Por Ancafilú
La animosidad de Quiroga contra López se había extendido
después de Oncativo. Rosas consiguió apaciguar al Tigre de los
Llanos y Quiroga había aceptado el mando
de la División de los Andes que lo subordinaba a López, general en jefe del
ejército federal. Pero sea por recelo a sus resonantes triunfos en Río Cuarto,
Río Quinto, San Luis y Rodeo del Chacón, en vez de ir contra Lamadrid con la
totalidad del ejército federal, le encomendó al Tigre de los Llanos, la tarea
de aniquilar a los unitarios de Lamadrid en Tucumán, lo que hizo el 4 de
noviembre de 1831, pero presentó al día siguiente su renuncia del ejército. Había otro motivo, al que Quiroga daba mucha
importancia: Lamadrid se apoderó en La Rioja del famoso caballo moro de Facundo y ´ste haía caido finalmente en manos de López.
De este caballo habla Paz en sus
Memorias al mencionar las creencias populares sobre Facundo: “Tenía (Quiroga) un célebre caballo moro
que a semejanza de la cierva de Sertorio le revelaba las cosas más ocultas y le
daba los más saludables consejos...”.
El 7 de
noviembre de 1831, tres días después de Ciudadela, Huiz Huidobro escribió a
Mansilla el disgusto de Quiroga por “un
caballo oscuro que él estimaba mucho (que) se lo tomó Lamadrid en San Juan y ahora
se halla en poder del señor López... (Quiroga) desde que le dieron la noticia
no halla cómo desahogarse del disgusto: quiso retirarse en el acto del
ejército, y no conformó en no hacerlo por causa de don Juan Manuel hasta dar
una batalla. Ahora se dispone a hacerlo... recelo otros resultados que quizás
nos pongan de peor condición que (la que) hemos estado hasta aquí porque él me
dice que no quiere morir sin venganza ni darle al general López dos días de
gusto, y eso debe calcular usted lo que significa”.
Se quejó Quiroga ante Rosas,
quien escribió a López que devolviese el moro y tranquilizó a Quiroga:
"Suponiendo fuese cierto que el general López tiene el caballo, y éste es
el oscuro, ha estado muy lejos de la intención de agraviarle reteniendo al
animal que sólo él puede montar y lo
mira como una alhaja de un amigo recobrada del enemigo para ponerlo en sus
manos en la ocasión que creyese conveniente hacerlo”.
López se extrañó por la historia de ese maldito caballo ‘‘que puedo asegurarle, compañero —la carta
es a Rosas—, que doble mejores se compran a cuatro pesos donde quiera. . no
puede ser el decantado caballo del general Quiroga porque éste es infame en
todas sus partes”.
Sin
embargo no lo devolvió. Tomás Manuel de Anchorena viendo que
López no se desprendía del moro, escribió
a Quiroga que desistiese de reclamarlo y no hiciera de esa cuestión minúscula
un asunto que podía perturbar la marcha de la República, comprometiéndose a
pagar su valor, Enfureciclo Quiroga contestó el 12 de enero: ‘‘Estoy seguro que pasarán muchos siglos de
años para que salga en la República otro caballo igual, y también le protesto a
usted de buena fe que no soy capaz de recibir en cambio de ese caballo el valor
que contiene la República Argentina, (por eso) es que me hallo disgustado más
allá de lo posible”.
Mientras Quiroga quedaba tremendamente resentido con López.
Rosas invitaba a éste a reunírsele en Rosario para ponerse de acuerdo en las
emergencias del fin de la guerra. Informó a Quiroga que los dos problemas
fundamentales a debatirse eran: establecer definitivamente que no se reuniría
el Congreso Federativo (López había insistido) y disolver la Comisión
Representativa que había empezado a convertirse en él “semillero de intrigas”
como Rosas había supuesto.
Sarmiento en Facundo menciona el incidente: “Sabe (Quiroga) que López tiene en su poder
su caballo moro sin mandárselo y Quiroga se enfurece con la noticia. ¡Gaucho
ladrón de vacasl —exclama—, ¡caro te va a costar el montar en bueno…”
"Gaucho ladrón de vacas, caro te va a costar el placer de montar en bueno"!!! Fue lo que exclamó Facundo cuando se enteró que su caballo estaba en poder de López así lo relataba al episodio Don Pepe Rosa de quien aoy el discípulo mas joven que tuvo!!
ResponderEliminarsiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii----tal cual
ResponderEliminarUn caballo de película! Y eso que en aquel entonces no se había inventado el cine...!
ResponderEliminarUn caballo de película! Y eso que en aquel entonces no se había inventado el cine...!
ResponderEliminarUn caballo de película! Y eso que en aquel entonces no se había inventado el cine...!
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