Por Gustavo Valdes
Durante la semana del 16 al 23
de septiembre de 1955, luego de un largo año de enfrentamientos y
conspiraciones, se consumó el golpe de estado que derrocó al gobierno democrático
del Gral. Juan D. Perón. El nuevo
mandatario surgido de esa espuria maniobra Eduardo Lonardi asumía la Presidencia
de la Nación, y pese a sus planteos acerca de que llevaría adelante una política
de conciliación nacional bajo el lema "ni vencedores ni vencidos",
reconocía en su primer discurso la dimensión cultural que exhibía la hora, al
mismo tiempo qu política y social al exponer que : "... En el orden
cultural, nuestra patria ha estado sometida a un proceso de extremada
violencia, que afecta la conciencia religiosa de los habitantes. La educación
es uno de los problemas esenciales porque en aquella están involucrados la
formación de nuestra juventud y el futuro de la Patria. Más que en el texto de
las leyes, buscaré la solución en el jerárquico llamado a los hombres de
elevada cultura con la experiencia y reciedumbre espiritual indispensables para
darnos la solución a un problema que a todos preocupó siempre y ha sido
bastardeado por el gobierno depuesto en el intento de convertir escuelas y
universidades en instrumentos de su propaganda política de su demagogia y de su
afán de corromper conciencias para disponer de elementos dóciles”.
Tras
el renunciamiento patriótico de Peròn, el 20 de Septiembre de 1955 a bordo del
crucero ARA 17 de Octubre, impelido por las circunstancias de fuerza mayor y
evitar mayor derramiento de sangre, se consumò en el Acta Nro 1 de la Marina de
Guerra en operaciones , el pacto entre las fuerzas militares leales al gobierno
constitucional y las fuerzas insurrectas, que entre otro puntos sostenía “ el
imperio de la Constituciòn en vigor dentro del concepto de la màs amplia
libertad y orden”, sin perjuicio de que en la proclama del 17 de Septiembre ,
suscripta por Lonardi, se menciona a la Constituciòn “ vigente”, que no podía
ser otra que la sancionada en 1.949, ratificada por el decreto 42/56 que
enumeraba las facultades legislativas que asumìa como presidente provisional en
el marco del principio de “ supremacìa constitucional”. Cabe agregar además,
que cuando Lonardi tomò juramento a los nuevos miembros de la Corte Suprema,
tras desplazar arbitrariamente a los que venían ejerciendo dicha función
jurisdiccional, lo hizo haciéndolos jurar por la Constituciòn de 1.949.-
El
12 de Noviembre de 1955 se gesta un “golpe dentro del golpe” cuando los jefes
de las fuerzas armadas exigen al presidente provisional la disolución del
partido peronista, intervenir la CGT, separar a varios funcionarios a quienes
se acusaba de antidemocráticos y la formación de un consejo militar asesor, y
finalmente lo obligan a renunciar, profundizándose un período de represión
política al peronismo que encubrìa un odio social, que se desencadenò a partir de la asunción
del Gral. Pedro E Aramburu y el almirante Rojas, màs afines a los sectores
liberales en lo econòmico y violentamente antiperonistas en lo
político-cultural, el 13 de Noviembre de ese año.-
Se
publica en el Boletìn Oficial el decreto 3855/55 por el cual se disuelve el
Partido Peronista en sus dos ramas, argumentando que dicha medida obedecía a su
desempeño y su “vocación liberticida”, puntualizando que “ en su existencia
política el Partido Peronista, actuando como instrumento del régimen depuesto,
se valió de una intensa propaganda destinada a engañar la conciencia ciudadana
para lo cual creo imágenes, símbolos, signos y expresiones significativas
doctrinan artículos y obras artísticas, que tuvieron por fin la difusión de una
doctrina y una posición política que ofende el sentimiento democrático del
pueblo Argentino, constituyen para este una afrenta que es imprescindible
borrar porque recuerdan una época de escarnio y de dolor para la población del
país y su utilización es motivo de perturbación de la paz interna de la Nación
y una rémora para la consolidación de la armonía entre los argentinos”,
agregando también que “ en el campo internacional, también afecta el prestigio
de nuestro país porque esas doctrinas y denominaciones simbólicas, adoptadas
por el régimen depuesto tuvieron el triste mérito de convertirse en sinónimo de
las doctrinas y denominaciones similares utilizadas por grandes dictaduras de
este siglo que el régimen depuesto consiguió parangonar”, resolviéndose seguir
a Peròn juicio por traición a la Patria y a los legisladores que lo acompañaron
“ por haber sancionado y ejercido la suma del poder público”.-
El 5
de Marzo se publica el tristemente cèlebre decreto 4161/56 , mediante el cual el
presidente provisional de la Nación Argentina, en ejercicio del Poder
Legislativo que se auto-atribuyera, dispone la prohibición en todo el
territorio de la Nación de “ l La utilización, con fines de afirmación
ideológica Peronista, efectuada públicamente, o propaganda Peronista, por
cualquier persona, ya se trate de individuos aislados o grupos de individuos,
asociaciones, sindicatos, partidos políticos, sociedades, personas jurídicas
públicas o privadas de las imágenes, símbolos, signos, expresiones
significativas, doctrinas artículos y obras artísticas, que pretendan tal
carácter o pudieran ser tenidas por alguien como tales pertenecientes o
empleados por los individuos representativos u organismos del Peronismo”, y
estipula que “ se considerará especialmente violatoria esta disposición, la
utilización de la fotografía retrato o escultura de los funcionarios Peronistas
o sus parientes, el escudo y la bandera peronista, el nombre propio del
presidente depuesto el de sus parientes las expresiones “peronismo”,
“peronista”, ” justicialismo”, “Justicialista”, “tercera posición” la
abreviatura PP. , las fechas exaltadas por el régimen depuesto las
composiciones musicales “Marcha de los Muchachos Peronista” y “Evita Capitana”
o fragmentos de las mismas, y los discursos del presidente depuesto o su esposa
o fragmentos de los mismos”. Se veda asimismo “la utilización, por las personas
de las imágenes, símbolos, signos, expresiones significativas, doctrina
artículos y obras artísticas que pretendan tal carácter o pudieran ser tenidas
por alguien como tales creados o por crearse, que de alguna manera cupieran ser
referidos a los individuos representativos, organismos o ideología del
Peronismo”, y “la reproducción por las personas mediante cualquier
procedimiento, de las imágenes símbolos y demás, objetos señalados en los
incisos anteriores”, fijándose pena de prisión a quien infringiere tal engendro
jurídico, con màs la con inhabilitación absoluta por doble tiempo del de la
condena para desempeñarse como funcionario público o dirigente político o
gremial”, entre otras sanciones represivas.
La
monumental aberración glosada precedentemente fue arbitrariamente convalidada
por el cimero Tribunal de entonces, sosteniendo su constitucionalidad, y si
bien fue derogado por la ley 14.444, la ignominia se restableciò a través del
decreto 7165/62, ratificado por el decreto ley 1296/63. En efecto, la Corte en
el período 1955/58 sostuvo lo indefendible, al admitir que el gobierno de facto
puede ejercer poderes represivos y realizar aquellos actos necesarios
necesarios, entre ellos los de carácter legislativo para el cumplimiento de sus
fines. Cuadra poner de relieve que màs allà del indiscutible vicio de origen de
la norma malhadada y la carencia de facultades del órgano emitente, el decreto
4161/56 importa una violación flagrante e intolerable del principio latino “
nullum crimen nulla poena sine lege”, que implica que nadie puede ser penado
màs que por los hechos previamente definidos por la ley como delitos, como
tampoco sancionado con penas diversas de las establecidas previamente, que
constituyen las bases de la garantía constitucional del debido proceso .-
La
llamada “ Carta Republicana de la Revoluciòn – Declaraciones de Principios” del
7 de Diciembre de 1.955 se erigiò como el instrumento jurídico para arrasar
contra toda limitación jurìdica imperativa y afianzar el poder
supraconstitucional de facto por sobre el orden jurídico legìtimo, que se
completò con la Proclama del 27 de Abril de 1956, que derogò la reforma
constitucional de 1949 y reestableciò
la vigencia del texto constitucional de 1853/60, invocando supuestos “ poderes revolúcionarios”
y “ en cumplimiento de sus fines primordiales”. Si bien tales actos no resisten
el menor análisis jurídico en cuanto a su legitimidad, la Corte Suprema de
facto, parte de la doctrina constitucional y algunos sectores políticos le
reconocieron entidad a su auto investido poder constituyente, que se arrogò
como fundamento para demoler el orden constitucional vigente previo.-
Sin
embargo, las acciones estatales ensayadas luego de 1955 que he referenciado no
parecen haber resultados eficaces; en otros términos, esas políticas no pudieron
lograr que el período peronista se transformase una página en blanco, o que los
muy amplios grupos populares que continuaban dando muestras de adhesión a aquel
movimiento reinterpretaran aquella etapa tal como los sectores sociales y políticos
dominantes hubieran preferido. Es màs, dicho fracaso se torna patente cuando es
evidente que se logró el resultado contrario al deseado por quienes manejaron
el aparato estatal represivo: los lugares ausentes, la documentación quemada,
las iniciales borradas de pulmotores, sábanas y medias , y los instrumentos
jurídicos de la “ desperonizaciòn” se ha resignificado por contraste en poderosos
símbolos que conservaban en ellos algo de la fuerza viviente de una convicción
militante que no se apaga, y que se
extiende con nuevos y renovados brìos hasta nuestros días.-
A los 6 años de edad viví aquella época en un barrio humilde de Berisso, de gente obrera, todos peronistas. Nuestro hogar era el único radical. A mis padres los vecinos no los saludaban pues mi viejo-obrero de YPF-era radical, y a la salida de la petrolera los "tiras"de civil lo seguían. Tuvimos que evacuarnos a La PLata a la casa de mis abuelos paternos porque la hiena asesina del Almirante Rojas había amenazado bombardear la petrolera YPF que estaba a 3 cuadras de casa. Sin embargo mi viejo jamás nos inculcó el odio hacia Perón y el peronismo. Por eso salimos anti oligarcas a full y reconocemos al gobierno de Perón - mas allá de sus errores-como el mejor del Siglo XX. Y probablmente de la historia contemporénea.
ResponderEliminarProduce vómitos leer acá los designios de la Fusiladora; esa que miserablemente asesinó a militares peronistas patriotas en los basurales de León Suarez y otros lugares de Bs, As. Siempre los muertos los puso el peronismo. Hoy nuevamente un gobierno peronista está cercado por las hienas abortadas desde lo vientres de aquellas. Y contando con el beneplácito de los miserables apátridas que votaron a la piara macrista, que hablan como sojeros y viven apenas llegando a fin de mes
Tremenda ingenuidad la de Aramburu a creer que proiviendo todos los simbolos peronistas hiba a generar en la sociedad algun tipo de repudio al movimiento,ya que toda esa prohibicion solo genero una mayor conviccion en la ideologuia peronista
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