Rosas

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viernes, 10 de junio de 2016

Belgrano y la Declaración de la Independencia

Por la Dra. Cristina Minutolo de Orsi. 
El Congreso de Tucumán, compuesto por los diputados del Alto Perú, así como los del territorio rioplatense, tuvo carácter americanista, y realizó una labor ímproba, pues se convirtió en una Asamblea Legislativa, y adoptó diversas medidas de carácter económico, político, social, educativo, religioso, etc., en medio de la gran crisis política del gobierno de Buenos Aires, y de las convulsiones internas de las distintas provincias, que entorpecieron en cierta medida, el objetivo que debía cumplir el Congreso, que dictó la Independencia para las Provincias de la América del Sud – carácter americanista del mismo, igual que su composición. La independencia de la Corona de España y toda otra dominación extranjera, con una fórmula de juramento muy particular, y que se completó con un aspecto religioso de interés poco conocido, como fue declarar Patrona Jurada de la Independencia de América, a Santa Rosa de Lima, primera Santa americana. El Congreso cumplía en parte el objetivo de la revolución de 1810, cuyo ideólogo fue Manuel Belgrano, insistiendo en el lema de la unidad como principio de identidad. Unidad que significó integración con carácter americanista. No obstante, las distintas ideologías que en esos momentos circulaban, y las interpretaciones ideológicas de los hombres educados en la Universidad de Charcas o Chuquisaca, así como de Córdoba, y un Belgrano egresado de Salamanca, única Escuela de Altos Estudios, que se pronunció ante la Corona, por la actividad que ésta tenía con respecto a los dominios de América. Fue una Escuela de Altos Estudios, que recreó el llamado Derecho de Gentes, es decir el respeto a los pueblos con distintas costumbres, religiones, etc. Aún perduran esas disposiciones.
 
Las revoluciones que se daban en el territorio americano, en principio siempre tuvieron carácter libertario ante el despotismo de las autoridades y el mal trato que ellas promovían con respeto a las distintas poblaciones, ya se tratara de naturales, mestizos, negros, criollos, etc. El proceso de revolución se va afianzando con un detonante que es la entrada de Napoleón a la Península española (brazo armado de la Revolución Francesa). Ello va a provocar levantamiento, guerra y revolución en España. Primero contra el enemigo extranjero, al cual hay que sacar de la Península, y luego una revolución contra la estructura dinástica por las abdicaciones vergonzosas y las situaciones terribles a las que había estado sometida la Península. Numerosas instituciones, llámense Juntas, Consejo de Regencia, Cortes, fueron creándose a nivel popular para dar paso a la revolución española, que emitieron Reales Ordenes, Circulares, Bandos, desde 1808 en adelante, y que llegaron indudablemente a América. Esto fue llamado el Estatuto Representativo. Podemos señalar en principio la Real Orden que establecía elección de diputados a Cortes. En América fueron establecidas las elecciones, y se eligieron diputados a Cortes. Tenemos la lista completa incluso de las provincias actuales del territorio argentino que así se comportaron. Por otra parte, las circulares de cómo se eligen los diputados a Cortes, el accionar de los Cabildos a nivel de ciudades, que va a dar lugar a las provincias en nuestro país, fueron utilizadas por los gobiernos de la Revolución de Mayo, así como la Constitución liberal de España de 1812. Sin que olvidemos el juramento de los iniciados en la Universidad de Salamanca y las distintas universidades de América, para defender el Misterio de la Purísima Concepción, que será declarada en 1854, Dogma de Fe. Esta reacción sirvió para abatir los derechos de Fernando VII, cuando este vuelve a tomar posesión de su cargo, y se convierte en déspota.
Las circulares que definen la elección de diputados a Cortes, así como la constitución liberal de 1812 en España (la famosa Pepa), promulgada el 19 de marzo, influyen sobre determinados movimientos del territorio actual argentino. Por ejemplo, Asamblea del XIII, así como la elección de diputados a la Junta, que constituyen en realidad el Derecho Patrio, y que nada tienen que ver con la legislación de Indias, que fue realmente espectacular, y que también influyó en la organización de muchos aspectos de los americanos. Las normas estaban, pero jamás se cumplieron. 
 
Pero lo más importante en lo que estoy comentando, son las circulares que definían el reconocimiento de las Cortes con respecto a América, señalando que no éramos colonias, sino Reinos, igual que los de España, y además que teníamos los americanos idénticos derechos que los de los habitantes españoles en la Península. Esto llegó tarde, pero definió la revolución. Esos dos aspectos son fundamentales porque definen la estructura de la nación hispano-americana, y aparecen entonces los proyectos al impactar contra el sistema absolutista, tanto en España como en América. Qué tipo de nación nueva debe organizarse y cómo, y el régimen de gobierno. Así se discutirán el carácter de las monarquías, el tema de la constitución, y los conflictos internos, no solo en nuestro país, sino en la misma España. Un Profesor distinguido de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, Don Diego Luis Molinari, nos decía en la cátedra de Historia Argentina, al referirse a la Revolución de Mayo, que ésta vino de afuera, y que fue producto de la España invadida por Napoleón. La historiografía salteó todos estos temas interesantísimos, y que deben marcar hoy un nuevo concepto del proceso que se da de manera evidente, tanto en España como en América, además de completarse con la geopolítica de la época. Léase, para el territorio nacional, el Eje del Pacífico hacia Chile, y el Eje del Atlántico; Buenos Aires-Montevideo, así como la situación de Estados Unidos, Inglaterra, Francia y Portugal en Brasil, al margen de las ideas como la Revolución Francesa e Inglesa, que de una forma u otra, provocaban lo que llamaríamos de manera evidente, la Modernidad; en el aspecto social: derecho del hombre y del ciudadano; en el aspecto científico y técnico: Revolución Industrial; en lo económico; capitalismo-mercantilismo; en lo educativo y religioso; reforma y contrarreforma; en lo político; Iluminismo - Racionalismo.
Repito, Manuel Belgrano fue un hombre de la Modernidad, y toda la documentación nos remite al tema de definir los cambios que produce esta revolución entre la razón y la fe. Esto viene a cuenta del proceso que se da con los jesuitas y posteriormente, el Congreso de Viena, la Santa Alianza, y la Cuádruple Alianza en Europa. Los temas del equilibrio europeo, los intentos de lograr Congreso, como en de Paneuropa (Restauración Europea), que aquí fracasa el panamericano por haber invitado a Inglaterra y a EE.UU. Esta última potencia había sido señalada por el Conde de Aranda a Carlos III, cuando le habla de monarquías independientes en América, y del peligro de los Estados Unidos, que ya iniciaba su imperialismo.
Es un error sostener que el Congreso de Tucumán era argentino y que declaró la independencia para la Argentina. La revolución tuvo carácter continental en América, y fue precisamente Buenos Aires quien define en 1810 la revolución, que es recibida con entusiasmo en el interior de América, pues habían abortado los grandes movimientos a raíz del accionar de Lima. Pero los hombres de Buenos Aires se equivocaron, y en lugar de consensuar, mandaron expediciones militares… Bueno, esto también hay que analizarlo porque le cargaron las tintas a Castelli, olvidando que era alumno de Chuquisaca, al margen de las instrucciones.

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