Por Don Singulario | |||
La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner comunicando el ascenso de Felipe Varela a General de la Nación |
MANIFIESTO DEL CORONEL FELIPE VARELA EMITIDO DESDE POTOSÍ
EN ENERO DE 1968 (primera parte)
-Hola
don Singulario, como quedamos el otro día espero que nos traiga aquel
Manifiesto de don Felipe Varela. Le prometo no interrumpirlo
-Se
lo agradezco. Lamentablemente he perdido (en alguno de aquellos
desbandes de bibliotecas por las dudas, durante el proceso genocida) el
libro “Felipe Varela Contra el Imperio Británico” editado por
Shapire en 1975 del eminente historiador asesinado en 1974 por la Triple
A, diputado Rodolfo Ortega Peña que lo escribió conjuntamente con el
recientemente fallecido Eduardo Luis Duhalde. En ese libro es el único
que lo encontré casi completo.
Para
poder chequear el Manifiesto que conocí por aquellos años y que siempre
tuve como una de las más bellas explicaciones sobre la Guerra de la
Triple Alianza, solo me queda una fotocopia poco legible y es la que
vamos a transcribir (todo sic), que contrasté por Internet con las pocas
versiones existentes, que contienen tremendas quitas y
tergiversaciones.
«¡VIVA
LA UNION AMERICANA! Manifiesto a los pueblos Americanos, sobre los
acontecimientos políticos de la República Argentina, en los años 1866 y
1867
I
El
desarrollo de los sucesos políticos de la República Arjentina en
los años 1866 y 67, han sido objeto de la atención de los demás pueblos
americanos, como que ellos envolvían una alta significación para los
grandes destinos de la América Unida.
Cuando
el actual Presidente de la República Boliviana indicó al Continente, el
medio de ser fuerte, invencible, grande, glorioso, es decir: la
Alianza de las Repúblicas para repeler las ambiciones monárquicas de
Europa, los ojos americanos se fijaron allá en la marjen del Atlántico,
en las costas Uruguayas y Arjentinas, como la llave principal de todos
los pueblos que se estienden desde esas costas hasta las del Pacífico
Aquel
pensamiento fue acojido con todo el entuciasmo y acatamiento de su
magna importancia, por todos los hombres patriotas del Sud del Nuevo
Mundo, no habiendo uno solo de ellos que dudase de la sola aquiescencia
del Gobierno Arjentino a estos grandes principios, renuevo de los que
llegaron a todas las Repúblicas, cuando se trató de su libertad contra
el Poder de la España que las subyugaba. [...]
Los
pueblos jenerosos de la América, como se ha dicho, acojieron llenos de
entuciasmo la iniciación de esta grande idea, por que ella es el escudo
de la garantía de su órden social, de sus derechos adquiridos con su
sangre
Hai
un gran principio social que dice: LA UNION ES LA FUERZA; pero no es
la verdad lójica desprendida de él, lo que movió a los pueblos a formar
la liga, sino la evidencia práctica desprendida de los hechos mismos que
han tenido lugar en nuestro jóven Continente, en los primeros años de
este siglo, cuando las ideas de democracia y de República, comenzaban a
jerminar en nuestro corazón, oprimido por un yugo monárquico.
El
Gobierno de Buenos-Aires, sin embargo, por miras que se pondrán luego
de relieve, negó solapadamente la justicia de esta grande idea,
negándose también a tomar parte en la Unión que se consolidaba por medio
de un Congreso Americano en Lima, so pretesto de ser inconveniente a
los intereses arjentinos, comprometidos en una alianza con la corona
Brasilera [...]
Decía
que, según la política de Mitre, el compromiso con la corona del Brasil
en que su Gobierno se hallaba, hacía inconveniente a los intereses
arjentinos la Alianza con las Repúblicas Americanas. [...]
Ese
primer paso de la política de Mitre, dio su fruto deseado: la anecsión,
que no tardará mucho, del Uruguai al Imperio, pues desde entonces le
pertenece, y la guerra con el Paraguai, que envuelve por parte de Mitre
aspiraciones más crecidas pero aún criminales
II
En efecto, la guerra con el Paraguai era un acontecimiento ya calculado, premeditado por el Jeneral Mitre.
Cuando
los ejércitos imperiales atraídos por él, sin causa alguna
justificable, sin pretesto alguno razonable, fueron a dominar la débil
República del Uruguai, aliándose con el poder rebelde de Flores en
guerra civil abierta con el poder de aquella República, comprendió el
Gobierno del Paraguai que la independencia Uruguaya peligraba de un modo
serio, que el derecho del más fuerte era la causa de su muerte, y que
por consiguiente las garantías de su propia libertad quedaban a merced
del capricho de una potencia más poderosa.
Pesaron
estas razones en la conciencia del Jeneral Presidente López de la
República Paraguaya, y buscando una garantía sólida á la conservación de
sus propias instituciones, desenvainó su espada para defender al
Uruguay de la dominación brasilera á que Mitre lo había entregado.
Fue
entonces que aquel Gobierno se dirijió al Arjentino solicitando el paso
inocente de sus ejércitos por Misiones, para llevar la guerra que
formalmente había declarado el Brasil
Fustas en mano dialogan el General Bartolomé Mitre y el Brigadier General Francisco Solano López |
El
Jeneral Mitre, invocando los principios de la más estricta neutralidad,
negaba de todo punto al Presidente del Paraguai su solicitud mientras
con la otra mano firmaba el permiso para que el Brasil hiciera su
cuartel jeneral en la Provincia Arjentina de Corrientes, para llevar el
ataque desde allí a las huestes paraguayas.
Esa
política injustificable fue conocida ante el parlamento de Londres por
una correspondencia leída en él del Ministro Inglés en Buenos-Aires, a
quien Mitre había confiado los secretos, de sus grandes crímenes
políticos.
Testualmente
dice el Ministro inglés citado: «Tanto el Presidente Mitre como el
Ministro Elizalde, me han declarado varias veces, que aun que por ahora
no pensaban en anexar el Paraguai a la República Argentina, no querían
contraer sobre esto compromiso alguno con el Brasil, pues cualesquiera
que sean al presente sus vistas, las circunstancias podría cambiarlas en
otro sentido» (Nota al pié en el libro: Correpondence of April 24 of
1865, respecting Hostiliities in de River Plate, del Ministro Inglés en
Buenos Aires á Lord Russell, miembro del Parlamento de Londres ).
Los destinos de esa desgraciada República están amenazados de ser juguete de las cavilosidades de Mitre [...] »
-Don Singulario, nunca había comprendido aquella guerra y este fulano la explica con lujo de detalles…
-Don Singulario, nunca había comprendido aquella guerra y este fulano la explica con lujo de detalles…
-Este
fulano como usted lo llama es una gloria de la Patria Grande silenciada
por la Historia Oficial. Si tiene paciencia, la semana que viene
traemos el resto.
(Se publicará en Informaciones Semanales de San Martín el sábado 21 de julio de 2012)
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Felipe Varela en Catamarca en 1870, rodeado de sus lugartenientes |
MANIFIESTO DEL CORONEL FELIPE VARELA EMITIDO DESDE POTOSÍ
EN ENERO DE 1968 (segunda parte)
-¡Hola
don Singulario! Aquel Manifiesto de don Felipe Varela (me estoy
corrigiendo del exabrupto de la semana pasada porque realmente me
emocionó su valentía) lo estuvimos leyendo con mi nieto y comenzamos a
comprender el terrible e infame poder del puerto de Buenos Aires. ¿Sabe
una cosa? Me parece que tiene mucha actualidad para comprender tantas
zancadillas que tiene el gobierno cuando privilegia la unidad nacional
-No
le quepa la menor duda que los poderosos terratenientes y los
comerciantes de la metrópoli, junto con las oligarquías encaramadas en
las ciudades, siempre están al acecho para no perder sus prebendas, así
sea con la sangre de los pueblos, Por eso es necesario estar atentos.
Pero
no venimos a analizar nuestra actualidad, continuamos con aquel
Manifiesto redactado por Felipe Varela justamente hace 144 años y
reiteramos el último párrafo cuando había denunciando una clara traición
a la Patria de los gobernantes, confidenciándose con el embajador de
una potencia extranjera
-Y encima de los piratas invasores tantas veces de nuestra soberanía. Siga don, porque la bronca me va a desubicar…
« [...] Los destinos de esa desgraciada República están amenazados de ser juguete de las cavilosidades de Mitre
Esta
verdad se confirma con estas otras palabras del mismo Ministro Inglés
citado: «El Ministro Elizalde, que cuenta como cuarenta años de edad,
me ha dicho que espera vivir lo bastante para ver a Bolivia, el Paraguai
y la República Argentina, unidos formando una poderosa República en el
Continente»
Estas
han sido las aspiraciones del Jeneral Mitre y los propósitos de su
política, desde que entregó criminalmente á la dominación de la corona,
la vecina é inofensiva República del Uruguay.
Estas
también han sido las razones que han pesado en su conciencia para
rehusar la Unión que le pedían las Repúblicas Aliadas, invocando toda la
comunidad de antecedentes que desde la guerra de su emancipación las
liga
Aquellos
también han sido los motivos que pesaron en la conciencia de los
gobiernos Americanos, en la protesta que hicieron contra la alianza
tripartita del Plata y sus miras respecto de la hermana República del
Paraguay.
No
he hecho esta lijera reseña con el ánimo de hacer cargo de ninguna
naturaleza al emperador de Brasil, pues en mi conciencia, él no ha
hecho más que aprovechar la circunstancia que le ha presentado el poder
de Mitre, para engrandecer su imperio, y dar riquezas a su Gobierno
[...]
Las
provincias arjentinas, empero, no han participado jamás de estos
sentimientos, por el contrario, esos pueblos han contemplado jimiendo la
deserción de su Presidente, impuesto por las bayonetas, sobre la sangre
arjentina, de los grandes principios de la Unión Americana , en los que
han mirado siempre la salvaguardia de sus derechos y de su libertad,
arrebatada en nombre de la justicia y la lei. [...]
Se
llevó la guerra al Paraguai: miles de ciudadanos fueron llevados atados
de cada provincia, el teatro de aquella escena de sangre: ese desde la
epoca en que el Gobierno libre se organizó en el país. Buenos Aires, á
título de Capital es la provincia única que ha gozado del enorme
producto del país entero, mientras en los demás pueblos, pobres y
arruinados, se hacía imposible el buen quicio de las administraciones
provinciales, por falta de recursos y por la pequeñez de sus entradas
municipales para subvenir los gastos indispensables de su gobierno
local.
A
la vez, que los pueblos jemían en esta miseria sin poder dar un paso
por la via del progreso, á causa de su propia escasez la orgullosa
Buenos-Aires botaba injentes sumas en embellecer sus paseos públicos, en
construir teatros, en erijir estatuas y en elementos de puro lujo.
De
modo que las provincias eran desgraciados países sirvientes, pueblos
tributarios de Buenos-Aires, que perdían la nacionalidad de sus
derechos, cuando se trataba del tesoro Nacional.
En
esta verdad está el orijen de la guerra de cincuenta años en que las
provincias han estado en lucha abierta con Buenos-Aires, dando por
resultado esta contienda, la preponderancia despótica del porteño sobre
el provinciano, hasta el punto de tratarlo como á un ser de escala
inferior y de más limitados derechos.
Buenos-Aires
es la metrópoli de la República Arjentina, como España lo fue de la
América. Ser partidario de Buenos-Aires, es ser ciudadano amante a su
patria, pero ser amigo de la libertad, de las provincias y de que entren
en el goce de sus derechos ¡oh! eso es ser traidor a la patria, y es
por consiguiente un delito que pone a los ciudadanos fuera de la lei!
He
ahí, pues, los tiempos del coloniaje existentes en miniatura, en la
República, y la guerra de 1810 reproducida en 1866 y 67, entre el pueblo
de Buenos-Aires (España) y las provincias del Plata (colonias
americanas).
Sin
embargo, esa guerra eterna dio á fines de 1859 por resultado la
victoria de los pueblos arjentinos sobre el poder dominante de la
Capital. Sus diez millones de renta estaban, por consiguiente
recobrados, pero como no era posible despojar a Buenos Aires de un solo
golpe de tan injente cantidad, arreglada á la cual había creado sus
necesidades, pues eso hubiera sido sepultarla en una ruina completa,
tuvieron todavía la jenerosidad los provincianos, de celebrar un pacto,
por el cual concedían á Buenos-Aires el goce por cinco años más de las
entradas locales para llenar su pomposo presupuesto.
Fue
entonces que los Porteños invocaron la hidalguía del que hoi llaman
bárbaro, del presidente actual del Paraguai Mariscal Don Francisco
Solano López, para que con su respetabilidad y talento interviniese en
el pacto que celebraban las provincias arjentinas con Buenos-Aires
vencida.
El Mariscal López accedió jeneroso, garantiendo el cumplimiento del tratado por ámbas partes con su propio poder.
En
Noviembre de 1865 debían espirar estos tratados, y entrar las
provincias en el goce de lo que verdaderamente les pertenece, las
entradas nacionales de diez millones que ellas producen.
Cuando
el sesenta y cuatro aun no llegaba, cuando Mitre aun no asaltaba la
Presidencia de la Nación, por un órgano público de Buenos-Aires decía el
futuro caudillo, sobre el pacto con el Paraguai: «Esos tratados serán
despedazados y sus fragmentos arrojados al viento.»
Por
fin el Jeneral Mitre revolucionó a la Provincia de Buenos Aires contra
las demás provincias Arjentinas, cuyos dos poderes se batieron en Pavon.
La
suerte estuvo del lado de aquel Porteño malvado que se sentó Presidente
sobre un trono de sangre, de cadáveres y de lágrimas arjentinas.
Entre tanto los tratados por el Paraguay vivían, y llegado el término podía esta nación exigir su cumplimiento.
He
aquí otra de las causas fundamentales de la guerra llevada por Mitre a
la República Paraguaya, desarmando así á las provincias del poder aliado
que garantía su felicidad, contra la infamia de un usurpador.
Después
de este golpe maestro, el Jeneral Mitre desfiguró la carta democrática
dada por las provincias vencedoras en Caceros, y la desfiguró á su
antojo, después de haber jurado con lágrimas en los ojos respetarla,
explotando así la jenerosidad de los pueblos, que entonces pudieron
plantar la bandera de la humillación y del dominio en la misma plaza de
Buenos-Aires.
Esa
reforma dio por fruto el regalo eterno de las rentas nacionales a la
ciudad bonaerense, el despojo para siempre de la propiedad de los pobres
provincianos, y aun algo más, el empeño de las desgraciadas provincias
en más de cien millones, para sostener una guerra contra sus intereses,
contra su aliado, contra el poder combatido por tener el crimen de haber
garantido la paz arjentina y la felicidad de todos los pueblos, en
Noviembre de 1859.
Es
por estas incontestables razones que los arjentinos de corazón, y sobre
todo los que no somos hijos de la Capital, hemos estado siempre del
lado del Paraguai en la guerra que, por debilitarnos, por desarmarnos,
por arruinarnos, le ha llevado Mitre á fuerza de intrigas y de infamias
contra la voluntad de toda la Nación entera, á escepción de la egoista
Buenos-Aires.
Es por esto mismo que es uno de nuestros propósitos manifestado en la invitación citada, la paz y la amistad con el Paraguai .
-Bárbaro
don Singulario, esta joyita la estoy recortando para que mi nieto la
lleve al colegio y se la muestre al gorilita del profe de historia que
siempre menta a Mitre como el creador de la Historia Argentina, que lo
desmienta si puede...
-Misión cumplida si logramos que se conozca la verdad de nuestra gesta,
Por más Felipes Varela, por el legado de Manuel Belgrano, ese abogado y periodista que la historia traidora de Mitre dejó quietito al lado del mástil de la bandera. Pasate por Doc9, y apuntemos sobre la editorial del diario La Nación referente a la historia
ResponderEliminaruna lastima q ensucien a felipe con propaganda pero bueh, argentina ahora es asi...
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