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viernes, 29 de enero de 2021

Thomas Malthus y los pro-vida liberales:

Por Floru Senpai

Soy consciente que estoy publicando esto muy tarde en términos de fechas, es decir, estoy tocando el tema dos meses después de la aprobación de la ley de aborto, pero la presente cuestión merece su debido estudio dado que puede esclarecer muchas cosas, tales como desmontar hombres de paja, refutar mitos o dar a conocer los errores cometidos por la mayor parte de aquel bando que decía defender la vida.
En esta página quien administra y escribe las publicaciones con su correspondiente portada se opone tanto a la derecha como a la izquierda y también se opone al aborto, pero considera necesario hacer una fuerte crítica al movimiento pro-vida sobre todo debido a la ineficiencia de la mayor parte del mismo. Primero daré la explicación corta: el bando celeste perdió en el Congreso debido a que carecían de propuestas eficientes para corregir los problemas estructurales preexistentes (a pesar de que ha habido algunos proyectos), un segundo motivo fue oponerse por el simple hecho de oponerse, tratando el tema con total liviandad y un tercer motivo es que la gran mayoría de la dirigencia es liberal o con tendencia hacia la derecha (por ejemplo el partido NOS); como consecuencia de la no-resolución de los problemas estructurales preexistentes o aumento de los mismos, se daría un aumento de la tasa de mortalidad sin alterar mucho la de natalidad.
Los pro-vida que son liberales (y son de hecho la mayoría dentro del movimiento) creen que las ONGs y las leyes del mercado van a sustituir la necesidad de políticas públicas que corrijan los problemas estructurales preexistentes. Muchos opinan desde el sentido común o desde la religión (no nos oponemos a la fe, vale la pena aclarar) ignorando muchas áreas esenciales también.
Otro problema que tampoco se puede ignorar y que veo necesario tratar es la enorme cantidad de hombres de paja que se tienden a cometer con respecto a la teoría económica y demográfica de Thomas Robert Malthus, más concretamente su “Ensayo sobre el principio de la población”, además de demostrar que probablemente este libro sea la génesis ideológica de los provida liberales, refutando también así el mito muy difundido por internet de “Malthus abortero” (mito que en su momento, confieso, yo también he creído)
Breve explicación del contenido del “Ensayo sobre el principio de la población” y resumen de la idea central de Malthus:
El “Ensayo sobre el principio de la población” es uno de los primeros libros que buscó sistematizar la demografía como ciencia. Fue originalmente escrito en 1798 y recibió numerosas correcciones y ediciones hasta la muerte de su autor. Este libro consta de 4 partes: la primera de ellas expone las tres proposiciones centrales a tratar (la disponibilidad de alimentos, el crecimiento poblacional y la relación entre ambas) y los obstáculos al crecimiento poblacional en civilizaciones anteriores a la modernidad; la segunda parte trata sobre los obstáculos al crecimiento poblacional en la Europa moderna, es decir, durante la época en que vivió Malthus; la tercera trata sobre las consecuencias y críticas a sistemas contrarios a aquel defendido por Malthus (recordemos que Malthus era liberal y de la escuela clásica de economía) junto a las leyes inglesas de pobres y la cuarta parte es la propuesta final del autor.
La teoría de Malthus se basa en que mientras los alimentos se multiplican aritméticamente, la población lo hace exponencialmente, duplicándose cada 25 años aproximadamente. Al crecer la población más rápido que la cantidad de alimentos, podría, para Malthus llegar a ocurrir un período en el que la cantidad de alimentos disponibles sería menor a la cantidad de personas en el planeta, lo cual se denomina “catástrofe malthusiana” y podría llegar a derivar en una extinción de la especie humana debido a la escasez de recursos. Malthus presenta además varios obstáculos que mantienen controlado el aumento poblacional los cuales pueden clasificarse como “privativos” (los cuales son voluntarios) o “destructivos” (los cuales son involuntarios) y los tres principales son la “repugnancia moral” (la cual presenta incluso como una virtud), el vicio y la miseria
-La repugnancia o restricción moral para Malthus sería como tal la anticoncepción a partir de la decisión de no casarse, casarse más tarde, o casarse y no procrear ni hacer el amor. Se trata de un obstáculo del tipo privativo dado que depende de la voluntad de las personas ponerla en práctica.
-La miseria abarcaría un conjunto amplio obstáculos poblacionales tales como ocupaciones malsanas, trabajos precarios, pobreza, mala alimentación, insalubridad, enfermedades, epidemias, hambre, pestes. Constituye un obstáculo del tipo destructivo dado que no depende de la voluntad de las personas.
-Para Malthus el vicio es una consecuencia de la miseria y es un obstáculo que puede comportarse tanto de manera privativa como destructiva. Las formas privativas en que se manifiesta el vicio son el libertinaje, prácticas contrarias a la naturaleza, violación del lecho conyugal (promiscuidad e infidelidad), uniones criminales e ilegales; mientras que las formas destructivas en que se manifiesta el vicio son los excesos y guerras.
Cabe destacar que la predicción de Malthus (la cual él estimaba que ocurriría en 1890) no se cumplió debido a que subestimó el factor tecnología y el hecho de que más población multiplicaría la producción de subsistencias.
El mito de “Malthus abortero”:
Como bien hemos dicho anteriormente, en internet está muy difundido el mito de “Malthus abortero” (mito que he de confesar que en su momento también he creído) y se lo suele vincular con Margaret Sanger y los grupos pro-aborto, pero voy a demostrar a partir de lo escrito por el mismo Malthus que esto es un error. Esto no es una defensa a Malthus (de hecho me parece un ser despreciable) sino que aquello que busco hacer es desmentir hombres de paja. Para empezar, Malthus no podría haber sido pro-aborto, debido a su época, contexto, tecnología existente (todavía, si bien las cirugías eran posibles no existían procedimientos quirúrgicos para hacer abortos y tampoco existían los métodos anticonceptivos como hoy los conocemos) y condición de clérigo anglicano. Aunque está documentada la existencia de abortos en esa época, en general era algo impensable, especialmente en los países europeos.
En el libro escrito por Malthus, solamente dos veces se menciona el aborto, más concretamente en las páginas 25 y 50, en los capítulos que refieren a los obstáculos al crecimiento poblacional en los pueblos indígenas americanos y las islas del Pacífico sur. Las citas de las que hablo son las siguientes, siendo la segunda de ellas la que más nos llama la atención:
“Tanto abatimiento y la sujeción a un trabajo forzado, unido a la crueldad de la vida salvaje, son muy desfavorables a la preñez de las mujeres casadas, así como la disolución a que se entregan antes de la época, y los medios que emplean para abortar, perjudican en sobremanera a su fecundidad” (pág. 25)
“Se dice que en la isla Formosa no se permite que las mujeres sean madres antes de los 35 años. Si están encintas antes de esta época, las hace abortar la sacerdotisa: y hasta que el marido no llegue a los 40 años, su mujer continúa viviendo con sus padres y no puede verla sino a hurtadillas” (pag. 50)
Malthus también registra la existencia de infanticidios en el mismo capítulo que la segunda cita, la cual veo necesario colocar debido a que un gran número de personas considera que el aborto, sobre todo en las etapas más tardías del embarazo es una forma de infanticidio:
“La aflicción causada por una o dos malas cosechas, obrando sobre una población hacinada y reducida a una excesiva economía, y haciendo sentir con dureza la mayor necesidad, ha debido producir el infanticidio y la prostitución en una sociedad imperfecta” (pág. 47)
Sin embargo hay dos notas al pie de página en las páginas 47 y 50, escritas por el mismo Thomas Malthus, que nos dan a entender que está tanto en contra del aborto como del infanticidio, incluso pone en duda la existencia de los abortos inducidos en la Isla Formosa pero afirma que en caso de ser verdad ese hecho, lo encuentra horroroso y lo condena. En la primer nota mencionada, condena el infanticidio:
“Al indicar las causas que han podido naturalmente limitar una población superabundante, creo que no se tergiversarán mis intenciones, ni se supondrá que pretendo justificar en lo más mínimo tales acciones, porque haga notar sus efectos. Una causa cualquiera puede muy bien evitar un mal particular, y ser quizá sin comparación peor que el mal que sana” (Nota al pie pág. 47)
En la segunda nota mencionada y que ahora citaremos, condena explícitamente el aborto inducido:
“Esta relación es de J. Albert de Mandesloe, viajero alemán, que pasa por muy verídico: pero en este particular, presumo que habla por los escritos holandeses citados por Montesquieu (…). Esta autoridad no es suficiente para admitir como cierto una costumbre tan extraña: confieso sin embargo que no encuentro el hecho absolutamente imposible. Por la misma narración se ve que entre estos pueblos no se conoce la desigualdad de condiciones, y que las guerras son tan poco sangrientas, que basta para terminarlas la muerte de una sola persona. En un clima muy saludable, donde las costumbres son favorables a la población, y donde está establecida la comunión de bienes, no teniendo nadie la pobreza personal que arruina muchas veces a una familia numerosa, se ha visto el gobierno obligado a ocuparse en contener directamente la población por una ley expresa. Como esta es sin duda la violación más repugnante de los sentimientos naturales, podrían decirse aquí poderosos argumentos contra la comunión de bienes” (Nota al pie pág. 50)
Como bien acabamos de leer, Malthus describe el aborto inducido como “sin duda la violación más repugnante de los sentimientos naturales”, por lo tanto hemos confirmado que Malthus, en términos modernos explícitamente fue pro-vida, específicamente un pro-vida liberal.
La propuesta malthusiana ortodoxa:
Hemos demostrado que Malthus no era pro-aborto sino todo lo contrario, era pro-vida, y lo que pasaremos a demostrar ahora son los elementos que lo conectan con los pro-vida liberales de hoy en día, y el por qué lo conectan con ellos y no con los verdes, además de también demostrar por qué Malthus es tanto la antítesis de Margaret Sanger como de los grupos abortistas modernos.
Luego de haberse declarado explícitamente en contra del aborto, varias páginas después, más concretamente en las partes 3 y 4 del libro encontramos algunas pistas que nos van a recordar a gran parte del discurso de los pro-vida defensores del liberalismo.
Un segundo hombre de paja que se tiende a cometer al hablar de Malthus en internet es creer que él sostenía que los pobres no deberían casarse ni tener hijos, pero él mismo desmiente esta idea, pues también se lo ha acusado de eso en su misma época
“Uno de los cargos que sobre este punto se me hacen es el haber propuesto una ley que impida casarse a los pobres. Y bien lejos de esto he dicho siempre que aun cuando un hombre se casase sin poder mantener a su familia, debía tener plena libertad de hacerlo; lo mismo que he reprobado toda ley positiva que limite la edad del matrimonio como injusta e inmoral. Pero en su lugar he propuesto una medida muy distinta, que es la abolición gradual y muy gradual de las leyes sobre pobres, porque estoy íntimamente convencido de que estas leyes han hecho bajar los salarios y empeorado la suerte de las clases obreras; pues la asistencia que estas clases obtienen para el sostén de sus familias en compensación de sus salarios es muy pequeña.” (págs. 297-298)
Sin embargo la cuestión central que Malthus trata en las partes 3 y 4 de su libro es la cuestión de las “Leyes de pobres inglesas”. En la época en que El Ensayo fue escrito, las leyes de pobres eran el equivalente de lo que hoy en día, en nuestro país conocemos como “planes sociales”, si bien ha habido antes versiones más severas y agresivas de las mismas, que nada tenían que ver con lo que hoy entendemos por “planes sociales”, las de 1795 o “sistema Speenhamland” (el cual inició en Berkshire fue implementado a través de un acta ese mismo año) eran las que estaban vigentes en la época de Malthus, buscaban asegurar un nivel de vida mínimo durante las guerras napoleónicas y otorgar subsidios a las familias pobres a medida que aumentaba la inflación como consecuencia de la guerra, tomando como base el precio del trigo y del pan. Ese subsidio estuvo principalmente orientado a aquellas familias que a pesar de tener trabajo no llegaban a cubrir sus necesidades, estuvo especialmente dirigido a las familias de campesinos y se financiaba con un impuesto negativo a la renta; este sistema era además gestionado por las parroquias. Malthus temía que estos subsidios al salario derivasen en un aumento poblacional desmedido que supere los recursos existentes, pues sostenía que podría estimular el matrimonio y la procreación más allá de las subsistencias. Esta crítica que Malthus hace a este sistema es bastante similar a aquella que hemos oído en el período 2007-2015 a los planes sociales, sobre todo la asignación universal por hijo, la famosa frase “se embarazan por un plan”, mito que fue desmentido en 2019 pues la mayoría de familias que lo cobraron y al día de hoy cobran, no tienen más de uno o dos hijos y esta frase prefabricada suelen repetirla personas afines al liberalismo. Como peronista sostengo que los planes sociales solamente ofrecen una ayuda temporal pues no logran resolver por completo el problema estructural preexistente, pues es un parche momentáneo y se necesitan otro tipo de políticas públicas que logren resolver dichos problemas por completo, tales como la estimulación a crear empresas, proteccionismo para estimular la industrialización y un plan de viviendas efectivo, lo cual permitirá crear trabajo, además de leyes laborales a favor del trabajador. Este es otro tema que trataré en otra publicación, el mito de “peronismo = planes sociales”.
Hay otra cita más de Malthus que tampoco podemos dejar pasar por alto y es la siguiente:
“pues [es] absolutamente necesario oponer un obstáculo a la población. El más sencillo y más natural de todos parece ser el de obligar a cada padre alimentar a sus hijos: esta ley servirá de regla y de freno a la población, porque en fin, se debe creer que ningún hombre querrá engendrar seres desgraciados a quienes no puede alimentar, mas si se encuentra quien cometa tal falta, justo es que sobrelleve individualmente los males que de ella han dimanado y a los que se ha expuesto voluntariamente” (pág. 282).
El “que cada padre deba alimentar a sus hijos” en el sentido malthusiano implica también demonizar las asignaciones por hijo o quita de impuestos por cantidad de hijos, pues se estaría recibiendo una ayuda externa; ahora cambiemos “alimentar” por “educar” o “pagar gastos médicos”, seguirían recayendo los gastos de educación y salud en la familia, dificultando así el acceso a ambas y por ende aumentando así la tasa de mortalidad debido a que dada la baja cualificación de la mano de obra, se emplea a estas personas en trabajos de riesgo o insalubres y en el caso sanitario, se aumentaría la tasa de mortalidad por no poder acceder a los servicios médicos debido a su elevado precio (nos hemos horrorizado con sólo ver las tarifas sanitarias de Estados Unidos en nuestra más absoluta sinceridad)
Para no hacer excesivamente largo este escrito, voy a resumir la esencia de la propuesta de Malthus en una frase corta: abolir gradualmente las leyes sobre pobres y dejar su suerte librada a las leyes del mercado, que es de lo que tratan la tercera y cuarta parte, especialmente esta última. Hay una cita en la página 351 que llama especialmente la atención y es la siguiente:
“(…) Todos los niños que nazcan más allá del número necesario para mantener la población en este estado deben perecer necesariamente a menos que no ocupen el lugar de los adultos muertos. Se ha visto en todo el curso de esta obra que en los Estados ya largo tiempo constituidos, los matrimonios y los nacimientos dependen principalmente de las defunciones, y que para obligar a casarse jóvenes el mejor estímulo es una gran mortalidad. Para ser consecuentes será necesario, que lejos de contrariar a la naturaleza, favorezcamos la mortalidad que ella produce. Y si nos atemoriza el hambre tendremos el recurso de evitarla con otros medios de destrucción. En vez de encargar a los pobres la limpieza les propondremos costumbres contrarias. Procuraremos que en las ciudades sean las calles estrechas, hacinaremos los hombres en estas casas y tanto haremos que al fin vendrá a visitarnos la peste. Cuidaremos en el campo de colocar las habitaciones junto a las aguas corrompidas y en los parajes malsanos y pantanosos evitando sobre todo los preservativos (parentesís mío: en esa época por ejemplo las vacunas contra la viruela) que algunos hombres benéficos oponen a ciertos contagios. (…)” (pág. 351)
Malthus estaba en contra del aborto y el mismo lo horroriza, pero busca aumentar la tasa de mortalidad con su propuesta, sin alterar mucho la de natalidad (a partir de hacinamientos, arquitectura anti-higiénica, impedimento de políticas sanitarias, etc). Esto se asemeja bastante al ideario de la mayor parte del movimiento pro-vida (recordemos que la mayoría son liberales aunque hay honrosas excepciones). No buscan alterar mucho la tasa de natalidad, pero las consecuencias de dejar los problemas estructurales sin resolver o incluso empeorando (como consecuencia de desalentar políticas públicas que podrían resolverlos), terminarían por elevar la tasa de mortalidad en todas su variantes, por todas las causas posibles.
Malthus, Sanger y los grupos abortistas:
Si bien anteriormente usé la denominación “propuesta malthusiana ortodoxa” no concuerdo con la denominación de “neomalthusianismo” para referirnos a las propuestas de los grupos pro-aborto, las cuales se desprenden de los escritos de Margaret Sanger debido a que como hemos demostrado, si bien persiguen el mismo propósito (el control demográfico), son dos ideas completamente opuestas. Para demostrar esto hace falta hacerlo a partir de ejes: demografía, economía, religión, educación y lo social
En cuanto al eje demográfico, Malthus estaba en contra del aborto y del infanticidio mientras que Sanger estaba a favor de la eugenesia de la eutanasia pero en contra del aborto (según su texto “La mujer y la nueva raza” aunque según algunos allegados, solamente lo aceptaba en embarazos de alto riesgo) aparte de que ésta murió unos pocos años antes de que el aborto fuese legalizado en EEUU (Sanger muere en 1966 y el aborto recién fue legalizado en EEUU en 1973). La propuesta malthusiana ortodoxa no busca necesariamente bajar la natalidad sino que actúa más bien a través del aumento de la tasa de mortalidad mientras que la propuesta de Sanger sí busca efectivamente bajar la tasa de natalidad mientras que la tasa de mortalidad pasa a segundo plano. La relación entre Sanger y el aborto es en sí controversial porque si bien se oponía al mismo, consideraba que con la introducción de nuevos métodos anticonceptivos, el aborto no sería necesario. Malthus nunca habla de eugenesia en su libro, mientras que Sanger sí lo hace tanto en sus textos como sus conferencias.
Con respecto al eje económico, Malthus es un liberal de la escuela clásica que busca dejar la sociedad y las necesidades de la misma libradas a las leyes del mercado mientras que Sanger tenía ideas socialistas
Sobre el eje religioso, Malthus tenía formación protestante (era clérigo anglicano), mientras que Sanger era atea militante y se consideraba enemiga del cristianismo
En cuanto al eje educativo, si bien es verdad que la educación sexual fue teorizada y propuesta por Malthus, ésta se orienta hacia la repugnancia moral, es decir la abstinencia y extensión de la soltería mientras que Sanger orienta la educación sexual hacia los métodos anticonceptivos para que las personas ejerciesen su sexualidad sin tener miedo a los embarazos no deseados, aunque no necesariamente estaba de acuerdo con el sexo libre (eufemismo para “sexo irresponsable”).
En cuanto a lo social, Malthus era bastante conservador mientras que Sanger era progresista para algunas cosas y conservadora para otras.
Ahora vamos con los grupos abortistas de hoy en día, que si bien puede rastrearse su origen hasta los escritos de Sanger, éstos se radicalizaron en algunos ejes. En cuanto a la demografía, éstos militan el control demográfico a partir de alterar la tasa de natalidad tanto con el aborto como los métodos anticonceptivos modernos. En cuanto al eje económico siguen manteniendo en su mayoría una posición socialista o más bien keynesiana, pues buscan que el aborto sea hecho en hospitales públicos y financiados por el Estado pero también puede fluctuar hacia el neoliberalismo con respecto a otras cuestiones (debo recalcar que también existe una minoría liberal o libertaria en el grupo de pañuelo verde, por ejemplo Ayn Rand o Gloria Álvarez). Con respecto al eje religioso, muchos radicalizaron aún más sus ideas anticristianas. En cuanto al eje educativo la propuesta de educación sexual ya no la orientan hacia la abstinencia o moderación sino hacia el “sexo libre” (eufemismo para “sexo irresponsable”) y en cuanto a lo social, se radicalizó con respecto a sus tendencias progresistas.
No puedo considerar bajo ningún concepto a Sanger y personas de ideología similar o afines como continuadores de Malthus debido a que sus propuestas son esencialmente opuestas. Especialmente los grupos pro-aborto modernos son más opuestos a Malthus que la misma Sanger por lo tanto llamar malthusianos a estos grupos ya sean abortistas o antinatalistas simplemente es un error.
Conclusión final:
Si bien estoy en contra del aborto, las “propuestas” o ausencia de las mismas de los pro-vida liberales son económicamente inviables en todo sentido y demográficamente dañinas para Argentina (tan dañina como lo es la propuesta de los grupos de pañuelo verde). Nosotros somos un país subpoblado, en un territorio rico en recursos naturales, con enormes áreas en las que no hay tan siquiera un pueblito y la situación se agravaría aún más si no implementamos las políticas públicas necesarias (plan de viviendas, proteccionismo, mejorar los sistemas públicos de salud y educación, entre otras), pues dejar todo librado a las leyes del mercado, volvería formar familias y/o tener hijos una tarea económicamente gravosa, es decir, muy cara. Mientras los pro-vida liberales efectivamente tienen su raíz ideológica en el maltusianismo más radicalmente ortodoxo (pues su propuesta no altera la tasa de natalidad aunque sí la de mortalidad, económicamente son liberales, muchos parten de una formación religiosa, lo cual es en parte la esencia del movimiento, están en contra de la ESI progre y eligen una más orientada a la abstinencia mientras que socialmente suelen ser conservadores), los grupos de pañuelo verde o pro aborto si bien parten desde las ideas de Margaret Sanger se han radicalizado en algunas áreas y son en esencia lo opuesto a Malthus.
En otra publicación voy a hablar acerca de por qué no es posible ser liberal y pro vida, dando la razones prácticas del por qué se trata de una contradicción, además de refutar los argumentos más comunes para defender la supuesta compatibilidad entre ambas ideas (la cual les adelanto, no existe, creen que con nacer o estar vivo es suficiente pero esto no es así), lo cual es un tema que he dejado afuera de este escrito debido a que se haría excesivamente largo
Fuentes:
-“Ensayo sobre el principio de la población” – Thomas Robert Malthus. Disponible en: https://www.sustanciainfinita.com/.../ENSAYO-Thomas...
-“De las leyes inglesas sobre los pobres a la denuncia moderna de la ayuda social Parte 1° - Michel Husson. Disponible en: https://rebelion.org/desde-las-leyes-inglesas-sobre-los.../
-“De las leyes inglesas sobre los pobres a la denuncia moderna de la ayuda social Parte 2” – Michel Husson. Disponible en: https://rebelion.org/de-las-leyes-inglesas-sobre-los.../
-Aquí dejo el informe de Juan Martín Rossi, del programa de radio online Amos del Mundo, en el cual recopila noticias que desmienten el mito de “se embarazan por un plan” https://www.youtube.com/watch?v=dR_lcrG8wlk&t=304s
-“La mujer y la nueva raza” – Margaret Sanger. Disponible en: https://archive.org/details/womannewrace00sang
-“Reducir la población – Plan de la oligarquía mundial” – Pensar en argentino. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=kH_sPbDg8n4

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