Por la Dra. Cristina Minutolo de Orsi.
El Congreso de Tucumán, compuesto por los diputados del
Alto Perú, así como los del territorio rioplatense, tuvo carácter
americanista, y realizó una labor ímproba, pues se convirtió en una
Asamblea Legislativa, y adoptó diversas medidas de carácter económico,
político, social, educativo, religioso, etc., en medio de la gran crisis
política del gobierno de Buenos Aires, y de las convulsiones internas
de las distintas provincias, que
entorpecieron en cierta medida, el objetivo que debía cumplir el
Congreso, que dictó la Independencia para las Provincias de la América
del Sud – carácter americanista del mismo, igual que su composición. La
independencia de la Corona de España y toda otra dominación extranjera,
con una fórmula de juramento muy particular, y que se completó con un
aspecto religioso de interés poco conocido, como fue declarar Patrona
Jurada de la Independencia de América, a Santa Rosa de Lima, primera
Santa americana. El Congreso cumplía en parte el objetivo de la
revolución de 1810, cuyo ideólogo fue Manuel Belgrano, insistiendo en el
lema de la unidad como principio de identidad. Unidad que significó
integración con carácter americanista. No obstante, las distintas
ideologías que en esos momentos circulaban, y las interpretaciones
ideológicas de los hombres educados en la Universidad de Charcas o
Chuquisaca, así como de Córdoba, y un Belgrano egresado de Salamanca,
única Escuela de Altos Estudios, que se pronunció ante la Corona, por la
actividad que ésta tenía con respecto a los dominios de América. Fue
una Escuela de Altos Estudios, que recreó el llamado Derecho de Gentes,
es decir el respeto a los pueblos con distintas costumbres, religiones,
etc. Aún perduran esas disposiciones.
Las
revoluciones que se daban en el territorio americano, en principio
siempre tuvieron carácter libertario ante el despotismo de las
autoridades y el mal trato que ellas promovían con respeto a las
distintas poblaciones, ya se tratara de naturales, mestizos, negros,
criollos, etc. El proceso de revolución se va afianzando con un
detonante que es la entrada de Napoleón a la Península española (brazo
armado de la Revolución Francesa). Ello va a provocar levantamiento,
guerra y revolución en España. Primero contra el enemigo extranjero, al
cual hay que sacar de la Península, y luego una revolución contra la
estructura dinástica por las abdicaciones vergonzosas y las situaciones
terribles a las que había estado sometida la Península. Numerosas
instituciones, llámense Juntas, Consejo de Regencia, Cortes, fueron
creándose a nivel popular para dar paso a la revolución española, que
emitieron Reales Ordenes, Circulares, Bandos, desde 1808 en adelante, y
que llegaron indudablemente a América. Esto fue llamado el Estatuto
Representativo. Podemos señalar en principio la Real Orden que
establecía elección de diputados a Cortes. En América fueron
establecidas las elecciones, y se eligieron diputados a Cortes. Tenemos
la lista completa incluso de las provincias actuales del territorio
argentino que así se comportaron. Por otra parte, las circulares de cómo
se eligen los diputados a Cortes, el accionar de los Cabildos a nivel
de ciudades, que va a dar lugar a las provincias en nuestro país, fueron
utilizadas por los gobiernos de la Revolución de Mayo, así como la
Constitución liberal de España de 1812. Sin que olvidemos el juramento
de los iniciados en la Universidad de Salamanca y las distintas
universidades de América, para defender el Misterio de la Purísima
Concepción, que será declarada en 1854, Dogma de Fe. Esta reacción
sirvió para abatir los derechos de Fernando VII, cuando este vuelve a
tomar posesión de su cargo, y se convierte en déspota.
Las
circulares que definen la elección de diputados a Cortes, así como la
constitución liberal de 1812 en España (la famosa Pepa), promulgada el
19 de marzo, influyen sobre determinados movimientos del territorio
actual argentino. Por ejemplo, Asamblea del XIII, así como la elección
de diputados a la Junta, que constituyen en realidad el Derecho Patrio, y
que nada tienen que ver con la legislación de Indias, que fue realmente
espectacular, y que también influyó en la organización de muchos
aspectos de los americanos. Las normas estaban, pero jamás se
cumplieron.
Pero lo más importante en lo que estoy comentando, son las
circulares que definían el reconocimiento de las Cortes con respecto a
América, señalando que no éramos colonias, sino Reinos, igual que los de
España, y además que teníamos los americanos idénticos derechos que los
de los habitantes españoles en la Península. Esto llegó tarde, pero
definió la revolución. Esos dos aspectos son fundamentales porque
definen la estructura de la nación hispano-americana, y aparecen
entonces los proyectos al impactar contra el sistema absolutista, tanto
en España como en América. Qué tipo de nación nueva debe organizarse y
cómo, y el régimen de gobierno. Así se discutirán el carácter de las
monarquías, el tema de la constitución, y los conflictos internos, no
solo en nuestro país, sino en la misma España. Un Profesor distinguido
de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, Don Diego Luis Molinari,
nos decía en la cátedra de Historia Argentina, al referirse a la
Revolución de Mayo, que ésta vino de afuera, y que fue producto de la
España invadida por Napoleón. La historiografía salteó todos estos temas
interesantísimos, y que deben marcar hoy un nuevo concepto del proceso
que se da de manera evidente, tanto en España como en América, además de
completarse con la geopolítica de la época. Léase, para el territorio
nacional, el Eje del Pacífico hacia Chile, y el Eje del Atlántico;
Buenos Aires-Montevideo, así como la situación de Estados Unidos,
Inglaterra, Francia y Portugal en Brasil, al margen de las ideas como la
Revolución Francesa e Inglesa, que de una forma u otra, provocaban lo
que llamaríamos de manera evidente, la Modernidad; en el aspecto social:
derecho del hombre y del ciudadano; en el aspecto científico y técnico:
Revolución Industrial; en lo económico; capitalismo-mercantilismo; en
lo educativo y religioso; reforma y contrarreforma; en lo político;
Iluminismo - Racionalismo.
Repito,
Manuel Belgrano fue un hombre de la Modernidad, y toda la documentación
nos remite al tema de definir los cambios que produce esta revolución
entre la razón y la fe. Esto viene a cuenta del proceso que se da con
los jesuitas y posteriormente, el Congreso de Viena, la Santa Alianza, y
la Cuádruple Alianza en Europa. Los temas del equilibrio europeo, los
intentos de lograr Congreso, como en de Paneuropa (Restauración
Europea), que aquí fracasa el panamericano por haber invitado a
Inglaterra y a EE.UU. Esta última potencia había sido señalada por el
Conde de Aranda a Carlos III, cuando le habla de monarquías
independientes en América, y del peligro de los Estados Unidos, que ya
iniciaba su imperialismo.
Es un error sostener que el Congreso de Tucumán era argentino y que declaró la
independencia para la Argentina. La revolución tuvo carácter continental
en América, y fue precisamente Buenos Aires quien define en 1810 la
revolución, que es recibida con entusiasmo en el interior de América,
pues habían abortado los grandes movimientos a raíz del accionar de
Lima. Pero los hombres de Buenos Aires se equivocaron, y en lugar de
consensuar, mandaron expediciones militares… Bueno, esto también hay que
analizarlo porque le cargaron las tintas a Castelli, olvidando que era
alumno de Chuquisaca, al margen de las instrucciones.
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