Por el Prof. Julio R. Otaño (#Daguerrotipo de autor desconocido, realizado en 1856, forma parte de la colección del #MuseoHistóricoNacional)
Nació en
Buenos Aires, el 22 de marzo de 1780, siendo su padre capitán de la Real
Armada y su madre una distinguida dama porteña. Se educó en el Real Colegio de Nobles de
Madrid, y luego egresó como guardiamarina en 1799, siendo promovido a alférez
de fragata en 1799 y de navío en 1811. Desde Cádiz donde se hallaba, mantenía
vinculación constante con hombres de Buenos Aires comprometidos en la causa
emancipadora y desde aquella ciudad se dirigió a Inglaterra para partir hacia
el Río de la Plata. El 8 de marzo de
1812 fondeaba en el puerto de Buenos Aires la fragata Cánning conduciendo a
bordo al teniente coronel de caballería don José de San Martín, junto a Carlos
María de Alvear, Martiniano Chilavert y a José Matías Zapiola. Cuando llegaron,
en 1812, Zapiola se presentó de inmediato, junto con ellos, ante el Primer
Triunvirato. También colaboró para establecer la Logia Lautaro, de la cual fue
el primer secretario. Ayudó a San Martín a formar el Regimiento de Granaderos a
Caballo, y fue el jefe del primer batallón de esta unidad.
En 1814 pasó al sitio de Montevideo, a órdenes de Alvear, y participó en la
última etapa de este, hasta la caída de la ciudad. Tras esto, quedó como
segundo jefe de la guarnición en esa ciudad; al año siguiente hizo, con Manuel
Dorrego, una campaña contra Artigas. No llegó a tiempo a salvar a Dorrego de la
derrota de Guayabos, que significó la pérdida de la Banda Oriental para el
Directorio.
Participaría después en el adiestramiento del Ejército de
los Andes, a las órdenes del Gral José de San Martín, destacándose en las batallas de Chacabuco y Maipú.
En junio de 1819 regresó a Buenos Aires y se reincorporó a la marina. Fue el comandante de la escuadra fluvial de
Buenos Aires, y participó de la guerra contra Santa Fe y Entre Ríos, en los
años 1820 y 1821.
Contrajo matrimonio con una porteña de alta alcurnia, María
Belén Alvarez de Baragaña, con quien tuvo trece hijos entre varones y
niñas.
Pidió y obtuvo la baja de la marina en 1822, y se convirtió en rico estanciero en
San Antonio de Areco, gracias a la enfiteusis rivadaviana. Organizó la flota que serviría en la guerra contra el Brasil, pero
no llegó a embarcarse; le reemplazó Guillermo Brown.
Participa en la revolución de Juan Lavalle en 1828, fue jefe del Departamento
de Marina, pero en 1829, al tener que entregar el poder de facto Lavalle, se
retiró de la vida pública para dedicarse a las actividades rurales; Rosas no lo persiguió ni querelló, simplemente
Zapiola se dedicó a las actividades rurales.
El gobierno secesionista de Valentín Alsina lo vuelve a convocar para
hacerse cargo de la flota y luego será diputado y senador del Estado de Buenos
Aires. En 1857 será ministro de Guerra y
Marina, cargo que desempeñó hasta mayo de 1859, dejando entre otras obras, el
Reglamento de Policía del puerto porteño y la Escuela de Técnica de Marina,
sucesora de la escuela de Marina que él mismo había creado. En la invasión después de Cepeda por las
tropas de la Confederación, sus intereses económicos se vieron muy
perjudicados, pues le fue arrebatado gran cantidad de ganado de sus
estancias. Bartolomé Mitre lo entrevistó muchas veces para lograr datos de
primera mano respecto de la historia de la campaña de Chile y de la vida de San
Martín. En especial -gracias a haber alcanzado una edad avanzada- fue el único
testigo que dejó datos precisos sobre la Logia Lautaro, sus miembros y sus
intenciones. Murió a los 94 años en
Buenos Aires. (junio de 1874)
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