Hoy recordamos el “Día de la
Soberanía Nacional” en homenaje a nuestros héroes de la Vuelta de Obligado,
batalla que da inicio a esa Epopeya sin
igual, que fue la “Guerra del Paraná” y que termina 4 años después con
Tratados Internacionales, con las máximas potencias mundiales y que incuestionablemente reflejan los más
grandes triunfos de la Diplomacia Argentina en toda su Historia. Y obviamente
del Encargado de las Relaciones Exteriores de la Confederación Argentina:
Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas.
20 de Noviembre de 1845, Vuelta
de Obligado, recodo del río Paraná en las afueras de San Pedro: Cuando sonó el
primer cañonazo enemigo, una verdadera ciudad flotante con 20 inmensos barcos
de guerra y 110 barcos mercantes, Mansilla se dio cuenta que la cuarta guerra
exterior del país comenzaba. El héroe dio la señal y el Himno Nacional Argentino estalló en la barranca, la Banda del
Regimiento Patricios se esmeró como nunca y los cientos de pechos de acero cantando jurando “con gloria morir”. Cantaban los artilleros, los infantes,
los marineros, los jinetes, los jefes, los oficiales y los soldados, los
veteranos de cien encuentros y los novicios que por primera vez, olían la
sangre y la muerte. Veteranos que
cruzaron los Andes, otros que se habían batido con gloria contra el Imperio del
Brasil, marineros héroes del río al mando de Brown. Todos habían
hecho la patria y no deseaban vida, que no se dedicase a sostenerla, todos
cantando religiosamente esa canción que hablaba de cadenas rotas y eternos laureles
conseguidos. La superioridad del
enemigo era abrumadora. Los proyectiles franceses e ingleses hacían estragos,
la tecnología era avasallante…los cañones de 80 golpeaban el vacío, asesinaban
la nada; las granadas explosivas no acallaban la música ni podían matar la
poesía. Oficiales Británicos y franceses,
con sus uniformes de gala, cubiertos de entorchados, dirigían con el catalejo el bombardeo implacable e impune. ¿Quiénes eran esos locos vestidos de rojo
punzó? Que morían cantando y luchando…
Las barrancas de Vuelta de
obligado ardieron en llamas y la lucha se prolongó durante ocho largas
horas…las escuadras a pesar de sufrir grandes daños y barcos hundidos logró
cruzar Pero la hazaña principal estaba
cumplida, con el Himno entonado frente al adversario y que escucharían después
los siglos. Fue la primera gran batalla
de la “Guerra del Paraná”, vinieron otras: Tonelero, Acevedo, San Lorenzo y
culmina con la gran victoria Argentina en la Angostura del Quebracho el 4 de
junio de 1846. Los tratados
posteriores confirmaron la gloria de la Confederación Argentina….el
reconocimiento a la Soberanía sobre los ríos interiores.
Pero no podemos hablar de Vuelta
de Obligado sin mencionar al gran Estadista, a ese gran patriota que fue Don
Juan Manuel de Rosas y cuya gloria está íntimamente ligada a nuestra patria
chica, a estas paredes, a estos gloriosos “Santos Lugares de Rosas”, desde
donde Juan Manuel organizó, preparó y condujo la Guerra del Paraná, hoy día convertido en nuestro Museo Juan
Manuel de Rosas, que se encuentra en magníficas condiciones y donde hace tantos
años se desarrollan cursos, conferencias y actos buscando rescatar las raíces
de la nacionalidad Argentina. Rosas luchó y perdió. La Argentina no fue la
Confederación popular, dueña de sus destinos y con un ideal en América que se
propuso el Restaurador. Fue otra cosa, de la que estamos intentando salir
dificultosamente. Pero nos dejó una lección insuperable de patriotismo, de
genialidad política, de fe en los destinos de la Argentina, de energía
conductora. Parece una paradoja, pero nuestra Argentina estará a la altura del
tiempo que vivimos cuando los valores que le quiso dar Rosas – gobiernos de
raíz popular, independencia plena, soberanía, integración continental,
resistencia a las imposiciones – vuelvan a conducirnos. Rosas no murió, vive en los viejos papeles,
que cobran vida y pasión en las manos de los modernos historiadores y que
convierten en defensores de Rosas a cuantos en ellos sumergen honradamente en
busca de la verdad, extraños a esa miseria de la historia oficial…o peor aún,
de quienes quieren eliminarla y reemplazarla por animalitos….Rosas vivió en
épocas excepcionales, épocas violentas, donde la vida humana tenía una
consideración distinta a la actual y donde ambas
facciones: federales y unitarios actuaban de la misma manera.. y mientras
libraba al mismo tiempo, dos guerras Internacionales con las potencias
hegemónicas. Murió pobre y calumniado
en el exilio... Justamente Juan Manuel quien era el hombre más rico del país al
asumir el poder muere en la pobreza absoluta y hasta los 84 años laboró duro en
modestas faenas rurales. Jamás la
calumnia o la injuria le importó; y si
alguna vez pudo abatirse, le bastaría con mirar el sable legado a él Por el
Libertador, pendiente de su chimenea. ¡Qué podían importarle los aullidos de la
jauría al legatario de la gloria de San Martín!
Nada más y muchas gracias.
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