Rosas

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martes, 26 de enero de 2021

Los "Civilizados" Generales José María Paz y Lamadrid y su trato al "Bárbaro" Gral. José Félix Aldao

 Por el Prof. Jbismarck

El 25 de febrero de 1830, el unitario Gral. Paz atacó y venció al Federal juan Facundo Quiroga, en Oncativo, Córdoba.  El riojano estaba convencido de que la batalla se produciría varios días más tarde, tiempo que permitiría la llegada del general José Benito Villafañe, quien ya había entrado por el norte de Córdoba con unos mil quinientos hombres para sumarse a sus fuerzas. Pero por esa misma razón habría decidido Paz, lanzar el ataque sin demora, sorprendiendo y venciendo otra vez a Facundo.  Por su parte Lamadrid quiso dejar expresa constancia en sus Memorias de cómo y cuándo fue tomado prisionero el Fraile Aldao: “Para un más exacto conocimiento, quiero referir cómo fue tomado el Fraile-General. Cuando yo me dirigí a los dos hombres de la escolta de Quiroga, que mandé lancear, mi fuerza pasó en la persecución de la caballería enemiga, y a las dos o tres cuadras de haberme yo separado, conoce mi ya referido soldado al general Aldao [había sido prisionero suyo poco tiempo antes] y embístelo con su lanza, gritando: ‘¡Aquí está el fraile Aldao!’, y le tira una lanceada. ”Al dicho del soldado de ser aquel el general Aldao, paran todos sus caballos y se dirigen sobre él a registrarlo para quitarle cuanto tenía. Cuando el teniente Navarro acudió al punto de la reunión, ya el FraileGeneral estaba desplumado y cuando le preguntaron por Quiroga, les dijo: ‘Ese que iba a mi lado con el caballo cansado, ese era Quiroga’. ¡Era ya tarde! Había tomádole el caballo a un soldado o sargento de los suyos y dádole tres onzas de oro. Cuando siguieron en su alcance, tomaron y mataron al que había recibido las tres onzas, pero el general se había puesto en salvo. Mi deseo de que me los hicieran conocer a aquellos dos hombres de su escolta que por librar a su general me engañaron, fue lo que salvó a Quiroga de caer en mis manos y al fraile de ser allí mismo lanceado. ”Sería yo un infame si disfrazara la verdad. Si yo estoy presente, hago lancear al fraile general, pero después que me hubiese enseñado a Quiroga; a este le habría conservado la vida porque ese era mi intento, pues había ofrecido en todos los cuerpos un premio al soldado que me lo entregara vivo, con la mira de obtener una gracia de mi general. La gracia que yo quería obtener respecto a Quiroga era la de cuidarlo en una jaula para hacerlo conocer en los pueblos que tanto había ultrajado, y hacer que cada uno de los individuos que él había azotado o abofeteado lo azotara y abofeteara también”



La versión de Paz (1892), dice: “En uno de estos enviones fue que cayó prisionero el segundo general del ejército enemigo, el fraile Aldao. Me sería imposible describir la sensación que experimenté a su vista y los impulsos de que se vio combatido mi corazón. Triunfaron como siempre, las ideas generosas, y concluí por decirle algo de consolante y entregarlo a mi ayudante Campero, para que lo condujese, tratándolo con consideración. Estaríamos ya a cuatro leguas del campo de batalla cuando esto sucedió”. Aldao fue llevado a Córdoba como trofeo. Lo exhibieron públicamente, atado y sobre una mula, para escarnio del público que insultó y apedreó al “monstruo”. 

En prisión se enteró de la muerte de su hermano José y del ex gobernador Juan Corvalán, bárbaramente asesinados por quienes se arrogaban la representación de la civilización. Oncativo tuvo consecuencias determinantes en la escena política nacional: quienes creían en la posibilidad de alcanzar acuerdos con los unitarios fueron desplazados por el furor de quienes consideraron confirmada su convicción de que sólo se imponía la guerra, sobre todo tras las noticias de los degüellos masivos de oficiales y soldados federales que habían seguido al combate. 

Uno de los dialoguistas, el general Tomás Guido, explica en una carta a su amigo San Martín por qué renunciaba al cargo de ministro del gobierno bonaerense: “La derrota de Quiroga [en Oncativo] rompió los diques que contenían al partido exaltado, y ya ni el señor Rosas, cuyo carácter es bien dispuesto, podía dejar de hacer concesiones, ni yo continuar en el despacho sin torcer el camino que había tomado”. Sustituyó a Guido un “duro”, Tomás de Anchorena, que publicó de inmediato un decreto contra los “decembristas”, es decir contra los participantes del movimiento del 1 de diciembre de 1828 que había derivado en el lamentable fusilamiento de Dorrego: “Todo el que sea considerado públicamente como autor, fautor o cómplice del suceso del 1 de diciembre o de algunos de los grandes atentados cometidos contra las leyes por el gobierno intruso [de Lavalle] será reo de rebelión, con las penas consiguientes”. 

 Cuando sorpresivamente Paz cayó prisionero de López, la Liga Unitaria se esfumó. Sus adeptos en Cuyo decidieron huir hacia Chile, llevando al fraile Aldao como rehén. Cuando todo presagiaba su asesinato, el triunfo federal en La Ciudadela significó también su libertad. Quiroga volvió a convocarlo para recuperar el dominio federal en Cuyo

1 comentario:

  1. Civilización y Barbarie , que gran mentira los civilizados fueron en general hombres sin honor , asesinos y vendePatrias , los bárbaros en general fueron hombres religiosos y con honor , que defendian su Tierra y durante años mantuvieron el engaño mitrista . Como dijo Fermín el Revisionismo es una batalla ganada, solo falta difundirlo en las nuevas generaciones, para que los historiadores a " la violeta " como Piña y otros , no cambien la bocha según sus ideologías

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