Rosas

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lunes, 29 de febrero de 2016

Centauros de la Pampa: Calfucurá, Namuncurá, Pincén, y Catriel

CALFUCURÁ, JUAN   Cacique araucano chileno que entró a nuestro territorio por el año 1830 en carácter de invasor y se instaló en las Salinas Grandes cercano a un lugar llamado Massallé (actual Provincia de La Pampa, muy cerca del límite con la Provincia de Buenos Aires, a la altura de Carhué) y pidió asilo y protección a otro cacique araucano conocido como Mariano Rondeau que era el principal jefe de la nación borogana.   Dado los hábitos belicosos de Cufulcurá, que participaba en malones y asaltos sobre las tierras de los cristianos, hubo discrepancias con el cacique Rondeau que vivía en paz y amistad con los cristianos, por cuanto en 1833 había participado de la columna expedicionaria de Rosas como auxiliar de la misma , para pacificar a los ranqueles.     El 13 de agosto de 1834, Cafulcurá con la cooperación de otros caciques araucanos, asesina en un parlamento al Jefe Borogano Rondeau y a varios de sus lugartenientes que se negaban a participar en malones contra el cristiano. Quienes no mueren son reducidos a prisión y Calfucurá se hace proclamar Emperador de la Pampa dando nacimiento a un gobierno indígena y a una dinastía que recién en el año 1884, sería derrotada como poder político entre los aborígenes.    Cafulcurá se antepone el nombre de Juan y manda a confeccionar un sello con la siguiente leyenda: "General Juan Cafulcurá-Salinas Grandes", con el cual sella toda correspondencia oficial.    También designa un ministro que efectúa las veces de secretario, leguaraz y confidente, llamado Manuel Acosta o Manuel Freyre, de origen chileno, muy inteligente, taimado y cruel. La influencia de Acosta sobre Cafulcurá es decisiva, dado que el cacique no sabía leer ni escribir. Para afianzar su dominio político y militar sobre las demás tribus del desierto Cafulcurá hace cruzar la cordillera a numerosos caciques araucanos de su confianza, quienes entran a territorio argentino al frente de sus nutridos escuadrones de lanceros. Entre estos caciques se encontraban hombres como Mayquín cuyo nombre equivale al envidioso, cruel y valiente guerrero y junto con éste, los caciques Quillapán Calkvucoy, Mari-hual y Calvuén.   Con estas aguerridas fuerzas, Cafulcurá unifica por las buenas y las malas, todas las tribus indígenas dispersadas en el vasto territorio de la llanura pampeana que abarca de la cordillera al Atlántico y de la Patagonia hasta el sur de Córdoba y Santa Fe.  Para este tiempo y luego en años posteriores, las naciones indígenas piensan constituir una Confederación Indígena Americana que agrupan a todas las parcialidades aborígenes del continente, pero la carencia de comunicaciones, los intereses dispares, la falta de instrucción, la barbarie en que vivían muchos de ellos, tornan imposibles esos planes.    En realidad Juan Cafulcurá, alentaban ideas de un gran imperio que sólo puede mantener su vida y unos escasos años a través de su hijo Namuncurá.    El día 14 de junio de 1873, Calfucurá, el gran jefe indio, soberano de Salinas Grandes, moría casi centenario en sus toldos de Chiloé, al oeste de Salinas, repitiéndole como una alucinación a su hijo Manuel Namuncará:  "no entregar Carhué al Huinca". Poco tiempo antes de morir había luchado en San Carlos de Bolivar contra las fuerzas militares, en un combate de épicas resonancias, donde el triunfo casi estuvo de su lado, a pesar que debió ser ayudado a montar su caballo, porque sus casi cien años ya le impedían hacerlo.
NAMUNCURÁ, MANUEL  Cacique principal de origen araucano chileno, hijo de Juan Cafulcurá, 
llamado el Emperador de Salinas Grandes. Heredó el mandato total de su padre, al morir este guerrero casi centenario el 14 de junio de 1873. La traducción de su nombre significa pie de piedra y era sobrino del cacique Reuque-Curá, un araucano chileno afincado en Neuquén que casi sobrepasaba a Cafulcurá en número de guerreros.    Namuncurá vivió en el paraje llamado Chiloé, cerca de las Salinas Grandes, entre los años 1830-1835. Las tribus de Manuel Namuncurá eran de origen pampa y ranquel y se integraban en el año 1873, con la cantidad de 25 caciques, 100 capitanejos y más de 2500 guerreros valerosos y arrogantes.   Si la situación de tensión en la frontera no había aflojado en ningún momento después de la muerte de Calfucurá, la gota que colmó el vaso fue la decisión de Alsina de enviar una comisión a hacer un estudio topográfico de los campos de Guaminí, Carhué y Puán, para adelantar hasta allí los fuertes.   La amenaza de Namuncurá será terrible. Dando origen a lo que fue el formidable malón grande de fines de 1875.   En la Navidad de diciembre de 1875, Azul, Olavarría y otros departamentos vecinos son asolados por un malón que llega hasta Benito Juárez, Tapalqué, que se llama el Malón Grande por su magnitud.   Los indios permanecen 12 o 13 días en la zona del Azul saqueando estancias, quemando y tomando cautivos, y Namuncurá logra que Juan José Catriel, que es el cacique porque a Cipriano lo asesinaron en noviembre del `74, se subleve contra el gobierno -en ese momento era presidente Avellaneda.   Las cifras hablan de 5.000 lanzas que se llevaron 300.000 cabezas de ganado, 500 cautivos y dejaron 200 muertos. El fuego, el saqueo y el degüello fue la feroz respuesta de Namuncurá a los planes del gobierno. El último contraste que tuvo este malón fue el combate en la Laguna Paragüil    Se enfrentaron 3.000 indios acaudillados por Namuncurá, Catriel y Pincén con el Tte. Cnel. Levalle que marchó al encuentro y bajo una densa niebla se libró el enfrentamiento. Peleando cuerpo a cuerpo. Cinco horas después y cuando se despeja la niebla, se comprueba que los indios, numéricamente muy superiores, rodean a las fuerzas de Levalle. La difícil situación pudo ser salvada por la reserva de Levalle (Regimiento 1º de Caballería), al mando del Coronel Maldonado, que cargando contra los indios, los lancea, matando a muchos, en tanto que los demás huyen dejando hacienda robada.   En abril de 1876 las fuerzas del coronel Levalle ocupaban Carhué, para siempre.   Hacia el año 1877, varios caciques cansados de persecuciones y matanzas, se entregan, entre ellos Tripailao y Manuel Grande que lo hacen en Carhué. Namuncurá queda solo con 1000 guerreros armados de lanza y cuchillo, contra las fuerzas nacionales que los ametrallan con grandes krupp y fusiles de repetición. Para esos tiempos el Gran Imperio de las Pampas ya se ha derrumbado.   En 1878/79 tiene lugar la Campaña del Desierto comandada por el Gral. Roca.  El cacique Namuncurá se entrega finalmente en la localidad neuquina de Ñorquín un 24 de marzo de 1884.   Un hijo de Namuncurá y nieto de Calfucurá, llamado Ceferino, alcanza notoriedad al convertirse a la religión católica y pasar a Buenos Aires a estudiar.
PINCÉN
Cacique pampa que operaba a las ordenes del araucano chileno Cafulcurá, pero a la muerte de este jefe indígena, se independizó; raras veces escuchaba los pedidos de Namuncurá, en su carácter de heredero de la Confesión Salinera.
Vivió muchos años en las cercanías de la laguna de Malalcó, aproximadamente a unos 50 kilómetros de Trenque-Lauquen. Pincén o Pinthén como en ocasiones le llamaban, tenia tan solo 150 guerreros, pero debido a su prestigio y audacia muchos caciques y capitanejos se ponían a sus ordenes para maloquearen tierras del criollo argentino. Con sus aliados, Pincén llegaba a las 600 lanzas; entre ellos figuraban caciques como Melideo y otros de menor importancia. Sus malones fueron famosos por la crueldad, astucia y valentía de que hacía gala. Nunca jamás quiso firmar tratados ni compromisos con el Huinca y si alguna vez otro cacique aceptaba la paz, Pincén se encargaba de romperla llevando sus malones al corazón de la tierra del cristiano blanco. Era un verdadero y autentico guerrero pampa; el propio Alsina lo retrata diciendo “...indio indómito y perverso, azote del norte y oeste de la provincia . Jamás se entregará a no ser que un golpe de la fortuna lo haga nuestro prisionero. Pincén se conservará rebelde, dado el sometimiento de las otras tribus hostiles. Para mí, es el tipo del hijo del desierto: indómito y salvaje.”
Cuando lo hicieron prisionero tenía 70 años de edad y vivía con 4 mujeres, una de ellas era blanca y, según noticias, sobrina del militar Arredondo.


CATRIEL, JUAN
Cacique principal de la nación pampa, caracterizado por su amistad y aprecio hacia los hermanos criollos. En muchas oportunidades la tribu de Juan Catriel colaboro con las autoridades para evitar el pillaje de los aucas chilenos y de grupos cristianos alzados y renegados que inundaban la campaña argentina.
Este cacique vivió en sus tierras conjuntamente con los cristianos, hasta que falleció en un combate librado contra indígenas maloqueadores, luchando junto al coronel Barros y al cacique Quentrel. El cacique Catriel fue colaborador y auxiliar en la expedición de Rosas al desierto en el año 1833 y junto con él colaboraron los caciques Fracamá, Reilet, Venancio Cayupán, Llanquelén, Chacul y otros más. Años antes, en 1827, había colaborado con el coronel en Rauch, secundado por el cacique Negro y sus tehuelches. Podemos decir que el Gran Cacique Juan Catriel, colaboró con Juan Manuel de Rosas, hasta su caída del gobierno en 1852. Fue muy amigo también de los caciques Cachul y Lucio que tenían sus tribus en las costas del arroyo Tapalquén, al noroeste de la población del Azul. A su muerte le sucedió en el mando de su tribu su hijo Cipriano. Los indígenas conocidos posteriormente como catrieleros, viven en nuestros días en pequeñas propiedades que mantiene cerca de la localidad de Los Toldos en la provincia de Buenos Aires.
 

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