Por el Prof. Jbismarck
Guillermo Brown nació en junio de 1777 en
Foxford, un pueblo al noroeste de Irlanda. La persecución religiosa contra los
católicos, el hambre y la pobreza lo llevaron con su padre al destierro, con la
ilusión de que su madre y sus hermanos viajaran después. Pero al tiempo de
llegar a Filadelfia, en 1787, su padre murió de fiebre amarilla. No existen referencias a la madre de Guillermo
Brown en sus biografías, ni siquiera alguna hecha por él mismo cuando narró su
vida, ya en la madurez. Debió entonces
el adolescente Brown, embarcar de grumete un buque mercante yanqui, iniciando
así su carrera naval. Se casó el 29 de julio de 1809 en la Parroquia de la
Iglesia Anglicana de Saint George in the East, condado de Middlesex, Londres,
ubicada en las actuales Cannon St. Road y Cable St., con Elizabeth Chitty, ella
cumplía los 22 años. Elizabeth era hija, nieta y hermana de marinos, por lo que
no extraña que se casara con un hombre de mar. Si bien Elizabeth pertenecía a
una tradicional familia inglesa sus recursos económicos no eran muchos. Debido a que Elizabeth era protestante y
Guillermo católico, llegaron a un acuerdo por el cual las hijas que tuvieran
serían educadas en la religión de la madre y los varones en la del padre. Tuvo tres hijos: Guillermo, Ignacio
Estanislao y Eduardo y dos hijas, Eliza y Martina. Ese año, desembarcó en Montevideo a bordo de
la fragata Belmond. "Al llegar al Río de la Plata Guillermo Brown se
comprometió en cuerpo y alma con el proceso de emancipación. Desde el primer
momento fue un gran patriota". Tanto es así que en 1814 un decreto del
director Gervasio Posadas lo nombró responsable de la Escuadra. "Ante la
falta de marinos, los hombres de Mayo se enteraron de la experiencia de
Guillermo Brown y le ofrecieron la dirección de la escuálida escuadra de Buenos
Aires", agrega el historiador. En
tres meses, liberó Martín García y Montevideo, y terminó con la presencia
española en el Río de la Plata. Un año más tarde inició una campaña de corso
por las costas americanas del Pacífico y, en 1822, regresó a sus tareas de
agricultura en "la kinta" -así llamaba a su casa-, sus actividades
comerciales y la vida en familia. "Pero
fue durante la guerra con el Brasil, en 1826, cuando el prestigio del almirante
llegó a su esplendor. Enfrentaba con unos pocos barcos a la escuadra más grande
de Sudamérica", dice el historiador Miguel Angel de Marco. "Las naves
brasileñas terminaron por retirarse, en tanto Brown era objeto del entusiasmo y
de la admiración del vecindario", completa. Por cinco meses, se hizo cargo del gobierno de
Buenos Aires (1828-1829). "Hasta ese momento no se metía en disputas
políticas. Pero cuando Lavalle hizo el golpe contra Dorrego, Brown lo apoyó. Su
alto prestigio militar hizo que muchos opositores a Lavalle no se rebelaran,
hasta que Dorrego fue asesinado, en contra de la voluntad de Brown,
desencadenando la guerra civil", expone el historiador Gabriel Di Meglio.
En oportunidad de casarse Elizabeth Chitty con Guillermo Brown, el futuro almirante le regala un anillo que debía ser heredado por las mujeres de la familia. Era un hermoso anillo de compromiso de oro blanco con un importante diamante en forma de corazón, secundado por otros dos diamantes más pequeños a los lados. Este anillo respondía a la moda de la época. A principios del siglo XIX, cuando una mujer se casaba, recibía de su prometido un anillo. Eran muy apreciados aquellos que simbolizaban el amor, como los corazones, las coronas o las flores, tradición que se había iniciado en el siglo XVIII, entre las familias de abolengo. Elizabeth usó el anillo por 59 años, hasta 1868 año en que falleció. Siendo Elizabeth protestante, fue sepultada en el cementerio de los Disidentes, que estaba ubicado Suipacha y Juncal, frente a la Iglesia del Socorro. Luego de una mudanza sus huesos nunca pudieron ser hallados. Hoy, en la plaza Primero de Mayo, una placa de bronce recuerda “a la virtuosa compañera de nuestro máximo prócer naval, cuyos restos hoy perdidos reposan en este solar”. Dado que Elisa había fallecido en un drama de amor la fatalidad hizo que el anillo de su madre lo heredara su hermana menor Martina García Brown, luego pasó a su sobrina Corina Brown de Caravia, después a Corina Brown de Morel. Hoy el anillo lo tiene en custodia María Cristina Brown, hija de la bisnieta en primer grado del Almirante Guillermo Brown, quien lo uso sólo una vez en su vida.
En oportunidad de casarse Elizabeth Chitty con Guillermo Brown, el futuro almirante le regala un anillo que debía ser heredado por las mujeres de la familia. Era un hermoso anillo de compromiso de oro blanco con un importante diamante en forma de corazón, secundado por otros dos diamantes más pequeños a los lados. Este anillo respondía a la moda de la época. A principios del siglo XIX, cuando una mujer se casaba, recibía de su prometido un anillo. Eran muy apreciados aquellos que simbolizaban el amor, como los corazones, las coronas o las flores, tradición que se había iniciado en el siglo XVIII, entre las familias de abolengo. Elizabeth usó el anillo por 59 años, hasta 1868 año en que falleció. Siendo Elizabeth protestante, fue sepultada en el cementerio de los Disidentes, que estaba ubicado Suipacha y Juncal, frente a la Iglesia del Socorro. Luego de una mudanza sus huesos nunca pudieron ser hallados. Hoy, en la plaza Primero de Mayo, una placa de bronce recuerda “a la virtuosa compañera de nuestro máximo prócer naval, cuyos restos hoy perdidos reposan en este solar”. Dado que Elisa había fallecido en un drama de amor la fatalidad hizo que el anillo de su madre lo heredara su hermana menor Martina García Brown, luego pasó a su sobrina Corina Brown de Caravia, después a Corina Brown de Morel. Hoy el anillo lo tiene en custodia María Cristina Brown, hija de la bisnieta en primer grado del Almirante Guillermo Brown, quien lo uso sólo una vez en su vida.
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