Por el Prof. Jbismarck
Tomás Manuel de Anchorena Tomás Manuel de Anchorena nació en Buenos Aires el 29 de noviembre de 1783. Cursó sus primeros estudios en el Real Colegio de San Carlos y completó su formación en Charcas, en la Universidad de San Francisco Javier, donde en 1807 obtuvo los títulos de doctor en teología y abogado. En vísperas de la Revolución de Mayo era Regidor del Cabildo, y presionó a la corporación municipal para que suscribiera una declaración patriótica decidiéndose a asumir la soberanía popular. Por eso es razonable que el mismo Ayuntamiento le encomendara, a él y a Manuel José de Ocampo, la misión de presentarse ante el virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros para exigirle la dimisión. Inclusive, Anchorena fue un paso más allá y se negó a reconocer como legítimo gobierno metropolitano al Consejo de Regencia español instalado en Cádiz, aunque en esta empresa tuvo menos éxito que en la anterior, ya que no pudo impedir que el cuerpo redactara un acta de reconocimiento. Debido a sus desavenencias con la Junta de Gobierno que finalmente reemplazó al Virrey, estuvo confinado durante un breve período de tiempo. Su defensor en el proceso fue Juan José Paso, quien esgrimió argumentos que destacaban el celo patriótico del Regidor.
Una vez liberado, se retiró por un tiempo de los asuntos públicos con la intención de manejar personalmente sus negocios en Potosí. Pero a medida que los combates por la emancipación se trasladaban al Alto Perú, Anchorena se involucró nuevamente en la vida política. Manuel Belgrano, al frente del Ejército del Norte, lo nombró su secretario y contó con su apoyo para la organización de las fuerzas militares. Lo acompañó en las victorias de Salta (24 y 25 de setiembre de 1812) y Tucumán (20 de febrero de 1813). El 31 de octubre de 1812, el General en Jefe envió una carta al Triunvirato en la que resaltaba la lealtad del comerciante a la causa revolucionaria. Cuando se convocó a todas las provincias para que enviaran delegados al Congreso que se reuniría en San Miguel de Tucumán, Anchorena concurrió en representación de la provincia de Buenos Aires y firmó el Acta de la Independencia. Una vez declarada la emancipación, surgieron discusiones en torno a la forma de gobierno que debía adoptar el flamante estado soberano. En esos debates, Anchorena se opuso enérgicamente al establecimiento de un gobierno monárquico, pronunciándose a favor de una federación de provincias de acuerdo al modelo norteamericano. En un principio, acompañó a Juan Martín de Pueyrredón y actuó en el partido “directorial” lo que, a la caída del Director, le significó un confinamiento en Luján y luego la huida a Montevideo. Pero, más tarde, formó parte del núcleo fundador del partido federal. En 1820 fue elegido legislador por la provincia de Buenos Aires. Tras el fusilamiento de Dorrego en 1828, se alió con su primo Juan Manuel de Rosas, de quien fue Ministro de Gobierno y de Relaciones Exteriores durante su primer gobierno y sobre el que influyó en materia política y diplomática durante toda su gestión. En enero de 1831 participó en la firma del Pacto Federal. Sin embargo, al año siguiente presentó su dimisión. Su retiro de la vida política activa no le impidió integrar, poco después, una junta de teólogos, canonistas y juristas, encargada de expedirse sobre materias eclesiásticas relacionadas con el ejercicio del derecho de patronato. Ni apoyar a Rosas desde la Legislatura porteña en ocasión del conflicto con Francia en 1838, que culminaría con el bloqueo francés al Puerto de Buenos Aires. Una larga enfermedad lo mantuvo alejado de todas sus actividades, falleciendo en Buenos Aires el 29 de abril de 1847, a los 64 años de edad. El Gobierno Argentino liderado por Juan Manuel de Rosas decretó altos honores fúnebres y los debidos homenajes a su viuda, Clara García de Zúñiga.
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