Por el Prof. Julio R. Otaño
La “revolución de Mayo” de 1810
es uno de los fenómenos más complejos de nuestra historia. Sus actores tenían tendencias
conservadoras y radicales, que iban desde el afán independentista hasta la
sincera adhesión al rey, y desde el mantenimiento de la monarquía hasta la
instalación de un régimen republicano y popular. No existió la imaginaria división de criollos
y españoles. La ciudad estaba dividida en bandos de ideas y no de nacionalidades
Daguerrotipo más antiguo del Cabildo 1850 Época de Rosas
La Juntas surgen en España ante la
invasión napoleónica y el confinamiento del Rey Fernando VII Cada “Junta” se
hizo depositaria de la soberanía local a nombre del rey. Las que poco tiempo
después, delegaron sus poderes soberanos en la Junta Central de Sevilla. Y
declaran la guerra a Napoleón Bonaparte, para ello buscaron la alianza con el enemigo
histórico, Inglaterra, en guerra contra Napoleón. En el convenio
Apodaca-Canning del 14 de enero de 1809 la Junta tuvo que otorgar facilidades
al comercio con Inglaterra. De Hecho el
comercio de Gran Bretaña se convierte en el dominante en toda
Latinoamérica. Los reinos o provincias
americanas también expresaron su repudio al invasor francés y a Napoleón.
Juraron fidelidad a Fernando VII y quedaron de hecho y de derecho sometidas a
la Junta Central. Pero también tenían derecho a reasumir la soberanía y crear
juntas como en España, y a estar representadas en la Junta Central y en las
Cortes Generales. La Junta de Sevilla
retoma la tradición de los Austrias. Sin embargo la igualdad política entre la
metrópoli y las provincias no se verificó porque en la Junta los reinos
peninsulares estaban representados por 26 diputados y los americanos por sólo
nueve, y en las Cortes, España 250 diputados y América 30.
El 21 de mayo de 1810 una
multitud armada se presentó en las afueras del Cabildo de Buenos Aires para exigirle a los
gobernantes la renuncia del virrey del Río de la Plata, Baltasar Hidalgo de
Cisneros, y una convocatoria amplia para debatir la situación del Virreinato. El mismo Virrey accedió al pedido y convocaron a un Cabildo
Abierto para el día siguiente. A las
nueve de la mañana del 22 de mayo, de los 450 hombres invitados al debate, se
hicieron presentes 250, quienes debatieron durante más de cuatro horas sobre la
continuidad, o no, de Cisneros en el cargo, en el contexto de una España
debilitada por la ocupación de casi la totalidad de la península ibérica por
las fuerzas de Napoleón Bonaparte. Además, la Junta de Sevilla, quién había
nombrado virrey a Cisneros, se había disuelto, poniendo en cuestión la
legitimidad de su mandato.
En el debate del Cabildo Abierto
había dos posiciones enfrentadas. Por un lado, quienes se pronunciaron a favor
de la continuidad de Cisneros en el mando. Y por el otro, los que exigían la
renuncia del virrey, teniendo en cuenta que había caducado la autoridad que lo
había nombrado para el ejercicio del gobierno, por lo tanto, el poder debía
recaer en los representantes actuales del pueblo para que estos elijan un nuevo
gobierno. Las voces más destacadas del
debate las tuvieron, por el lado de los conservadores, el obispo de Buenos
Aires Benito Lué y el Fiscal Villota. Y por el lado de los revolucionarios, Juan José Antonio
Castelli y Juan José Paso. Después de una votación, se resolvió que el virrey
debía ser reemplazado por una Junta Provisoria Gobernativa.
Sin embargo, Cisneros realizó una maniobra
para presidir esa Junta. Él conservaría la comandancia de las armas y debía ejercer
el poder junto con dos españoles moderados (Solá e Inchaurregui) y dos criollos
revolucionarios (Saavedra y Castelli). Los criollos y especialmente las milicias cercanas a Saavedra, se manifestaron en contra y
se organizaron para conformar una nueva junta.
El 24 de mayo de 1810, 476
vecinos firmaron una solicitud de creación de una Junta Provisoria Gubernativa,
la cual fue designada la mañana del 25 de mayo y quedó constituida por Cornelio
Saavedra como presidente; Mariano Moreno y Juan José Paso como secretarios; y
Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Miguel de Azcuénaga, Domingo Matheu, Juan
Larrea y Manuel Alberti como vocales. Si bien todavía faltaban varios años para
conseguir la independencia total de España, y esta Junta juró fidelidad al Rey
Fernando VII, marcó el inicio de la constitución del primer gobierno patrio.
Por ello atenerse sólo a las
actas capitulares para interpretar el 25 de mayo no permite una comprensión
profunda del fenómeno. Para algunos "había
llegado la ocasión de alcanzar la independencia política, y con ese fin
constituyeron una sociedad secreta Manuel Belgrano, Nicolás Rodríguez Peña,
Juan José Paso, Hipólito Vieytes, Juan José Castelli, Agustín Donado y muchos
que, como ellos, habían aprendido en los autores enciclopedistas franceses el
catecismo de la libertad." Para otros
nuestra revolución forma parte de
una reacción Continental, no para separarnos de España sino para liberarnos
juntos del yugo absolutista de Fernando VII.
En cuanto a sus grandes figuras:
Cornelio Saavedra será el heredero del prestigio y popularidad de Liniers y como éste, no lo transformó en un auténtico
liderazgo. Le faltó imaginación,
fortaleza y conciencia de lugar y hora. Tenía el dominio del pueblo y del ejército y
sin embargo dejó que otros le quiten el gobierno; Moreno quien se quedó con la Revolución, no
era hombre de multitudes, ni siquiera como Castelli o como Paso de los grupos
del Café de Marcos. Antes de 1810 vivía confinado en su bufete, y lo siguió
estando en su despacho de la Fortaleza. Era un intelectual pero Ha bebido las
enseñanzas de los revolucionarios europeos en aquella rica biblioteca del Alto
Perú. Pero no se enajena en ellas. No incurre en el error de esos ‘jóvenes
afrancesados’ que años más tarde recitan discursos progresistas mientras
traicionan el país apoyando una invasión extranjera. (la generación del
37) Según Ernesto Palacio “Era un
político práctico que no estaba atado a ninguna doctrina que no fuera el
bienestar de su patria y su gente, los criollos e indios olvidados por el viejo
sistema colonial. Aquellos que ensalzan a Moreno como el más alto exponente del
liberalismo olvidan que su defensa de la libertad estaba condicionada por los
intereses superiores de la Nación y del primer gobierno que asumía la
representación de los criollos. Cuando escribio
sobre la libertad de escribir, remarcó que se daría esa libertad pero siempre y
cuando no se oponga en modo alguno a las verdades santas de nuestra augusta
religión y a las determinaciones del gobierno”. La organización y edición de la Gaceta fue
obra fundamental de Moreno, ya que la causa patriota necesitaba una voz que
hiciera conocer los puntos de vistas de la Junta, el periódico que dirigió
Moreno permitió que en las provincias se conocieran las medidas y opiniones del
gobierno. Se publicaba dos veces a la semana y en algunas ocasiones aparecía un
número extraordinario. Según cuenta su hermano Manuel, hasta su alejamiento del
país, Mariano fue su exclusivo redactor.
Cuando en el mes de diciembre se dio a conocer el decreto que prohibía
conceder empleos a los españoles, algunos criollos protestaron por la medida,
que no alcanzaba a los que estuvieran empleados a esa fecha. Manuel Moreno
opinaba que esta decisión estaba dirigida a terminar con la discriminación que
existía hasta el momento, la que impedía a los criollos ocupar cargos de mayor
responsabilidad, pero el decreto está destinado a que los enemigos de la Junta
se enquistaran en la administración pública para boicotear las medidas que
propiciaban el cambio de sistema. A quienes criticaban a Mariano por su
intransigencia, su hermano Manuel les contestaba: “Querer una revolución sin
males es tan quimérico como una batalla sin desgracias, y así los culpables de
las acaecidas en Buenos Aires, que por su fortuna han sido muy raras, son los
promotores de la revolución misma”.
Como toda revolución tuvo una causa raíz que fue económica. Todos los historiadores se detienen en que Fernando VII no es Rey de España y como tal resuelven gobernarse por un gobierno criollo. Eso fue el RELATO. La realidad es que Fernando VII fue depuesto y arrestado en Bayona en Mayo de 1808. En enero de 1810 cae Sevilla en manos del ejército francés y es disuelta la Corte de Sevilla. esta noticia es la que llega a Buenos Aires y ahi es donde los actores criollos deciden derrocar a Cisneros y cia
ResponderEliminarSiempre hay motivos económicos...a veces no tan relevantes. El Tratado Apodaca-Canning de 1809 ya estaba convirtiendo Latinoamérica en colonia económica Británica. Saludos y había españoles también. De hecho la primer junta en Bs As la quiso instalar Martín Alzaga. Saludos
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