Por Julio R. Otaño
El 6
de noviembre de 2020 marca un aniversario significativo en la larga disputa de
soberanía sobre la cuestión Islas Malvinas: hoy se cumplen doscientos años
de la toma de posesión del Archipiéago por parte de David Jewett,
comandante de la marina de guerra argentina, quien izó en ese día, por
primera vez la bandera argentina en las islas.
Cabe
recordar que al momento de la Revolución de Mayo, las Islas Malvinas se
encontraban bajo la soberanía española, con una posesión exclusiva, efectiva,
ininterrumpida y no contestada por Gran Bretaña ni por otra potencia
extranjera. Desde esa época el Gobierno
Argentino otorgaba permisos de pesca, dictaba disposiciones para evitar la
depredación de los recursos y controlaba la instalación de cualquier
establecimiento de carácter permanente en la región.
Es en
este marco la presencia de David Jewett en Malvinas en 1820 cobra toda su
dimensión. Este fue un extranjero
notable al servicio de nuestro país, como el irlandés Guillermo Brown o el
Estadounidense Juan Bautista Thorne, el “sordo de Obligado”, quienes lucharon
en los mares y ríos por la soberanía nacional. La historia de las Islas Malvinas no es
ajena a esta realidad histórica. El primer gobernador de las islas, nombrado en
1823, fue Pablo Areguatí, de ascendencia guaraní y nacido en el actual
territorio brasileño. A su vez, el primer comandante político y militar de las
Islas, Luis Vernet, había nacido en Alemania.
El Director Supremo de las Provincias Unidas, José Rondeau, nombró, con todas las atribuciones y prerrogativas del cargo, a David Jewett como “Coronel del ejército al servicio de la marina.” Y así zarpó el 20 de enero, al mando de la fragata La Heroína. Jewett navegó 10 difíciles meses, teniendo que sortear desde un intento de motín en su contra hasta problemas con las provisiones y una epidemia de escorbuto que diezmó a su tripulación. Finalmente, a finales de octubre de 1820 alcanzó Puerto Soledad en las Islas Malvinas, donde encontró alrededor de 50 embarcaciones de distintas banderas que recalaban temporalmente allí como parte de sus viajes de caza y pesca a la región austral.
El
día 2 de noviembre Jewett invitó a los otros capitanes a encontrarse con él
mediante una circular en la que les informaba que había sido comisionado por el
Gobierno de las Provincias Unidas para tomar posesión del archipiélago. El día 6 de noviembre de 1820 se realizó la
ceremonia de toma de posesión de las Islas Malvinas. Y en nombre del Gobierno Argentino, izó la
bandera argentina, leyó una proclama y disparó una salva de 21 cañonazos.
Tres
días más tarde entregó a los capitanes presentes una circular, en la que
daba cuenta de la toma de posesión de las Islas Malvinas en nombre del Supremo
Gobierno de las Provincias Unidas de Sud América
Ninguna potencia cuestionó lo
realizado por el coronel David Jewett en nombre de las Provincias Unidas, ni
procuró adoptar alguna medida comparable. De esta manera, el acto oficial de toma de posesión implicó ejercer
el derecho que la Argentina había heredado de España en 1810 y fue conocido por
las principales potencias de la época. Desde ese momento la presencia argentina
en Malvinas sería constante, pacífica y pública hasta que el accionar imperial
británico expulsó por la fuerza, y en contra del derecho internacional, a las
autoridades y a la población argentina de las islas el 3 de enero de 1833.
Hoy más que nunca reafirmamos
nuestros derechos en Malvinas, un verdadero anacronismo colonialista en pleno
siglo XXI; homenajeamos a nuestros héroes combatientes y exigimos que nunca
más, un gobierno retroceda en nuestro legítimo reclamo de soberanía.
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