seguían a su jefe sin ninguna clase de coacción, las fuerzas porteñas eran en gran parte reclutadas a la fuerza, imponiéndose gravísimas penas a quienes se negasen a tomar las armas para defender la oligarquía portuaria (Alberdi, Escritos Póstumos, vol. XVI, 217). Para enfrentar a Lagos, la liberalísima legislatura porteña suprimió todas las garantías individuales, otorgando al gobierno autorización para detener, deportar o fusiiar a quien contrariase la política oficial (Saldías, Historia de la Confederación Argentina), Poco después, un decreto destinaba por dos años al servicio de los cuerpos de línea a todos los ciudadanos que no tomasen las armas en la guardia nacional en el término de veinticuatro horas (Saldías, ídem, 26),    Derrotado Lagos, la oligarquía porteña eligió gobernadora Pastor Obligado, ex rosista y ahora furioso liberal, Obligado dicta un decreto ordenando que salga del territorio provincial, en término perentorio, una multitud de personas señaladas como partidarias de Lagos. De inmediato también, otro decreto destituyó de sus puestos a todos “aquellos funcionarios públicos que, por oposición o indiferencia, han permanecido fríamente ante los peligros que envolvían a la ciudad".  Y sale otro decreto que marca el summum de la devoción del liberalismo porteño a los principios de 1a democracia republicana. Por el mismo quedaban destituidos de sus cargos los magistrados del Supremo Tribunal de Justicia porque —decía el decreto— "es muy importante que los destinos públicos sean desempeñados por personas que, a la idoneidad notoria, reúnan en sí una conocida adhesión a los principios que acaban de triunfar” .

 En 1856, cuando el general Costa pretende reeditar el movimiento de Hilario Lagos e invade Buenos Aires, el liberal Gobierno de Buenas Aires saca un decreto que firma el gobernador Obligado y los ministros Valentín Alsina, Bartolomé Mitre y Norberto de la Riestra, estableciendo: Art, 1: Todos los individuos titulados jefes que hagan parte de los grupos anarquistas capitaneados pox el cabecilla Costa, y fueran capturados en armas, serán pasados inmediatamente por las armas”(Saldías, Historia de la Confederación Argentina), La orden fue cumplida estrictamente y el campo de Villamayor fue testigo de una masacre que hubiera convertido en juego de niños las supuestas atrocidades de Cuitiño. Y el liberalísimo Gobierno de Buenos Aires despidió con las siguientes palabras a los soldados que habían realizado la carnicería: "Al volver a vuestros hogares» llevad la conciencia de haber afirmado el orden público, pues ya los malvados que lo pudieron conmover han expiado sus negros crímenes con sus cabezas” (La Tribuna, 7 de febrero de 1856).  Convencidos de representar la vanguardia de la Civilización y los Principios contra la barbarie que era para ellos todo el país excepto la ciudad de Buenos Aires había una larga serie de espectáculos más o menos circenses,género en el que Mitre era insuperable: en el combate de cepeda Mitre fue derrotado por el ejército nacional que dirigía Urquiza, quien perdió veinticuatro jefes y trescientos hombres. Mitre perdió dos mil soldados, toda la caballería, veinte cañones, varios miles de fusiles, enormidad de municiones, todos los carro del parque y toda la caballada de repuesto. Sin embargo, al desembarcar en el muelle de Buenos Aires, derrotado, casi sin artillería, sin un soldado de caballería y mermada la infantería en dos terceras partes, Mitre deshoja su inevitable discurso y dice al pueblo porteño; “ Os devuelvo intactas las legiones que me confiasteis” (D'Amico), Por esos mismos días, sin embargo, Mitre reconocía en privado que Urquiza era el dueño de la situación después de su triunfo en Cepeda (Saldías, Historia de la Confederación Argentina). Es que el "buenazo, desinteresado e ingenuo" Mitre fue un maestro del DOBLE DISCURSO: JURABA POR LA DEMOCRACIA, LA LIBERTAD Y EL PUEBLO MIENTRAS UNIFICABA EL PAÍS A COSTA DE FUSILAMIENTOS Y DEGUELLOS...El Gral Peñaloza, Nazario Benavidez, los degollados en Cañada de Gómez y el Heroico Gerónimo Costa lo pueden afirmar.

Bibliografía
Alberdi Juan Bautista "Proceso a Mitre"
Chávez Fermín "Civilización y Barbarie"
D 'Amico, Carlos "Buenos Aires, sus hombres su política"
De Paoli Pedro "Sarmiento, su gravitación en el Desarrollo Nacional"
Galvez Manuel "Vida de Sarmiento"
Palacio Ernesto "Historia Argentina"
Rottjer Anibal "La Masonería en Argentina y en el Mundo"
Saldías Adolfo "Historia de la Confederación Argentina"

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