María Eva Duarte (1919-1952),
política y actriz argentina, segunda esposa de Juan Perón. Nacida en Los Toldos
(Buenos Aires), Juan Domingo Perón y María Eva Duarte se conocieron en una
función a beneficio de los damnificados por el terremoto de San Juan (enero de
1944), y poco tiempo después comenzaron a vivir juntos.
En
una sociedad prejuiciosa y estructurada, ambos debieron haberse sentido
«diferentes »; Perón por ser hijo «natural» igual que su hermano mayor y Evita,
cuya madre nunca estuvo casada con su padre, sino que era, junto con sus cuatro
hermanos, hija de una relación «ilícita» (su padre estaba casado con otra
mujer, en otra ciudad). Eva buscó apoyo para su marido durante la campaña
presidencial, logrando con ello una gran popularidad personal. Tras la investidura presidencial de Juan
Domingo Perón (1946), comenzó a desempeñar un papel muy activo en el gobierno,
convirtiéndose en su enlace con los sindicatos, creando la Fundación de Ayuda
Social Eva Perón y organizando la rama femenina del partido peronista. En 1949,
'Evita' (como se la llamaba cariñosamente) ya era la segunda figura más
influyente de Argentina y la más querida por las clases trabajadoras, a las que
llamaba los 'descamisados'. Aunque nunca
llegó a ostentar un cargo oficial, en la práctica fue responsable de los
ministerios de Sanidad y Trabajo.
Adorada
por sus seguidores, en su mayoría clases obreras, fue en cambio odiada por sus
rivales, la elite tradicional, que se sintieron ofendidos cuando cortó las
subvenciones gubernamentales a la Sociedad de Beneficencia. Logró la sanción de los derechos políticos de
las mujeres. La quisieron hacer vicepresidente en 1951, apoyada por la
Confederación General del Trabajo (CGT) pero el Ejército la obligó a retirar su
candidatura. Además, estaba muy enferma. Murió en Buenos Aires en 1952 a los 33 años.
La
república se oscureció bajo un luto sofocante; el dolor de las grandes masas se
mezcló con el servilismo de los eternos adulones. José Espejo, secretario de la
CGT propuso cuando el pobre cadáver embalsamado ya pedía reposo, velarla por
turno en todas las capitales de provincia. Perón ordenó sepultarla. Eva tuvo
paz por fin.
El
traslado de su cadáver a Italia y más tarde a Madrid (España) tras su secuestro por militares, hizo
crecer su figura mítica dentro del pueblo argentino. En 1975, María Estela Martínez de Perón,
la tercera esposa de Juan Domingo y entonces presidenta de Argentina, hizo
trasladar los restos de Evita nuevamente a su país.
La Constitución de 1949
El 08
de septiembre de 1947 se sancionó de 1947 la ley 13.010 del voto femenino, por
medio del cual las mujeres obtuvieron los mismos derechos políticos que los
hombres y quedaron sujetas a las mismas obligaciones cívicas, debiendo ser
empadronadas y documentadas mediante la libreta cívica. Por medio de esta ley se incorporaron a la
vida política 3.816.654 mujeres sufragantes que votaron por primera vez en
1951.
Los
primeros antecedentes corresponden a proyectos socialistas olvidados y hubo también
hacia 1927 en la provincia de San Juan una primera experiencia durante la
gestión de gobierno del doctor Cantoni. El
3 de septiembre de 1948 Perón anunció al país la próxima reforma de la
Constitución Nacional. El 24 de enero de
1949 quedó constituida la Convención Reformadora, presidida por el coronel
domingo Mercante. La oposición negó la
validez del cuerpo legislativo y se retiró de la Convención. Por lo tanto el 09
de marzo de 1949 se aprobaron sin discensos las reformas propuestas. Las principales reformas incorporadas
incluían los derechos del trabajador, la familia y la ancianidad, el derecho a
la propiedad privada con una función social y el capital al servicio de la
economía nacional. Por el artículo 40
se nacionalizaban los minerales, las caídas de agua, los yacimientos de
petróleo, de carbón y de gas y las demás fuentes de energía exceptuando los
vegetales. Nacionalizaba también los servicios públicos y prohibía su
enajenación o concesión a particulares.
No
estableció un monopolio rígido estatal sino que prohibió el lucro privado
permitiendo sociedades mixtas o cooperativas.
En el plano político permitía la reelección presidencial y constituía
también a la Suprema Corte de Justicia como un tribunal de casación. Establecía, también, que el voto para
presidente debía ser directo.
La reelección presidencial con sufragio femenino, la fórmula
Perón-Quijano obtuvo el 62,5% de los votos, la totalidad de los senadores y el
90% de los diputados. El espectacular triunfo de 1952 se vio enturbiado por la muerte
de Evita el 26 de julio, a los 33 años de edad, por un cáncer de útero
Las nacionalizaciones; El
significado de la política económica de Perón se puede analizar mucho mejor por
contraste con la del gobierno anterior: durante la Década Infame el Banco
Central, estaba dominado por capitales privados, muchos de los cuales
eran de origen británico, y no tenía la
capacidad de dar préstamos al gobierno argentino. Con Perón (antes de su presidencia
pero bajo su influjo) se nacionalizó el
Banco Central, y sus fondos fueron dispuestos en función de la economía
nacional. Los ferrocarriles británicos a pesar del tiempo, no habían perdido su
importancia decisiva para una política de soberanía y de remodelación del país.
Constituían una palanca decisiva de la
vida económica argentina: a través de su política tarifaría regulaba la
prosperidad o la agonía de cualquier región de la república. Además, desde las locomotoras hasta los más
insignificantes artículos sanitarios debían ser adquiridos en Reino Unido. Cuando el gobierno peronista menciona su
compra un verdadero clamor se elevó desde las tribunas antinacionales: “Perón había pagado una fortuna por ese
hierro viejo”. La situación de Reino
Unido no era justamente la mejor: su deuda externa como consecuencia de la
guerra ascendía a 1.900 millones de libras esterlinas. El gran economista Keynes antes de morir
aconsejó la depreciación de la libra y el control de cambios. Además de una
gracia de 10 años para comenzar a abonar la deuda. En tales circunstancias la
deuda bloqueada de Reino Unido con nuestro país ascendía a 250 millones de
libras, las que podrían servir como moneda de pago para los ferrocarriles, además, expiraba pronto la ley
Mitre. Los británicos lograron la concesión de abastecimientos de carne por un
periodo de 18 meses. Sir Montague Eddy señalo “Me voy de esta
tierra en la que tanto he trabajado. Con nosotros se va una página de Historia,
pero no he de ser yo, no tendré tiempo”. Un
historiador contemporáneo Skupch señaló: “La
nacionalización aparece como una medida de defensa de la industria nacional
surgida durante la guerra sobre la base de la sustitución de importaciones, en
gran medida británicas, dentro de la estrategia de
industrialización". Como señalo
Scalabrini Ortíz: “Argentina había
comprado soberanía”. La argentina no
solo adquiría los ferrocarriles con la nacionalización. En la compra se adquirían varios puertos,
entre ellos dos en Bahía Blanca, las empresas eléctricas y de aguas corrientes,
los tranvías, empresas empacadoras de frutas de Río negro, campos petrolíferos
y destilerías de comodoro Rivadavia, los expresos Villalonga Furlong, campos,
chacras,hoteles, terrenos de un enorme valor y gran cantidad de edificios. Al
nacionalizarse los ferrocarriles un empleado encargado de preparar los
inventarios en las oficinas de los ferrocarriles, encontró en una caja de hierro
un paquete con toda las acciones de la editorial Haynes, propietaria de
revistas, radios, etc. Y el diario “El Mundo”. Era la “yapa”. De
esta forma gobernaban la opinión pública
En
materia cerealera se creó el IAPI
(Instituto argentino para la promoción del intercambio) Su objeto era
terminar con los acopiadores: 180.000 chacareros y colonos eran explotados por
3.000 acopiadores, que a su vez dependían de 4 firmas exportadoras: Bunge y Borne, Dreyfus, Cereal del Plata y
De Ridder. A través del IAPI el Estado protegió los precios de los productores;
se reservó las ganancias absorbidas por
los monopolios y las utilizo para financiar otras obras de interés público;
finalmente, cuando los precios bajaron en Europa, el IAPI trabajó a pérdida, para defender el ingreso del productor
argentino. Luego
siguieron otras nacionalizaciones, como la de los teléfonos (comprados a la ITT, Internacional Telegraph and Telephone),
Gas del Estado –a la que se impulsó construyendo un gasoducto desde Comodoro
Rivadavia– distintas compañías de electricidad y servicios públicos. Las
empresas que ya eran nacionales, incrementaron su patrimonio, como la Flota
Mercante. Perón compró los barcos de la compañía privada de navegación Dodero y
adquirió buques-tanques petroleros para
YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales).
Además construyó una destilería en La Plata, creó la empresa estatal
Aerolíneas Argentinas, construyó el Aeropuerto de Ezeiza, nuevos aeródromos
y aeropuertos en las provincias. Se
crea la fábrica militar de aviones de Córdoba que reclutó diseñadores,
ingenieros y pilotos alemanes que habían trabajado en la industria aeronáutica
nazi y construyeron el Pulqui II.
También produjo vehículos nacionales (el rastrojero, el auto «Justicialista»,
jeep y camiones para el ejército, tractores y la moto Puma).
Elecciones de 1952: Los
partidos opositores presentaron las siguientes fórmulas: * Conservadores: Reinaldo Pastor - Vicente Solano
Lima * Socialista: Alfredo Palacios - Américo
Ghioldi * Demócratas Progresistas: Luciano Molinas -
J.J. Díaz Arana *
Comunistas: Rodolfo Ghioldi - Alcira de la Peña *
Unión Cívica Radical: Ricardo Balbín - Arturo Frondizi Los últimos tramos de la
campaña estuvieron marcados por el agravamiento de la salud de Evita, quien
poco antes de los comicios tuvo que internarse. El 11 de noviembre del mismo
año se efectuó el acto eleccionario con los siguientes resultados: La fórmula Perón-Quijano obtuvo 4.745.157
votos (62%) contra el candidato de la U.C.R. que cosechó 2.406.050 (32%).
El resto de los participantes llegaron, en conjunto, al 4% de los sufragios. Por primera vez las mujeres votaron en el
país, y lo hicieron mayoritariamente por el peronismo, en una proporción que
relativamente había superado al voto masculino. También, con esta elección llegaron por primera vez mujeres al
Congreso: 6 en el Senado y 21 en Diputados, todas de extracción peronista.
LA REVOLUCIÓN SANITARIA: El Dr. Ramón
Carrillo (1906–1956)
Nació
el 7 de marzo de 1906, en la ciudad de Santiago del Estero. Se recibió de médico, en 1929, con medalla de
oro, siendo su especialidad el campo de la cirugía del sistema nervioso.
Alterna, por esos años, su formación científica con su sólida formación
humanista, cultural y política. Entabla una entrañable amistad con Homero
Manzi. Políticamente abreva en el nacionalismo de la década del 30: advierte
que somos un país cultural y económicamente colonial. En 1930, obtuvo la Beca Universitaria de
Buenos Aires para perfeccionar sus estudios en París, Ámsterdam y Berlín,
regresando a Buenos Aires, en 1933, en plena “Década Infame”.
A
partir de 1939, se hace cargo del Servicio de Neurología y Neurocirugía del
Hospital Militar Central. En el año 1942, quedó vacante la cátedra de profesor
titular de Neurocirugía de la Facultad de Ciencias Médicas porteña. Se llamó a
concurso y lo gana Carrillo. Tenía tan solo 36 años. El 4 de junio de 1943 se produce la
revolución militar que derrocó el régimen conservador que presidía Castillo. En
1944, Carrillo conoce al coronel Juan Perón y acepta la oferta de este para
colaborar con el gobierno militar en la planificación y organización de la
política sanitaria. Allí empieza una asociación que durará diez años, entre
Perón y Carrillo. Hasta ese momento, la medicina era considerada tradicionalmente como
una profesión y actividad privada, destinada al enfermo individual. El país
presentaba un estado sanitario deplorable. La
mortalidad infantil alcanzaba índices similares a los que se registraban en los
países europeos en guerra. La tuberculosis, el paludismo, la fiebre amarilla y
la enfermedad de Chagas, extendidos en amplias regiones y sectores de la
población, eran enfermedades endémicas no afrontadas social y
sistemáticamente. Cinco
leprosarios aislaban sólo a la décima parte de los afectados. Los enfermos
mentales sobrevivían recluidos y hacinados en establecimientos anacrónicos. Al
hacerse cargo de la Secretaría, luego convertida en Ministerio decidió revertir
esta situación. Trabajó en ello, incansablemente, durante ocho años coronando
con éxito su propósito. “Los médicos debemos pensar socialmente”. “La medicina social es activa, dinámica, y debe
ser necesariamente preventiva”. Los logros más significativos de su gestión
estuvieron vinculados con las campañas
masivas de carácter nacional para erradicar enfermedades endémicas. El ejemplo mayor los constituyó el
paludismo, que diezmaba a la población del noreste del país, en tres años la
enfermedad fue derrotada en una acción que tuvo repercusión internacional. Campañas similares se desarrollaron contra
los brotes de fiebre amarilla en la frontera con Bolivia, las enfermedades
venéreas, la tuberculosis, la viruela, la rabia. Otro éxito notable fue el drástico descenso
del índice de mortalidad infantil, que bajó del 90 por mil, al 56 por mil en
1955. Se debió no sólo a la acción
sanitaria directa, sino también – como lo destacaba el propio Carrillo – a una
política general que había elevado los índices de nutrición, higiene, bienestar
y condiciones de vida, en un país que en 1946 tenía un tercio de su población
subalimentada. Junto a las campañas masivas y urgentes, encaró un plan
orgánico de construcciones y creación de servicios hospitalarios y de
asistencia a la salud. El 15 de octubre
de 1954 renunció al ministerio y viajó a Estados Unidos, en busca de descanso y
recuperación para su salud. Desde 1951 padecía una enfermedad grave y
progresiva: una hipertensión arterial maligna que lo obligó frecuentemente al
reposo, debido a pertinaces e intensísimas cefaleas. Aceptó un puesto de médico
en la ciudad brasileña de Belem, cerca de la desembocadura del río Amazonas. Mientras tanto, en Buenos Aires, su gestión y
su conducta son sometidas a las comisiones investigadoras creadas en 1955,
fraguándose una acusación por ¡comercio
ilegal de naftas! Sin embargo, sus bienes permanecerán interdictos durante
diez años, como los de su esposa a pesar de ser bienes propios. Estos hechos lo
derrumban moralmente. El 28 de noviembre de 1956 sufre una hemorragia
cerebrovascular, falleciendo el 20 de diciembre de 1956. No sólo se silencia la obra realizada, no
sólo ignora sus libros sino que decreta el exilio de su cadáver. Ante la
intención de sus familiares de retornar sus restos al país, el gobierno de Aramburu la prohíbe y recién
lo autorizan, en 1972, bajo el gobierno de Lanusse. “La cultura y la ciencia de los argentinos
-sostiene Fermín Chávez- están en déficit con la vida y obra de Ramón Carrillo”.
La crisis:
La insistencia de Perón
de mantenerse independiente y no querer integrarse al FMI (Fondo Monetario
Internacional) dificulta la venta de granos a los países europeos auxiliados por los Estados Unidos mediante
el Plan Marshall. Además, los altos precios anteriores habían estimulado a
Brasil y a Estados Unidos al cultivo de trigo y lino respectivamente, por lo
que se achicaba el mercado para la Argentina.
La baja del precio del cereal en 1949 había reducido la rentabilidad, y
con ella, las áreas cultivadas. Los grandes propietarios eran opositores a
Perón y no incrementaron el cultivo pese a los créditos que ofrecía el IAPI
para hacerlo. El problema se agudizó cuando en 1951 y 1952 el país fue azotado por grandes sequías. Perón solicitó la colaboración del pueblo
estimulando el ahorro al máximo. Los
sectores de menos recursos sintieron la crisis consumiendo el muy recordado pan
negro de mijo. También recurrió a las inversiones extranjeras, abandonando el
proyecto de crear una industria automotriz nacional. En 1954 firmó un convenio
con Fiat y en 1955 con la estadounidense Kaiser
para crear una empresa automotor mixta (estatal-privada) El
impulso dado a YPF fue insuficiente con relación al crecimiento de la actividad
industrial dado que se requería una mayor producción para evitar la
importación, por lo que se llegó a un déficit de un 60% de combustibles
líquidos. Frente a la necesidad de la
importación de petróleo –que el gobierno subsidiaba y procuraba racionar debido
a su escasez–, presionado por las circunstancias, comenzó a negociar con los
Estados Unidos y puso a YPF en un plano de igualdad con los monopolios. Estos
contratos no se llevaron a cabo, fueron objeto de duras críticas por los
sectores nacionalistas, que se sumaron a la oposición.
La preparación del golpe militar La oposición de la Iglesia
LA
OPOSICIÓN AL RÉGIMEN: En ningún momento la oposición había abandonado la
esperanza de derrocar por la violencia al peronismo. Con el apoyo moral y
político del exterior se gestaron diversos complots, campañas o sediciones. En
setiembre de 1951 un golpe militar
encabezado por Benjamín Menéndez obliga a Perón a reprimirlo. Los
tribunales militares condenaron a varios años de cárcel a los oficiales
comprometidos entre ellos: Alejandro Lanusse. La implicación de Juan Duarte en
oscuros negociados, descubierta en 1953 hizo estallar un escándalo que condujo
al suicidio al hermano de Evita. En ese
momento pareció que Perón estaba dispuesto a limpiar el aparato estatal de oportunistas y parásitos “estoy rodeado
de alcahuetes y adulones” declaró en los balcones de la Casa de Gobierno. Perón ahogaba al mismo tiempo todas las formas
de pensamiento independiente dentro de su
propio movimiento, lo que resultó a la postre más funesto que ahogar la
voz de la oposición, que nada podía ya decir al país: el destino de FORJA y de Arturo Jauretche y de Raúl Scalabrini
Ortíz los pensadores más notables de su época, condenados a la inacción son
bien ilustrativos. Comienza un conflicto
con la Jerarquía eclesiástica (vinculada durante tanto tiempo con la
oligarquía dominante) ya que el bajo clero simpatizaba con Perón en virtud de
la implementación de la enseñanza
religiosa en las escuelas. Este conflicto adquirió un franco carácter oficial
cuando Perón reunió en la quinta presidencial de Olivos a los gobernadores de
provincias, altos funcionarios, autoridades de la CGT, y del partido peronista
y denuncia la injerencia de la Iglesia en los sindicatos y en la
educación.
Los
partidos e instituciones OPOSITORAS se
precipitaron con inocultable júbilo a
unir las fuerzas con el nuevo aliado. Notorios liberales, socialistas,
masones, ateos, comunistas y radicales marcharon meses después, en el día de
CORPUS, en la procesión católica a la Catedral bajo el lema de “CRISTO VENCE”. Una columna al salir de la catedral iza la
bandera del Vaticano al mismo tiempo que
aparece una bandera argentina semiquemada. Esto ocasiona un gran escándalo. El gobierno
expulsa a algunos sacerdotes como Tato y
Novoa. El 16 de junio de 1955 la aviación militar bombardea la Casa
de Gobierno, la Plaza de Mayo y el
Ministerio de Hacienda. Cifras extraoficiales hacían ascender a 400 los muertos
y más de 2000 heridos. Esta revolución fue organizada por la marina, y algunos
grupos de civiles y fracasó. Al anochecer grupos de provocadores
encabezados por la ALN Y dirigidos por siniestros personajes como Patricio
Kelly, ante la deliberada indiferencia de la Policía y los bomberos, asaltaron
la Curia Metropolitana, la incendiaron y destruyeron por completo. También
incendiaron los templos de Santo
Domingo, San Francisco, San Roque, San Ignacio, y otras Iglesias. Perón toma medidas que fueron criticadas por
la Iglesia Católica
Establecimiento
del divorcio vincular
|
Supresión
de la discriminación sobre los llamados hijos naturales o no. Quienes tendrán
los mismos derechos que los hijos legítimos
|
Supresión
de numerosos feriados religiosos
|
Derogación
de la enseñanza religiosa en las escuelas. Supresión de los subsidios a los
colegios e institutos católicos
|
Derogación
de la exención impositiva a las instituciones católicas
|
Autorización
de instalación, bajo controles sanitarios oficiales de casa de “tolerancia”
|
LA Coalición DE FUERZAS CREADA EN 1945 CON
EL NOMBRE DE PERONISMO Tendía A PERDER DOS DE SUS BALUARTES: EL EJÉRCITO Y LA
IGLESIA
La
oposición radical reclama por la “ausencia de la libertad”. Decidido a otorgarle cierta libertad Perón
autorizó a algunos dirigentes políticos el uso de las radios (cadena oficial)
para exponer sus puntos de vista.
Así
expusieron Frondizi, Solano Lima y Luciano Molinas quienes responsabilizaron al
gobierno por el clima de violencia reinante. Alfredo Palacios representante de
los socialistas consideraba que la única solución posible era el alejamiento de
Perón. Dentro del ejército se desarrollaban dos
conspiraciones encabezadas por los generales Lonardi y Aramburu. Este último
grupo que podría calificarse como LIBERAL y contaba con el respaldo de la marina; Lonardi por su parte se proponía conciliar con
la CGT peronista, buscar un respaldo católico/nacionalista y respaldarse en la
Iglesia. Una
nube agobiante de panfletos, volantes y folletos injuriosos, eran producidos
por los grupos opositores.
LONARDI .ARAMBURU
Las escasas fuerzas de Lonardi ocuparon sin
resistencia Córdoba, pero sus elementos de combate eran prácticamente
inexistentes ya que carecían de infantería y rodeado de fuerzas superiores
Lonardi le dice a su ayudante “Bueno
Osorio, creo que hemos perdido, pero no nos rendiremos, Vamos a morir
aquí”. La fortaleza golpista se encontraba en la
marina donde el Almirante Isaac Rojas intimó la rendición a Perón “so pena de bombardear la destilería de La
Plata y los objetivos militares de la capital: usinas de Italo y Segba y desde
ya la Casa Rosada”.
La CGT llamó a la calma y el toque de queda
redujo toda posibilidad de apoyo popular al gobierno. En los acontecimientos que sucedieron
predominó la fatiga psíquica de Perón por una parte y la traición de sus
generales por la otra. Perón
había creado una nueva legislación obrera, una nueva política industrial, un
sistema de empresas del estado, había iniciado la investigación atómica,
escrito una nueva Constitución, pero las estructuras de los grupos de Poder no
habían sido destruidos.
Perón
rechazó la idea de destruir a los rebeldes, derramar sangre argentina renunció
y entregó el poder a una Junta de Generales; ésta entregó el gobierno
constitucional y todo el ejército al aislado Jefe de un pequeño núcleo
militar. EL 23 DE SETIEMBRE DE 1955 EL GENERAL LONARDI JURABA SU CARGO ANTE UNA
GRAN MULTITUD: LA CLASE MEDIA DE BUENOS AIRES Y SU CLASE ALTA, FESTEJARON HASTA
EL DELIRIO “LA caída DEL TIRANO”.
Perón se había refugiado en la embajada del Paraguay. Luego se embarcó
en una cañonera de la misma bandera que lo trasladó a Asunción más tarde a
Panamá, a Caracas y luego a España, donde FRANCO LE Brindó ASILO.
“LA
REVOLUCIÓN LIBERTADORA” La revolución Libertadora, fue llevado a cabo por una
alianza integrada por civiles y militares nacionalistas y liberales. El golpe
fue apoyado por la mayoría de los partidos políticos que se habían opuesto al
peronismo, la Iglesia, la Sociedad Rural, las cámaras empresarias, la banca y
la embajada de los Estados Unidos Y Gran Bretaña. El general Lonardi, que ocupó la presidencia
de la Nación, representaba al sector nacionalista, mientras que el sector
liberal por el general Pedro Eugenio Aramburu y el almirante Isaac Rojas.
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