La misma es una de las más importantes y reconocidas de la historia
del arte, y ha sido inspiración de numerosos pintores. En el año 1989,
en Argentina, el artista plástico Ricardo “Mono” Cohen, más conocido
como Rocambole, ilustra la tapa de “Bang Bang Bang… estás liquidado” ,
tercer disco de estudio de “Patricio rey y sus redonditos de ricota”. En
ella se ve la escena de Goya, con una sustancial modificación. Esta
vez, los fusileros visten el ropaje de la Cruz Roja. Idea que acompaña a
la intención de la última canción del disco “Nuestro amo juega al
esclavo”, en la que el “Indio” Solari expresa una fuerte contraposición a
las ideas imperialistas y sus procedimientos engañosos y perversos. La
Cruz Roja en este caso, viene a ser quien tiene la apariencia de un
rescatador, pero que acaba por fusilarte.
Aquella imagen, la de Francisco Goya, fue usada en la portada del
libro “Operación Masacre”, publicado en 1957, y adelantándose 9 años a
la edición de “A sangre fría”, el exitoso título de Truman Capote, al
que muchos señalan el precursor de una literatura policial periodística
basada en hechos reales. Rodolfo Walsh, periodista, escritor, y
militante político argentino, escribió esta novela basado en sus propias
investigaciones. El destino del autor de esta obra culminó con una
forzada desaparición el 25 de marzo de 1977 luego de publicar un día
antes, la “Carta abierta de un escritor a las juntas militares
argentinas”. Integra la lista de desaparecidos de la última dictadura
cívico-militar de nuestro país.
“Operación masacre” es una novela. Pero también es un trabajo de
investigación, que expone un crimen real, y se realizó a los pocos meses
de sucedido el hecho.
En Junio de 1956, los generales Tanco y Valle se sublevaron contra el
ejército de facto de Aramburu, quién destituyó a Juan Domingo Perón en
1955 bajo el lema de “Revolución Libertadora”. El levantamiento fue
reprimido brutal e ilegalmente y no prosperó.
La madrugada del 10 de Junio de 1956, en un basural de José León
Suárez, son fusilados 12 hombres, de los cuales, con el tiempo se
confirman 5 muertos y 7 sobrevivientes. Eran un grupo de civiles,
algunos militantes peronistas relacionados vagamente con la
conspiración, otros ajenos por completo. Se los detuvo en una casa de
Florida por la Policía Bonaerense, tras llevar a cabo un allanamiento
que intentaba dar con el general Tanco.
Cuando Rodolfo Walsh se entera que hay sobrevivientes comienza una
investigación que incluye la búsqueda de los mismos, investigaciones y
documentos originales sobre la detención y el procedimiento realizado.
El libro, fue reeditado en varias ocasiones, a medida que se conseguían
nuevos datos y conclusiones del autor. El hecho fue real, resultó
mitificado. Se esclareció sin conseguir aval en la justicia civil. Las
páginas exponen todo tipo de atropello a los métodos legales de
detención. Ejecuciones clandestinas, y alteración de documentos y
registros con el fin de brindar impunidad al crimen.
La intención de hacer eco a esta historia, nace de la cabeza de
Ezequiel Rodríguez, dirigente de Central Ballester que se encargó de
crear un diseño que imprima en la tela una imagen que es patrimonio
cultural y social del barrio.
Una idea que no hace más que ser un pleno a la memoria, un gran guiño
a la historia del barrio en el que hoy reside el “canalla”, donde está
construyendo su nuevo estadio y donde finalmente parece estar bien
cómodo y asentado, y una excelente muestra de ingenio y creatividad.
Claro que todo esto fue posible gracias al incansable trabajo que el
“Zeque” le dedica a su querido “canalla”, y al resto de la comisión
directiva aportando sudor para llevar a cabo serias tareas de
resurgimiento de un club que tiene un valor cultural y sentimental muy
importante.
Una alegría para todos los que creemos que el fútbol es fútbol. Pero
también, que es un espejo donde vernos, un pasado donde buscarnos, un
presente donde vivir, y un futuro para armar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario